sábado, 25 de diciembre de 2021

POEMAS DE CARLOS BASABE. SUBIDA A LA BARDA / LA MISA DEL GALLO.



SUBIDA A LA BARDA.

Te conozco de siempre, meseta de mi pueblo
Desde cuando fui niño y tu tierra quedaba
en los bolsillos rotos de mis ropas de barrio
o en las mismas orejas, sin querer ocultarla
He visto muchos cambios, en tu piel desnudada
Te dejaron sin plantas, y tratan de taparte
Con figuras antiguas, con paseos domingueros
Y un camino hacia arriba, trepando en un sendero
Otros te han descubierto, con buenas intenciones
Ofreciéndote bella al viajero que pasa
Para que te conozcan todos, elegante y distinta
Planean forestarte, de repecho y bajada
Desde hace muchos años que quiero verte hermosa
Llena de árboles verdes, cercando la trepada
Que te transiten niños, alegres con sus padres
Lo mismo que en mis tiempos lejanos de la infancia
Estoy casi seguro, que en un momento dado
Me darás la sorpresa de encontrarte cambiada
Con ese verde hiedra, perenne de nostalgia
Dividiendo a mi pueblo, y rodeada de casas
Entonces ya no importa, cuando lleguen extraños
Porque se que te esperan, los años de bonanza
Mi corazón me dice que está cerca ese sueño
Que llevo desde niño, quimera de esperanza.
De niño en la noche de la misa de Gallo, mirábamos con mis padres y hermanos, desde el barrio "Buenos Aires Chico" (hoy don Bosco), una columna de antorchas que trepaban una rústica subida a la capillita. Adelante el cura y atrás los fieles en procesión hasta alcanzar el objetivo, aún no estaba integrado al pueblo (era un niño) y más tarde empecé mi andanza con el afán de conocer Mundo. Hoy creo que la vida tiene un espacio como una noria que en cada balde de agua tiene almacenado partes de recuerdos que son partes de nuestro cuerpo. Hoy cabe misa de gallo y la capilla que atesora la historia de Regina, recordará aquellos días no tan lejanos y yo le agrego este pequeño homenaje en verso.



LA MISA DEL GALLO.
Onduladas y esbeltas, las bardas de mi pueblo
saludan al viajero que cruza por el Valle
en busca de un regazo natural del descanso
vacaciones del alma, refugio del cansancio
Las verdes primaveras y el ocre del otoño
policroma sureño, recuerdos recordados
de mis juegos de niño, cuando aún no era soldado
de este ejército adulto, donde estoy secuestrado
Eran épocas dulces, procesiones de santos
el cura con los fieles, trepando la costana
los cirios encendidos, luciérnagas cristianas
prefijando el sendero, en la misa del gallo
Allá arriba en la cresta del bardal señalado
la virgencita espera ese día del año
donde los fieles todos, de hinojos y rezando
iluminan el alma, la capilla y el lábaro
Recuerdos recordados, de mi pueblo bardeño
hermosos, trashumantes que en mi cuerpo traslado
son la luz de mi herencia, que atesoro y rescato
cuando me encuentro solo, tan lejos de mi espacio.
Para el dia de "La misa del Gallo", los fieles Cristianos llevaban a cabo una procesión desde la Iglesia hasta la capilla sobre las bardas portando cirios y antorchas que veíamos desde nuestra casa en el Barrio Don Bosco.
Parecían luciérnagas trepando el borrado sendero, y al frente el cura párroco cantando salmos hasta la capilla de piedras donde estaba Santa Teresita.

viernes, 24 de diciembre de 2021

José Larralde canta Para esta Navidad de Marcelo Berbel.



Señor, la navidad llega del cielo

Y tu vendrás sobre la estrella del amor

La voz universal clama de Ti calor

Y el don de la humildad y pide perdón

Señor danos la luz

En esta noche azul

Señor danos la paz

En navidad.

 

Noche de ti danos tu paz

y deja a los hombres en la tierra

que se harten en tu mesa y beban de tu paz

permite que el alba nos sorprenda

tomados de la mano

por siempre en tu verdad.


Señor, la navidad llega del cielo

Y tu vendrás sobre la estrella del amor

La voz universal clama de Ti calor

Y don de la humildad pide perdón

Señor danos tu luz

En esta noche azul

Señor danos la paz

En navidad.

Nacimiento de Cristo, en que se discurrió la Abeja: asunto de certamen - Sor Juana Inés de la Cruz.


De la más fragante Rosa
nació la Abeja más bella,
a quien el limpio rocío
dio purísima materia.

Nace, pues, y apenas nace,
cuando en la misma moneda,
lo que en perlas recibió,
empieza a pagar en perlas.

Que llore el Alba, no es mucho,
que es costumbre en su belleza;
mas ¿quién hay que no se admire
de que el Sol lágrimas vierta?

Si es por fecundar la Rosa,
es ociosa diligencia,
pues no es menester rocío
después de nacer la Abeja;

y más, cuando en la clausura
de su virginal pureza,
ni antecedente haber pudo
ni puede haber quien suceda.

¿Pues a qué fin es el llanto
que dulcemente le riega?
Quien no puede dar más Fruto,
¿qué importa que estéril sea?

Mas ¡ay! que la Abeja tiene
tan íntima dependencia
siempre con la Rosa, que
depende su vida de ella;

pues dándole el néctar puro
que sus fragancias engendran,
no sólo antes la concibe,
pero después la alimenta.

Hijo y madre, en tan divinas
peregrinas competencias,
ninguno queda deudor
y ambos obligados quedan.

La Abeja paga el rocío
de que la Rosa la engendra,
y ella vuelve a retornarle
con lo mismo que [la alienta].

Ayudando el uno al otro
con mutua correspondencia,
la Abeja a la Flor fecunda,
y ella a la Abeja sustenta.

pues si por eso es el llanto,
llore Jesús, norabuena,
que lo que expende en rocío
cobrará después en néctar.

Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana, Sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel de Nepanta, México, 1651-Ciudad de México, 1695).

martes, 21 de diciembre de 2021

EL VERANO de Ruth Kaufman.

¿A qué día, a qué hora
a qué exacto segundo
aprontas tus valijas
para irte hacia otros mundos?

¿Cuando la tierra parda
ya no se resquebraja
y la flor del zapallo
se abre y ya no cuaja?

¿Cuando pasan las horas
y siguen las camisas
aleteando en las sogas?

¿Cuando pasa todo el día
y ninguna cigarra
ha dicho: "¡es mediodía!"?

¿Cuando los cinco dedos
de pronto acobardados
ya no quieren ser libres
y buscan los zapatos?

¿Cuando a la cinta negra,
sedienta, del asfalto
no engaña el horizonte
con sus charquitos falsos?

¿Cuando la primera hoja
se pone amarilla
entiendes que es la hora
de huir a toda prisa?

¿O acaso te demoras
jugando al veo veo
hasta que los tomates
se pintan por entero?

lunes, 20 de diciembre de 2021

Definición del mal que llaman esplín´por Tomás de Idiarte.

Definición del mal que llaman esplín.


Es el esplín, señora, una dolencia
que de Inglaterra dicen que nos vino.
Es mal humor, manía, displicencia,
es amar la aflicción, perder el tino,
aborrecer un hombre su existencia,
renegar de su genio y su destino,
y es, en fin, para hablarte sin rodeo,
aquello que me da si no te veo.  

viernes, 17 de diciembre de 2021

Nuestro imprescindible artículo por Fernando Sorrentino.

 

Con el título, más bien genérico, de `Trova', Carlos Guido y Spano (1827-1918) compuso quince célebres quintillas octosilábicas que declaran su amor por nuestra patria. El poema ofrece la singularidad de que la estrofa decimoquinta repite el texto de la primera:­

He nacido en Buenos Aires. ­

¡Qué me importan los desaires ­

con que me trate la suerte! ­

Argentino hasta la muerte: ­

he nacido en Buenos Aires.­

El penúltimo verso fue adoptado, por el vate santiagueño Pablo Raúl Trullenque (1934-2000), como título, Argentino hasta la muerte, de la canción cuya música pertenece a Roberto Rimoldi Fraga.­

La letra se inicia con estos dos octosílabos:­

`Un poeta la bautizó­

con el nombre de Argentina.­

El poeta aludido no es otro que Martín del Barco Centeneratambién llamado, según otros indicios, Martín Barco de Centenera. (1) En todo caso, se llamara como se llamare, lo cierto es que vivió aproximadamente entre 1535-1536 y 1602-1606, que nació en la hispánica Logroño y que murió en Lisboa. En esta ciudad publicó Argentina y conquista del Río de la Plata. ­

El siempre atento y servicial padre Rodolfo Ragucci (Escritores de Hispanoamérica, Buenos Aires, Huemul. 3.ª ed., 1969, págs. 37-38) juzga la obra de esta manera:­

"poema prosaico de desmayadas octavas reales. (...). De poema épico no tiene éste más que la pretensión y los caracteres externos, y su división en cantos; es más bien otra crónica o historia rimada, fuente de algunas noticias para otros que después escribieron sobre los días de los primeros conquistadores de esta región''. (2)­

Tal como lo muestra la tapa de la edición primigenia, el autor omitió el uso del artículo "a'' ante el sustantivo propio "Argentina''. Digamos, como al pasar, que el vocablo Argentina incluía, en la mente de don Martín, también las actuales repúblicas de Bolivia, Paraguay y Uruguay.­

¿ARGENTINA O LA ARGENTINA?­

­Los españoles suelen llamar a nuestra amada y contradictoria comarca con omisión del artículo "la''. En disidencia, yo siempre he dicho y escrito "la Argentina''. Al arribar a este punto, cedo la palabra a quien ha explicado perfectamente por qué debemos preferir el uso del artículo (Luis CanossaSecretos y sorpresas del idioma, Buenos Aires, Atlántida, 1961, pág. 124):­

"El nombre de nuestro país está compuesto del sustantivo República y el adjetivo Argentina; por eso cuando se omite el primero de ellos el artículo "la'' debe acompañar al nombre de Argentina y no decir éste a secas, sino "la Argentina". (...). Éste es el criterio sustentado por la mayoría de los filólogos, aunque don Andrés Bello dice que no pasa de ser una costumbre''.

Muy bien: sea o no una mera costumbre, me allano a ella, no sólo por razones gramaticales sino también eufónicas, tal como lo consignó, en contundentes alejandrinos pareados, Juan Luis Gallardo en su poemario Las cosas. Buenas, malas, grandes y pequeñas (Buenos Aires, Baesa, 1977, pág. 23):­

"Detesto el anglicismo, malsonante y ridículo,­

de escribir Argentina suprimiendo el artículo''. ­

(1) "En todos los escritos figura como Martín del Barco Centenera; sin embargo su verdadero nombre fue Martín Barco de Centenera, como consta en los documentos oficiales de su época. El error nace del en que incurrió el primer editor de Argentina en la portada del libro'' (W. G. Weyland, `Poetas coloniales de la Argentina'. Antología, Buenos Aires, Estrada, 1949, pág. 11).­

(2) En dicho libro de Weyland las páginas 13-22 reproducen fragmentos de la obra de Barco Centenera. A modo de botón de muestra, veamos sólo una octava, que habla de cuando Juan de Garay, bajó ``dejando a Santa Fe bien guarnecida'': "Partió con treinta mozos valerosos, / y veinte y un caballos, y servicio / en balsas; y los mozos, deseosos / de guerra, que la tienen por oficio, / procuran que en los indios enojosos / se ofrezca al crudo Marte sacrificio / de aquel Terú, vengando la osadía / con triste y carnicera anatomía''.­

PUBLICADO EN DIARIO "LA PRENSA".

16/12/2021.

https://www.laprensa.com.ar/510185-Nuestro-imprescindible-articulo.note.aspx

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Confiteor Deo - Almafuerte.

Confiteor Deo.

I

Aquel Moisés enorme que dijo un día,
«Para que Adán impere vibró lo Eterno»,
Hizo la más profunda filosofía...
¡Entre pecho y espalda nos puso un perno!

Por eso yo no canto, como las aves,
Fanfarrias vocingleras a la Natura:
Las notas de mis versos son notas graves
Como las de los Salmos de la Escritura.

Para mí las palabras siempre son bellas
Y siempre de cualquiera se saca fruto:
La más vil, la más vana de todas ellas
Contiene la presencia de lo Absoluto.

Como las vibraciones de un necio ruido,
Ni Wagncr ni Rossini me dicen nada;
Pero, si por acaso, gime un gemido...
¡Me traspasa las carnes como una espada!

Que las aguas relumbran como un espejo.
Que los cielos sonríen y se coloran...
¡Todos esos primores yo los motejo
Desde la cueva misma de los que lloran!

Yo miro el Universo pasar delante...
Como a pelusa tonta, sin que me asombre:
Soy profeta, soy alma, soy como el Dante...
¡Yo no siento más vida que la del Hombre!

V

Por más que me comparo con todo el mundo
Yo no doy con el tipo que bien me cuadre:
Soy el llanto que rueda sobre lo inmundo...
¡Yo he nacido, sin duda, para ser madre!

Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte) nació en San Justo, Provincia de Buenos Aires, el 13 de mayo de 1854.
En La Plata, trabajó en la Cámara de Diputados bonaerense y ejerció el periodismo en el diario Buenos Aires; posteriormente, llegó a dirigir el diario El Pueblo.
A comienzos del siglo XX participa un poco de la actividad política, pero a causa de su inestabilidad económica y de que es reacio a aceptar un cargo político, ya que criticaba duramente a quienes vivían a expensas de los impuestos de la gente, no lo hace con mucho entusiasmo.

Al final de su vida, el Congreso Nacional Argentino le otorgó una pensión vitalicia para que se pudiera dedicar de lleno a su actividad como poeta. Sin embargo no pudo gozar de ella; el 28 de febrero de 1917 falleció en La Plata (Buenos Aires), a la edad de 62 años.

lunes, 13 de diciembre de 2021

LA SILLA VACÍA por Silvia Angélica Montoto.

 



LA SILLA VACÍA.

Termino los preparativos para la cena de Nochebuena y de pronto, el cansancio se hace presente en todo mi ser…
Hace calor, mis piernas están hinchadas y un incipiente dolor comienza a instalarse en mi nuca. Tomo un vaso de agua como buscando en ese trago largo y refrescante, las fuerzas que necesito para continuar…

Es temprano, aún faltan dos horas para que todos comiencen a llegar. El esfuerzo vale la pena, le he ganado al tiempo. Sólo falta poner la mesa y encender las luces del arbolito.
Busco el mantel blanco, aquel que sólo uso para los grandes acontecimientos. Voy a poner los vasos comunes para los niños, pero luego desisto… ¡Hoy es un día especial, si una copa fina se rompe qué más da, ellos se sentirán más importantes! –pienso con una sonrisa.
No falta ningún detalle: una flor y una ramita de pino junto a cada plato. Velas rojas, largas y perfumadas para encender a la hora del brindis. Sobre los laterales de la larga mesa junto un poquito más las sillas para que alcancen los espacios. Cinco sillas de cada lado y una en cada cabecera. Doce en total. Están todos los lugares perfectamente distribuidos.
Cuento luego los regalos al pie del árbol. Me parece que sólo hay once… Pero no, seguramente alguno no está visible… ¡Es que mi cabeza no tiene ya lucidez!…
Antes de ir a mi cuarto para sacar la ropa y darme una ducha, coloco una varita de sahumerio y el ambiente comienza a llenarse de un suave aroma a sándalo.
A la 22 hs. comienzan a llegar todos. Los más chiquitos están como sacados de un cuadro. Sonrío pensando qué les quedará de tanta paquetería cuando llegue la medianoche…
Con disimulo rondan el arbolito con la tentación de averiguar con sus ojos puestos en la punta de los dedos…pero ante la mirada cómplice del abuelo, garantizándoles que cada uno tiene lo suyo, toman prudente distancia
. -¡Chicos a la mesa!...Es la voz de mi hija. –No se alboroten que cada uno tiene su lugar.
Van ubicándose entre risas y juegos. Luego se agregan los mayores entretenidos en diferentes conversaciones.
Doy un último vistazo antes de servir…
El humo del sándalo que aún persiste en el ambiente me da la sensación de una leve borrachera…
Ya con la bandeja en la mano, escucho la voz de mi nieta mayor:
-Abuela aquí sobra un plato.
-Y una silla – agrega mi otra nieta.
-¡Viejita, hay un lugar de más!… ¿Qué te pasa no te sentís bien? – Pregunta mi hijo-
- No me pasa nada, todo está bien, me debo haber confundido…
-¡La abuela no sabe contar!... – dijo el mayor de los varones, y los demás se largan a reír…
Me acerco a la mesa, retiro la silla, luego el plato, los cubiertos…Dejo la copa de cristal… (¡Ojalá Él hubiera podido romperla esta noche!)… – Pienso - y las lágrimas nublan mis ojos. También dejo la flor y la ramita de pino en su lugar.
A medianoche un ángel rubio, que sólo mis ojos pueden ver, levanta su copa y brinda conmigo.
Silvia Angélica Montoto.
Escritora patagónica argentina que reside en la localidad de Villa Regina, provincia de Río Negro.

Se vuelve a publicar.

sábado, 11 de diciembre de 2021

LA NOCHE Y VOS de Silvia Angélica Montoto.


LA NOCHE Y VOS
.

en el día del TANGO PARA TODOS LOS TANGUEROS.
Corría la década del 40…
Cuando la luna, como un farol, iluminaba el paisaje del arrabal porteño, aparecía por los andurriales del bajo la emblemática silueta de “El Zorzalito.”
Iba peinando de punta y taco las imperfecciones del empedrado. De su brazo colgaba la guitarra como una prolongación de sí mismo.
Brillaba el charol de sus zapatos y el blanco de sus polainas. En el cuello llevaba un lengue de seda y sobre la cabeza, como protegiendo sus sueños, un chambergo gardeliano salpicado de garúa.
Los cófrades de la milonga lo llamaban “El Zorzalito” y él no los defraudaba, porque tenía del “Zorzal criollo”, la cadencia en la voz y su porte, aunque a diferencia del gran mito, él era un cantor anónimo, sólo conocido en los cafetines de barrio.
“El Zorzalito” no conocía siquiera lo que era un pentagrama. No sabía leer ni escribir. Apenas dibujaba su nombre, pero tenía sin embargo, un oído privilegiado y llevaba en el alma la pincelada mágica de un poeta.
Expresaba en forma innata el verso y la melodía de sus creaciones en perfecta amalgama. Era, aunque parezca ambicioso decirlo, un gran letrista, un canta-autor que pintaba con natural sabiduría el paisaje de la ciudad y la historia melancólica de su gente.
El amor, la tristeza y las mujeres…incorregiblemente romántica y nostálgica era su poesía.
Él la inventaba, la musicalizaba, la recreaba y dejaba cada noche en la bohemia de los corazones.
-¡Otra “Zorzalito”!, ¡Bravo, sos un fenómeno!
-¡Grande maestro, no te mueras nunca! …
Estas, eran algunas de las expresiones con que lo alentaban cada noche sus admiradores.
Sin embargo, la noche y el alcohol, ese cruel binomio que empuja a los seres humanos hacia la irreparable decadencia, lo llevó lentamente hacia el abismo de la soledad y el abandono.
Las voces de elogio se acallaron poco a poco, como se apagaron su guitarra y su voz.
El empedrado amigo que devolvía el eco de su andar de guapo, ya no está. Ahora se desliza a duras penas por el asfalto impiadoso, perdido entre las brumas del alcohol.
Es agosto y la brisa helada del río se une al temblor que le producen el hambre y la debilidad.
La noche lo envuelve y el “Zorzalito” busca un asilo para guarecerse.
Las luminarias de un cartel impactan de pronto en su cerebro gastado.El “Zorzalito” no sabe leer pero su instinto le dicta un acercamiento.Asocia las luces con la felicidad y camina hacia ellas como un autómata.
Sube con dificultad los escalones de la entrada al salón. Se queda observando el paso del público que ingresa.
Hermosas mujeres que dejan al pasar un halo de exquisita fragancia. Elegantes varones que guían su paso en un juego sutil de seducción.
Alguien lo empuja para sacarlo del camino. Le dice que se aleje…Su figura marchita molesta.
El “Zorzalito” se queda allí, como aturdido.
La música llega hasta sus oídos invitándolo a pasar. Empequeñece dentro de su saco grande y harapiento.Se cuela entre la gente y se escurre lentamente hasta el escenario, donde en pocos momentos más, comenzará la actuación de la gran orquesta del maestro Coronado, según está anunciando el presentador.
“Señoras y Señores, la orquesta típica del maestro Francisco Coronado – dice- acaba de llegar al país después de una gloriosa gira por el exterior.
El maestro nos ha representado en el viejo mundo a través de su música y la sentida letra de sus creaciones poéticas, en Grecia, Japón, España, Francia…Su nombre y su talento nos enorgullecen. El público lo espera, quiere brindar un justo homenaje a este gran exponente de la música ciudadana.
Esta hermosa cortina musical que ustedes escuchan mientras esperamos su presentación, es nada menos que “LA NOCHE Y VOS”, el tango de su autoría que lo llenó de éxito y arrancó lágrimas de emoción en el público extranjero. Hoy lo estrenará en vivo, en este país y en este escenario…”
Los compaces del tango van cayendo sobre el corazón de “El Zorzalito” como una fina garúa de nostalgias…Se levanta, comienza a canturrear casi en un susurro, luego, su voz se alza más y más. Gesticula, llora sobre su guitarra imaginaria…Su viejo tango lo envuelve como una serpentina de gloria.
El no entiende que ya no es suyo…que se lo han robado…El sólo sabe que su tango ha vuelto a posarse sobre su corazón. ¡Ahora se siente menos solo…!

* Autor: Silvia Angélica Montoto escritora patagónica argentina que reside en la localidad de Villa Regina, provincia de Río Negro.

jueves, 9 de diciembre de 2021

QUIEN ME ENSEÑÓ - JOSÉ LARRALDE.

Quién me enseñó a ser bruto,
quién me enseñó, quién me enseñó.
Si en la panza de mama,
no había ni escuelas ni pizarrón,
y asigún dicen nací varón
porque en el pique faltaba un pión.
Quién me enseñó, quién me enseñó.
Quién me enseñó a ser bruto,
quién me enseñó, quién me enseñó.
Si me crié entre dotores de reja
y pico, pala y pastón
y asigún dicen clavé el garrón
porque no quise ser chicharrón.
Quién me enseñó, quién me enseñó.
Quién me enseñó a ser bruto,
quién me enseñó, quién me enseñó.
Lástima que no entienda
de lengua fina pa' ser señor
y asigún dijo un día el patrón
que en Inglaterra se está mejor,
me lo contó un día el patrón.
Quién me enseñó a ser bruto,
quién me enseñó, quién me enseñó,
a ser tan revirao
y a no aguantarle la procesión,
será por sabio que no entendió
que el hambre engorda sólo al que hambrió.
Quién me enseñó, quién me enseñó.
Sé que soy hueso y carne,
alma y conciencia, pueblo y sudor,
con eso ya me alcanza
pa' ser un bruto que alza la voz
sin más motivo que la razón
del que no quiere ser chicharrón.
Quién me enseñó, quién me enseñó.
Quién me enseñó a ser bruto,
quién me enseñó, quién me enseñó,
si en la panza de mama,
no había ni escuelas ni pizarrón,
y asigún dicen nací varón
porque en el pique faltaba un pión.
Quién me enseñó, quién me enseñó.
quién me enseñó ...

miércoles, 8 de diciembre de 2021

Prefacio de la Inmaculada Concepción.


Prefacio de la Inmaculada Concepción.


En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.

Porque preservaste a la Virgen María
de toda pecado original
para que, enriquecida con la plenitud det u gracia,
fuese digna Madre de tu Hijo,
imagen y comienzo de la Iglesia,
que es la esposa de Cristo,
llena de juventud y de limpia hermosura.

Purísima tenía que ser, Señor,
la Virgen que nos diera
al Cordero inocente que quita el pecado del mundo.
Purísima la que, entre todos los hombres,
es abogada de gracia y ejemplo de santidad.

Por eso, unidos a los ángeles,
te aclamamos llenos de alegría:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

Se desconoce autoría.

martes, 7 de diciembre de 2021

EL VIEJO RÍO de CARLOS BASABE.

EL VIEJO RÍO.
NO ESTABAN LOS EMBALSES, NI PANTANOS DORMIDOS
CUANDO EL VALLE ERA NUEVO Y EL RÍO ERA UN CAUDAL
DE AGUAS ENCONTRADAS QUE SIGUIENDO SU CAUCE

SERPENTEABAN LAS BARDAS BUSCANDO ALEGRE EL MAR

SOLO UNA VEZ AL AÑO SE DESBOCABA EL RÍO
SALIENDOSE DE MADRE POR LAS POBLADAS CHACRAS 
INUNDANDO PLANTÍOS DE RENOVADOS BROTES
ARRASTRANDO A SU PASO JANGADAS DE HOJARASCAS

SE INUNDABAN LOS BARRIOS DE GENTE RIBEREÑA
DESTROZABA VIVIENDAS HUMILDES DE MADERAS
NO PERDONABA NADA SI BAJABA FURIOSO
NADA LO CONTENÍA, ¡ERA EL REY DE LA SELVA!

ASÍ ERA EL RÍO NEGRO, QUE HOY SUMISO Y CALLADO
RECUERDA LOS DESHIELOS, LOS DE LA PRIMAVERA
CUANDO FUE TEMPORARIO CIMARRÓN DESBOCADO
HOY ES GUARDIÁN GALANTE, SEÑOR DE LAS PRADERAS

LOS VIEJOS CHACAREROS RECELOSOS DEL RÍO
SE PERSIGNAN CRISTIANOS CUANDO AQUELLAS HISTORIAS
QUE CREÍAN OLVIDADAS REDONDEANDO UNA MESA 
LAS RECUERDA EL ABUELO, QUE LLEVA EN SU MEMORIA

Antes de que se levantara la represa del Chocón, el río negro en épocas de deshielo aumentaba tanto el caudal que al no tener contención, inundaba todos los sembradíos ribereños dejando sin vivienda a los pobres moradores que levantaban rancheríos a la orilla de sus aguas. Ha habido años en que el río llegaba a tener más de un kilómetro de ancho en determinadas partes del Valle.