A veces me gustaba
sentarme con mi padre
ante una breve mesa
dispuesta entre las plantas.
mientras hablaba,
él cortaba el pan
en pequeñas porciones
con sus manos acostumbradas
a acariciar la vida,
después vertía el vino blanco en vasos verdes
y entre tranquilos sorbos
decía que hermoso el mediodía.
No sé por qué en una mañana de esas
se fue a cortar el pan a la melancolía
y a beberse el vino entre el rocío.
A veces, todavía,
me gusta sentarme con mi padre
para contarle como va la vida.
HAMLET LIMA QUINTANA (1923 - 2002).
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