viernes, 29 de abril de 2022

Maribel se durmió por Luis Alberto Spinetta.



Maribel se durmió
Vamos a cantarle porque se hundió
Carroussell, sensación
De que con el alma nos ve mejor
Maribel, Maribel
Dicen que no lleva ningún papel
Vamos ya, vamos ya
Vamos porque viene y porque no está
Canta, canta toda la vida
Canta con emoción
Y al partir sentirás
Una brisa inmensa de libertad
Canta, canta aunque estés distante
Canta conmigo
Canta tus penas de hoy
Maribel se durmió
Vamos a cantarle porque se hundió
Carroussell, sensación
De que con el alma nos ve mejor.

sábado, 23 de abril de 2022

Segundo informe para ausentes de Armando Tejada Gómez.

Segundo informe para ausentes

de Armando Tejada Gómez.

Es increíble: he muerto
y ando por mi casa.
Vienen amigos. Beben
y, minuciosamente,
se acuerdan del pasado.

Me recuerdan: ¿te acuerdas
de aquello que cantabas?
-¿Cómo era esa del niño?
-¿La del laurel es tuya?
-Yo le oí esa canción
a la Mercedes Sosa.
Hablaba de la tierra...
(puta, si me acordara!)
Era una que decía
que el que no cambia todo
no cambia nada.
Hacé memoria. Dale!
(Puta, mi me acordara!)

Insepulto, le agrego
más brasas al asado.
Pienso en ustedes.
Echo más leña al fuego.
Digo: el humo bombero
me ha mojado esta lágrima.
Pienso a lo lejos. Sé
que no debo llorarlos.
Aunque esté muerto
y ande como Juan por su casa.

jueves, 21 de abril de 2022

Poeta de la legua de Armando Tejada Gómez.



Cantando por ahí, se ha sentado a mi mesa
el cantor, el rufián, el ángel, el guerrero,
el empresario, el lúcido, el loco, la ramera:
gente de bravas índoles y de modales feos.
Juntos hemos bebido del vino del escándalo
y le hemos bajado los calzones al tiempo.
Alguna vez la copla arde en sus corazones
y recorre sus aguas y sale por sus ojos
con el sigilo junco de un niño abandonado
que ha visto a un dios de sal, pero lejos y solo.
Y yo, que tengo sitio de laurel en mi pueblo,
mientras esto no cambie, bebo y canto con todos.

miércoles, 20 de abril de 2022

Menú del día de Armando Tejada Gómez.

Menú del día

de Armando Tejada Gómez.

1

El lunes se despierta labrador, metalúrgico,
ferroviario, bracero, pintor, oficinista;
avanza tumultuoso con todos los oficios
y simple, como un silbo, va a buscarse la vida.
Dicen que el lunes es padre. Pero también es madre.
Yo canto que también es muchacho y muchacha.
Madruga en las azules brújulas del planeta
y anda de campanero por los gallos del alba.

El lunes se conduele del que no tiene lunes,
del lunes sin semana de los desocupados,
pasa frente a sus casas como una estrella errante
donde hace cola el odio con los puños cerrados.
Yo suelo ver al lunes a eso del mediodía
en la fonda, en los bares, en las grises cantinas,
celebrando un puchero de rabo sustancioso
donde un coro de choclos sinfoniza la risa.

Pienso que si los lunes se pusieran de acuerdo,
como ya sucedió y sigue sucediendo,
todo amanecería violentamente hermoso
y en todas las cantinas cantaría el puchero.

2

Si uno ríe los martes, debe llorar los viernes
y mirarse las manos a la luz de una vela,
porque el martes, desnudo, como un niño, padece
de las admoniciones de la luna perversa.
Los martes tiene ruidos en todos los rincones
y suelen nominarse con un trece tridente,
por lo que el martes es ese muchacho de catástrofe
que rompe las ventanas de los adolescentes.

Haga el martes arroz, fideos con manteca,
una sopa liviana, churrasco vuelta y vuelta:
hay que evitar el íncubo que oficia a media noche
y las convocatorias rojas de la pimienta.

Los martes se discute. Hay plenario en la casa.
El viejo se levanta. Deja el puño en la mesa.
Sus hijos dicen: armas, dicen Che, dicen basta
y sobre nuestra bronca pasa ardiendo la huelga.
-Madre, no llore. Madre, no estamos contra el viejo.
-Estamos contra el mate del paro dominguero.
-El cree que la huelga es cosa de parar
y nosotros creemos que es pueblo en movimiento.



Armando Tejada Gómez nació el 21 de abril de 1929, en Mendoza;  fallece y un 3 de noviembre de 1992 en Buenos Aires. Poeta, letrista, escritor. 

lunes, 18 de abril de 2022

AMOR de César Vallejo, 1918.


Amor, ya no vuelves a mis ojos muertos;
y cuál mi idealista corazón te llora.
Mis cálices todos aguardan abiertos
tus hostias de otoño y vinos de aurora.
Amor, cruz divina, riega mis desiertos
con tu sangre de astros que sueña y que llora.
Amor, ya no vuelves a mis ojos muertos
que temen y ansían tu llanto de auroral
Amor, no te quíero cuando estás distante
rifado en afeites de alegre bacante,
o en frágil y chata facción de mujer.
Amor, ven sin carne, de un Icor que asombre;
y que yo, a manera de Dios, sea el hombre
que ama y engendra sin sensual placer!


martes, 12 de abril de 2022

ARTE POÉTICA de Attila József.

ARTE POÉTICA
de Attila József.

Sí, soy poeta, ¿pero a mí que puede
interesarme la poesía en sí misma?
No sería tan bello si la estrella
del río nocturno subiese al cielo.
El tiempo fluye lento, despacioso.
No cuelgo de la leche de las fábulas
pues sorbo un mundo puro, verdadero,
coronado por un cielo espumoso.
Bello es el manantial, ¡bañarse en él!
Mientras la calma y el temblor se abrazan,
entre la espuma nace, inteligente,
la dichosa, feliz conversación.
¡Y qué me importan los demás poetas!
Que hasta la misma pechuga se ensucien
y que finjan estar muy embriagados
de imágenes fabricadas y alcohol.
Yo dejo atrás este bar del presente,
dejo atrás la razón, y ¡mucho más!
¡Qué vil sería si fingiera ser,
con mi mente tan libre, un criado estúpido!
¡Que comas, bebas, abraces y duermas!
¡Y que te midas con el universo!
¡Ni aún a regañadientes serviré
de criado a los pobres opresores!
¡No hago pactos! ¡Déjame ser feliz!
Si no, cualquiera a mí me ofendería,
alguien me encontraría manchas rojas
y absorbería la fiebre mis savias.
No, yo no cierro mi boca litigante.
A la razón me quejo de mis penas.
El siglo me contempla, protector.
El labrador, arando, piensa en mí.
El cuerpo del obrero me presiente
entre dos movimientos secos, rígidos.
Por mí espera en la puerta de algún cine,
de noche, el mozalbete mal vestido.
Y donde batallones de granujas
van contra mis poesías enfiladas,
se echan a andar los tanques fraternales
a traquetear mis rimas por el mundo.
Esto digo: que aún no es grande el hombre,
aunque él, irrazonable, si lo crea.
Que sus padres no lo pierdan de vista;
padre y madre: ¡la razón y el amor!

El amor del poeta
El amor del poeta es como un haz
de paja que arde rápido y voraz.
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Traducción: Fayad Jamis.

lunes, 11 de abril de 2022

Este tiempo presente de Attila József.

Este tiempo presente
Este tiempo presente
es el de los generales y banqueros.
Frío, forjado, relumbrante
cuchillo-tiempo.
El cielo chorreante está blindado.
La helada perfora hiende el pulmón
y el pecho desnudo detrás de los harapos.
En piedra de amolar chirría el tiempo.
Detrás del tiempo ¡cuánto pan silencioso
y frío! y cajas de hojalata,
y un montón de cosas heladas.
Escaparate-vidrio-tiempo.
Y los hombres gritan: ¿Dónde está la piedra?
¿Dónde el escarchado pedazo de hierro?
¡Arrójaselo! ¡Hazlo trizas! ¡Penetra!
¡Qué tiempo! ¡Qué tiempo! ¡Qué tiempo!


Traducción: Fayad Jamís.

Attila József  nació un 11 de abril de 1905 en Ferencváros un barrio pobre de Budapest, hijo de un obrero rumano, Aron Iosif, y de una campesina, Borbála Pőcze. Vivieron en la pobreza extrema: la madre apenas podía mantener a sus tres hijos ni pagar el alquiler de su piso. Finalmente los niños fueron tomados al cuidado de la Liga Nacional de Protección de la Infancia, y criados por padres adoptivos en Öcsöd, donde trabajaron en una granja, en condiciones tan malas que los niños se escaparon y volvieron con su madre en Budapest.
Attila József es uno de los poetas más conocidos internacionalmente de la moderna literatura húngara, y sus poemas se han traducido a numerosas lenguas. Considerado "el gran poeta proletario" durante la etapa comunista de la historia de Hungría.
Fallece el 3 de diciembre de 1937.

jueves, 7 de abril de 2022

Antígona - Gabriela Mistral.


Me conocía el Ágora, la fuente
Dircea y hasta el mismo olivo sacro,
no la ruta de polvo y de pedrisco
ni el cielo helado que muerde la nuca
y befa el rostro de los perseguidos.

Y ahora el viento que huele a pesebres,
a sudor y a resuello de ganados,
es el amante que bate mi cuello
y ofende mis espaldas con su grito.

Iban en el estío a desposarme,
iba mi pecho a amamantar gemelos
como Cástor y Pólux, y mi carne
iba a entrar en el templo triplicada
y a dar al dios los himnos y la ofrenda.
Yo era Antígona, brote de Edipo,
y Edipo era la gloria de la Grecia.

Caminamos los tres: el blanquecino
y una caña cascada que lo afirma
por apartarle el alacrán... la víbora,
y el filudo pedrisco por cubrirle
los gestos de las rocas malhadadas.

Viejo Rey, donde ya no puedas háblame.
Voy a acabar por despojarte un pino
y hacerte lecho de esas hierbas locas.
Olvida, olvida, olvida, Padre y Rey:
los dioses dan, como flores mellizas,
poder y ruina, memoria y olvido.
Si no logras dormir, puedo cargarte
el cuerpo nuevo que llevas ahora
y parece de infante malhadado.
Duerme, sí, duerme, duerme, duerme, viejo Edipo,
y no cobres el día ni la noche.

Gabriela Mistral (Vicuña, Chile, 7 de abril de 1889 - Nueva York, Estados Unidos, 10 de enero de 1957). Escritora y premio Nobel de Literatura en 1945.

martes, 5 de abril de 2022

De la vida del cielo - Fray Luis de León (1527-1591).

 Alma región luciente,
prado de bienandanza, que ni al hielo
ni con el rayo ardiente
fallece, fértil suelo,
producidor eterno de consuelo;
     de púrpura y de nieve
florida, la cabeza coronado,

a dulces pastos mueve,
sin honda ni cayado,
el buen Pastor en ti su hato amado;
    él va, y en pos dichosas
le siguen sus ovejas, do las pace
con inmortales rosas,
con flor que siempre nace
y cuanto más se goza más renace;
     ya dentro a la montaña
del alto bien las guía; ya en la vena
del gozo fiel las baña
y les da mesa llena,
pastor y pasto él solo, y suerte buena.
     Y de su esfera cuando
la cumbre toca, altísimo subido,
el sol, él sesteando,
de su hato ceñido,
con dulce son deleita el santo oído;
     toca el rabel sonoro,
y el inmortal dulzor al alma pasa,
con que envilece el oro
y ardiendo se traspasa
y lanza en aquel bien libre de tasa.
     ¡Oh son! ¡oh voz! ¡siquiera
pequeña parte alguna decendiese
en mi sentido, y fuera
de sí la alma pusiese
y toda en ti, oh Amor, la convirtiese!,
     conocería dónde
sesteas, dulce Esposo, y, desatada
de esta prisión adonde
padece, a tu manada
viviera junta, sin vagar errada.

domingo, 3 de abril de 2022

CANCIÓN DE CUNA PARA DORMIR A UN PRESO de JOSÉ HIERRO.

La gaviota sobre el pinar.
(La mar resuena.)
Se acerca el sueño. Dormirás,
soñarás, aunque no lo quieras.
La gaviota sobre el pinar
goteado todo de estrellas.
Duerme. Ya tienes en tus manos
el azul de la noche inmensa.
No hay más que sombra. Arriba, luna.
Peter Pan por las alamedas.
Sobre ciervos de lomo verde
la niña ciega.
Ya tú eres hombre, ya te duermes,
mi amigo, ea...
Duerme, mi amigo. Vuela un cuervo
sobre la luna, y la degüella.
La mar está cerca de ti,
muerde tus piernas.
No es verdad que tú seas hombre;
eres un niño que no sueña.
No es verdad que tú hayas sufrido:
son cuentos tristes que te cuentan.
Duerme. La sombra toda es tuya,
mi amigo, ea...
Eres un niño que está serio.
Perdió la risa y no la encuentra.
Será que habrá caído al mar,
la habrá comido una ballena.
Duerme, mi amigo, que te acunen
campanillas y panderetas,
flautas de caña de son vago
amanecidas en la niebla.
No es verdad que te pese el alma.
El alma es aire y humo y seda.
La noche es vasta. Tiene espacios
para volar por donde quieras,
para llegar al alba y ver
las aguas frías que despiertan,
las rocas grises, como el casco
que tú llevabas a la guerra.
La noche es amplia, duerme, amigo,
mi amigo, ea...
La noche es bella, está desnuda,
no tiene límites ni rejas.
No es verdad que tú hayas sufrido,
son cuentos tristes que te cuentan.
Tú eres un niño que está triste,
eres un niño que no sueña.
Y la gaviota está esperando
para venir cuando te duermas.
Duerme, ya tienes en tus manos
el azul de la noche inmensa.
Duerme, mi amigo...
                                      Ya se duerme
mi amigo, ea...