sábado, 12 de julio de 2025

Poemas y relatos de Silvia Angélica MONTOTO.


MOMENTOS.

(prosa lírica)
EL AMANECER
En la lejana arista del horizonte, confín donde se conjugan el cielo y el mar, comienza a aparecer un delgado claro de luz…Como si el lápiz mágico de la naturaleza, dibujara el inicio del gran ventanal del mundo,
donde ha de aparecer el Astro Rey en todo su esplendor…
La tierra se despierta, como una pesada máquina en su eterno rodar…
Una bandada de pájaros amanecida, parte raudamente hacia lugares ignotos. Habrán de regresar en perfectas escuadras, cuando las primeras sombras se acerquen a las frondas donde aguarda la tibieza de sus nidos.
Los primeros sonidos van poblando el aire, como el introito in crescendo, de un aria musical, en la armonía de oboes y de flautas…
El campo se impregna de aromas y los grillos, eternos trasnochadores, guardan celosos sus violines en los matorrales.
EL OCASO
El día ha cerrado ya sus párpados cansados y nuevamente el lápiz mágico de la naturaleza, dibuja ahora sobre la imponente mole de los cerros, una difusa pincelada de luz.
LA NOCHE
-“El Rey ha muerto, viva el Rey”, proclama la noche, que se acerca solemne al trono, con su traje de riguroso luto…
Todo se transforma en estática armonía. Todo es silencio. La humanidad ha comenzado a transitar los fascinantes caminos de los sueños.

EL MILAGRO DE UN NIDO.
En las ramas resecas de un árbol,
que se muere de pie junto al camino,
mis ojos encontraron esta tarde
la arquitectura cálida de un nido…
La vida con la muerte conjugadas
en un pequeño símbolo…
Pensé en mi juventud, cada vez más lejana
Y presentí en la imagen de ese árbol,
lo inexorable y cruel que es el destino…
Aferrado como un náufrago al madero,
nació en mi corazón esperanzado,
el milagro de ese pequeño nido:
Milagro de las cosas que perduran.
Milagro del amor no envejecido.
Sabiduría de saber ser brasa.
Y no humo que escapa sin destino.
Seguir siendo raíz que se prolonga,
mientras muere la flor en su delirio…
Muriéndome de pie junto al camino,
Sobre las ramas secas de mi cuerpo marchito,
desafiando la muerte de las cosas…
¡Me encontrarás un día
¡Como al pequeño nido!

SIMBIOSIS
He tomado en mis manos
una hoja caída…
Tiemblan mis dedos a su contacto áspero
y se me queda quieta la sonrisa.
La llevo hasta mis labios
y una lágrima,
ha comenzado a ararme la mejilla.
¿Estoy soñando acaso?...
La hoja también tiembla…
Y hay humedad de llanto en su piel vegetal,
que aún respira.
¡Es que las dos tenemos miedo de la muerte
¡Porque las dos estamos vivas todavía!...

CAFÉ AMARGO.
Una sola mirada abarcadora le basta, para reconstruir en un instante todo su pasado…
En la esquina de siempre, ese barcito colmado de estudiantes, palpando en el fondo de sus pobres bolsillos, la piel metálica de las últimas monedas, para pagar un café.
Los vidrios empañados, opacan en el corazón, la imagen de la calle dura, egoísta y febril…
La misma grasitud sobre la mesa. Los mismos cuadros descoloridos impregnados de humo y excremento de moscas…
Gira lentamente la cucharita en el café, hasta ver formarse en un embudo virtual, el remolino de líquido y la aureola de la borra.
El frío y la lluvia calan hasta los huesos de los peatones de rostros enrojecidos. Algunos detienen el paso y entran al bar, sintiendo como una panacea, el aroma del café y la tibieza del lugar. Otros, continúan presurosos su marcha, quién sabe hacia qué destino…
Él sigue allí, formando parte del decorado como una pertenencia más de aquel refugio de otro tiempo…
Una joven pareja pasa a su lado buscando donde ubicarse-.
El perfume desprendido del cabello húmedo de la muchacha, reflota en sus sentidos la nostalgia de su primer amor.
Recuerda el color de sus ojos. El dibujo que hacen en el aire sus manos graciosas. La melodía de su voz subrayando su gesto.
Piensa en su nombre y lo deletrea mentalmente saboreando cada sílaba. Lu- cre- cia-… ¿Qué habrá sido de ella?... ¿Dónde habrá encontrado su camino cuando en la noche negra del país, tantos jóvenes se convirtieron en fantasmas del dolor?…
Otros rostros aparecen en su memoria corriendo el manto de niebla que forma el paso del tiempo.
Le parece oír las voces de sus viejos compañeros, sosteniendo con vehemencia aquellos ideales que los llevaron luego a la trampa de la tortura, la muerte y el exilio.
¡Ah, el exilio- piensa!… y una imagen lejana resurge en su memoria de aquel otro barcito de La Gran Vía en el bullicioso Madrid, cuando buscaba casi con desesperación, un rostro amigo, una mano tendida que lo rescatara del desarraigo…
Siente frío. Las manos de dedos manchados de nicotina, tienen ahora el temblor del deterioro.
Un sorbo amargo de café navega hacia su estómago vacío, y en el fondo del pocillo, la borra, deja el extraño dibujo de un paisaje tras la niebla…
En un rincón, tras una nube de humo, un hombre doblado sobre su bandoneón, desgrana la melodía de un tango, acompañando su pensamiento…
La noche comienza a caer tras los cristales empañados. Las luces de los autos en la calle se bifurcan en infinidad de direcciones… ¿Cuál de ella deberá seguir? ¿Es ésta una tácita invitación a continuar la marcha?...
Mención de Honor en concurso de narrativa 79
Instituto Cultural Latinoamericano
Junín Pcia. De Buenos Aires.

DESANDANDO EL CAMINO.

Como vuelven con su arrullo

cada tarde

las palomas al nido.


Como el agua,

que vuelve siendo lluvia

al corazón del río.


Yo vuelvo por caminos de nostalgias

que es una forma

de volver contigo.


Regina...

Que tienes nombre de mujer

y tienes,

la magia del abrigo.


Volver a ti es encontrar de pronto

un tiempo sumergido.

es reanudar el ayer,

la palabra irreverente acaso

cuando está tan presente

lo vivido...


Soñando,

camino por las calles arboladas,

me refugio en tu plaza.


Como un autómata mi pies me llevan

a la ternura irrepetible

de mi casa.


Regina...

Sinónimo de afectos

de lejana juventud

de amigos.


Regresar, es sólo una palabra.

es la forma concreta

de andar caminos.


No se puede volver adonde nunca

del todo se ha partido.

"Cuando digo mañana es porque espero, porque amo,dudo y creo,y porque tengo ganas de seguir viviendo....Mañana cuando diga hasta mañana, mi vos será esperanza.o quizá miedo de que no haya en mi. vida otra mañana,más... seguiré esperando otro comienzo". SILVIA MONTOTO.

Silvia Angelica Montoto nacida en Marquinchao, centro de la meseta en la Línea Sur de la provincia de Río Negro. Reginense por adopción y elección. 
Se radicó en la adolescencia en  Ciudad de Villa Regina.  Contrajo matrimonio con Emilio Lazzeri, hijo pioneros trentinos de destacada actuación en fútbol reginense.

Vivía en en nuestra Ciudad Villa Regina donde terminó sus días.

No se puede volver adonde nunca

del todo se ha partido.

Tiene varios libros entre ellos, podemos mencionar, Antología de Expresiones Literarias de Neuquén (1977), "Vuelo de palomas" publicado en 1983 en los talleres gráficos de la Organización de Escuelas Parroquiales (Or.Es.Pa) de Villa Regina. En diciembre de 1983 obtiene una mención especial en el Concurso Nacional de Poesías QUIJOTE DE PLATA con el poema "Para llegar al sur", publicado en el libro "Duendes" (1985, Editorial Amarú, Bs. As.).

En diciembre de 1989 publica el libro de poesías "Ocaso de los grillos" (Editorial Amaru, Buenos Aires).

En 1994 publica otro libro de poesías "Luna, retamas y sueños" con ilustraciones de Martín Ydiart de Villa Regina (Editorial Esquel S.A., Chubut).

Residió en la Ciudad de San Carlos de Bariloche (provincia de Río Negro). Por Resolución N° 299-04  de la Ciudad de Bariloche reconoce con el "Premio al Mérito" a la escritora Silvia Montoto de Lazzeri por su producción literaria.

El cuento “La viuda del ferroviario” recibió el diploma la distinción en la S.A.D.E. (Sociedad de Escritores Patagónicos).

Sus últimos libros “En el andén” presentado en Octubre del 2021 en el Salón de las Artes de Villa Regina, que reúne unos 40 cuentos cortos sobre historias de la vida misma el octavo libro de la autora registrando  vivencias de lugares donde vivió como las localidades rionegrinas de Maquinchao, San Antonio Oeste, Villa Regina y San Carlos de Bariloche.  Y la nueva antología poética “Desandando caminos” que fuera presentada en Mayo 2022 y "Las andanzas de Don Gauna" presentado en mayo del 2024.

Reconocida escritora nacida en Maquinchao, Silvia Montoto supo honrar sus raíces a través de la palabra escrita. Parte de su obra estuvo dedicada a rememorar su infancia esta localidad rionegrina, dejando un legado invaluable que conecta la memoria individual con la identidad colectiva del pueblo de Maquinchao aportado, también, a la cultura y a la historia de Maquinchao.

Fallece el jueves 10 de julio del 2025.

*** Muchos de estos datos de la biografía fueron publicados yá en Rincón Barda Sureña.

*** Para los que desean leer otros poemas y cuentos de Silvia Montoto hacer click en etiquetas Silvia Angélica Montoto de Lazzeri y allí aparecerán publicaciones (entradas).

Etiqueta:Silvia Angélica Montoto de Lazzeri.

miércoles, 9 de julio de 2025

Ser argentino / Juan Luis Gallardo.

 


Ser argentino, amigos, es algo que acontece

es algo que se aprende y después no se olvida,

es un temple del ánimo y una emoción que crece,

es una decisión vigilante y dormida.

 

Es advertir de pronto nuestra alma conmovida

al oír un galope que la tarde estremece

o al aspirar un aroma de tierra humedecida

o al ver una bandera que en el aire se mece.

 

Ser argentino, amigos, consiste, me parece,

en sentirse partícipe de una guerra perdida

y pese a la derrota mantenerse en sus trece.

 

Es conservar girones de gloria compartida

y es saber que algún día, si el motivo se ofrece

deberemos jugarnos, sobriamente la vida.

Juan Luis Gallardo nació en Buenos Aires a fines de 1934. Abogado, casado, padre de cuatro hijos. Fue profesor en la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Católica Argentina, dirigió la editora oficial ECA (Ediciones Culturales Argentina) y EDUCA (Ediciones de la UCA). Fue Director Ejecutivo de la Revista de la Escuela de Guerra Naval.

Columnista en La Prensa, La Nueva Provincia y Confirmado, publicó veintitres libros (novelas, cuentos poesías, fábulas, biografías, historia) y obtuvo la Cruz de Plata Esquiú, el Premio Santa Clara de Asís y el primer puesto de su categoría en el certamen periodístico hispanoamericano organizado con motivo de cumplirse el segundo centenario del nacimiento del General Güemes. Su Historia Sagrada para Chicos Argentinos recibió una distinción especial, conferida en acto público por la Secretaría de Cultura de la Nación, en 1995.

Ha dictado numerosas conferencias e integrado diversos jurados. Fue Miembro de Número de la Academia del Plata. Falleció el jueves 29 de agosto de 2024.  

https://www.juanluisgallardo.info/ 
... ... ...

Juan Luis Gallardo (1934-2024).

"Conviene recordar finalmente que peor que llegar a viejo es no llegar a viejo". J.L. Gallardo.

PROSAPIA.

Hijo de Luis Francisco Gallardo Cantilo y de Celina Mercedes Pirovano, Juan Luis Gallardo había nacido en 1934 en la ciudad de Buenos Aires.

Nombres ilustres poblaban su familia. Su bisabuelo paterno fue nada menos que Ángel Gallardo, hombre de ciencia y ministro de Relaciones Exteriores y Culto del presidente Alvear. Su bisabuelo materno, el destacado cirujano Ignacio Pirovano.

Uno de sus libros fue justamente, Mi bisabuelo Pirovano, médico de Buenos Aires, aparecido en 1985 bajo el sello Fundación Pirovano, “el cual rescataba la generosidad de mi tía Josefina Pirovano de Mihura, cuyo mecenazgo hizo posible la edición, magnífica por cierto”, recordaba.

Juan Luis, por otra parte, era primo de Sara Gallardo, la ilustre escritora, quien en una ocasión escribió: “El colegio al que asistía se llamaba Angel Gallardo. Iban todos mis primos y era como muy absurdo. Todo como una burbuja. Un día mi hermana Marta se perdió en un club de Hurlingham y fue a la policía. Le preguntaron: ¿Cómo te llamás? Marta Gallardo. ¿Dónde vivís? En la chacra Gallardo. ¿A qué colegio vas? Al Ángel Gallardo. No, nena, no me tomés el pelo, le respondió el policía. Y todo era verdad. Mi familia era como una burbuja. La burbuja Gallardo".

Junto a sus ocho hermanos, Juan Luis se crió en Huinca Hue, el campo de su padre (3), en el partido de Bolívar.

La estancia se encuentra próxima a la estación Pirovano del entonces Ferrocarril Sud, hoy Ferroexpresopampeano. Ahora, destrucción ferroviaria mediante, sólo circulan trenes de carga, tema de conversación de Don Gallardo con quien esto escribe, orgulloso nieto de Oscar Francisco Belcore, jefe de Estación de Duhau, partido de Pehuajó.

Compuso Gallardo esta estrofa en su momento:

“Desde algún territorio perdido en la distancia
regresan lentamente los trenes de mi infancia.
Y yo, mientras mi madre me tiene de la mano
los estoy esperando, de nuevo, en Pirovano”.

La dilatada llanura bonaerense y pampeana es uno de los temas recurrentes de la obra gallardiana. Algunos de sus escritos en La Prensa, provienen de las historias a la hora del té, la “preferida para sostener la vida social mediante visitas entre quienes, sea en forma permanente, sea en calidad de veraneantes, poblábamos las estancias de la zona” (4) en la década del cuarenta.

“En las Sierras Chatas mi padre construyó una casa con aspecto de fortaleza, después que le expropiaran el campo que tenía en las Sierras de Lihué Calel que hoy es parte de un Parque Nacional. A este campo Papá lo bautizó Santa María del Desierto. Y, en sus últimos años, pasaba allí largas temporadas, acompañado por su segunda mujer, Carmen Beatriz O'Neill, pues, previamente, había enviudado de mi madre, Celina Pirovano de Gallardo”, rememoraba en estas páginas.

“Cierta vez, Sylvester Stallone, sobrevolando la zona en helicóptero, descubrió la casa que había edificado allí mi padre. Y quiso comprarla pagando cualquier precio. Pero mi hermana (María de Jesús Gallardo de García Llorente), con buen sentido, no se la vendió”.

De lo publicado en LA PRENSA. Por Guillermo Belcore.  29.08.2024.

jueves, 3 de julio de 2025

CANCIÓN DEL BOGA AUSENTE de Candelario Obeso Hernández.


CANCIÓN DEL BOGA AUSENTE.

A los señores Rufino Cuervo y Miguel A. Caro

Qué triste que está la noche,

La noche qué triste está

No hay en el Cielo una estrella…

Remá, remá.

La negra del alma mía,

Mientras yo brego en la mar,

Bañado en sudor por ella,

¿Qué hará, qué hará?

Tal vez por su zambo amado

Doliente suspirará,

O tal vez ni me recuerda…

¡Llorá, llorá!

Las hembras son como todo

Lo de esta tierra desgraciada;

Con arte se saca al pez

¡Del mar, del mar…!

Con arte se ablanda el hierro,

Se doma la mapaná…;

Constantes y firmes las penas;

¡No hay más, no hay más!…

… Qué oscura que está la noche;

La noche qué oscura está;

Así de oscura es la ausencia

Bogá bogá…

Candelario De La Rosa Obeso Hernández  nacido en Colombia en Santa Cruz de Mompox el 12 de enero de 1849, poco antes de que entrara en vigor la ley de abolición de la esclavitud en el país. 

Hijo natural del hacendado Eugenio María Obeso y la criada de raza negra María de la Cruz Hernández.

En su corta vida se caracterizó por desempeñar múltiples oficios. Fue profesor en un colegio de Sucre, jefe de batallón de Cazadores en la guerra de 1876, tesorero municipal de Magangué​ y gracias a su cercana amistad con Tomás Cipriano de Mosquera fue nombrado cónsul de Tours, Francia​ e intérprete nacional en Panamá de 1872 a 1874.

Se lo considera uno de los máximos referentes de la poesía afrocolombiana. Se le conoce como el precursor de la "Poesía Negra y oscura" en Colombia.

Tradujo al español a ShakespeareMussetVíctor Hugo y a Tennyson y traducciones de poesías de Goethe y Jonathan Lawrence.

Fallece en Bogotá3 de julio de 1884.

lunes, 30 de junio de 2025

EL ABUELO. Letra: Alberto Cortez. Música: Alberto Cortez.

 


EL ABUELO. Letra: Alberto Cortez. Música: Alberto Cortez. 

De alguna manera esta canción que viene es una historia de ida y vuelta. ¿Por qué?, pues simplemente porque mi abuelo se fue de emigrante y después de casi una vida yo, su nieto mayor recorrí el camino de regreso, ese camino que él no pudo realizar a lo largo de su larga vida, a pesar de su inmensa nostalgia. Murió a los ochenta y algunos años. Los hermanos Eladio y Germán García era viajantes vendedores de empresas porteñas. Allí en Trenque Lauquen conocieron a las hermanas Laburu, se enamoraron y después de un relativamente corto noviazgo se casaron y se fueron a vivir a Buenos Aires. La Argentina en aquellos años de principio de siglo era una esperanza que ofrecía amplios horizontes para los jóvenes con ganas de trabajar y hacer fortuna. Los hermanos García habían dejado España y especialmente Galicia ya que esta “sua terriña” natal no podía ofrecerles más que una vida azarosa bastante cercana a la miseria. Germán, Eladio y David, los tres hermanos García, se embarcaron en Vigo, como todos los gallegos emigrantes con destino a Buenos Aires. Al llegar se emplearon como viajantes en una empresa de tabacos y “El abuelo” y su hermano Germán en uno de sus viajes de ventas a las poblaciones del interior, conocieron, noviaron y se casaron con dos hermanas de origen vasco, Doña Julia Laburu, mi abuela y Doña Leonor Laburu. Estas hermanas vivían con su familia en Trenque Lauquen, hoy una floreciente ciudad de la provincia de Buenos Aires. Ya casados regresaron a la capital. Como en aquella gran ciudadano se veían las cosas claras como para hacer dinero pronto Eladio, mi abuelo y su joven esposa Julia emprendieron viaje hacia el oeste en busca de organizar un pequeño comercio en algún pueblo de los que se fundaban aprovechando la riada de gente que buscaba trabajo en el ferrocarril en construcción. Recaló primero en General Villegas, ultima población de la provincia de Buenos Aires y allí las cosas no le fueron del todo bien y como consecuencia de aquel fracaso, malas siembras y peores negocios, desalentado, decidió internarse más al oeste.. Pero antes, quiso con ayuda de sus hermanos regresar a Galicia con toda la familia y así lo hizo. Nadie en la familia supo explicarme las razones de ese regreso. Seguramente su exultante juventud de entonces más los fracasos s los que antes hice referencia convocó una tormenta de dudas de que a lo mejor en España podría salir adelante, pero no fue así. Permaneció allí un par de años viviendo a expensas de la familia y en esa breve estancia nació mi padre en Pungín provincia de Orense, una aldea a escasos quince kilómetros de la capital provincial. Al año del nacimiento de mi padre el abuelo su mujer y su prole volvieron a Argentina para no regresar jamás a España. En realidad en la canción yo digo que nunca volvió a España sin embargo como se ve no es totalmente cierto. Claro que este regreso no quise tomarlo en cuenta, porque se produjo a muy poco tiempo de haber emigrado y por circunstancias, por mi desconocidas. Ya de regreso a Argentina retomó su éxodo hacia el oeste hasta llegar a una naciente población (apenas un caserío) que por entonces se llamaba Villa Jardón en honor a la familia que había donado los terrenos para su fundación. Más tarde las tendencias reivindicadoras de la cultura indígena de la zona lograron cambiar el nombre de Villa Jardón por el actual: Rancul. Allí se instaló comprando, siempre con ayuda de sus hermanos una casa en la que muchos años después, el 11 de marzo de 1940 nacería yo. Montó un negocio en donde se vendía de todo para la gente del campo. Como era un nostálgico empedernido a pesar de las distancias y las todavía precarias comunicaciones seguía muy de cerca todo lo que acontecía en España, su patria lejana. Según me contaban mis tías, cuando estalló la guerra civil española estuvo a punto de dejarlo todo otra vez y regresar a alistarse en las fuerzas republicanas, mas su familia, ya numerosa y la negativa de sus hermanos de ayudarle en aquello

EL ABUELO.


"I

 

El abuelo un día

cuando era muy joven

allá en su Galicia,

miró el horizonte

y pensó que otra senda

tal vez existía.

Y al viento del norte

que era un viejo amigo,

le habló de su prisa,

le mostró sus manos

que mansas y fuertes,

estaban vacías,

y el viento le dijo:

""Construye tu vida

detrás de los mares,

allende Galicia"".

 

Y el abuelo un día

en un viejo barco

se marchó de España.

El abuelo un día,

como tantos otros,

con tanta esperanza.

La imagen querida

de su vieja aldea

y de sus montañas

se llevó grabada

muy dentro del alma,

cuando el viejo barco

lo alejó de España.

 

II

 

El abuelo un día

subió a la carreta

de subir la vida.

Empuñó el arado,

abonó la tierra

y el tiempo corría.

Y luchó sereno

por plantar el árbol

que tanto quería.

Y el abuelo un día

lloró bajo el árbol

que al fin florecía,

lloró de alegría

cuando vio sus manos,

que un poco más viejas

no estaban vacías.

 

Y el abuelo entonces,

cuando yo era niño,

me hablaba de España,

del viento del norte,

de la vieja aldea

y de sus montañas.

Le gustaba tanto

recordar las cosas

que llevo grabadas

muy dentro del alma,

que a veces callado,

sin decir palabra,

me hablaba de España.

 

III

 

El abuelo un día,

cuando era muy viejo,

allende Galicia.

Me tomó la mano

y yo me di cuenta

que ya se moría.

Y entonces me dijo,

con muy pocas fuerzas

y con menos prisa,

""prométeme, hijo,

que a la vieja aldea

irás algún día,

y al viento del norte

dirás que su amigo,

a una nueva tierra

le entregó la vida.

 

Y el abuelo un día

se quedó dormido

sin volver a España.

El abuelo un día,

como tantos otros,

con tanta esperanza.

Y al tiempo al abuelo

lo vi en las aldeas,

lo vi en las montañas,

en cada mañana

y en cada leyenda,

por todas las sendas

que anduve de España.

"

Letra: Alberto Cortez. Música: Alberto Cortez.

Pertenece a la Página: http://www.albertocortez.com/



Alberto Cortez. 

Nace en 1940 en la localidad de Rancul, provincia de La Pampa, República Argentina, el 11 de marzo José Alberto García Gallo.

"Rancul es mi pueblo, es decir, allí donde mi madre me trajo al mundo, allí donde pasé mi infancia, feliz por cierto, y si digo feliz, no es porque de niño tuviera muchas licencias o muchos juguetes o mis padres muchas posibilidades de ofrecérmelos, no. Mi infancia fue una infancia feliz porque se desarrolló en un clima familiar armónico, al punto de atreverme a llamarlo amoroso. Armónico porque ni de niño ni de adolescente asistí jamás a una discusión entre mis padres, y no dudo de que como pareja las hayan tenido, pero bien se cuidaron de no discutir delante de sus hijos, es decir, que la armonía fue una constante en la casa familiar. Con nosotros convivían tías, tíos y, por supuesto, el abuelo paterno de origen gallego a modo de patriarca. Mis abuelos maternos, italianos, no vivían en nuestra casa mas sí en el pueblo, que viene a ser más o menos lo mismo, pues la distancia entre ambas casas era mínima. De niño tuve muchos amigos que la vida me ha permitido conservar a través del tiempo, dispersos, pero siempre presentes en mi ánimo y, por supuesto, en mi corazón. Juntos fuimos atravesando la infancia y juntos nos sorprendió la adolescencia y el crecimiento de las alas. Un buen o mal día esas alas levantaron vuelo y a casi todos nos ganó el exilio, el exilio natural de un tiempo que ya nunca más regresa y cuyas coordenadas están escritas y bien definidas en el libro del destino. Flotando en el incontaminado aire de Rancul se quedaron nuestros despertares a la vida, a los sueños, la fantasía, la imaginación y naturalmente las esperanzas. Todos nos fuimos con la promesa de volver algún día al encuentro de las emociones y a descolgar de ese incontaminado aire de nuestra infancia y adolescencia, los recuerdos más urgentes de recuperar" Página de Alberto Cortez.

Era descendiente de españoles por parte de su padre, y de italianos piemonteses por parte de su madre, Ana Magdalena Gallo.

Alberto Cortez  el jueves 4 de abril de 2019 en la ciudad de Móstoles, Comunidad de Madrid, España, a los 79 años.

... ... ...

En la plaza céntrica de Rancul yace el Rinconcito en homenaje al reconocido cantautor Alberto Cortez. Allí en un espacio especialmente cuidado, se observa una placa y un aguaribay que fue plantado en su nombre, la misma especie que lo inspiró en su tema musical "Mi árbol y yo".

Las cenizas del cantautor argentino Alberto Cortez descansan en Rancul, su pueblo natal. Los restos fueron traídos en plena pandemia por su viejo amigo Carlos Corvalán desde Rosario y fueron recibidos por sus dos sobrinas, Jimena y Belén García.

En el 2023 en cumplimiento de los deseos del reconocido cantautor Alberto Cortez, llegaron a Rancul 102 bultos procedentes de Valencia, España. El material está constituido de: documentos, cuadros, objetos, discos, libros y mobiliario. Todo este material quedará a resguardo de familiares hasta tanto se concrete el espacio.

A lo largo de su obra artística, llevó las raíces de La Pampa en todos sus actos. Algunas de sus canciones más conocidas y destacadas son: “Campos pampeanos”, “Volveré a los viejos andenes”, “Distancia”, “La Pampa es un viejo mar”, entre tantas otras.

domingo, 29 de junio de 2025

La ventana de Manuel Altolaguirre.


La ventana separa
al mundo de los trenes,
de los grandes vapores,
de los hombres a pie,
del mundo quieto
de un alma sola.

¡Qué alegría
ver los rosales y los vendedores!

Al ruidoso paisaje
de tráfico y de vida
mi tristeza se asoma.

Mi soledad consciente
mira las hermosuras
inútiles del mundo.

Lo bello y el dolor
es de las almas solas.

Manuel Altolaguirre Bolín (Málaga, 29 de junio de 1905 - Burgos, 26 de julio de 1959).