sábado, 24 de marzo de 2012

LA POESÍA DE PACO URONDO. La verdad es la única realidad.


La verdad es la única realidad.

Del otro lado de la reja está la realidad, de
este lado de la reja también está
la realidad; la única irreal
es la reja; la libertad es real aunque no se sabe bien
si pertenece al mundo de los vivos, al
mundo de los muertos, al mundo de las
fantasías o al mundo de la vigilia, al de la explotación o
de la producción.
Los sueños, sueños son; los recuerdos, aquel
cuerpo, ese vaso de vino, el amor y
las flaquezas del amor, por supuesto, forman
parte de la realidad; un disparo en
la noche, en la frente de estos hermanos, de estos hijos,
aquellos
gritos irreales de dolor real de los torturados en
el ángelus eterno y siniestro en una brigada de policía
cualquiera
son parte de la memoria, no suponen necesariamente
el presente, pero pertenecen a la realidad. La única aparente
es la reja cuadriculando el cielo, el canto
perdido de un preso, ladrón o combatiente, la voz
fusilada, resucitada al tercer día en un vuelo inmenso
cubriendo la Patagonia
porque las masacres, las redenciones, pertenecen a la realidad,
como
la esperanza rescatada de la pólvora, de la inocencia
estival: son la realidad, como el coraje y la convalecencia
del miedo, ese aire que se resiste a volver después del peligro
como los designios de todo un pueblo que marcha
hacia la victoria
o hacia la muerte, que tropieza, que aprende a defenderse,
a rescatar lo suyo, su
realidad.
Aunque parezca a veces una mentira, la única
mentira no es siquiera la traición, es
simplemente una reja que no pertenece a la realidad.

Este poema fue escrito en la cárcel de Devoto (1973). Parafraseando la famosa frase de Juan Domingo Perón: “la única verdad es la realidad”

Francisco Urondo (Paco Urondo como se lo conoce) santafecino de nacimiento (1930) fue un poeta, periodista y militante político, del país y del extranjero, entre ellos, Primera Plana, Panorama, Crisis, La Opinión y Noticias.
A mediados de los años 60, Urondo comienza a transitar el camino de la militancia polÍtica, ingresando primero al Movimiento de Liberación Nacional (Malena) formado por intelectuales como Ismael y David Viñas, entre otros. Posteriormente se integra a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y más tarde a Montoneros. Dos meses después de producido el golpe militar de 1976, la conducción de Montoneros destina a Urondo a la provincia de Mendoza.
"El hombre para morir debe dejar su mañana algo que tanto le seduce, alguna bufanda que le acompañó toda su vida, algunas picardías que le bailaron en los ojos / El hombre para morir debe abandonar -con tristeza, sí- los temblores y los sufrimientos de su carne, debe olvidar su caricia, su supuesto abandono / El hombre para morir debe dejar sus papeles en orden y algún dolor, el aire y los abismos de su vida / El hombre para morir tiene que entrar en la humildad: tiene que vivir mucho".
Hoy por hoy se recuerda más al militante armado aquí recordamos al poeta aunque Paco Urondo se unen la poesía y política sino díficil separarlas.
Murió en junio 1976, enfrentando a la dictadura militar.
"Empuñé un arma porque busco la palabra justa", dijo alguna vez.

1 comentario:

El Gato dijo...

Estimados, ¿no fue Aristóteles quien dijo: "la unica verdad es la realidad" ?