sábado, 19 de diciembre de 2020

La noria de Antonio Machado.


La tarde caía 
triste y polvorienta.
    El agua cantaba 
su copla plebeya 
en los cangilones 
de la noria lenta. 
    Soñaba la mula 
¡pobre mula vieja!, 
al compás de sombra 
que en el agua suena. 
    La tarde caía 
triste y polvorienta. 
    Yo no sé qué noble, 
divino poeta, 
unió a la amargura 
de la eterna rueda 
    la dulce armonía 
del agua que sueña, 
y vendó tus ojos, 
¡pobre mula vieja!... 
    Mas sé que fue un noble, 
divino poeta, 
corazón maduro 
de sombra y de ciencia.

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