EL GUSANO DE SEDA Y LA ARAÑA.
Trabajando un gusano su capullo,
la araña, que tejía a toda prisa,
de esta suerte le habló con falsa risa,
muy propia de su orgullo:
«¿Qué dice de mi tela el seor gusano?
Esta mañana la empecé temprano,
y ya estará acabada al mediodía.
¡Mire qué sutil es, mire qué bella!...»
El gusano con sorna respondía:
«Usted tiene razón; así sale ella».
Se ha de considerar la calidad de la obra y no el tiempo que se ha tardado en hacerla.
Tomás de Iriarte y Nieves Ravelo (Puerto de la Cruz, Tenerife, 18 de septiembre de 1750-Madrid, 17 de septiembre de 1791).
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