Poesía, arte, cultura, música. Cuentos y Relatos. Un rincón que nace y crece en la Patagonia Argentina.
sábado, 31 de octubre de 2020
Corazón coraza por Mario Benedetti.
El amor ascendía entre nosotros de MIGUEL HERNÁNDEZ.
El amor ascendía entre nosotros
como la luna entre las dos palmeras
que nunca se abrazaron.
El íntimo rumor de los dos cuerpos
hacia el arrullo un oleaje trajo,
pero la ronca voz fue atenazada,
fueron pétreos los labios.
El ansia de ceñir movió la carne,
esclareció los huesos inflamados,
pero los brazos al querer tenderse
murieron en los brazos.
Pasó el amor, la luna, entre nosotros
y devoró los cuerpos solitarios.
Y somos dos fantasmas que se buscan
y se encuentran lejanos.
Miguel Hernández. Poeta español. Adscrito a la Generación del 27.
Nacido en Orihuela, el 30 de octubre de 1910.
Era hijo de campesinos, desempeñó entre otros oficios, el de
pastor de cabras.
Guiado por su amigo Ramón Sijé, se inició en la poesía desde
los veinte años; publicó su primer libro “Perito en lunas” en 1933 y “El rayo
que no cesa
Durante la guerra civil española (julio de 1936)militó muy
activamente en el bando republicano como Comisario de Cultura, siendo
encarcelado y condenado a muerte al terminar el conflicto.
Terminada la guerra regresó a Orihuela, donde fue detenido.
Condenado a muerte, se le conmutó luego la pena por la de cadena perpetua.
Cuando estaba en prisión, su mujer Josefina Manresa le envió
una carta en la que mencionaba que sólo tenían pan y cebolla para comer; el
poeta compuso en respuesta las “Nanas de la cebolla” que el autor empieza en la
cárcel, en trozos de papel higiénico, en 1938, y que se publicó en Buenos
Aires, la Argentina, después de su muerte en Alicante.
Antes de fallecer publicó su última obra “Cancionero y
romancero de ausencias”.
Muere en Alicante, 28 de marzo de 1942, con tan sólo treinta
y un años de edad.
miércoles, 28 de octubre de 2020
Mañana me voy de Jorge Castañeda.
Publicado en "Mester de Cantoría", de Jorge Castañeda, escritor patagónico. Poeta de Valcheta, Río Negro.
En las antesalas del Congreso - Fray Mocho.
lunes, 26 de octubre de 2020
A UNA ROSA - Lope de Vega.
viernes, 23 de octubre de 2020
miércoles, 21 de octubre de 2020
Los amantes de Horacio Salas.
Uno puede verlos quererse alegremente,
la sonrisa en los ojos, la piel muy junta,
mirando caer la tarde como si fuese última,
diciéndose palabras que uno imagina iguales, reiteradas,
y que seguramente en sus oídos sonarán inéditas.
Pero un día advierten que la tarde no les pertenece,
y como si interpretaran un rol bien aprendido,
casi sin despedirse,
comprenden que el silencio es la mejor especie del adiós.
A partir de ese instante los recuerdos atraparán sus manos
cuando las calles establezcan una enorme distancia
que el tiempo se encargará de corroer,
como un castillo de arena abandonado.
II
Lo difícil no es tanto pronunciar las palabras finales,
o mirarse por última vez en otros ojos,
sino la dura obligación que empieza luego
cuando se inicia el largo aprendizaje del silencio,
el hábito de percibir la voz querida desdibujándose en el aire.
Entonces, cuando sabemos lo absurdo de comenzar el día,
de evocar los fantasmas y estar solos,
despiadadamente invocamos al olvido
pretendiendo que abarque todos nuestros actos.
Rara vez lo logramos.
domingo, 18 de octubre de 2020
SEÑOR, TENÍAN MADRES de ANTONIO CAPONNETTO.-
sábado, 17 de octubre de 2020
LA ÚNICA ROSA por Juan Ramón Jiménez.
amor, la única rosa.
Y todo queda contenido en ella,
breve imajen del mundo,
¡amor!, la única rosa.
jueves, 15 de octubre de 2020
Los mejores de la raza de Charles Bukowski.
domingo, 11 de octubre de 2020
ARROYO SALADO de Carlos Basabe.
Mi viejo y querido amigo, aquel de las alegrías,
Hoy vuelvo a recuperarte después de tantas etapas
Te vi en una foto antigua cuando en tus aguas reía
Y las algas transparentes mostraban tu clara estampa
Tal vez no tenga razones de juzgar a mis paisanos
Pero siento la impotencia de haber faltado unos años
Y cuando voy de visita te encuentro todo cambiado
Menoscabo de una historia, que logran haciendo daño
Tu vida igual que la mía, la fue desgastando el tiempo
Pocos son los que se acuerdan de esas tardes de verano
Cuando metido en tu lecho con la pandilla del barrio
Refrescábamos el cuerpo, sin hacer ningún apaño
Me recuerdo a los tomeros, en épocas de limpieza
Metidos dentro de tu agua, recortándote las algas
Que salían presurosas rio abajo y en jangadas
Como barcos de ilusiones según nuestra tenue infancia
También recuerdo los peces, aquellas percas doradas
Se veían desde un puente, que mi padre fabricara
O brincando entre la red cuando en las noches pescaba
A orillas del desemboque tras la chacra de Coraza
Responsables son aquellos que su deber es cuidarte
O los que vierten inmundas sustancias dentro del agua
Que te ignoran como historia, se olvidan de que jugaste
Un papel preponderante justo en la puerta del valle
Yo no puedo hacer gran cosa, tal vez pudiera añorarte
Pero ¡claro!, la distancia, también es algo que atañe
Solo quiero que recuerdes lo mucho que supe amarte
Un día echaré una flor en tu cauce agonizante
El arroyo salado, columna vertebral de Villa Regina, fue santuario de pescadores que acudían de otras localidades en las templadas noches de verano. Su majestuoso cauce claro, transparente y límpido, ha sido asesinado por autoridades, fabricas, chacareros y desalmados que arrojan en su trayecto cuanta basura pueda contribuir a su deterioro final. Solo los nostálgicos y sensibles nos revelamos ante su muerte repudiando con las armas que poseemos para que sepan que la naturaleza pone todas sus cosas en su sitio.
sábado, 10 de octubre de 2020
Las mejillas coloradas de mi madre de Yutaka Hosono.
se hicieron más coloradas las mejillas de mi madre,
y brillaron vivamente, de especial manera,
aquel invierno del año cuando se perdió la Guerra.
En ese entonces por el golpe de la derrota,
se enfriaron aún más los corazones de la gente.
Ese frío hizo que la nieve fuera más intensa
en la zona semirural que está en las afueras de la ciudad de Yokohama.
Y a medianoche cuando vinieron a buscarla,
mi madre salió desafiando el viento glacial sobre su bicicleta,
amarró el maletín negro al portaequipajes, y partió hacia la casa
donde esperaba la encinta aguantando sus dolores de parto.
Siempre vinieron a buscarla en las altas horas de la noche,
mi madre antes de salir averiguaba sin falta la hora del plenamar.
mi hermano menor y yo, que éramos estudiantes de primaria,
nos aferramos a las ropas de la cama,
y abrazando el vacío que quedaba
después de la salida de nuestra madre,
le pedimos que nos jurara
que regresaría pronto.
Cuando empezaba a amanecer, en el crepúsculo,
percibía en la espalda la resonancia del primer vagido,
mi madre retornaba precipitadamente a casa por la carretera de Hachiouji,
y yo la estaba mirando en el sueño.
jueves, 8 de octubre de 2020
EL VIAJE DEFINITIVO de Juan Ramón Jiménez.
cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico...
Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.