sábado, 14 de mayo de 2016

La Hora de Juana de Ibarbourou.


Tómame ahora que aun es temprano

y que llevo dalias nuevas en la mano.


Tómame ahora que aun es sombría
esta taciturna cabellera mía.



Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.



Ahora que calza mi planta ligra
la sandalia viva de la primavera.



Ahora que mis labios repica la risa
como una campana sacudida a prisa.



Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!
Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.



¡Tómame ahora que aun es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!



Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.



Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?

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