Estación Claridad – María Elena Walsh.
No hay túnel que dure cien años,
mi vida.
Mira como se arruga la tiniebla,
la procesión de pálidas se desbarranca, los funcionarios inauguran ruinas.
Y vos y yo fundamos aires buenos.
Dónde estará la plata de mi río,
sólo barro y olitas de minué.
En los camalotes cantan sirenas, pero Ulises camionero no las oye,
sólo escucha la radio.
Llueve liquen en los decrépitos televisores,
buenas noches a todos,
mariposas y difuntos.
Transmiten en cadena las cadenas.
El cemento se cansa de ser cobija de la Pampa.
Por los baches asoma la luz mala,
resucitan cardos y maíces,
abran paso las luciérnagas curiosas que verán.
Viento sur, olor a transparencia, silbo de la calandria,
madrecita cantora del primer rayo de la aurora.
La sopa de los pobres llega al centro,
y su vapor al reino de los cielos.
Ventolina que barre tormentas, lavadero del alma,
nos deja serenitos, reciclando la pena en vasto amor.
Silbo de la calandria y vidalita de la
esperanza.
Darle cuerda al amanecer, empujar un poco al Sol,
al buen día meterlo en casa.
Silba la calandria y nos sorprende en vela,
amuchados, con ganas de seguir.
Estación claridad vamos llegando.
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