martes, 4 de septiembre de 2018

Van Gogh. (Una noche imaginaria en su vida) por María Rosa Giovanazzi.

Van Gogh. (Una noche imaginaria en su vida) 
por María Rosa Giovanazzi.

Había dejado atrás su habitación con olor a  pintura y el cuadro  del “Trigal con gavillas” sin terminar. Le dolía la cabeza, había estado encerrado todo el día, tratando de lograr el cielo que imaginaba y había sido imposible.
Caminó recorriendo el “Jardín de Luxemburgo” el paseo le ofrecía la magia de sus diferentes verdes, años atrás los había pintado, era verano en ese entonces y los colores de las sombrillas de las damas y los árboles en flor, conseguían  que mirarlo fuese un placer.  Hoy al recorrerlo, admiraba  el cielo tan diferente al de aquella pintura, era el otoño que vestía al paisaje de dorado.
Entró al café Terrace, el cansancio le daba lentitud a sus pasos, el mozo conocedor de sus gustos, le sirvió una copa de licor. Vicent recorría los detalles del salón, el movimiento de las personas que conversaban en las mesas y pensaba; “Debo pintar este lugar, donde las  ideas se pierden y uno puede llegar a volverse loco y cometer crímenes” Y lo voy a llamar; Café Terrace, Place du Forum. (*)
Entró un grupo de jóvenes cantando, le molestó su algarabía, se puso de  pie y salió, ya era de noche. Se detuvo en la calle, su mente era un torbellino de ideas y colores, echó a correr, quería borrar el cariz enrarecido de sus pensamientos y no lo lograba.
Al llegar y abrir la puerta lo primero que vio fue el lienzo inconcluso.  Recordó el cielo de esa tarde. Mezcló colores, sus manos volaban, eran palomas decididas, unió el celeste, el verde, el blanco, había logrado el firmamento, al fin, allí estaba “El trigal con gavillas”.
(*) Carta a su hermano Théo. 8/12/1888.
Publicado en Cuentos y poesías 
de María Rosa Giovanazzi.

1 comentario:

mariarosa dijo...


Hola Guillermo: que sorpresa ver en mis blog preferidos mi propio cuento. Gracias. Eres siempre muy amable.
Espero que que te haya gustado.

mariarosa