Los argentinos somos vivos porque
somos mucho mas piolas que los demás
Por eso es que en todo el mundo admiran
nuestra contundente superioridad.
Somos tan lindos y tan importantes
y tan fascinante nuestra sobriedad
que en ningún sitio pueden olvidarse
de nuestra humildad.
Los europeos buenos consejeros
siempre buenas ondas nos quieren tirar
rusos y yanquis que nos quieren tanto
siempre se pelean por nuestra amistad.
En cambio los latinoamericanos
subdesarrollados no podrán jamás
ser tan hermosos como nuestra pura
estirpe nacional
Por eso a los argentinos
nos quieren en todas partes
porque somos el baluarte
de toda la humanidad.
Por eso es que en la Argentina
invierten de todas partes
porque imperialismo aparte
nos quieren homenajear
No creas nunca que los argentinos
somos mas cretinos que el peor rufián
y que además seamos pobres tipos
con flor de complejo de inferioridad.
Hay gente fea, mala y envidiosa
que con sus calumnias nos quiere ensuciar
porque bien sabe que grande que es
nuestra sensibiliad.
Si estamos lejos del terruño amado
y un tango escuchamos nos hace llorar
porque inmediatamente recordamos
lo felices que eramos viviendo allá
Donde violar las leyes era fácil
y evadir impuestos un deporte mas
donde coimear era casi tan bueno
como especular.
Por eso a los argentinos
nos quieren en todas partes
porque somos el baluarte
de toda la humanidad.
Por eso los argentinos
siempre fuimos tan unidos
porque somos los mas vivos
mas vivos que no se qué.
Autor: Luis Francisco Olivella.
Nacido en el seno de una familia de músicos clásicos, el 30 de octubre de 1946, incursionó desde pequeño en los estudios de piano apuntalado por su madre. Su padre Horacio González Alisedo era cantante lírico y productor cinematográfico. Su madre María Fontova concertista de piano. Nieto del violinista catalán León Fontova y bisnieto del actor catalán Lleó Fontova. Cursó sus estudios en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini y en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano.
En la música se lo recuerda "Me siento bien" un tema optimista para superar las malarías: “Esto es la Argentina, la tierrita mía, mi amor y la nafta suben todo el día, pero me siento bien...muy bien!”.
Cuentan que 1988 en una participación en el clásico ciclo “Badía y cía” con Juan Alberto Badía, Fontova presentaba su canción como “la única manera de combatir las pirañas” y le pedía colaboración al público para que lo acompañara en los coros. Él decía al micrófono "me siento bien" y la gente gritaba " y yo también", hermanándose en una sintonía optimista, "a pesar de todo". En el 2000 la canción volvió a cobrar popularidad, ya que fue el jingle de Hepatalgina.
La Hepatalgina es un hepatoprotector a base de componentes naturales que ayuda al proceso digestivo y reduce el malestar estomacal. Protege el hígado. En 2014 fue distinguido en la Legislatura porteña como personalidad de la Cultura, Fontova, acompañado por su familia y amigos, agradeció el homenaje y dijo: "Les voy a regalar esta canción" y se puso a cantar A pesar de todo me siento bien…
En 1995 reemplazó a Daniel Rabinovich (integrante de Les Luthiers) en la gira por España de Grandes hitos. Ese año, además obtuvo el Premio Konex - Diploma al Mérito en la disciplina grupo de bailanta/cuarteto de la década.
Como actor, tuvo gran llegada y ganó dos Martín Fierro con el personaje de Sonia Braguetti en el programa Peor es nada, con Guinzburg.
En cine protagonizó El regreso de Peter Cascada y formó parte de los elencos de La Peste, Adiós querida luna y de ¿De quién es el portaligas? y Fontova Presidente entre otras.
Su versatilidad como intérprete le permitió también cantar junto a distintas orquestas como la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto, la Orquesta Sinfónica de la Televisión Pública, la orquesta de jazz Mega Big Band Buenos Aires, como así también en conciertos líricos de la mano de Lito Vitale, y de rock and roll con Los Redonditos de Ricota en los años '80.
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