domingo, 30 de agosto de 2020

Tú que sabes tantas cosas de José Bergamín.


Tú que sabes tantas cosas,

Dime por qué vuela el pájaro;
Por qué crecen las espigas;
Por qué reverdece el árbol.

Por qué se alumbran de flores
En primavera los prados.
Por qué no se calla el mar.
Por qué se apagan los astros.

Por qué es sonoro el silencio
En la soledad del campo:
Y el agua corre a esconderse
Entre su risa y su llanto.

Por qué el viento aviva el fuego
Cuando no puede apagarlo.
Por qué el corazón se duerme
Si el alma sigue soñando.

viernes, 28 de agosto de 2020

La clara fuente À la claire fontaine (canción tradicional francesa) María Elena Walsh.



Al agua de una fuente
un día me acerqué
buscando la frescura
para calmar mi sed.

Te quise toda la vida
y nunca te olvidaré.

Debajo de una encina
me adormecí después.
Un ruiseñor cantaba
acompañandomé.

En lo alto de una rama
cantaba por placer.
Ay, quién tuviera el alma
del ruiseñor aquel.

Alguien ya no me ama
por culpa de un clavel
que me pedía siempre
y nunca le corté.

Cuando el clavel marchito
florezca como ayer,
será posible entonces
que me ames otra vez.

lunes, 24 de agosto de 2020

Israel (1969) – Jorge Luis Borges.


Temí que en Israel acecharía
con dulzura insidiosa
la nostalgia que las diásporas seculares
acumularon como un triste tesoro
en las ciudades del infiel, en las juderías,
en los ocasos de la estepa, en los sueños,
la nostalgia de aquellos que te anhelaron,
Jerusalén, junto a las aguas de Babilonia,
¿Qué otra cosa eras, Israel, sino esa nostalgia,
sino esa voluntad de salvar,
entre las inconstantes formas del tiempo,
tu viejo libro mágico, tus liturgias,
tu soledad con Dios?
No así. La más antigua de las naciones
es también la más joven.
No has tentado a los nombres con jardines,
con el oro y su tedio
sino con el rigor, tierra última.
Israel les ha dicho sin palabras:
olvidarás quién eres.
Olvidarás al otro que dejaste.
Olvidarás quién fuiste en las tierras
que te dieron sus tardes y sus mañanas
y a las que no darás tu nostalgia.
Olvidarás la lengua de tus padres y aprenderás la lengua del Paraíso.
Serás un israelí, serás un soldado.
Edificarás la patria con ciénagas: la levantarás con desiertos.
Trabajará contigo tu hermano, cuya cara no has visto nunca.
Una sola cosa te prometemos:tu puesto en la batalla.

domingo, 23 de agosto de 2020

Epigramas de Juan de Iriarte.


EPIGRAMA 1
A UNA MUCHACHA HERMOSA Y BOBA.
La beldad más superior
si de discreción carece,
¿no sabes lo que parece?
flor vistosa sin dolor.

EPIGRAMA 2
LOS MALCASADOS
Cuando a alguno se pretende
casar contra su deseo,
el hacha apaga Himeneo,
y Tesífone la enciende.

EPIGRAMA 3
DON LINDO
Quien se acicala y repule,
quien presume en el vestir,
o quiere que gusten de él,
o gusta mucho de sí.

EPIGRAMA 4
EL TIEMPO Y EL AMOR
Todo lo vence el amor,
todo lo consume el tiempo:
¿cuál de los dos puede más,
aquel niño, o este viejo?

EPIGRAMA 5
A UN TUERTO ENAMORADO
Si como dicen es cierto
que amor por los ojos entra
no sé como en ti se encuentra
amor tanto siendo tuerto.

Epigrama: 
composición poética muy breve que expresa un solo pensamiento ingenioso o satírico con gran precisión y agudeza.

Juan de Iriarte y Cisneros (La Orotava, actual Puerto de la Cruz, 15 de diciembre de 1702 - Madrid, 23 de agosto de 1771), helenista, latinista, bibliógrafo, lexicógrafo y poeta español de la Ilustración, tío del poeta y dramaturgo Tomás de Iriarte y de los diplomáticos Bernardo de Iriarte y Domingo de Iriarte (Wikipedia).

viernes, 21 de agosto de 2020

CACHO CASTAÑA CANTA CARA DE TRAMPOSO.

CARA DE TRAMPOSO Y OJOS DE ATORRANTE
CON EL PELO LARGO Y LA LENGUA PICANTE

DEJO LA ARGENTINA BUSCANDO HORIZONTES
EN UN VIEJO BARCO FUE DE POLIZONTE
EN TIERRAS LEJANAS BUSCANDO FORTUNA
PENSABA ARGENTINA COMO VOS NINGUNA

CARA DE TRAMPOSO Y OJOS DE ATORRANTE
CON EL PELO LARGO Y LA LENGUA PICANTE

CUANDO EN LA DISTANCIA ESCUCHABA UN TANGO
CUANTAS MADRUGADAS DESPERTO LLORANDO
EXTRAÑO EL IDIOMA LAS RUEDAS DE AMIGOS
NOCHES DE GUITARRA CON ASADO Y VINO

CARA DE TRAMPOSO Y OJOS DE ATORRANTE
CON EL PELO LARGO Y LA LENGUA PICANTE

DE UNA FRANCESITA QUEDO ENAMORADO
Y HABLABA SIEMPRE DEL PAIS LEJANO
PREPARO EL REGRESO, LA TRAJO A SU LADO
Y A SU VIEJA PATRIA LE TRAJO UN SOLDADO

CARA DE TRAMPOSO Y OJOS DE ATORRANTE
CON EL PELO LARGO Y LA LENGUA PICANTE

DEJO LA ARGENTINA BUSCANDO HORIZONTES
EN UN VIEJO BARCO FUE DE POLIZONTE
EN TIERRAS LEJANAS BUSCANDO FORTUNA
PENSABA ARGENTINA... COMO VOS NINGUNA

CARA DE TRAMPOSO Y OJOS DE ATORRANTE
CON EL PELO LARGO Y LA LENGUA PICANTE.

miércoles, 19 de agosto de 2020

TU DULCE ATORRANTE" (J. Salako). Canta: Sandro de América.


TU DULCE ATORRANTE" (J. Salako).
Cara de tramposo, muy buen comediante,
sabio de boliche, diplomado en baile
Don Juan de la noche que todo lo sabe,
perdí como un tonto cuando me enganchaste.

Tu dulce atorrante, tu amor importante
tengo en la mirada una mezcla rara
de diablo y de ángel.

Tu dulce atorrante, tu amor importante
qué saben las otras que tengo ternuras
que a vos quiero darte.

Facha de ligero, siempre doy la nota
porque a mi llegada todas están locas.
Tramposo inocente, con tanta ternura
perdí con tus besos y hoy sos mi locura.

Tu dulce atorrante, tu amor importante
tengo en la mirada una mezcla rara
de diablo y de ángel.

Tu dulce atorrante, tu amor importante
qué saben las otras si tengo ternuras
que a vos quiero darte.

Cara de tramposo que todo lo sabe
perdí con tus besos cuando me enganchaste.
Facha de ligero, siempre doy la nota
porque a mi llegada todas están locas.

Tu dulce atorrante, tu amor importante
tengo en la mirada una mezcla rara
de diablo y de ángel.

Tu dulce atorrante, tu amor importante
qué saben las otras si tengo ternuras
que a vos quiero darte.

¡Sí mi amor!

lunes, 17 de agosto de 2020

Homenaje al Gral San Martín de Leopoldo Marechal.

Homenaje al Gral San Martín.
Fragmento de la Cantata Sanmartiniana estrenada en el Cerro de la Gloria, 30.12.1950
El renunciamiento
¡Atención pido al silencio!
¡Silencio pido a las almas!
Aquí dará San Martín
su lección enamorada.
Tres naciones redimidas
por la gloria de sus armas
ya le sonríen amores,
ya le tejen alabanzas.
El héroe llenó la copa
Con el vino de su hazaña:
La copa en su mano hierve,
y lo convida la Fama.
¡Qué peligroso es el vino
del triunfo, si nos embriaga!
San Martín está en la hora
en que luchan vino y alma.
La Gloria lo está invitando
con sus terribles palabras.
"¡No te detengas -le dice-,
no desampares las armas!
¡Halcón de la guerra, busca
tu embriaguez en la batalla!"
San Martín llenó la copa
con el vino de su hazaña:
es la hora de los héroes
en que luchan vino y alma.
Pero el Ángel ya le dicta
su razón de oro y de plata:
"San Martín -le dice el Ángel-,
la hermosura de la espada
vale menos que la rosa
del Amor en la balanza!".
San Martín oyó las voces,
y aquel flechero de Marte
dejó el vino de la Gloria
por el acíbar del Ángel.
¡Ay, los ejércitos lloran
con sus llantos militares!
Llorando están los guerreros,
y lloran porque no saben.
No saben que San Martín
ha roto una dura cárcel
y se aventura en el tiempo
donde ríen las edades.
¡Adiós, brillo de las armas!
¡Adiós, clarines triunfales!
¡San Martín ha desertado
la Gloria por el Romance!
Llorando están los guerreros,
y lloran porque no saben
que más allá de su Gloria
lo está esperando su Ángel.


Música de Julio Perceval, letra de Leopoldo Marechal.
Imagen de Antonio Berni.
Publicado por Fundación Leopoldo Marechal. Imagen del mismo sitio.

Leopoldo Marechal (1900 - 1970) Narrador, poeta, dramaturgo y ensayista argentino. 

viernes, 14 de agosto de 2020

Lo irreal - ALBERTO GIRRI.

Lo que en ella place
place a la índole de las cosas,
inicialmente dirigidas a nadie,
y en esencia visiones,
        y la reflexión
determinando que impulsos, ideas oscuras,
cobren análogo peso, homologadas
en sentencias que otras 
sentencias transforman,
        apremiadas
por lo que la poesía exige,
lo que el poema
ha de ofrecer a la vista,
afectar a los sentidos,
        lo que tendrá
de móvil ofrenda
en un mundo estático,
y lo que el paisaje, los millones
de universales gestos piden,
        ser formulados
en tejidos de perenne duración, claros
de diseño, voces modificando
hábitos de conceptos y categorías,
        y atendiendo
a que más allá de la verdad
está el estilo,
perfeccionador de la verdad
porque en sí lleva
la prueba de su existencia.
Escríbela,
        extrae de ese orden
tus objetos reales,
mayor miseria
que morir o la nada
es lo irreal, lo real sin objetos. 

miércoles, 12 de agosto de 2020

Edgar Bayley Poemas.

Edgar Maldonado Bayley (Buenos Aires, 1919 – Buenos Aires, 12 de agosto de 1990), fue un poeta, cuentista, ensayista y dramaturgo argentino. 

Decisión
partiremos la hogaza del abandono y la esperanza
para volver al acero al viejo abeto la avenida
para avanzar en el fulgor velado
porque no podemos ser ajenos a la estrella que nos une
no podemos abandonar el camino que nos marca
   esa estrella
temer la batalla
seducidos por el engañoso estanque
por su falsa efímera comodidad
porque no compensa esa soledad cualquiera
el rico ahora de dos amantes reencontrados
somos nosotros y juntos quemaremos la lejana ruina
y unir nuestras bocas y cuerpos y frutos
de nuestros soles propios
de nuestras banderas silencios espumas bendecidas
nuestro amor es el único azar posible
el solo camino despierto
el único sueño que nos devora y alimenta
que nos da nombre y nos da impulso
para vencer el repecho
y vivir juntos
convencidos por fin del canto que nos guía
decididos en la esperanza en el cielo y la rosa
decididos
mi amor
decididos


   Poema

cuando llegas
a la hora precisa
algo se despierta

es la hora de tu piel
de tu mediodía
el sol sigue su camino

los niños se agolpan
en los puntos cardinales
tu voz
tu puño vuelve a aclararse

dios mío
deja que por una vez sola
mi palabra ruede a la luz del día

todo es inmortal
ahora
y al viajero que llega
fatigado y tarde
le es permitido callar su nombre
comprendemos
le dicen
puedes sentarte a nuestra mesa

tanta libertad
tanta ardida mudanza
no ha sido en vano
los ojos se vuelven
a la mañana del sueño
han visto lo suficiente
en la calle
entre las sombras
en el aire
en el grito
en el pecado y la salud
han conquistado su alegría

La Claridad


Me ha tentado siempre la claridad
Y la claridad se me ha negado a veces
Como un pájaro que vuela en sueños
Y cae y sigue cayendo
Sin volar
Como peso muerto

Me ha tentado siempre la claridad
Especialmente la claridad de las hojas del saúco
También la claridad del guijarro
Y de las ramas del abeto
Y la rápida y voraz claridad de una salamandra

He querido tener claridad para mirar
Los terrones del campo recién removido
Y para mirar también el mismo arado
Y el agua que se desliza límpida por la acequia

Claridad he querido para recorrer tantos sueños
Y glorias y poderes y dispersas situaciones y gentes
Y para estar en el aire sin ausentarme del fuego

Me ha tentado siempre la claridad
De estar totalmente en cada flor
En cada herida o condena o semilla
He querido tener claridad para vivir

Y cuando al fin pude definir la claridad que yo buscaba
Advertí cuánto sueño y plumón y roja tierra
Y confusión y olvido hacen falta para comprender claramente
Y estar aquí con total lucidez sentado a la vera del camino
Avivando el fuego bajo el cielo y el polvo de las horas

Y como me ha tentado siempre la claridad
Aquella vez cuando bajo un abierto y extendido sol
Comenzaron a encresparse las aguas de la bahía
Hasta adquirir un tinte violáceo
Y un gran pájaro blanco surgió de repente de entre las nubes
Batiendo sus alas y revoloteando suavemente a mi alrededor
Decidí que era el momento de arrojar estas palabras al mar
Porque la claridad que tanto he buscado
Sólo está en algunos silencios
En algunos espacios en blanco
Antes y después de unas pocas y triviales palabras

Ni razón ni palabra

cada noche los sueños inmolan tu pena y tu culpa
de frente al olvido
a la pregunta y la canción inexcusable

es necesario empaparse herirse hundirse
buscar el estallido hasta decir: perdón no soy el mismo
pero el fuego desgrana tus razones de tierra
debes perder la luz plena
los motivos de la victoria
agrio pesado cruel
la ciudad te vuelca te vacía
corazón vacío
miseria burbujeante

no es preciso razón ni palabra
para este airado hogar
que nadie después sume su nieve o su festejo
despierto queda allí en su momento
en cambio y permanencia
en nube recia
en la libre mano
y el cabalgar del sueño.

Un hombre trepa por las paredes y sube al

Colgado de una soga
el hombre que escala las paredes
tiene fuertes zapatones con clavos
Escala las paredes
porque ha olvidado las llaves de su casa
y mientras escala las paredes
hasta llegar al piso trece
se detiene algunos momentos
en los balcones de cada piso
donde aspira el olor de los geranios
las madreselvas
las hortensias
y los malvones
Hay sol
gallardetes
vendedores ambulantes
y más allá está el río
y más allá los puentes
por donde se va a la pampa
Abajo están los niños
que salen de las escuelas
y por el cielo pasan aviones y pájaros
y sombreros de anchas alas
que el viento arrancó a los desprevenidos
La soga ha sido atada a la viga
que sobresale en la azotea
Un hombre la ciñó a su cintura
y asciende tomándose de la soga
con sus manos enguantadas
Usa un chaleco floreado y una gorra a cuadros
Debe llegar al piso trece
donde tiene que regar unos claveles
pisar maíz
escribir unas cartas
y preparar una cazuela
Sube lentamente
y en cada piso se detiene un rato para descansar
Entra en el balcón de cada piso
y se sienta en un sillón
o se extiende sobre una reposera
y conversa con la vecina o los vecinos
y acepta un café o un mate
o deja caer un chorro de una bota de vino
en su garganta
o juega a las cartas
o escucha confidencias y da consejos
y cuenta algún episodio de su vida
hasta que saluda y se va
y sigue trepando por las paredes
colgado de una soga
Es el hombre que tiene fuertes zapatones con clavos
y un chaleco floreado y una gorra a cuadros
que olvidó las llaves de su casa
y aspira el olor de los geranios
y debe llegar al piso trece
antes de que aparezcan los buhos
y se iluminen las ventanas
Están los pájaros y el río allá lejos
y el césped del parque
y los caballos que galopan por la llanura
y esta silla desvencijada
y la bañera
fuera de uso
llena de tierra y de flores
y el mar y el navio que se acerca
y la lagartija que se escurre entre las rocas
y el vendedor de diarios que desde abajo
le grita consejos y advertencias
mientras el hombre vuela
asciende
conquista cada piso con esfuerzo
y mira siempre hacia arriba
la tierra está lejos
el cielo está lejos
El hombre que trepa por las paredes
colgado de una soga
cuando entra en una casa por el balcón
es bien recibido por los vecinos
y él trata de ser útil
pero en uno de los pisos
una mujer inesperada
que es una sola
y al mismo tiempo
todas las mujeres de su vida
le pide que la lleve con él
Entonces ella se ata también con la soga
y sube con el hombre
más allá del piso trece
hacia las nubes
el aire libre
el cielo
el viento
entre los geranios
las sombrillas
las reposeras
sobre puentes y puestos de diarios
y mástiles
y enredaderas
y algunas gotas
y semillas
y sueños
con su gorra a cuadros
con su chaleco floreado
con su enamorada de siempre.
Cuando el aire

cuando el aire se puebla estoy presente
canta la puerta el fuego la esperanza
conoces tu nombre y la sangre de su sueño
la tierra donde amanece el día
cuando la luz llega canta mi silencio


es suficiente el lejano retumbar del trueno
la verde falda de la montaña
y este momento ayer mañana
es suficiente
confiar esperar
estar despierto

Edgar Maldonado Bayley. 
A partir de 1945 elegiría el nombre de Edgar Bayley para firmar su obra literaria.  Hermano del artista plástico, diseñador y arquitecto Tomás Maldonado.
Bayley escribió ocho libros de poemas (En común, 1949), La vigilia y el viaje (1958),  Ni razón ni palabra (1961),  El día (1968), Celebraciones (1976), Nuevos poemas (1981), Alguien llama (1983) Libro de  relatos (Vida y memoria del doctor Pi), dos de ensayos (Realidad interna y función de la poesía (1966)  y Estado de alerta y estado de inocencia, 1989) y tres piezas teatrales (Burla de Primavera (1951), Farsa de Isopete y El sastre y Dulioto (1951 y 1953), todos ellos reunidos, junto a otros textos no incluidos en libro o inéditos, en el volumen Obras, publicado por Grijalbo Mondadori en 1999. Nuevos poemas (1981), Alguien llama (1983)
Desde 1947 hasta su jubilación en1980 trabajó en la Biblioteca de la Caja de Ahorro y Seguro. Falleció en Buenos Aires en agosto de 1990.