Espina, espinita, espinosa.
Espina que se clava en mí y en el otro,
espina que duele dentro y socaba el corazón.
Que es daño ajeno y es daño propio,
que no se ve y está latente,
que avergüenza y se esconde.
Remolino en la hoguera de mis miserias,
es brasa que quema
y ceniza cubriendo el rescoldo.
Espinita invisible pero presente,
que se niega y se abriga con una sonrisa.
Rosario de triunfos injustos que otro disfruta
y duele muy suave marcando el fracaso.
Sociedad que marca diferencias espinosas
y exalta lo que sabemos es injusticia.
Envidiosa humanidad que cada día,
transmuta la flor en residuo nuevo.
Espinosa envidia que inventa metáforas
para no ser descubierta.
Publicado en https://mariarosag.blogspot.com.ar/
1 comentario:
Gracias Guillermo por tu generosidad. Un abrazo.
mariarosa
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