sábado, 30 de septiembre de 2023

ELEGÍAS de Mirta Aguirre.-


Yo me acostumbro, amor, yo me acostumbro.
Yo me acostumbro a estar sin ti. ¿Lo entiendes?
Quiere decir, amor, que no amanece;
quiere decir que aprendo a abrir los ojos sin tu beso,
quiere decir que olvido, amor, que yo te olvido.

Como un morirse lento, implacable, a pedazos,
yo me acostumbro, amor, yo me acostumbro.
Y acostumbrarse es una cosa oscura,
es una cosa eterna, sin caminos,
como un caer, caer en el vacío.

Yo me acostumbro, amor, yo me acostumbro.
Y un día y otro pasan.
Y un día triste no es día sino un cortejo inmenso.
Y dos días de tristeza ya no pueden decirse.
Y acostumbrarse es una palabra irremediable
que ojalá nunca sepas.

Una criatura tiene su tamaño,
tiene su borde estrecho, su medida.
Y ha de haber para todos la tremenda alegría,
esa infinita dicha que es un derecho humano.
Ser feliz, amor mío, es como el aire, el agua,
algo para la vida.

Yo me acostumbro, amor, yo me acostumbro.

Lejos, tu mano corta el pan para otra boca.
Lejos, suenan tus pasos como yo sé que suenan.
Lejos, amor, muy lejos.
Y allí, donde mi angustia está sin ecos,
tú sonríes, tú eres,
y no sabes, amor, con cuánta sangre,
con qué amarga paciencia,
con cuánta fuerza para ahogar, yo olvido,
yo deshago mi sueño
y me acostumbro, amor, y me acostumbro.

Mirta Aguirre Carreras (La Habana, 18 de octubre de 1912 - 8 de agosto de 1980) fue una escritora, periodista y militante política cubana. 

jueves, 28 de septiembre de 2023

Vida de Dámaso Alonso y Fernández.

Vida
de Dámaso Alonso y Fernández.


Entre mis manos cogí
un puñadito de tierra.
Soplaba el viento terrero.
La tierra volvió a la tierra.
Entre tus manos me tienes,
tierra soy.

El viento orea
tus dedos, largos de siglos.
Y el puñadito de arena
-grano a grano, grano a grano-
el gran viento se lo lleva.

miércoles, 27 de septiembre de 2023

Soy lo que hago de Alberto Girri.

Soy lo que hago 
de Alberto Girri.
Soy lo que hago,
lo que hago me cambia
y adviene entonces
un reverbero, una descarga,
desde alguien presente en mí,
alerta y llamado
del mismo hombre que soy,
de la misma gravitación
que hacia lo bajo tira.

No reniega,
no frena el alma ese caudal,
y aspirándolo
fija un instante mi contorno.

domingo, 24 de septiembre de 2023

Milonga de dos hermanos de Jorge Luis Borges.

Milonga de dos hermanos
de Jorge Luis Borges.

Traiga cuentos la guitarra
de cuando el fierro brillaba,
cuentos de truco y de taba,
de cuadreras y de copas,
cuentos de la Costa Brava
y el Camino de las Tropas.

Venga una historia de ayer
que apreciarán los más lerdos;
el destino no hace acuerdos
y nadie se lo reproche 
ya estoy viendo que esta noche
vienen del Sur los recuerdos,
velay, señores, la historia
de los hermanos Iberra,
hombres de amor y de guerra.

Y en el peligro primeros,
la flor de los cuchilleros
y ahora los tapa la tierra.
suelen al hombre perder
la soberbia o la codicia;
también el coraje envicia
a quien le da noche y día 
el que era menor debía
más muertes a la justicia.

Cuando Juan Iberra vió
que el menor lo aventajaba,
la paciencia se le acaba
y le armó no sé que lazo 
le dio muerte de un balazo,
allá por la Costa Brava.

Sin demora y sin apuro
lo fue tendiendo en la vía
para que el tren lo pisara.
el tren lo dejó sin cara,
que es lo que el mayor quería.

Así de manera fiel
conté la historia hasta el fin;
es la historia de Caín
que sigue matando a Abel.
Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899-Ginebra, 14 de junio de 1986).

sábado, 23 de septiembre de 2023

EL POZO de Pablo Neruda.


EL POZO 
de Pablo Neruda.

 

A veces te hundes, caes

en tu agujero de silencio,

en tu abismo de cólera orgullosa,

y apenas puedes

volver, aún con jirones

de lo que hallaste

en la profundidad de tu existencia.

 

Amor mío, qué encuentras

en tu pozo cerrado?

Algas, ciénagas, rocas?

Qué ves con ojos ciegos,

rencorosa y herida?

 

Mi vida, no hallarás

en el pozo en que caes

lo que yo guardo para ti en la altura:

un ramo de jazmines con rocío,

un beso más profundo que tu abismo.

 

No me temas, no caigas

en tu rencor de nuevo.

Sacude la palabra mía que vino a herirte

y déjala que vuele por la ventana abierta.

Ella volverá a herirme

sin que tú la dirijas

puesto que fue cargada con un instante duro

y ese instante será desarmado en mi pecho.

 

Sonríeme radiosa

si mi boca te hiere.

No soy un pastor dulce

como en los cuentos de hadas,

sino un buen leñador que comparte contigo

tierra, viento y espinas de los montes.

 

Ámame tú, sonríeme,

ayúdame a ser bueno.

No te hieras en mí, que será inútil,

no me hieras a mí porque te hieres.

Pablo Neruda, seudónimo y posterior nombre legal de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto (Parral, 12 de julio de 1904-Santiago, 23 de septiembre de 1973), fue un poeta y político chileno que fuera senador de la república chilena, miembro del Comité Central del Partido Comunista (PC), precandidato a la presidencia de su país y embajador en Francia.

En 1971, Pablo Neruda se convirtió en el tercer escritor de Nuestra América  y en el segundo chileno que obtenía el Premio Nobel de Literatura.

jueves, 21 de septiembre de 2023

PRIMAVERAL de Rubén Darío.

 

PRIMAVERAL

de Rubén Darío.


Mes de rosas. Van mis rimas

en ronda a la vasta selva,

a recoger miel y aromas

en las flores entreabiertas.

Amada, ven. El gran bosque

es nuestro templo; allí ondea

y flota un santo perfume

de amor. El pájaro vuela

de un árbol a otro y saluda

tu frente rosada y bella

como a un alba; y las encinas

robustas, altas, soberbias,

cuando tú pasas agitan

sus hojas verdes y trémulas,

y enarcan sus ramas como

para que pase una reina.

¡Oh, amada mía! Es el dulce

tiempo de la primavera.

Mira: en tus ojos, los míos;

da al viento la cabellera,

y que bañe el sol ese oro

de luz salvaje y espléndida.

Dame que aprieten mis manos

las tuyas de rosa y seda,

y ríe, y muestren tus labios

su púrpura húmeda y fresca.

Yo voy a decirte rimas,

tú vas a escuchar risueña;

si acaso algún ruiseñor

viniese a posarse cerca,

y a contar alguna historia

de ninfas, rosas o estrellas,

tú no oirás notas ni trinos,

sino, enamorada y regia,

escucharás mis canciones

fija en mis labios que tiemblan.

¡Oh, amada mía! Es el dulce

tiempo de la primavera.

 

Allá hay una clara fuente

que brota de una caverna,

donde se bañan desnudas

las blancas ninfas que juegan.

Ríen al són de la espuma,

hienden la linfa serena,

entre polvo cristalino

esponjan sus cabelleras,

y saben himnos de amores

en hermosa lengua griega,

que en glorioso tiempo antiguo

Pan inventó en las florestas.

Amada, pondré en mis rimas

la palabra más soberbia

de las frases, de los versos,

de los himnos de esa lengua;

y te diré esa palabra

empapada en miel hiblea. . .

¡oh, amada mía! en el dulce

tiempo de la primavera.

 

Van en sus grupos vibrantes

revolando las abejas

como un áureo torbellino

que la blanca luz alegra;

y sobre el agua sonora

pasan radiantes, ligeras,

con sus alas cristalinas

las irisadas libélulas.

Oye: canta la cigarra

porque ama al sol, que en la selva

su polvo de oro tamiza

entre las hojas espesas.

Su aliento nos da en un soplo

fecundo la madre tierra,

con el alma de los cálices

y el aroma de las yerbas.

 

¿Ves aquel nido? Hay un ave.

Son dos: el macho y la hembra.

Ella tiene el buche blanco,

él tiene las plumas negras.

En la garganta el gorjeo,

las alas blandas y trémulas;

y los picos que se chocan

como labios que se besan.

El nido es cántico. El ave

incuba el trino, ¡oh poetas!

De la lira universal

el ave pulsa una cuerda.

Bendito el calor sagrado

que hizo reventar las yemas,

¡oh, amada mía!, en el dulce

tiempo de la primavera.

 

Mi dulce musa Delicia

me trajo un ánfora griega

cincelada en alabastro,

de vino de Naxos llena;

y una hermosa copa de oro,

la base henchida de perlas,

para que bebiese el vino

que es propicio a los poetas.

En el ánfora está Diana,

real, orgullosa y esbelta,

con su desnudez divina

y en su actitud cinegética.

Y en la copa luminosa

está Venus Citerea

tendida cerca de Adonis

que sus caricias desdeña.

No quiero el vino de Naxos

ni el ánfora de ansas bellas,

ni la copa donde Cipria

al gallardo Adonis ruega.

Quiero beber el amor

sólo en tu boca bermeja,

¡oh, amada mía, en el dulce

tiempo de la primavera!

(1887).

Félix Rubén García Sarmiento, más conocido como Rubén Darío (Metapa, 18 de enero de 1867-León, 6 de febrero de 1916), fue un poeta, escritor, periodista y diplomático nicaragüense. 

Su familia paterna eran conocidos como los Daríos, y por ello adopta apellidarse Darío. 

Está considerado como uno de los más grandes representantes del modernismo literario en lengua castellana junto con el escritor cubano José Martí. 

Rubén Darío salió en defensa de Nuestra América cuando Theodore Roosevelt se adueñó del canal de Panamá y le arrebató a Colombia ese pedazo de tierra el 3 de Noviembre de 1903. 

Este poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Es llamado "príncipe de las letras castellanas".

Amor de Dámaso Alonso y Fernández.

Amor 
de Dámaso Alonso y Fernández.

¡Primavera feroz! Va mi ternura
por las más hondas venas derramada,
fresco hontanar, y furia desvelada,
que a extenuante pasmo se apresura.

¡Oh qué acezar, qué hervir, oh, qué premura
de hallar, en la colina clausurada,
la llaga roja de la cueva helada,
y su cura más dulce, en la locura!

¡Monstruo fugaz, espanto de mi vida,
rayo sin luz, oh tú, mi primavera,
mi alimaña feroz, mi arcángel fuerte!

¿Hacia qué hondón sombrío me convida,
desplegada y astral, tu cabellera?
¡Amor. amor, principio de la muerte!

lunes, 18 de septiembre de 2023

SÍMBOLOS de Emeterio Gutiérrez Albelo.

SÍMBOLOS 
de Emeterio Gutiérrez Albelo.

Tengo el alma de un monje que miniara una artística
floración mitológica de leyendas paganas.
Y exprimo de las viñas de Dios, con unción mística,
sus azules racimos en mis copas romanas.

Pongo a un tiempo en el Cosmos emoción panteística,
llamaradas faunescas, ternuras franciscanas.
Y fulgura en la aurora de mis selvas tempranas,
junto al cisne de Leda, la paloma eucarística.

Coronado de rosas, las estrellas contemplo
y me exalto me las cumbres de inquietudes celestes
mientras muerde mi barro la serpiente maldita.

Y es que surge en el Ara risueña de mi templo,
al sonar de harpas célicas y siringas agrestes,
frente a la cruz de Cristo, la estatua de Afrodita.

Emeterio Gutiérrez Albelo (Icod de los Vinos, Tenerife, 17 de agosto de 1904​ - Santa Cruz de Tenerife, 6 de agosto de 1969) fue un poeta y editor español perteneciente a la Generación del 27.

domingo, 17 de septiembre de 2023

MAÑANITA BAJÉ AL HUERTO...Emeterio Gutiérrez Albelo.


   

...¡Oh, qué frasco de sombras!
¡Qué triunfo de alegría
mañanera!

Ya la Aurora,
toda desnuda y riente,
y con su faz ruborosa,
en los ojos me besaba
¡como si fuese mi novia!
Nuevo Romero en mi ensueño,
me despertaba la alondra...
Yo vagué buscando rimas
en las flores olorosas,
cazando sonetos ígneos
en el dulzor de las pomas,
¡y robando madrigales
a la fuente jubilosa!
Me acerqué a la rosaleda
encendida y voluptuosa
y les di mis buenos días
inefables a las rosas...
¡Oh, qué dolor! Junto a ellas,
estaba una vida rota:
...aquel bello pajarito
de canción maravillosa
que ofrendaba sus sonatas
como un trovador a sus trovas;
aquel áureo pajarillo
que casi todas las horas,
—peregrino de los aires—
llegaba en lírica ronda
con su colección de rimas
incesantes y harmoniosas;
aquel sideral poeta
no diría ya las trovas
que en mil perlas desgranábanse
sobre el almas de las rosas.
En una de ellas estaba
prendida su vida toda;
el piquito, entre su seno,
en una caricia loca,
como ebrio de sus mieles,
como ebrio de su aroma...
¡Muerto estaba! Y las pupilas
diríase que, llorosas,
miraban, como implorando,
hacia la estrella remota...
Sentí una emoción tan dulce,
sentí una emoción tan honda...
¡Creí que murió besando
los labios de aquella rosa!

viernes, 15 de septiembre de 2023

Golondrinas autora Alfonsina Storni.



Las dulces mensajeras de la tristeza son...
son avecillas negras, negras como la noche.
¡Negras como el dolor!

¡Las dulces golondrinas que en invierno se van
y que dejan el nido abandonado y solo
para cruzar el mar!
Cada vez que las veo siento un frío sutil...
¡Oh! ¡Negras avecillas, inquietas avecillas
amantes de abril!
¡Oh! ¡Pobres golondrinas que se van a buscar
como los emigrantes, a las tierras extrañas,
la migaja de pan!
¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid!
¡Venid primaverales, con las alas de luto
llegaos hasta mí!
Sostenedme en las alas... Sostenedme y cruzad
de un volido tan sólo, eterno y más eterno
la inmensidad del mar...
¿Sabéis cómo se viaja hasta el país del sol?...
¿Sabéis dónde se encuentra la eterna primavera,
la fuente del amor?...
¡Llevadme, golondrinas! ¡Llevadme! ¡No temáis!
Yo soy una bohemia, una pobre bohemia
¡Llevadme donde vais!
¿No sabéis, golondrinas errantes, no sabéis,
que tengo el alma enferma porque no puedo irme
volando yo también?
¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid!
¡Venid primaverales! ¡Con las alas de luto
llegaos hasta mí!
¡Venid! ¡Llevadme pronto a correr el albur!...
¡Qué lástima, pequeñas, que no tengáis las alas
tejidas en azul!

martes, 12 de septiembre de 2023

EPIGRAMAS de Antonio Plaza Llamas.-


Aquí yace Blas Quiroga,
¡hasta el entierro hizo droga!

Dicen que divina fue
la invención del matrimonio;
con tal invención, a fe,
mucho ha ganado el demonio.

La hermosa doña Ventura
descansa aquí boca arriba,
porque cuando estaba viva
le agraciaba esa postura.

Y ¿cómo es el diablo, madre?
dime, para entretenernos.
—Es viejo, feo y con cuernos.
—¡Si será el diablo mi padre!

La virtud de Inés no ofendas,
porque me consta que Inés
es mujer de muchas prendas.
—¡Cómo que presta ocho al diezl

Más de once mil, ¡no te asombres!
vírgenes el cielo encierra,
¿y que así busquen los hombres
una virgen en la tierra?

Buenas cabezas, Tomás,
están del gobierno en torno;
pero a mí me gustan más
aquellas calientes de horno.

Por qué llaman pretendiente
al que anda en pos de un destino?
—No lo sé; pero imagino
que es por aquello del diente.

sábado, 9 de septiembre de 2023

LA NOCHE de Antonio Plaza Llamas.


  I

Tiende, noche, tu lóbrego manto,
y en un mar de tinieblas, al sol,
ahoga, noche, que quiero mi llanto
esconder en tu negro crespón.

Ya no quiero ni gloria, ni amigos,
ni esperanza, ni amor, ni virtud;
quiero sólo quedar sin testigos;
quiero sombra; detesto la luz.

Quiero el llanto verter que nutriendo
está siempre mi vida infeliz,
y correr dando un grito estupendo,
y después como loco, reír.

Que la luna entre sombras sepulte
su maldita montaña de luz,
cielo y tierra a mis ojos oculte,
negra noche, tu negro capuz.

Que ni el eco a la voz corresponda,
que se enlute del campo el verdor;
que ennegrezca el cristal de la onda;
que se arrastre maldita la flor.

Sólo se oiga del noto el silbido
y del mar el solemne rugir,
de agorera lechuza el graznido
de la alondra el doliente gemir.

La pavura del gélido osario
reine en torno; que el éter azul
se convierta en inmenso sudario
y la tierra en gigante ataúd.

De relámpago rojo las luces
en el cielo de luto al flagrar,
sólo alumbren de tumbas y cruces
un calcáreo fatídico erial.

Si en el cielo, de bilis preñado,
brilla acaso de luna el fulgor,
que su disco de sangre manchado
enrojezca ese cuadro de horror.

Las campanas distantes produzcan
un tañido llorón, sepulcral;
y los miasmas infectos conduzcan,
salmodiado, imponente cantar.

Forma vana, severa, imposible,
abandone el podrido ataúd:
misteriosa, cariada, terrible,
vuelva un punto del ser a la luz.

Y sus órbitas duras esmalte
fosforente, siniestro brillar,
y de su antro de hueso que salte
carcajada estridente, fatal.

Que del rayo la voz tan temida
truene y cruce distancia sin fin,
y la tierra por él sacudida
se abra y brote cadáveres mil.

Las culebras se empinen silbando,
ruja sordo el terrible huracán;
y los cuervos fastidien graznando;
vengan rayos la fiesta a alumbrar.

Esqueletos y momias horribles
que la mano amarilla se den,
y las piernas torcidas, risibles,
muevan todos con lento vaivén.

Y pedazos de tumba saltando,
cruces, huesos y trozos de cal,
al impulso del viento chocando
improvisen orquesta infernal.

Y con cauda de sombras tejida,
la diadema de fuego en la sien,
desde un trono de tumbas presida
el festín de los muertos. Luzbel.

El infierno en sus antros se agite;
carcajadas arroje el dolor,
y una voz estentórea que grite:
¡Maldición! ¡maldición! ¡maldición!

    .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .
    .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .
    .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .

              II

¿Y la noche?... ¿Qué es la noche?

Línea de sombras, que Dios
en medio de dos crepúsculos,
por dividirlos, tiró:

tenebroso mar con débiles
ondas de luz y vapor,
do el desengaño navega
remolcando a la ilusión:

cortinaje de tinieblas
bajo el cual, en vil jergón,
duerme el pobre, en tanto en púrpura
tal vez se agita el señor:

caleidoscopio enlutado
que muestra en gira veloz
embusteras ilusiones
y espectros que dan pavor:

tumba inmensa en que sepulta
su pena y su humillación
el infeliz que en el sueño
único placer halló;

de ese sueño que es tristeza,
honda laxitud, sopor,
paréntesis de la vida,
estupidez, absorción.

El desdichado quisiera
nunca despertar, que el sol
le trae sólo pesares,
luto y desesperación.

De quien oprimido vive
entre miseria y dolor,
es su consuelo la noche,
dormir su placer mayor.

¡Salve, noche! ¡Te bendigo!
En tu funeral crespón
oculto el llanto salobre
que mi mejilla escaldó.

Y tranquilo en sueño blando
venturoso a veces soy,
porque en la vida del sueño
sueño otra vida mejor.

              III

Sueño es la vida; lloramos y reímos,
porque soñamos sin cesar despiertos,
hasta que un sueño, sin soñar, dormimos
entre sombras y tumbas con los muertos;
que a la nada fatal de do salimos,
a esa nada fatal tornamos yertos;
y en la noche solemne, impenetrable,
descansamos en sueño perdurable.

miércoles, 6 de septiembre de 2023

Vana historia de María Elena Walsh.


Vana historia
de María Elena Walsh.

Si no recuerdo mal, todo cabía
entre los horizontes de un pañuelo.
Entonces figuraba el mediodía
un sol con ojos en mitad del cielo.

Y gracias a una tierna hechicería
la noche prodigaba su consuelo
con tanta caridad que uno veía
las estrellas tiradas en el suelo.

Pero hoy el agua no lo dice. Es cierto:
ya no se pone un corazón dorado
ni roba añiles a la golondrina.

Porque el mundo hechizado está desierto.
Qué dolor, sobre él se ha desatado
el Miedo con sus trapos de neblina.

domingo, 3 de septiembre de 2023

Serenata para la tierra de uno de María Elena Walsh.


Serenata para la tierra de uno
de María Elena Walsh.

Porque me duele si me quedo
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

Por tu decencia de vidala
y por tu escándalo de sol,
por tu verano con jazmines, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

Porque el idioma de infancia
es un secreto entre los dos,
porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.

Por tus antiguas rebeldías
y por la edad de tu dolor,
por tu esperanza interminable, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

Para sembrarte de guitarra,
para cuidarte en cada flor
y odiar a los que te castigan, mi amor,
yo quiero vivir en vos.