sábado, 6 de junio de 2020

PRESENTE DE AGONIAS de María de Villarino.


PRESENTE DE AGONIAS 
de María de Villarino.

Reclusos del tiempo que vivimos,
Con la mirada tendida
Hacia las parameras de la nada,
Henos aquí, enajenados de nosotros mismos.

Desgastamos la salud de los días,
Convertimos la luz de sus praderas
En fantasmas de ciénagas.
Y presos de la angustia,
Deambulamos por selvas de agonías
Quebrando el brote joven,
Acibarando el jugo de la vida
Por símbolos creados
A fuerza de negaciones y perplejidades,
De razonar más que sentir,
De un no-ser, más que ser,
De un no-vivir, en morir.
Decimos sangre, no manantial,
Vencimiento, no lucha,
Desesperanza, no fe,
Tinieblas, no claridad.

¿Qué nocturno,
Qué oscuro devorador de la inocencia
Nos roba su realidad?
¿Qué afán de acabamiento
Nos atrae y desciende
A la desobediencia de los sueños?

Cierto que en la vigencia de lo establecido
Prima la desmesura:
El cosmos invadido y alcanzable
En otra dimensión del infinito
Y en orfandad terrestre, nosotros,
Náufragos de un mundo
Que cambia y se transforma,
Y nos ata a sus contingencias
Más que al yo profundo que nos hace,
Nos muere, nos renace,
Ya no nos atrevemos
A nombrar su nombre
Las osas simples y humildes.

Y sin embargo, sabemos que existen
Desde el primer día de la creación,
La alegría y lo sensible,
Las vísperas de los sueños,
La gracia del amor,
Como también existen
El ardor de la carne,
La violencia y el crimen,
La abyección , el pecado.

Y mientras hacia adentro
La tuerca de la nada,
Más grande que la medida de su círculo,
Ahonda hasta desgarrar las raíces del alma,
He ahí al ángel de las primeras inocencias
En su encantamiento antiguo y nuevo.
He allí los caminos de ascensión y de esperanza,
Que rechazamos, que desconocemos.

¿Y Dios?
Dios eterno, Eternidad,
Mirándonos, mirándonos…
Jurado Premios Konex 1984: Letras.



MARÍA DE VILLARINO nació en 1909. Profesora de Literatura graduada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de La Plata. Fue asidua colaboradora del diario La Nación (PK) y de las revistas Sur, Nosotros y Humanidades. Con los poemas reunidos en Tiempo de angustia (1938) obtuvo el Premio Municipal. Recibió en 1982 el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). Presidió la SADE en el período 1973-75. Su relato autobiográfico Luz de memorias obtuvo el Premio Nacional en 1948. En 1950 publicó un segundo volumen de narraciones, La rosa no debe morir. Otras de sus obras poéticas fueron: Calle apartadaNuevas coplas de Martín FierroJunco sin sueñoElegía del recuerdo y Los nombres de la vida: ciento y un sonetos. Falleció el 06/06/1994.
Fuente de información: Fundación Konex.

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