sábado, 25 de diciembre de 2021

POEMAS DE CARLOS BASABE. SUBIDA A LA BARDA / LA MISA DEL GALLO.



SUBIDA A LA BARDA.

Te conozco de siempre, meseta de mi pueblo
Desde cuando fui niño y tu tierra quedaba
en los bolsillos rotos de mis ropas de barrio
o en las mismas orejas, sin querer ocultarla
He visto muchos cambios, en tu piel desnudada
Te dejaron sin plantas, y tratan de taparte
Con figuras antiguas, con paseos domingueros
Y un camino hacia arriba, trepando en un sendero
Otros te han descubierto, con buenas intenciones
Ofreciéndote bella al viajero que pasa
Para que te conozcan todos, elegante y distinta
Planean forestarte, de repecho y bajada
Desde hace muchos años que quiero verte hermosa
Llena de árboles verdes, cercando la trepada
Que te transiten niños, alegres con sus padres
Lo mismo que en mis tiempos lejanos de la infancia
Estoy casi seguro, que en un momento dado
Me darás la sorpresa de encontrarte cambiada
Con ese verde hiedra, perenne de nostalgia
Dividiendo a mi pueblo, y rodeada de casas
Entonces ya no importa, cuando lleguen extraños
Porque se que te esperan, los años de bonanza
Mi corazón me dice que está cerca ese sueño
Que llevo desde niño, quimera de esperanza.
De niño en la noche de la misa de Gallo, mirábamos con mis padres y hermanos, desde el barrio "Buenos Aires Chico" (hoy don Bosco), una columna de antorchas que trepaban una rústica subida a la capillita. Adelante el cura y atrás los fieles en procesión hasta alcanzar el objetivo, aún no estaba integrado al pueblo (era un niño) y más tarde empecé mi andanza con el afán de conocer Mundo. Hoy creo que la vida tiene un espacio como una noria que en cada balde de agua tiene almacenado partes de recuerdos que son partes de nuestro cuerpo. Hoy cabe misa de gallo y la capilla que atesora la historia de Regina, recordará aquellos días no tan lejanos y yo le agrego este pequeño homenaje en verso.



LA MISA DEL GALLO.
Onduladas y esbeltas, las bardas de mi pueblo
saludan al viajero que cruza por el Valle
en busca de un regazo natural del descanso
vacaciones del alma, refugio del cansancio
Las verdes primaveras y el ocre del otoño
policroma sureño, recuerdos recordados
de mis juegos de niño, cuando aún no era soldado
de este ejército adulto, donde estoy secuestrado
Eran épocas dulces, procesiones de santos
el cura con los fieles, trepando la costana
los cirios encendidos, luciérnagas cristianas
prefijando el sendero, en la misa del gallo
Allá arriba en la cresta del bardal señalado
la virgencita espera ese día del año
donde los fieles todos, de hinojos y rezando
iluminan el alma, la capilla y el lábaro
Recuerdos recordados, de mi pueblo bardeño
hermosos, trashumantes que en mi cuerpo traslado
son la luz de mi herencia, que atesoro y rescato
cuando me encuentro solo, tan lejos de mi espacio.
Para el dia de "La misa del Gallo", los fieles Cristianos llevaban a cabo una procesión desde la Iglesia hasta la capilla sobre las bardas portando cirios y antorchas que veíamos desde nuestra casa en el Barrio Don Bosco.
Parecían luciérnagas trepando el borrado sendero, y al frente el cura párroco cantando salmos hasta la capilla de piedras donde estaba Santa Teresita.

No hay comentarios: