El cuervo, subido a un árbol, estaba no con un queso, según dice la fábula clásica, sí con un sangriento pedazo de carne en el corvo pico. Llegó el zorro. El olor lo hizo levantar la cabeza, vio al cuervo banqueteándose, y rompió a hablar.
—¡Oh hermoso cuervo! ¡Qué plumaje el tuyo! ¡Qué lustre! ¿No cantas, cuervo? ¡Si tu voz es tan bella como tu reluciente plumaje, serás el más magnífico de los pájaros! ¡Canta, hermoso cuervo!
El cuervo se apresuró a tragar la carne, y dijo al zorro:
—He leído a La Fontaine.
Álvaro Yunque, nacido como Arístides Gandolfi Herrero en la Ciudad de La Plata (provincia de Buenos Aires) el 20 de junio de 1889. Falleció en la Ciudad de Tandil (provincia de Buenos Aires) el 8 de enero de 1982) fue un escritor argentino, figura representativa de las letras argentinas.
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