En un claro del jardín
blanco de la luna llena,
Pierrot, convulso de pena,
ha roto su bandolín.
La faz, pálida de harina
tiene un gesto de dolor,
cuando evoca a Colombina
en la voz del surtidor.
Y si en la glorieta, suave
la brisa, besa a las rosas
–para olvidar su infortunio–,
Pierrot danza mudo y grave
en las noches milagrosas
nevadas de plenilunio.
Lucía Sánchez Saornil (Madrid, 13 de diciembre de 1895 – Valencia, 2 de junio de 1970).
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