miércoles, 28 de abril de 2021

Poética de Gloria Fuentes (1917 – 1998).

Poética 

de 

Gloria Fuentes.



¿Para qué a estas alturas
                                        preocuparme,
—escribir en revistas, hojas muertas o libros?
¿Para qué interesarme por un nombre,
                                        si ya tengo el tuyo y el mío? 
¿Para qué indiferencias, conferencias,
                                        antologías, mitos?
¿Para qué recitales, traducciones,
                                        si ya está todo dicho? 


He cambiado
de técnicas y estilo.

¡Y manos a la obra!

Escribir sobre tu cuerpo
con los dedos mojados en el vino.


Gloria Fuertes (Madrid, 28 de julio de 1917 – Madrid, 27 de noviembre de 1998).

lunes, 26 de abril de 2021

EL BURRO FLAUTISTA de Tomás de Iriarte.


EL BURRO FLAUTISTA.

  Esta fabulilla,

salga bien o mal,

me ha ocurrido ahora

por casualidad.

  Cerca de unos prados

que hay en mi lugar,

pasaba un borrico

por casualidad.

  Una flauta en ellos

halló, que un zagal

se dejó olvidada

por casualidad.

  Acercóse a olerla

el dicho animal,

y dio un resoplido

por casualidad.

  En la flauta el aire

se hubo de colar,

y sonó la flauta

por casualidad.

  «¡Oh!», dijo el borrico,

«¡qué bien sé tocar!

¡y dirán que es mala

la música asnal!».

Sin reglas del arte,

borriquitos hay

que una vez aciertan

por casualidad.

 

Sin reglas del arte, el que en algo acierta es por casualidad.

Tomás de Iriarte y Nieves Ravelo fue  junto con Félix María de Samaniego uno de los fabulistas más importantes del siglo XVIII. También fue poeta , dramaturgo y poeta español de la Ilustración y el neoclasicismo  nacido en Puerto de la Cruz, Tenerife el 18 de septiembre de 1750. Fallece en Madrid el 17 de septiembre de 1791. Hermano de los diplomáticos Bernardo de Iriarte y Domingo de Iriarte y sobrino del humanista, bibliógrafo y poeta Juan de Iriarte.​

sábado, 24 de abril de 2021

Genealogía Gauchesca por FERNANDO SORRENTINO.

 

Mediante el artificio de fingirse gauchos, imitando, con frecuencia de manera hiperbólica, el habla de nuestros paisanos rurales, diversos autores han compuesto obras de la modalidad literaria que se conoce como “poesía gauchesca”. (1)

En ella se inscribe la obra cumbre de la literatura argentina del siglo XIX, el Martín Fierro, publicado en dos partes: El gaucho Martín Fierro (1872) y La vuelta de Martín Fierro (1879).

Sabemos que no fue el primero en ejercitar dicho género. La primera edición de El gaucho Martín Fierro registra una carta de José Hernández a José Zoilo Miguens, el estanciero de Ayacucho que, según las evidencias, solventó la publicación. Hacia el final de la misiva hay una referencia a dos antecesores:

Por lo demás, espero, mi amigo, que usted lo juzgará con benignidad, siquiera sea porque Martín Fierro no va de la ciudad a referir a sus compañeros lo que ha visto y admirado en un 25 de Mayo u otra función semejante, referencias algunas de las cuales, como en Fausto y varias otras, son de mucho mérito ciertamente, sino que cuenta sus trabajos, sus desgracias, los azares de su vida de gaucho, y usted no desconoce que el asunto es más difícil de lo que muchos se lo imaginarán.

Autores aludidos

Los autores cuyos gauchos refieren lo que han visto y admirado “en un 25 de Mayo u otra función semejante” son los dos siguientes:

1. Bartolomé José Hidalgo (1788-1822). Nació en Montevideo, de padres argentinos, y murió en Morón. Un romance de 310 octosílabos despliega la “Relación que hace el gaucho Ramón Contreras a Jacinto Chano de todo lo que vio en las fiestas mayas de Buenos Aires, en 1822”. He aquí el comienzo de la descripción (versos 55-69):

¡Ah, fiestas lindas, amigo!

No he visto en los otros años

junciones más mandadoras,

y mire que no lo engaño.

El veinticuatro a la noche,

como es costumbre, empezaron.

Yo vi unas grandes colunas

en coronas rematando,

y ramos llenos de flores

puestos a modo de lazos.

Las luces como aguacero

colgadas entre los arcos,

el cabildo, la pirame,

la recova y otros laos,

y luego la versería.

2. Hilario Ascasubi (1807-1875). Nació en la posta de Fraile Muerto, hoy Bell Ville, Córdoba. Me permito abreviar el larguísimo título (“Jacinto Amores, gaucho oriental, haciéndole a su paisano, Simón Peñalva […], una completa relación de las fiestas cívicas […]” del no menos extensísimo romance (960 octosílabos). Vaya un botón de muestra del –agobiante y desvaído– diálogo (versos 57-66):

Simón:

No me venga con preludios,

pues ya sé que es parador.

 

Jacinto:

A veces, pero no en todas;

por fin, eso ya pasó.

Y, volviendo a su deseo,

en cuanto a conversación,

traigo más cuento que infierno

y podré darle razón,

como guste, en lo tocante

al todo de la función.

Dicho sea al pasar: tanto Hidalgo como Ascasubi eligieron la forma más amigable para versificar: el romance octosílabo con una única rima asonante en los versos pares.

En cambio, dos autores llegados después prefirieron exigirse más a sí mismos en cuanto a variedad y consonancias de rimas. 

Con respecto al Fausto criollo…

Estanislao del Campo (1834-1880) utilizó el seudónimo de Anastasio el Pollo, a manera de homenaje tributado por discípulo a maestro: es decir Hilario Ascasubi, que solía emplear el de Aniceto el Gallo.

Como Ascasubi había aclarado que no le pertenecían ciertos versos de del Campo, éste, con –creo yo– exagerada modestia, le dedicó cuatro décimas amistosas, la tercera de las cuales expresa:

Paisano Aniceto el Gallo,

puede sin cuidao vivir,

que primero han de decir

que la vizcacha es caballo,

y que la gramilla es tallo,

y que el ombú es verdolaga,

y que es sauce la biznaga,

y que son montes los yuyos,

que asegurar que son suyos

los tristes versos que yo haga.

Por otra parte, opino que la literatura del “discípulo” Estanislao es muy superior a la del “maestro” Hilario.

Con respecto al Fausto criollo, no resisto la tentación de reproducir, a pesar de ser archiconocida, la hermosa espinela que le da principio:

En un overo rosao,

flete nuevo y parejito,

caia al bajo, al trotecito,

y lindamente sentao,

un paisano del Bragao,

de apelativo Laguna:

mozo jinetazo, ¡ahijuna!,

como creo que no hay otro,

capaz de llevar un potro

a sofrenarlo en la luna.

 

El Fausto es de 1866; en 1872 llegará El gaucho Martín Fierro.

 (1) No incluyo en esta categoría poemas de tema gauchesco, pero escritas en la lengua considerada “culta”, tales, por ejemplo, “Endecha del gaucho” de Juan María Gutiérrez, “A Santos Vega” de Bartolomé Mitre, “Santos Vega” de Rafael Obligado, y otras composiciones de la misma índole.

Publicado en Diario "La Prensa", 24 de abril del 2021.

http://www.laprensa.com.ar/501336-Genealogia-Gauchesca.note.aspx

martes, 20 de abril de 2021

"Los Argentinos" Canta: Horacio Fontova.

Los argentinos somos vivos porque
somos mucho mas piolas que los demás
Por eso es que en todo el mundo admiran
nuestra contundente superioridad.


Somos tan lindos y tan importantes

y tan fascinante nuestra sobriedad
que en ningún sitio pueden olvidarse
de nuestra humildad.



Los europeos buenos consejeros

siempre buenas ondas nos quieren tirar
rusos y yanquis que nos quieren tanto
siempre se pelean por nuestra amistad.



En cambio los latinoamericanos

subdesarrollados no podrán jamás
ser tan hermosos como nuestra pura
estirpe nacional



Por eso a los argentinos

nos quieren en todas partes
porque somos el baluarte
de toda la humanidad.



Por eso es que en la Argentina

invierten de todas partes
porque imperialismo aparte
nos quieren homenajear



No creas nunca que los argentinos

somos mas cretinos que el peor rufián
y que además seamos pobres tipos
con flor de complejo de inferioridad.



Hay gente fea, mala y envidiosa

que con sus calumnias nos quiere ensuciar
porque bien sabe que grande que es
nuestra sensibiliad.



Si estamos lejos del terruño amado

y un tango escuchamos nos hace llorar
porque inmediatamente recordamos
lo felices que eramos viviendo allá



Donde violar las leyes era fácil

y evadir impuestos un deporte mas
donde coimear era casi tan bueno
como especular.



Por eso a los argentinos

nos quieren en todas partes
porque somos el baluarte
de toda la humanidad.


Por eso los argentinos

siempre fuimos tan unidos
porque somos los mas vivos

mas vivos que no se qué. 

Autor: Luis Francisco Olivella.

Horacio Fontova fue cantante, músico y compositor, hizo reír a una generación en televisión junto al recordado Jorge Ginzburg. “El Negro” Fontova, como se lo conocía, falleció el lunes 20 de abril del 2020 a la mañana en el Hospital Finochietto, donde estaba internado desde hacía tiempo.
Nacido en el seno de una familia de músicos clásicos, el 30 de octubre de 1946, incursionó desde pequeño en los estudios de piano apuntalado por su madre. Su padre Horacio González Alisedo era cantante lírico y productor cinematográfico. Su madre María Fontova concertista de piano. Nieto del violinista catalán León Fontova y bisnieto del actor catalán Lleó Fontova. Cursó sus estudios en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini y en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano.
En la música se lo recuerda "Me siento bien" un tema optimista para superar las malarías: “Esto es la Argentina, la tierrita mía, mi amor y la nafta suben todo el día, pero me siento bien...muy bien!”.
Cuentan que  1988 en una participación en el clásico ciclo “Badía y cía” con Juan Alberto Badía​, Fontova presentaba su canción como “la única manera de combatir las pirañas” y le pedía colaboración al público para que lo acompañara en los coros. Él decía al micrófono "me siento bien" y la gente gritaba " y yo también", hermanándose en una sintonía optimista, "a pesar de todo". En el 2000 la canción volvió a cobrar popularidad, ya que fue el jingle de Hepatalgina.
La Hepatalgina es un hepatoprotector a base de componentes naturales que ayuda al proceso digestivo y reduce el malestar estomacal. Protege el hígado. En 2014 fue distinguido en la Legislatura porteña como personalidad de la Cultura, Fontova, acompañado por su familia y amigos, agradeció el homenaje y dijo: "Les voy a regalar esta canción" y se puso a cantar A pesar de todo me siento bien…
En 1995 reemplazó a Daniel Rabinovich (integrante de Les Luthiers) en la gira por España de Grandes hitos. ​ Ese año, además obtuvo el Premio Konex - Diploma al Mérito en la disciplina grupo de bailanta/cuarteto de la década.
Como actor, tuvo gran llegada y ganó dos Martín Fierro con el personaje de Sonia Braguetti en el programa Peor es nada, con Guinzburg.
En cine protagonizó El regreso de Peter Cascada y formó parte de los elencos de La Peste, Adiós querida luna y de ¿De quién es el portaligas? y Fontova Presidente entre otras.
Su versatilidad como intérprete le permitió también cantar junto a distintas orquestas como la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto, la Orquesta Sinfónica de la Televisión Pública, la orquesta de jazz Mega Big Band Buenos Aires, como así también en conciertos líricos de la mano de Lito Vitale, y de rock and roll con Los Redonditos de Ricota en los años '80.

domingo, 18 de abril de 2021

Todas las mañanas cuando leo el periódico de Gabriel Celaya.

Me asomo a mi agujero pequeñito.
Fuera suena el mundo, sus números, su prisa,

sus furias que dan a una su zumba y su lamento.

Y escucho. No lo entiendo.



Los hombres amarillos, los negros o los blancos,

la Bolsa, las escuadras, los partidos, la guerra:

largas filas de hombres cayendo de uno en uno.
Los cuento. No lo entiendo.



Levantan sus banderas, sus sonrisas, sus dientes,

sus tanques, su avaricia, sus cálculos, su vientres

y una belleza ofrece su sexo a la violencia.
Lo veo. No lo creo.



Yo tengo mi agujero oscuro y calentito.

Si miro hacia lo alto, veo un poco de cielo.

Puedo dormir, comer, soñar con Dios, rascarme.
El resto no lo entiendo.

Rafael Gabriel Juan Múgica Celaya Leceta,​ conocido como Gabriel Celaya (Hernani, Guipúzcoa, 18 de marzo de 1911-Madrid, 18 de abril de 1991).

LA VIDA ES TAN SENCILLA... de Gabriel Celaya.

LA VIDA ES TAN SENCILLA...

de Gabriel Celaya.

 


La vida es tan sencilla que se explica por sí misma,

se basta a sí misma.

¡Mira! Todo está hecho. Todo está ya dado.

Nos basta aceptar

o quizá —somos humanos— alabar

y cantar

a lo que nos maquina sin dejarse pensar.

Todo está aquí. ¿No lo ves?

No hay razón ni más allá.

¡Somos felices! Vivimos los instantes explosivos

de alegría o de dolor, de rabia o de amor,

y si no

es que estamos distraídos, aburridos.

No hay nada que esperar. No hay nada que temer.

También la muerte

llegará cuando nos sea fielmente necesaria

y la recibiremos con verdadera ansia.

Desde que nacimos

nos estamos preparando para que nos consuma.

 

Consejo mortal.

Levanta tu edificio. Planta un árbol.

Combate si eres joven. Y haz el amor, ¡ah, siempre!

Mas no olvides al fin construir con tus triunfos

lo que más necesitas: Una tumba, un refugio.

Rafael Gabriel Juan Múgica Celaya Leceta,​ conocido como Gabriel Celaya  había nacido en Hernani, Guipúzcoa el 18 de marzo de 1911. Fue un célebre poeta vasco.

Se codeó con los intelectuales más destacados conoció a Federico García Lorca, Luis Buñuel, Salvador Dalí, Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez, entre otros.

Fallece en Madrid el18 de abril de 1991, hace 30 años, éste poeta español de la generación literaria de posguerra.

sábado, 17 de abril de 2021

Los celestiales de José Agustín Goytisolo.



Después y por encima de la pared caída 
de los vidrios caídos de la puerta arrasada
cuando se alejó el eco de las detonaciones
y el humo y sus olores abandonaron la ciudad
después cuando el orgullo se refugió en las cuevas
mordiéndose los puños para no decir nada
arriba en las paseos en las calles con ruina
que el sol acariciaba con sus manos de amigo
asomaron los poetas gente de orden por supuesto. 
 
Es la hora dijeron de cantar los asuntos
maravillosamente insustanciales es decir
el momento de olvidarnos de todo lo ocurrido
y componer hermosos versos vacíos sí pero sonoros
melodiosos como el laúd
que adormezcan que transfiguren
que apacigüen los ánimos ¡qué barbaridad!
 
Ante tan sabia solución
se reunieron pues los poetas y en la asamblea
de un café a votación sin más preámbulo
fue Garcilaso desenterrado llevado en andas paseado
como reliquia por las aldeas y revistas
y entronizado en la capital. El verso melodioso
la palabra feliz todos los restos
fueron comida suculenta festín de la comunidad. 
 
Y el viento fue condecorado y se habló
de marineros de lluvia de azahares
y una vez más la soledad y el campo como antaño
y el cauce tembloroso de los ríos
y todas las grandes maravillas
fueron en suma convocadas. 
 
Esto duró algún tiempo hasta que poco
a poco las reservas se fueron agotando.
Los poetas rendidos de cansancio se dedicaron
a lanzarse sonetos mutuamente
de mesa a mesa en el café. Y un día
entre el fragor de los poemas alguien dijo: Escuchad
fuera las cosas no han cambiado nosotros
hemos hecho una meritoria labor pero no basta.
Los trinos y el aroma de nuestras elegías
no han calmado las iras el azote de Dios. 
 
De las mesas creció un murmullo
rumoroso como el océano y los poetas exclamaron:
Es cierto es cierto olvidamos a Dios somos
ciegos mortales perros heridos por su fuerza
por su justicia cantémosle ya. 
 
Y así el buen Dios sustituyó
al viejo padre Garcilaso y fue llamado
dulce tirano amigo mesías
lejanísimo sátrapa fiel amante guerrillero
gran parido asidero de mi sangre y los Oh Tú
y los Señor Señor se elevaron altísimos empujados
por los golpes de pecho en el papel
por el dolor de tantos corazones valientes. 
 
Y así perduran en la actualidad. 
 
Esta es la historia caballeros
de los poetas celestiales historia clara
y verdadera y cuyo ejemplo no han seguido
los poetas locos que perdidos
en el tumulto callejero cantan al hombre
satirizan o aman el reino de los hombres
tan pasajero tan falaz y en su locura
lanzan gritos pidiendo paz pidiendo patria
pidiendo aire verdadero.

José Agustín Goytisolo Gay fue un escritor español. Hermano mayor de los también escritores Juan Goytisolo y Luis Goytisolo, perteneció a la llamada Generación de los 50.
Nacimiento: 13 de abril de 1928.
Fallecimiento: 19 de marzo de 1999.
Datos: Wikipedia.

miércoles, 14 de abril de 2021

Infancia y confesiones de Jaime Gil de Biedma.

Cuando yo era más joven
(bueno, en realidad, será mejor decir
muy joven)
                   algunos años antes
de conoceros y
recién llegado a la ciudad,
a menudo pensaba en la vida.
                                                      Mi familia
era bastante rica y yo estudiante.

Mi infancia eran recuerdos de una casa
con escuela y despensa y llave en el ropero,
de cuando las familias
acomodadas,
                        como su nombre indica,
veraneaban infinitamente
en Villa Estefanía o en La Torre
del Mirador

                      y más allá continuaba el mundo
con senderos de grava y cenadores
rústicos, decorado de hortensias pomposas,
todo ligeramente egoísta y caduco.

Yo nací (perdonadme)
en la edad de la pérgola y el tenis.

La vida, sin embargo, tenía extraños límites
y lo que es más extraño: una cierta tendencia
retráctil.

                Se contaban historias penosas,
inexplicables sucedidos
dónde no se sabía, caras tristes,
sótanos fríos como templos.
                                                    Algo sordo
perduraba a lo lejos
y era posible, lo decían en casa,
quedarse ciego de un escalofrío.

De mi pequeño reino afortunado
me quedó esta costumbre de calor
y una imposible propensión al mito.

domingo, 11 de abril de 2021

Envejecer de Silvina Ocampo.

Envejecer 
de Silvina Ocampo.

Envejecer también es cruzar un mar de humillaciones cada día; 
es mirar a la víctima de lejos, con una perspectiva 
que en lugar de disminuir los detalles los agranda. 
Envejecer es no poder olvidar lo que se olvida. 
Envejecer transforma a una víctima en victimario.

Siempre pensé que las edades son todas crueles, 
y que se compensan o tendrían que compensarse 
las unas con las otras. ¿De qué me sirvió pensar de este modo? 
Espero una revelación. ¿Por qué será que un árbol 
embellece envejeciendo? Y un hombre espera redimirse 
sólo con los despojos de la juventud.

Nunca pensé que envejecer fuera el más arduo de los ejercicios,
una suerte de acrobacia que es un peligro para el corazón. 
Todo disfraz repugna al que lo lleva. La vejez 
es un disfraz con aditamentos inútiles. 
Si los viejos parecen disfrazados, los niños también. 
Esas edades carecen de naturalidad. Nadie acepta 
ser viejo porque nadie sabe serlo, 
como un árbol o como una piedra preciosa.

Soñaba con ser vieja para tener tiempo para muchas cosas. 
No quería ser joven, porque perdía el tiempo en amar solamente. 
Ahora pierdo más tiempo que nunca en amar, 
porque todo lo que hago lo hago doblemente. 
El tiempo transcurrido nos arrincona; nos parece 
que lo que quedó atrás tiene más realidad 
para reducir el presente a un interesante precipicio.

miércoles, 7 de abril de 2021

La casa de al lado de Fernando Cabrera.




No hay tiempo, no hay hora, no hay reloj
No hay antes ni luego ni tal vez
No hay lejos, ni viejos, ni jamás
En esa olvidada invalidez

Si todos se ponen a pensar
La vida es mas larga cada vez
Te apuesto mi vida una vez mas
Aquí no hay durante ni después

Deja no me lo repitas mas
Nosotros y ellos vos y yo
Que nadie se ponga en mi lugar
Que nadie me mida el corazón

La calle se empieza a incomodar
El baile del año terminó
Los carros se encargan de cargar
los restos del roto corazón

Acá en esta cuadra viven mil
Clavamos el tiempo en un cartel
Somos como brujos del reloj
Ninguno parece envejecer

Mi abuelo me dijo la otra vez
Me dijo mi abuelo que tal vez
Su abuelo le sepa responder
si el tempo es mas largo cada vez

Discrepo con aquellos que creen
que hay una sola eternidad
Descrean de toda soledad
Se engaña quien cree la verdad

Acá no hay tango
no hay tongo ni engaño
Aquí no hay daño
que dure cien años
Por fin buen tiempo
Aunque no hay un mango
Estoy llorando
me estoy acostumbrando

Se pasa el año se pasa volando
Ya no hay mas nadie que pueda alcanzarnos
Y yo mirando sentado en el campo
Como se pasa el año volando

No pasa el tiempo no pasan los años
Inventa cosas con cosas de antaño
A nadie espera la casa de al lado
Se va acordando, se acuerda soñando
Se va acordando

Por eso te pido una vez mas
tómatelo con tranquilidad
Puede ser ayer, nunca o después
Pero tu amor dame alguna vez.