Arte poética.
Ama tu verso, y ama sabiamente tu vida,
la estrofa que mas vive, siempre es la mas vivida.
Un mal verso supera la mas perfecta prosa,
aunque en prosa y en verso digas la misma cosa.
Así como el exceso de virtud hace el vicio,
el exceso de arte llega a ser artificio.
Escribe de tal modo que te entienda la gente,
igual si es ignorante que si es indiferente.
Cumple la ley suprema de desdeñarlas todas,
sobre el cuerpo desnudo no envejecen las modas.
Y sobre todo, en arte y vida, se diverso,
pues solo así tu mente revivirá en tu verso.
… … …
Carta a Usted.
Según dicen, ya usted tiene otro amante.
Lástima que la prisa nunca sea elegante.
Yo sé que no es frecuente que una mujer hermosa,
se resigne a ser viuda, sin haber sido esposa.
Y me parece injusto discutirle el derecho
de compartir sus penas sus goces y su lecho.
Pero el amor señora, cuando llega el olvido,
también tiene el derecho, de un final distinguido.
Perdón... Si es que la hiere mi reproche... Perdón
aunque sé que la herida no es en el corazón.
Y para perdonarme... Piense si hay más despecho
que en lo que yo le digo, que en lo que usted ha hecho.
Pues sepa que una dama, con la espalda desnuda
sin luto, en una fiesta, puede ser una viuda.
Pero no como tantas de un difunto señor,
sino para ella sola, viuda de un gran amor.
Y nuestro amor recuerdo, fue un amor diferente,
al menos al principio, ya no, naturalmente.
Usted será el crepúsculo a la orilla del mar,
que según quien lo mire será hermoso o vulgar.
Usted será la flor que según quien la corta,
es algo que no muere o algo que no importa.
O acaso cierta noche de amor y de locura
yo vivía un ensueño y... y usted una aventura.
Sí... usted juró cien veces, ser para siempre mía
yo besaba sus labios pero no lo creía.
Usted sabe y perdóneme, que en ese juramento,
influye demasiado la dirección del viento.
Por eso no me extraña que ya tenga otro amante,
a quien quizás, le jure lo mismo, en este instante.
Y como usted señora, ya aprendió a ser infiel,
a mí así de repente, me da pena por él.
Sí, es cierto... alguna noche su puerta estuvo abierta
y yo en otra ventana me olvidé de su puerta.
O una tarde de lluvia se iluminó mi vida,
mirándome en los ojos de una desconocida.
Y también es posible, que mi amor indolente
desdeñara su vaso bebiendo en la corriente.
Sin embargo señora... Yo con sed o sin sed,
nunca pensaba en otra... si la besaba a usted.
Perdóneme de nuevo si le digo estas cosas;
pero ni los rosales dan solamente rosas.
Y no digo estas cosas, por usted, ni por mí,
sino por... por los amores que terminan así.
Pero vea señora... que diferencia había;
entre usted que lloraba... y yo que sonreía.
Pues nuestro amor concluye con finales diversos
usted besando a otro... Yo escribiendo estos versos.
José Ángel Buesa nació el 2 de septiembre de 1910, en
Cruces, ciudad de la antigua provincia de "Las Villas", actualmente
Cienfuegos, Cuba, rodeada de centrales y campos de caña.
Cuando la Revolución Cubana triunfó en 1959, José Ángel
Buesa era el poeta más leído y recitado en Cuba. La prensa oficial lo considerá
como un poeta que representaba los valores de una época ya pasada y criticando
su obra como un poema “cursi, fácil y burgués”.
Al llegar la Revolución Cubana Buesa se ve obligado a
abandonar la isla de Cuba y vive en España, El Salvador y definitivamente en Santo
Domingo.
Tras sus estudios en el Colegio de los Hermanos Maristas
de Cienfuegos se trasladó a La Habana, donde se incorporó a los grupos
literarios existentes.
Publicó su primer poemario en 1932 y continuó con una producción
constante que se difundió ampliamente por todos los países de habla hispana.
Entre sus libros más conocidos se cuentan: “La Fuga de las Horas”, “Oasis", "Poeta Enamorado", entre otros.
Fragmento de algunos poemas:
Poema del renunciamiento: “Pasarás por mi vida sin saber que
pasaste. / Pasarás en silencio por mi amor y, al pasar, / fingiré una sonrisa
como un dulce contraste / del dolor de quererte y jamás lo sabrás”.
Poema de la despedida: “Te digo adiós y acaso te quiero todavía. / No sé si he de olvidarte, pero te digo adiós. / No sé si me quisiste, no sé si te quería / O tal vez nos quisimos demasiado los dos”. Esta fué hecha canción.
Muchos lo consideran a Buesa como el Mayor Poeta Romántico de
la Lengua Castellana.
Fallecido, en el exilio, en la ciudad de Santo Domingo (República Dominicana)
un 14 de agosto en 1982.
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