Este poema "descubierto hace unos minutos" es del salteño José Solís Pizarro (que tampoco lo conocía... ¡Cuánto por conocer y aprender queda en esta vida!).
José Solís Pizarro tenía 16 años cuando creó este
inusual camposanto en el patio de su casa bajo una arboleda de frondosos
laureles.No podía ver una ave muerta tirada en el campo…él la levantaba y le
daba sepultura.La entrada al cementerio, que limita con un corral donde se
amansan caballos, tenía una tranquera flanqueada por dos anchos pilares de
piedras que están pintados a la cal. Ya no tiene la tranquera, y el hueco está
protegido por una alambrada.
Debajo de la arboleda, hay un sendero a la par de
una acequia que en verano baja con aguas cristalina. Con durmientes de quebracho
se hizo un pequeño puente que comunica al cementerio con “El Refugio”, el patio
donde se juntaba Solís Pizarro con sus amigos.
En 1975 la Asociación de
Cananicultores y Ornitólogos de Salta puso una plaqueta recordatoria cuando el
cementerio cumplió 50 años.“Todavía hay gente que viene desde la ciudad y de
provincias vecinas a enterrar a sus pájaros. Los traen envueltos en una mortaja
y así los sepultan”, explica Analía Pintos de Maruyama, nuera de Atocha del
valle.
En el suelo hay lápidas con versos:Volaba de rama
en ramaUn amoros jilgueroDonde quedó prisioneroY otra dice:Canta el copleroCanta
el vidaleroPero el que mejor cantaEs el chalchalero“ Nunca se dejó constancia
escrita de las aves que fueron sepultadas aquí – dice Analía - .
Son centenares, de eso estamos seguros. Aquí
vienen los chicos de Atocha todas las semanas a enterrar un pajarito. Y eso
tiene de bueno: que los chicos aquí no andan hondeando las aves. Al contrario
ellos las protegen. Pero de ahora en más, vamos a llevar un registro de las
sepulturas”.Atocha del Valle Solís Pizarro de Maruyama está segura: “los versos
que hay pintados en la piedras del cementerio son de mi padre y de los poetas
que venían al lugar.
Es una lástima que no los hayan firmado.”Camino a
Atocha, pasando el barrio Santa Lucía, hay un barrio muy populoso que lleva el
nombre de Don José Solís Pizarro. Sus calles tienen nombres de pájaros, en honor
al Cementerio que creó el poeta.
Fuente: http://www.lavozdeatocha.com.ar/#/s13/
Y este poema que parece un trabalengua es ¡magnífico!
Y este poema que parece un trabalengua es ¡magnífico!
La chicharra chocha
de José Solís Pizarro.
Rechoncha la chicharra
chirria
chocha,
en un
churqui chorco
del
país de Atocha.
Chirria
pa la chicha
chura
de los chicheros,
pa los
charquis y el chilcán
de
tuitos los chiveros.
Pa los
techos de ají
del
rancho a quincha,
pa las
yeguas chunchas
que
relinchan.
Pa los
choclos asaos
del
gaucho en la mañana,
pa los
miches chamuscaos
de la
colchana.
Pa los
changos
rasquinchos
y
tuitos los charangos
lomos de quirquincho.
Pa los
nidos de chascas,
pa la guagua
chuschenta,
pal
machazo coyuyo
chilla
más contenta.
Repente
en la noche,
la chicharra chocha,
volóse
del churqui
del
país de Atocha.
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