Letra "LUNA TUCUMANA"
de Atahualpa Yupanqui.
de Atahualpa Yupanqui.
Yo no le canto a la luna
porque alumbra y nada mas,
le canto porque ella sabe
de mi largo caminar.
Ay lunita tucumana
tamborcito calchaquí,
compañera de los gauchos
en las sendas de Tafí.
Perdida en las cerrazones
quien sabe vidita
por donde andaré
mas, cuando salga la luna,
cantaré, cantaré.
A mi Tucumán querido
cantaré, cantaré, cantaré.
Con esperanza o con pena
en los campos de Acheral
yo he visto a la luna buena
besando el cañaveral.
En algo nos parecemos
luna de la soledad:
yo voy andando y cantando
que es mi modo de alumbrar.
RECORDANDO A Don ATAHUALPA YUPANQUI EN EL ANIVERSARIO DE SU NATALICIO...
Atahualpa Yupanqui, en quechua, "el que viene de lejanas
tierras para decir algo", seudónimo de Héctor Roberto Chavero Aramburu
nacio en Juan A. de la Peña, partido de Pergamino, el 31 de enero de 1908 –
falleció en Nîmes, Francia, el 23 de mayo de 1992, cantautor, guitarrista,
poeta y escritor.
Se lo considera el más importante músico argentino de
folclore de Nuestra América.
Sus composiciones han sido cantadas por reconocidos intérpretes, como
Juan Carlos Baglietto, Los Tucu Tucu, Los Chalchaleros, Los Fronterizos,
Mercedes Sosa, María Dolores Pradera, Alberto Cortez, Pedro Aznar, Horacio
Guarany, Jorge Cafrune, Alfredo Zitarrosa, José Larralde, Víctor Jara, Ángel
Parra, Liliana Herrero, Jairo, Andrés Calamaro, Divididos, Marie Laforêt, Mikel
Laboa, Soledad Pastorutti, Federico Pecchia y Enrique Bunbury entre muchos
otros, formando parte del repertorio de innumerables artistas, en la Argentina nuestra y en distintas partes del mundo.
En 1986 Francia lo condecoró como
"Caballero de la Orden de las Artes y las Letras".
Su infancia
transcurrió en Agustín Roca, partido de Junín, donde su padre trabajaba en el
ferrocarril.
Inicialmente estudió violín con el Padre Rosáenz, el cura del
pueblo.
Más tarde aprendió a tocar la guitarra en la ciudad de Junín con el
concertista Bautista Almirón, quien sería su único maestro. Inicialmente vivió
en Junín en la casa de Almirón; posteriormente regresó al pueblo de Roca y
viajaba 16 kilómetros a caballo para tomar las lecciones en la ciudad.
Atahualpa Yupanqui descubrió la música de Sor, Albéniz, Granados y Tárrega, y
también las transcripciones para guitarra de obras de Schubert, Liszt,
Beethoven, Bach, Schumann.
En 1917 con su familia pasó unas vacaciones en
Tucumán, y allí conoció un nuevo paisaje y una nueva música, con sus propios
instrumentos, como el bombo y el arpa india, y sus propios ritmos, la zamba,
entre ellos.
La temprana muerte de su padre lo hizo prematuramente jefe de
familia.
Jugó tenis, boxeó y se hizo periodista.
Fue improvisado maestro de
escuela, tipógrafo, cronista, músico y fundamentalmente, agudo observador del
paisaje y del ser humano.
A los 19 años de edad, compuso su canción
"Camino del Indio". Emprendió un viaje a Jujuy, Bolivia y los Valles
Calchaquíes. En 1931 recorrió Entre Ríos, afincándose un tiempo en
"Tala". Participó en la fracasada sublevación de los hermanos
Kennedy, en la cual estuvieron envueltos también el coronel Gregorio Pomar y
Arturo Jauretche, que inmortalizó la patriada en su poema gauchesco "El
Paso de los Libres".
Después de esta derrota debió exiliarse en Uruguay.
Pasó por Montevideo, para luego dirigirse al interior oriental y el sur del
Brasil.
En 1934 reingresó a la Argentina por Entre Ríos y se radicó en Rosario.
En 1935 se estableció en "Raco", provincia de Tucumán. Pasó
brevemente por la ciudad de Buenos Aires, donde varios intérpretes comenzaban a
popularizar sus canciones, para actuar en radio.
Recorrió después Santiago del
Estero, para retornar por unos meses a "Raco" en 1936. Realizó una
incursión por Catamarca, Salta y Jujuy.
Más tarde visitó nuevamente el
Altiplano en busca de testimonios de las viejas culturas aborígenes.
Retornó a
los Valles Calchaquíes, recorrió a lomo de mula los senderos jujeños y residió
por un tiempo en "Cochangasta", provincia de La Rioja.
Atahualpa se
fue a Europa en 1949. Édith Piaf lo invitó a actuar en París el 7 de julio de
1950.
Inmediatamente firmó contrato con "Chant du Monde", la compañía
de grabación que publicó su primer LP en Europa, "Minero soy", que
obtuvo el primer premio de "Mejor Disco de la Academia Charles Cros",
que incluía trescientos cincuenta participantes de todos los continentes en el
Concurso Internacional de Folclore.
Posteriormente, viajó extensamente por
Europa. En 1952, Yupanqui regresó a Buenos Aires, donde rompió su relación con
el Partido Comunista (P.C.), lo que hizo más fácil para él concertar actuaciones en
radio.
Mientras que con su esposa francewsa, y concertista de piano Nenette,
construía su casa de Cerro Colorado (Córdoba), Yupanqui recorría el país.
Musicalizó las películas "Horizontes de piedra" (1956), basada en su
libro "Cerro Bayo" y el film "Zafra" (1959), actuando
también en las mismas.
El reconocimiento del trabajo etnográfico de Yupanqui se
generalizó durante la década de 1960, y con artistas como Mercedes Sosa,
Alberto Cortez y Jorge Cafrune grabaron sus composiciones y lo hicieron popular
entre los músicos más jóvenes, que se refieren a él como "Don Ata".
Yupanqui alternaba entre sus casas en Buenos Aires y Cerro Colorado, provincia
de Córdoba.
Durante 1963 y 1964, realizó una gira por Colombia, Japón,
Marruecos, Egipto, Israel e Italia.
En 1967 realizó una gira por España
estableciéndose finalmente en París. Volvió periódicamente a la Argentina y
apareció en la película "Argentinísima II" en 1973, pero estas
visitas se hicieron menos frecuentes cuando la dictadura militar de Jorge
Videla llegó al poder en 1976.
En 1985 obtuvo el "Premio Konex de
Brillante" como mayor figura de la historia de la música popular
argentina.
En 1987 volvió al país para recibir el homenaje de la Universidad
Nacional de Tucumán.
Debió internarse en Buenos Aires en 1989 para superar una
dolencia cardíaca, pese a lo cual en enero de 1990 participó en el
"Festival de Cosquín".
Sin embargo, a los pocos días Yupanqui cumplió
un compromiso artístico en París.
Volvió a Francia en 1992 para actuar en
Nîmes, donde se indispuso y falleció el 23 de mayo.
Por su expreso deseo, sus
restos fueron repatriados y descansan en "Cerro Colorado".
Son 325
canciones de su autoría registradas oficialmente, varias en colaboración en la
partitura musical con su esposa Nannete. DON ATAHUALPA YUPANQUI, CANTOR,
GUITARRERO, POETA, ESCRITOR, COMPOSITOR... UN INMORTAL POR DERECHO
PROPIO...