sábado, 31 de octubre de 2020

Corazón coraza por Mario Benedetti.


Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

El amor ascendía entre nosotros de MIGUEL HERNÁNDEZ.


El amor ascendía entre nosotros

como la luna entre las dos palmeras

que nunca se abrazaron.

 

El íntimo rumor de los dos cuerpos

hacia el arrullo un oleaje trajo,

pero la ronca voz fue atenazada,

fueron pétreos los labios.

 

El ansia de ceñir movió la carne,

esclareció los huesos inflamados,

pero los brazos al querer tenderse

murieron en los brazos.

 

Pasó el amor, la luna, entre nosotros

y devoró los cuerpos solitarios.

Y somos dos fantasmas que se buscan

y se encuentran lejanos.


Miguel Hernández. Poeta español. Adscrito a la Generación del 27. 

Nacido en Orihuela, el 30 de octubre de 1910.

Era hijo de campesinos, desempeñó entre otros oficios, el de pastor de cabras.

Guiado por su amigo Ramón Sijé, se inició en la poesía desde los veinte años; publicó su primer libro “Perito en lunas” en 1933 y “El rayo que no cesa

Durante la guerra civil española (julio de 1936)militó muy activamente en el bando republicano como Comisario de Cultura, siendo encarcelado y condenado a muerte al terminar el conflicto.

Terminada la guerra regresó a Orihuela, donde fue detenido. Condenado a muerte, se le conmutó luego la pena por la de cadena perpetua.

Cuando estaba en prisión, su mujer Josefina Manresa le envió una carta en la que mencionaba que sólo tenían pan y cebolla para comer; el poeta compuso en respuesta las “Nanas de la cebolla” que el autor empieza en la cárcel, en trozos de papel higiénico, en 1938, y que se publicó en Buenos Aires, la Argentina, después de su muerte en Alicante.

Antes de fallecer publicó su última obra “Cancionero y romancero de ausencias”.

Muere en Alicante, 28 de marzo de 1942, con tan sólo treinta y un años de edad.

miércoles, 28 de octubre de 2020

Mañana me voy de Jorge Castañeda.

Mañana me voy 
No sé cuándo vuelvo 
La vida me lleva 
Y voy a su encuentro. 
A mi ciudad natal 
Otra vez regreso. 
Y ella que me espera 
Como yo presiento. 
Seguro me aguarda 
Mi Bahía de silencio 
Donde antes dejé Amigos y afectos. 

Mañana me voy 
No sé cuándo vuelvo. 

VII 
Yo siempre quise una estrella, 
Nunca la pude alcanzar. 
Quise mucho andar con ella 
Y sentirla palpitar. 

Yo siempre quise una flor 
Para su aroma aspirar. 
Nunca pude ¡qué dolor! 
Al no verla perdurar. 

Yo siempre quise un buzón 
Nunca lo pude lograr. 
Mis cartas sin ton ni son 
Jamás pudieron volar. 

Yo siempre quise un tranvía 
Para viajar y viajar. 
Fueron pasando los días 
Y me cansé de esperar. 

Nunca perdí la esperanza 
De mis sueños alcanzar. 
Y puesto todo en balanza 
Yo no me puedo quejar. 

Publicado en "Mester de Cantoría", de Jorge Castañeda, escritor patagónico. Poeta de Valcheta, Río Negro.

JORGE CASTAÑEDA es un poeta, escritor y periodista argentino nacido de padres rionegrinos en la Ciudad de Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires)  y radicado, desde 1953, en la localidad de  Valcheta, provincia de Río Negro.
Ha publicado los siguientes libros: “La ciudad y otros poemas”, “Poemas breves”, “30 poemas”, “Poemas sureños”, “Sentir patagónico”, “Los atabales del tiempo”, “Valcheta, un pueblo con historia” y “Suma Patagónica”.
Figura en varias antologías tanto nacionales como extranjeras, habiendo recibido numerosos premios por su obra literaria. Es conferencista sobre temas patagónicos.

Su obra literaria ha sido declarada de “Interés cultural” por la Legislatura de la Provincia de Río Negro y presentada de igual forma ante la Cámara de Diputados de la Nación Argentina.


En las antesalas del Congreso - Fray Mocho.

-¿Mirá quién en la casa de las leyes?. .. De seguro viene tormenta...
-El tisne le dijo a la olla: ¡agarrate Catalina!... ¿Y cómo te va?...
-¡La pregunta!... ¡Lindo, nomás, pues!... ¿Que no sabés que le pedí la'ija a tu
comadre?...
-Las muchachas leyeron la cosa en la crónica social de La Clase... pero no había
detalles.
-¿Y qué detalles me has dan a guardar?... La pedí y me la dieron y aquí paz y después
gloria, como decía el finau Aneiros.
-Hombre, que sea pa tiempos y pa güeno... ¡Bien te lo merecés, qué
diablos!... Porque vos l'has peliao a tu posición actual com'un tigre...
-Bueno... un poco yo y otro la suerte...
-¡Qué suerte ni qué demonios!... Cuántos como vos han sido mucamos o citadores de
jujao y no han llegao al Congreso u los ministerios... ¡No, che, lo qu'es justo es justo!... Y de
la muchacha no te digo nada, porque todo sería poco... Mirá... ahí te llama aquel diputao...
-¿Cuál?
-Ese grandote.. picau de virgüelas...
-¡Ah! ¡No importa!... ¡Qu'espere!... Ese's de los que van al muere... ¿Y qué andás
queriendo? -Es que ando de pobre... que no ladro de miedo de que me tomen por perro y
cobren la patente ¿sabés?, y m'he metido a corredor...
-¿A corredor? ¿Con esas patas?...
-Escuchá con formalidá, que vale la pena... Quiero que le hablés a García y lo interesés
pa que busqu'en la carpeta e su ministro, una solicitú e doña Jesusa Paredes... Mirá... Ahí te
llama aquel diputao, che...
-¿Cuál?
-Ese flaquito e galera...
-¡Ah! Mosca mansa ... Es'es también de los que se van pa no volver... ¡Que lo atienda
otro!... ¡Seguí nomás!...
-¡Bueno! Doña Jesusa me ha ofrecido doscientos pesos por ese despacho y yo, che,
como el melón tiene muchas tajadas, t'invito a que lo partás... Mirá... ahí te llama ese señor de sobretodo... Ha e ser otro...
-No... Es'es de los que quedan... Esperáte que aura vengo... ¡Ah! ¡Lo atendió González!
Seguí...
-¿Y cómo partimos el queso ?
-Entre vos y yo y García... ¡igualitos!
-Perfectamente... Mirá... ahí te llama otro señor..., aquel de sombrerito...
-Que reviente. Es'es también de los mortales...
-Pero, che... Estoy viendo que ustedes aquí no sirven a naides...
-¿No servimos?... ¡Demonio! Lo que hay es que a estos payucaces que acaban el período y no van a ser reletos, no tenemos pa qué atenderlos... ¿Qué van a hacer esos desgraciaos, si no pueden ni con la figura?... Son parientes de gobernadores que han caído u miembros de poderes caducaos.
-Sí, perfectamente..., pero ¿y si se quejan de que ustedes no los sirven?
-¿Y quién los v'cer caso, che? Aquí, diputao que pierde la releción no se para ni con muletas... Nos, otros ¿sabés? conocemos bien a nuestra gente y servimos a los hombres que pueden servirnos... ¡El sabalaje que se las campané como pueda! Hombre qu'estando arriba se va barranc'abajo no tiene alce , che, ¡y jiede a muerto!
-Lo qu'es la política, ¿no?
-¿Y qué más querés que sea?... Estos han tramitao su vida cuatro años y se les cierra el debate... No les queda más remedio que levantar la sesión y seguir viaje...
-Pero, ¿y si vuelven?
-Y si vuelven los agasajamos, y con la alegría de dentrar al recinto ni se acuerdan de antes... Mirá... ¡Vos pa saber si un diputao o senador d'estos de a vainte la docena, s'entiende, anda en la güena con Roca, no tenés más que venirte aquí, y si ves que los empliaos lo miramos como a público le podés echar el fallo sin miedo!
-¿Qué me contás?...
-¿Ves ese que va dentrando?... ¡Bueno!... Ese v'a ser diputado el año que viene... Fijate cómo le mueven la cola y oservales las sonrisas...
-Bueno, hermano, ¿y le hablarás a García?
-¿Y cómo no?... Mañana lo ves en el despacho pa darle los datos... Sacale garantía a la interesada... No te vayás a olvidar... Ya sabés que seguro... no caí preso y el que traga , gana el cielo.

25-8-1900
Fray Mocho (Gualeguaychú, 26 de agosto de 1858 - Buenos Aires, 23 de agosto de 1903).

lunes, 26 de octubre de 2020

A UNA ROSA - Lope de Vega.

¡Con qué artificio tan divino sales
de esa camisa de esmeralda fina,
oh rosa celestial alejandrina,
coronada de granos orientales!

    Ya en rubíes te enciendes, ya en corales,
ya tu color a púrpura se inclina,
sentada en esa basa peregrina
que forman cinco puntas desiguales.

    Bien haya tu divino Autor, pues mueves
a su contemplación el pensamiento
y aun a pensar en nuestros años breves.

    Así la verde edad se esparce al viento,
y así las esperanzas son aleves
que tienen en la tierra el fundamento.

viernes, 23 de octubre de 2020

Los amantes 
de Julio Cortázar.
¿Quién los ve andar por la ciudad 
si todos están ciegos? 
Ellos se toman de la mano: algo habla 
entre sus dedos, lenguas dulces 
lamen la húmeda palma, corren por las falanges, 
y arriba está la noche llena de ojos.

Son los amantes, su isla flota a la deriva 
hacia muertes de césped, hacia puertos 
que se abren entre sábanas. 
Todo se desordena a través de ellos, 
todo encuentra su cifra escamoteada; 
pero ellos ni siquiera saben 
que mientras ruedan en su amarga arena 
hay una pausa en la obra de la nada, 
el tigre es un jardín que juega.

Amanece en los carros de basura, 
empiezan a salir los ciegos, 
el ministerio abre sus puertas. 
Los amantes rendidos se miran y se tocan 
una vez más antes de oler el día.

Ya están vestidos, ya se van por la calle. 
Y es sólo entonces 
cuando están muertos, cuando están vestidos, 
que la ciudad los recupera hipócrita 
y les impone los deberes cotidianos.

miércoles, 21 de octubre de 2020

Los amantes de Horacio Salas.

Los amantes 
de Horacio Salas.
I

Uno puede verlos quererse alegremente,
la sonrisa en los ojos, la piel muy junta,
mirando caer la tarde como si fuese última,
diciéndose palabras que uno imagina iguales, reiteradas,
y que seguramente en sus oídos sonarán inéditas.
Pero un día advierten que la tarde no les pertenece,
y como si interpretaran un rol bien aprendido,
casi sin despedirse,
comprenden que el silencio es la mejor especie del adiós.
A partir de ese instante los recuerdos atraparán sus manos
cuando las calles establezcan una enorme distancia
que el tiempo se encargará de corroer,
como un castillo de arena abandonado.


II

Lo difícil no es tanto pronunciar las palabras finales,
o mirarse por última vez en otros ojos,
sino la dura obligación que empieza luego
cuando se inicia el largo aprendizaje del silencio,
el hábito de percibir la voz querida desdibujándose en el aire.
Entonces, cuando sabemos lo absurdo de comenzar el día,
de evocar los fantasmas y estar solos,
despiadadamente invocamos al olvido
pretendiendo que abarque todos nuestros actos.

Rara vez lo logramos.

domingo, 18 de octubre de 2020

SEÑOR, TENÍAN MADRES de ANTONIO CAPONNETTO.-


 
El que cayó partido por esquirlas quemantes
de la anónima pólvora estallada a mansalva,
y se quedó sin rostro para ver el otoño,
sin las manos castrenses de los días tonantes:
 
Señor, tenía una madre que lo esperaba al alba.
 
El que olvidó el pellejo tajado por la furia
del insurrecto alzado en la calma de enero,
el que usó de mortaja su uniforme argentino
como el jefe imbatible de una antigua centuria:
 
Señor, tenía una madre que veló a su guerrero.
 
El que cruzó la selva tucumana a sablazo
cuando un tiro faccioso se le hundió en la osamenta,
la mirada nublosa por la sangre surgente
con la oración devota del postrimero plazo:
 
Señor, tenía una madre que aguantó la tormenta.
 
El que gritó en Formosa que nadie se rendía
enarbolando al tope la juvenil guapeza,
recibiendo la muerte de forajidas turbas
sin tiempo para el rezo de algún Avemaría:
 
Señor, tenía una madre que sufrió tal crudeza.
 
El que en tantos recodos del entresijo urbano
con crueldad y violencia trataron sus captores,
hasta extinguir sus huesos en lúgubres camastros
aunque el temple guardaba el valor del cristiano:
 
Señor, tenía una madre que alumbró con dolores
 
El que no delinquió ni mancilló su espada,
salvaguardando cruces,custodiando banderas,
en regimientos patrios,en las Islas Malvinas
para que lo aguardara una prisión sellada:
 
Señor, tenía una madre con su alma en las trincheras.
 
Guillermina con Gladys, Juan Eduardo tras Paula,
la pequeña María Cristina, toda infancia,
no alcanzaron el tiempo de la flor y la fruta
no más juego a la siesta ni más libro en el aula:
 
Señor, tenían madres que aún gimen la distancia.
 
¿No merecen acaso el respeto del luto,
el consuelo impetrante de una carta papal,
la misiva romana del sucesor de Pedro
la bendición solemne en señal de tributo?:
 
Señor, dales Tú mismo la certeza pascual.
 
Desagravia esta afrenta a las madres ausentes
de la historia, el recuerdo, la memoria o las plazas.
Nómbralas comensales de tu pan y tu mesa,
condecora sus pechos con tus llagas ardientes.
 
Señor,a todas ellas, yo sé que las abrazas.

jueves, 15 de octubre de 2020

Los mejores de la raza de Charles Bukowski.


Los mejores de la raza
de Charles Bukowski.


no hay nada que
discutir
no hay nada que
recordar
no hay nada que
olvidar
es triste
y
no es
triste
parece que la
cosa más
sensata
que una persona puede
hacer
es
estar sentada
con una copa en la
mano
mientras las paredes
blanden
sonrisas de
despedida
uno pasa a través de
todo
ello
con una cierta
cantidad de
eficiencia y valentía
entonces
se va
algunos aceptan
la posibilidad de
dios
para ayudarles
en su
paso
otros
lo aceptan
como es
y por estos
bebo
esta noche.

domingo, 11 de octubre de 2020

ARROYO SALADO de Carlos Basabe.

ARROYO SALADO.

Mi viejo y querido amigo, aquel de las alegrías,
Hoy vuelvo a recuperarte después de tantas etapas
Te vi en una foto antigua cuando en tus aguas reía
Y las algas transparentes mostraban tu clara estampa

Tal vez no tenga razones de juzgar a mis paisanos
Pero siento la impotencia de haber faltado unos años
Y cuando voy de visita te encuentro todo cambiado
Menoscabo de una historia, que logran haciendo daño

Tu vida igual que la mía, la fue desgastando el tiempo
Pocos son los que se acuerdan de esas tardes de verano
Cuando metido en tu lecho con la pandilla del barrio
Refrescábamos el cuerpo, sin hacer ningún apaño

Me recuerdo a los tomeros, en épocas de limpieza
Metidos dentro de tu agua, recortándote las algas
Que salían presurosas rio abajo y en jangadas
Como barcos de ilusiones según nuestra tenue infancia

También recuerdo los peces, aquellas percas doradas
Se veían desde un puente, que mi padre fabricara
O brincando entre la red cuando en las noches pescaba
A orillas del desemboque tras la chacra de Coraza

Responsables son aquellos que su deber es cuidarte
O los que vierten inmundas sustancias dentro del agua
Que te ignoran como historia, se olvidan de que jugaste
Un papel preponderante justo en la puerta del valle

Yo no puedo hacer gran cosa, tal vez pudiera añorarte
Pero ¡claro!, la distancia, también es algo que atañe
Solo quiero que recuerdes lo mucho que supe amarte
Un día echaré una flor en tu cauce agonizante

El arroyo salado, columna vertebral de Villa Regina, fue santuario de pescadores que acudían de otras localidades en las templadas noches de verano. Su majestuoso cauce claro, transparente y límpido, ha sido asesinado por autoridades, fabricas, chacareros y desalmados que arrojan en su trayecto cuanta basura pueda contribuir a su deterioro final. Solo los nostálgicos y sensibles nos revelamos ante su muerte repudiando con las armas que poseemos para que sepan que la naturaleza pone todas sus cosas en su sitio.

sábado, 10 de octubre de 2020

Las mejillas coloradas de mi madre de Yutaka Hosono.

Las mejillas coloradas de mi madre 
de Yutaka Hosono.

En los inviernos
se hicieron más coloradas las mejillas de mi madre,
y brillaron vivamente, de especial manera,
aquel invierno del año cuando se perdió la Guerra.

En ese entonces por el golpe de la derrota,
se enfriaron aún más los corazones de la gente. 
Ese frío hizo que la nieve fuera más intensa
en la zona semirural que está en las afueras de la ciudad de Yokohama.

Y a medianoche cuando vinieron a buscarla,
mi madre salió desafiando el viento glacial sobre su bicicleta,
amarró el maletín negro al portaequipajes, y partió hacia la casa 
donde esperaba la encinta aguantando sus dolores de parto.

Siempre vinieron a buscarla en las altas horas de la noche,
mi madre antes de salir averiguaba sin falta la hora del plenamar.
mi hermano menor y yo, que éramos estudiantes de primaria,
nos aferramos a las ropas de la cama,

y abrazando el vacío que quedaba 
después de la salida de nuestra madre,
le pedimos que nos jurara
que regresaría pronto.

Cuando empezaba a amanecer, en el crepúsculo,
percibía en la espalda la resonancia del primer vagido,
mi madre retornaba precipitadamente a casa por la carretera de Hachiouji,
y yo la estaba mirando en el sueño.

jueves, 8 de octubre de 2020

EL VIAJE DEFINITIVO de Juan Ramón Jiménez.

EL VIAJE DEFINITIVO
de Juan Ramón Jiménez.

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico...

Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.