Los amantes se dejan
y no es el fin del mundo
descuidan aun la formalidad
de la tristeza
de las lágrimas
cada quien tiene prisa por volver a su vida
como si fuera asunto de reloj.
Es cierto amantes
todas las despedidas son así
se olvidan pronto o no se olvidan nunca
/ojalá no seas un zahir
ojalá no te me hagas inolvidable/
y el momento preciso ya no duele
como si un reflejo de la divinidad
nos tocara en sus cóncavos espejos
como un relámpago
/Nadie soportaría la mirada
del tiempo simultáneo
de su propia existencia
en los espejos de la eternidad/
Id en la gracia, amantes, id
en la ignorancia, id
en el olvido
Pero no pretendáis ya
con arrogancia
ser felices.
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