martes, 19 de mayo de 2020

VERSOS SENCILLOS de José Martí.


VERSOS SENCILLOS de José Martí.

Versos sencillos – Prólogo de José Martí.
Mis amigos saben cómo se me salieron estos versos del corazón. Fue aquel invierno de angustia, en que por ignorancia, o por fe fanática, o por miedo, o por cortesía, se reunieron en Washington, bajo el águila temible, los pueblos hispanoamericanos. ¿Cuál de nosotros ha olvidado aquel escudo, el escudo en que el águila de Monterrey y de Chapultepec, el águila de López y de Walker, apretaba en sus garras los pabellones todos de la América? Y la agonía en que viví, hasta que pude confirmar la cautela y el brío de nuestros pueblos; y el horror y vergüenza en que me tuvo el temor legítimo de que pudiéramos los cubanos, con manos parricidas, ayudar el plan insensato de apartar a Cuba, para bien único de un nuevo amo disimulado, de la patria que la reclama y en ella se completa, de la patria hispanoamericana, me quitaron las fuerzas mermadas por dolores injustos. Me echó el médico al monte: corrían arroyos, y se cerraban las nubes: escribí versos. A veces ruge el mar, y revienta la ola, en la noche negra, contra las rocas del castillo ensangrentado: a veces susurra la abeja, merodeando entre las flores.

I.
Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma,
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.

Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.

Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.

Yo he visto en la noche oscura
Llover sobre mi cabeza
Los rayos de lumbre pura
De la divina belleza.

Alas nacer vi en los hombros
De las mujeres hermosas:
Y salir de los escombros
Volando las mariposas.

He visto vivir a un hombre
Con el puñal al costado,
Sin decir jamás el nombre
De aquella que lo ha matado.

Rápida, como un reflejo,
Dos veces vi el alma, dos:
Cuando murió el pobre viejo,
Cuando ella me dijo adiós.

Temblé una vez, —en la reja,
A la entrada de la viña—
Cuando la bárbara abeja
Picó en la frente a mi niña.

Gocé una vez, de tal suerte
Que gocé cual nunca: —cuando
La sentencia de mi muerte
Leyó el alcaide llorando.

Oigo un suspiro, a través
De las tierras y la mar,
Y no es un suspiro, —es
Que mi hijo va a despertar.

Si dicen que del joyero
Tome la joya mejor,
Tomo a un amigo sincero
Y pongo a un lado el amor.

Yo he visto al águila herida
Volar al azul sereno,
Y morir en su guarida
La víbora del veneno.

Yo sé bien que cuando el mundo
Cede, lívido, al descanso,
Sobre el silencio profundo
Murmura el arroyo manso.

Yo he puesto la mano osada,
De horror y júbilo yerta,
Sobre la estrella apagada
Que cayó frente a mi puerta.

Oculto en mi pecho bravo
La pena que me lo hiere:
El hijo de un pueblo esclavo
Vive por él, calla y muere.

Todo es hermoso y constante,
Todo es música y razón,
Y todo, como el diamante,
Antes que luz es carbón.

Yo sé que al necio se entierra
Con gran lujo y con gran llanto,—
Y que no hay fruta en la tierra
Como la del camposanto.

Callo, y entiendo, y me quito
La pompa del rimador:
Cuelgo de un árbol marchito
Mi muceta de doctor.

V - Si ves un monte de espumas...

Si ves un monte de espumas,
Es mi verso lo que ves:
Mi verso es un monte, y es
Un abanico de plumas. 

Mi verso es como un puñal
Que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral. 

Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo. 

Mi verso al valiente agrada:
Mi verso, breve y sincero,
Es del vigor del acero
Con que se funde la espada.


VI.

Si quieren que de este mundo
Lleve una memoria grata,
Llevaré, padre profundo,
Tu cabellera de plata. 

Si quieren, por gran favor,
Que lleve más, llevaré
La copia que hizo el pintor
De la hermana que adoré. 

Si quieren que a la otra vida
Me lleve todo un tesoro,
¡Llevo la trenza escondida
Que guardo en mi caja de oro!

XXXV.

¿Qué importa que tu puñal
Se me clave en el riñón?
¡Tengo mis versos, que son
Más fuertes que tu puñal! 

¿Qué importa que este dolor
Seque el mar, y nuble el cielo?
El verso, dulce consuelo,
Nace alado del dolor.

XXXIX.

Cultivo una rosa blanca,
En julio como en enero,
Para el amigo sincero
Que me da su mano franca. 

Y para el cruel que me arranca
El corazón con que vivo,
Cardo ni ortiga cultivo:
Cultivo la rosa blanca.

A LA PALABRA.
Alma que me transportas:
Voz desatada
Que a las almas ajenas
Llevas mi alma;
Cinta, cinta de fuego
Que pura y rauda
A los sueltos humanos
Alegras y atas; –
Pastora, y pastorcilla
Enamorada,
Que junto al blanco y húmedo
Rebaño canta;
Arabe, árabe fiero –
Que en su dorada
Hacanea parece
Volante llama; –
León, león rugiente
De la montaña
Que como alud de oro
Al valle baja,-
Y en el villano impuro
La garra clava,-
Y en el dormido alumbra
El sol del alma; –
Lira, lira imponente
En la más alta
Cúspide de la tierra
Serena, alzada,-
En dos troncos de robles
Corvos las blandas
Cuerdas mordiendo, y trenzas
De rosas blancas
De los hilos sonoros
Sueltas al aura,
Cantando con pasmosas
Hercúleas cántigas,
De los dioses del cielo
Y tierra hazañas,
Y en himnos sin medida,
Como las almas,
Esparciendo a las nubes
La esencia humana,
Que en lento giro asciende
De la batalla.

JOSÉ MARTÍ POLÍTICO Y LIBERTADOR AMERICANO.
José Julián Martí Pérez (La Habana, Capitanía General de Cuba; 28 de enero de 1853.
Estudió bajo el cuidado del poeta Rafael María de Mendive quien detectó muy pronto su gran talento.
A los dieciséis años fue encarcelado por sus ideas revolucionarias y posteriormente indultado y deportado a España. Continuó su educación en la Universidad de Zaragoza donde se licenció en las carreras de Filosofía y Letras y en Derecho, ambas en 1874.
Vivió luego en México y Guatemala, regresando a Cuba de donde fue nuevamente desterrado en 1879.
Durante su exilio en Estados Unidos se dedicó al periodismo y fundó el Partido Revolucionario Cubano en 1892.
Como escritor fue el precursor del modernismo latinoamericano, representado en numerosas obras entre las que se destacan, “Ismaelillo” 1882, “Versos sencillos”1891 y “Versos libres” en 1892.
Escritor y político de origen cubano. Político republicano democrático, pensador, periodista, filósofo y poeta cubano, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o Guerra Necesaria, llamada así a la guerra de Independencia de Cuba.
Conocido como “El apóstol de la Independencia de Cuba”.
Destacado precursor del Modernismo literario hispanoamericano y uno de los principales líderes de la independencia de su país Cuba.
Murió en combate un 19 de Mayo de 1895 durante su lucha contra las tropas españolas en Dos Ríos, actual provincia de Granma,  en el oriente cubano. Fue abatido por las tropas realistas cuando contaba cuarenta y dos años. Martí es, junto a Simón Bolívar y José de San Martín (a quienes admiraba y respetaba desde su concepción de Patria Grande), uno de los principales protagonistas del proceso de emancipación de Hispanoamérica.
Fue cultor de la Patria Grande el panamericanismo, y junto a Francisco de Miranda, a Simón Bolívar. a un José de San Matín  quienes soñaron siempre con la unión de Nuestra América como un solo país, desde el Río Bravo hasta la Patagonia, por su origen, su lengua y su historia.
En el año 1882 manifestaba José Martí: "El arte de curar consiste más en evitar la enfermedad y precaverse de ella por medios naturales, que en combatirla por medios violentos e inevitablemente dañosos para el resto del sistema, cuyo equilibrio es puesto a contribuir en beneficio del órgano enfermo. La higiene va siendo la verdadera medicina, y con un tanto de atención, cada cual puede ser un poco médico de sí mismo. Debía hacerse obligatoria la enseñanza de la higiene en las escuelas públicas".

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