Mi árbol y yo
de Alberto Cortez.
Mi madre y yo lo plantamos en el límite del patio
Donde termina la casa
Fue mi padre quien lo trajo, yo tendría cinco años, y él
Él apenas una rama
Al llegar la primavera abonamos bien la tierra
Y lo cubrimos de agua
Con trocitos de madera hicimos una barrera
Para que no se dañara
Mi árbol brotó
Mi infancia pasó
Hoy bajo su sombra
Que tanto creció
Tenemos recuerdos
Mi árbol y yo.
Mi árbol brotó
Mi infancia pasó
Hoy bajo su sombra
Que tanto creció
Tenemos recuerdos
Mi árbol y yo.
Con el correr de los años, con los pantalones largos
Me llegó la adolescencia
Fue a la sombra de mi árbol una siesta de verano
Cuando perdí la inocencia
Luego fue tiempo de estudios con regresos a menudo
Pero con plena conciencia
Que iniciaba un largo viaje, solo de ida el pasaje, y así
Me ganó la ausencia
Mi árbol quedó
Y el tiempo pasó
Hoy bajo su sombra
Que tanto creció
Tenemos recuerdos
Mi árbol y yo.
Muchos años han pasado y por fin he regresado
A mi terruño querido
Y en el límite del patio allí me estaba esperando
Como se espera a un amigo
Parecía sonreírme como queriendo decirme: "mira
Estoy lleno de nidos"
Ese árbol que plantamos hace... cuarenta y muchos años
Siendo yo apenas un niño
Aquel que brotó
Y el tiempo pasó
Mitad de mi vida
Con él se quedó
Hoy bajo su sombra
Que tanto creció
Tenemos recuerdos
Mi árbol
Y yo.
José Alberto García Gallo (Rancul, La Pampa; 11 de marzo de
1940-Móstoles, Madrid; 4 de abril de 2019), más conocido como Alberto Cortez,
fue un cantautor y poeta argentino nacionalizado español.
Era descendiente de españoles por parte de su padre, José Martiano
García, y de italianos piamonteses por parte de su madre, Ana Magdalena Gallo.
Con seis años ingresó en la Escuela n.º 31 y también en el conservatorio de
música de Rancul, que dependía del Alberto Williams de la capital federal, que
era el que otorgaba títulos y diplomas.
A los doce años sus padres le envían a San Rafael, provincia
de Mendoza, donde vivían su tíos Leonor e Isidoro. Allí ingresa a la vez en el
Colegio Nacional "Manuel Ignacio Molina" para estudiar el bachiller y
en el Conservatorio Chopin para proseguir con sus estudios de piano bajo la
tutela del profesor Robert Whermouth.
"Un día se me ocurrió contar la historia de cómo fue
que lo plantamos con mi madre, en la vieja casona de Rancul (una localidad en
el norte de la provincia de La Pampa), donde viví en mi infancia y
adolescencia. Tal como dice la canción, mi papá trajo un arbolito, que no
llegaba a los 20 centímetros de altura", contó alguna vez. "Muchos
años después, mi madre tuvo que podar el árbol porque sus raíces eran tan
grandes que le estaban tirando la casa al vecino. Fue una especie de conflicto
vecinal. Con todo el dolor del alma se cortó ese árbol que fue parte de mi vida
y de la de mi madre". Grabado en 1989, como parte del álbum “Coincidencias”.
La canción "Cuando un amigo se va" de Alberto Córtez (dedicada a su padre en 1969) quien se enteró de la muerte de su padre mientras estaba de gira, durante un concierto en Madrid. Las otras canciones son "Alfonsina y el mar" de Ariel Ramírez y Félix Luna y "Gracias a la vida" de Violeta Parra son consideradas según encuesta de un periódico de Chile como las tres mejores canciones en idioma castellano del siglo XX.
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