Chiquilín de Bachín
Por las noches, cara sucia
de angelito con bluyín,
vende rosas por las mesas
del boliche de Bachín.
Si la luna brilla
sobre la parrilla,
come luna y pan de hollín.
Cada día en su tristeza
que no quiere amanecer,
lo madruga un seis de enero
con la estrella del revés,
y tres reyes gatos
roban sus zapatos,
uno izquierdo y el otro ¡también!
Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.
Cuando el sol pone a los pibes
delantales de aprender,
él aprende cuánto cero
le quedaba por saber.
Y a su madre mira,
yira que te yira,
pero no la quiere ver.
Cada aurora, en la basura,
con un pan y un tallarín,
se fabrica un barrilete
para irse ¡y sigue aquí!
Es un hombre extraño,
niño de mil años,
que por dentro le enreda el piolín.
Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.
Música: Astor Piazzolla
Letra: Horacio Ferrer.
EL CHIQUILIN DE BACHIN
El niño que vendía flores en Bachín se llamaba Pablo Alberto González y tenía en ese momento 11 años. En 1970 la revista Siete Días lo entrevistó:
-¿Siempre vendiste flores?
-Antes trabajaba abriendo y cerrando las puertas de los taxis, hasta que una amiga, hace como tres años, me dijo que vendiera flores, que ganaría más. Yo soy el único de mis hermanos que trabaja, porque ellos son demasiado chicos. Mi mamá también trabaja: hace la limpieza en algunos bares.
-Dónde vivís?
-En una pensión, en Charcas y Alem, tenemos una pieza grande.
-¿Sabías que Piazzolla y Ferrer te estaban haciendo una canción?
-Sí, porque la noche que los conocí en Bachín me dijeron que yo era un pibe simpático y que me harían un tango, pero tenía que seguir portándome bien. Después el tango lo estrenaron en mi casa. Esa noche ellos trajeron tortas y bebidas. Hicieron una fiesta muy grande, y mi mamá preparó y adornó toda la casa para cuando llegaran. Después lo tocaron en el teatro Regina y también allí nos invitaron. Esa noche canté varias canciones y el público me aplaudió mucho.
-¿Te gusta Chiquilín de Bachín?
-Me gusta mucho. La parte más linda es esa que dice: "Angelito cara sucia y vende flores en el boliche de Bachín, baleame con tres rosas el hambre que yo te entendí".
-¿Entendés lo que quiere decir?
-No, pero me gusta igual.
-¿Cuántas horas trabajás?¿Qué hacés con esa plata?¿Qué hacés cuando no estás trabajando o en la escuela?
-Trabajo de 12 de la noche a 6 de la mañana, y la plata que gano se la doy a mi mamá. No siempre me compran las rosas, pero cuando es una pareja yo les digo: "Che, negro, comprame un ramito para tu amada", y si se niega le digo a ella: "Y vos, preciosa, no me comprás?" Entonces, antes de pasar calor, el tipo saca la plata y me compra. A veces la gente me reconoce, me dice "Chau, chiquilín de Bachín". Cuando no trabajo juego al fútbol con mis amigos en la playa de estacionamiento que está en Charcas, casi al lado del puerto (Wikipedia).
“Chiquilín de Bachín” (1968), grabada por Amelita Baltar en noviembre de 1969 en un disco simple del sello CBS con otro tema innovador en los tangos argentinos como era “Balada para un loco” hoy son clásicos de la música argentina.
MOMENTO MUSICAL.
Mirar en Youtube.



No hay comentarios:
Publicar un comentario