Samuel Taylor Coleridge soñó que recorría el Paraíso y que un ángel le daba una flor como prueba de que había estado allí.
Cuando Coleridge despertó y se encontró con esa flor en la mano, comprendió que la flor era del infierno y que se la dieron nada más que para enloquecerlo.
Sadismo y masoquismo.
Escena en el infierno. Sacher-Masoch se acerca al marqués de Sade y, masoquísticamente, le ruega:
-¡Pégame, pégame! ¡Pégame fuerte, que me gusta!
El marqués de Sade levanta el puño, va a pegarle, pero se contiene a tiempo y, con la boca y la mirada crueles, sadísticamente le dice:
-No.
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Enrique Anderson Imbert nace en la Ciudad de Córdoba, Argentina un 12 de febrero de 1910. Escritor, ensayista, crítico literario y profesor universitario argentino.
Fue profesor en la Universidad de Tucumán entre 1941 y 1946.
Con la llegada al poder en 1946 del General Perón, obtuvo una beca Guggenheim
que le permitió estudiar en la Universidad de Columbia y acceder a distintos
puestos docentes en EE.UU. En 1965, la Universidad de Harvard creó para él la
Cátedra de Literatura Hispanoamericana.
Escribió
novelas, cuentos y ensayos; entre otros, Vigilia, El otro lado del espejo, Teoría
del cuento y Mentiras y mentirosos en el mundo de las Letras. Recibió
innumerables distinciones. Fue Miembro de la Academia Argentina de Letras, de
la Real Academia Española, de la American Society of Arts and Sciences, de las
Academias Norteamericana y Chilena de la Lengua y de la de Artes y Ciencias de
Puerto Rico.
Más reconocido en el extranjero que en su país natal la
Argentina. Enrique Anderson Imbert
cosechó elogios por sus novelas y cuentos, pero también y sobre todo por sus
aportaciones a la crítica literaria, actividad en la que se destacó.
En 1994 fue candidato al Premio Cervantes.
Jubilado desde 1980 de sus clases en EE.UU, regresó a su
patria en los últimos años y se instaló en Buenos Aires, donde falleció el 6 de
diciembre del 2000 a la edad de 90 años.
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