Para quienes amamos los libros, no pasa inadvertida que hoy la librería tal como la conocemos tiende a desaparecer. Hay varias causas que como adargas caballerescas vienen impactando en el templete de las librerías; pero que podemos resumir en una: crisis comercial.
Este paulatino descenso en las ventas tiene causas y efectos. Podemos enumerar algunos: el deshábito de la compra de libros, el reemplazo por otras formas de entretenimiento y cierta crisis de lectores, posteriormente la forma de lectura provista por el mundo informático que menguó la compra de libros de papel y trajo aparejado un nuevo fenómeno que jaquea hasta cierto punto a las librerías: los libros electrónicos. Es inevitable que vamos hacia ellos, y si las librerías tradicionales no los ofrecen tarde o temprano desaparecerán. Agrego otra causa: el hábito que muchos lectores van adquiriendo en forma paulatina de comprar libros por internet.
Ya van quedando pocos locales netamente dedicados al libro y hoy se imponen las grandes cadenas libreras que además venden películas, discos y hasta juegos electrónicos y de mesa; a la variedad de su catálogo hay que agregarle cierta uniformidad en la estética y un trato impersonal. En el afán por no perder espacio algunas librerías que conozco de Buenos Aires o de Córdoba han incorporado un sitio para el café. Es seductor saborear un buen café, compartir la charla con amigos y estar rodeado de anaqueles repletos de libros.
La crisis de la librería tradicional lleva también a la pérdida de un querible y a/preciado oficio, el de librero. En la actualidad, y salvo excepciones, los vendedores ven en el libro solo una mercancía y si no es por algún programa informático no saben qué tienen para ofrecer, y es imposible arrancarles una recomendación. Son vendedores que responden a un perfil de ventas general diseñado por las agencias de mercadeo que poco tienen que ver con los libros. Pero ser librero/a es mucho más que ser un vendedor de libros a secas, esas personas conservan un amor por los libros que buscan compartir con sus clientes.
Publicado en Diario "Río Negro", domingo 1º de Septiembre de 2019.
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