LA MUJER MARAVILLA por Maria Rosa Giovanazzi.
—¿Vos
sos la mujer maravilla?
La
pregunta de Martina me sorprendió.
—No
mi amor. Pero me guastaría ser como ella.
Y
me quedé pensando. ¿Y por qué no serlo?
La mujer maravilla es la protagonista
de un comic, un ser irreal. Vuela, es valiente y desparrama piñas con gracia
fina. Maneja el lazo con un arte envidiable y puede controlar con el, a un
malvado a varios metros. Será por eso que me gustaría ser como ella. Pero creo
que nunca lo voy a conseguir, ni en mis sueños más locos, ni con la ayuda de
Hudini, regresando del más allá y blandiendo en el aire su varita mágica.
Aunque tal vez, Harry Potter, tenga algún truco nuevo, lo ensaye conmigo y logre
el milagro.
La
maravillosa mujer es joven, bella, alta, elegante, hasta aquí, ya fracasé,
imposible de imitar. Ella es un modelo de mina, trajecito sastre y tacos altos,
pero cuando la necesita la justicia, gira, gira y se convierte en la mujer que
combate el mal. Ante la violencia, hace relucir sus pulseras y las balas rebotan
en ellas, terminada su tarea de defensora del bien, regresa a su oficina
convertida en la señorita Diana, sin haberse despeinado, con su ropa en
perfecto orden, igual que su maquillaje. Toda una
dama.
Me
pregunto cómo hará Diana para mantener su departamento limpio, su ropa siempre
impecable y su peinado tan tirante y en perfecto orden. ¿Utilizará sus
poderes?
¿Se
levantará alguna vez con dolor de cabeza? Seguro que no, a una perfecta amazona
como ella, jamás la molestarían los dolores, ni siquiera cuando gira como un
trompo y luego sin marearse, sale corriendo a defender la
justicia.
Cuánto
más lo pienso más difícil se me hace intentar imitarla. Pero podría invitarla a
un cambio y verla a ella en mi lugar.
¿Sabrá
secar lágrimas, curar un raspón o sacar de un tirón un diente de leche? ¿Y
jugar a los palitos chinos? ¿Y a la escondida? Y qué tal si la ponemos en la
cocina a preparar unas simples milanesas ¿o un postre? La verdad que no la veo
en semejantes situaciones, va a ser muy difícil, intentar cambiarla a ella o a
mí. Lo mejor será, que ella se quedé en su lugar y yo en el mío.
Publicado en Calle de Tierra.
2 comentarios:
Gracias Guillermo, un abrazo.
mariarosa
APLAUSOS, todos con Mayúsculas.
http://enfugayremolino.blogspot.com.ar/
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