Belén, portal dichoso,
casa de pan que ciñes
aquel cándido trigo
nacido en tierra virgen,
deja que tus umbrales
no palacios sublimes,
no edificios soberbios
de Babilonia envidie.
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Oh cómo está la madre
agradeciendo humilde
el abrigo a las bestias
que el hombre le prohíbe
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Entre pucheros tiernos
ya llora, ya se ríe
el Niño con la madre
y ella llorando le dice:
si tu desnudez lloras
dime por qué saliste
dejando mis entrañas
que eran pañales firmes;
mas ya me estas diciendo
mientras lloras y ríes
"Salgo a buscar ingratos
pues por ingratos vine".
"Soliloquios al Niño Dios, en el Día de Navidad, en su Pesebre" — Luis Joseph de Tejeda y Guzmán (1604—1680) Esta obra está considerada como la primera poesía religiosa argentina.
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