Si yo tuviera una lengua de mariposa,
entraría en ti más y más profundamente
y te chuparía todo el amor.
Pero mi lengua es corta y plana,
por lo que sólo lamo esmeradamente los pétalos
y ando impaciente por el pistilo.
Sólo llego a un punto en el que aguardo,
mi Musa que se aleja de mí, y a pesar de ello,
viene apareciendo ante mis ojos cerrados algo sublime.
Es como las nubes, se transfiguran constantemente,
en montañas, en sueños, en alas de mariposas que atraviesan el océano,
y a veces en dos cuerpos que se aman.
Hasta donde me sea posible acerco la nariz y la boca
a la flor que se sostiene entre las piernas atléticas como de una adolescente,
aspiro lentamente el olor húmedo y nostálgico de la tierra natal.
“Ésta es mi otra cara”, tú murmurando,
te quedas liberada.
¿Eres mi madre?
Es como si yo lo saboreara por completo con mi lengua.
Pero tú que estás siempre lejos,
como los pechos muy distantes.
Yutaka Hosono vive en Yokohama, uno de los puertos más importantes de Japón.
Se ha destacado como poeta y traductor. Es autor de los poemarios (en japonés).
Estudió idioma castellano en la Universidad de Tokio.
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