lunes, 30 de abril de 2018

Autorretrato - Gerardo Diego.

Autorretrato
de Gerardo Diego.

Todo lo que llevo dentro
está ahí fuera.
Se ha hecho -fiel a sí mismo-
mi evidencia.
Mis pensamientos son montes,
mares, selvas,
bloques de sal cegadora,
flores lentas.
El sol realiza mis sueños,
me los crea
y el viento pintor, errante,
-luz, tormenta-
pule y barniza mis óleos,
mis poemas,
y el crepúsculo y la luna
los avientan.

Podéis tocar con las manos
mi conciencia.
Gozar podéis con los ojos
-negro y sepia-
los colores y las tintas
de mis penas.
Y eso que os roza el labio,
bruma o seda,
es mi amor -flores o pájaros
que revuelan-
mis amores, criaturas
libres, sueltas.

Todo lo que fuera duerme,
queda o pasa,
todo lo que huele o sabe,
toca o canta,
conmigo dentro se ha hecho
viva entraña,
víscera oscura y distinta,
sueño y alma.
Si pudierais traspasarme
os pasmarais.
Todo está aquí, aquí dormido.
Dibujada
llevo en mi sangre y mi cuerpo
cuerpo y sangre de mi patria.
Luces y luces de cielo,
cosas santas.
Todo lo que está aquí dentro
fuera estaba.
Todo lo que estaba ahí fuera
dentro calca.
El universo infinito
me enmaraña;
auscultadme, soy su cárcel
sin ventanas.

Escuchadme, dentro, fuera,
donde os plazca.
Mis más íntimos secretos
por el aire los pregonan
y los cantan.

Gerardo Diego fue un poeta español nacido en Santander en 1896. 
Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto y posteriormente en las de Salamanca y Madrid, donde se doctoró.
Obtuvo el Premio Cervantes de Literatura.
Fue miembro de la Real Academia de la Lengua hasta su fallecimiento en 1987.

viernes, 27 de abril de 2018

VIEJO SMOKING un tango de Celedonio Flores con música de Guillermo Barbieri.

VIEJO SMOKING
de Celedonio Flores.

Campaneá cómo el cotorro
va quedando despoblado,
todo el lujo es la catrera
compadreando sin colchón.

Y mirá este pobre mozo
cómo ha perdido el estado,
amargado, pobre y flaco
como perro de botón.

Poco a poco ya se ha ido
de cabeza pa'l empeño,
se dio juego de pileta
y hubo que echarse a nadar.

Sólo vos te vas salvando,
porque pa' mí sos un sueño
del que quiera Dios que nunca
me vengan a despertar.

Viejo smoking de los tiempos
en que yo también tallaba,
cuánta papusa garaba
en tu solapa lloró.

Solapa que por su brillo
parece que encandilaba
y que donde iba sentaba
mi fama de gigoló.

Yo no siento la tristeza
de saberme derrotado
y no me amarga el recuerdo
de mi pasado esplendor.

No me arrepiento del vento
ni los años que he tirado,
pero lloro al verme solo,
sin amigos, sin amor.

Sin una mano que venga
a llevarme una parada,
sin una mujer que alegre
el resto de mi vivir...

Vas a ver que un día de éstos
te voy a poner de almohada
y tirao en la catrera
me voy a dejar morir...

Viejo smoking, cuántas veces
la milonguera más papa
el brillo de tu solapa
de estuque y carmín manchó.

Y en mis desplantes de guapo,
cuántos llantos te mojaron,
cuántos taitas envidiaron
tu fama de gigoló.

VIEJO SMOKING  
un tango de Celedonio Flores
canta Julio Sosa.

jueves, 26 de abril de 2018

ALBUFERA MALLORQUINA de Carlos Basabe.

LA ALBUFERA ES UNA LAGUNA SEMIESCONDIDA QUE PROTEJE FAUNA AUTÓCTONA MALLORQUINA. PARA ELLA MIS VERSOS.
ALBUFERA MALLORQUINA
de 
Carlos Basabe.

Amanece en la albufera Mallorquina
un silencio pesado se presagia

una bruma densa y lenta se desplaza

sobre la paz dormida de los pájaros


el crujir de unas malezas manifiestan

los pasos sigilosos de una garza
ha comenzado el amanecer rojizo
para la abundante fauna de la charca

a medida que el sol encandila por el este
se aclara el paisaje lagunero
la niebla se escarcea entre las matas
de juncos, tamarindos y barrones europeos

la belleza del paisaje en la albufera
muestra cigueñuelas, flamencos y pardelas
lagartijas, puercoespines y gaviotas
que componen parte de la fauna mañanera

que diversidad, ¡que paisajes, que hermosura
conforman las baleares de mi tierra
el no haber nacido en estas islas
no me impiden componerle algún poema

el cordaje de mi guitarra gaucha
a veces me entretienen complacidas
cantando versos de esta españa noble
o de mi recordada tierra de argentina.

miércoles, 25 de abril de 2018

Cuarta Elegía - Rainer Maria Rilke.

Oh árboles de la vida,
¿cuándo será el invierno?
Los hombres nunca vamos al unísono
como las aves migratorias.
Tarde o temprano, de súbito
nos imponemos a los vientos,
para luego caer en la indiferencia de un estanque.
En nuestra conciencia conviven
el florecer y el marchitarse.
Y hay leones todavía
que toda suerte de imponencia ignoran
mientras en ellos perdura el esplendor.

Pero nosotros, al sopesar lo uno de algo,
sentimos ya el despliegue de lo otro.
Lo que es hostil está más próximo
que los demás. A cada instante,
los amantes chocan en sus límites, el uno
contra el otro; ellos, que se habían prometido
pertenencia, fuerza y espacio.
Así como para hacer evidente
lo fugaz de una imagen,
se nos prepara un fondo de contraste,
se nos ofrece precisa claridad.
Pero no conocemos el contorno
de nuestra sensación; sólo la forma
que lo hace presente.
¿Quién no estuvo nunca con angustia
sentado ante el telón del propio corazón?
Aquél se descorrió, develando el decorado
para una despedida.
Fácil fue comprender. El jardín
conocido y la apacible
oscilación. Y en primer plano aparece
el bailarín. No es él. Con eso basta. Y aunque actúe
con sueltos ademanes, lleva disfraz;
es un burgués que entra a su casa por la cocina.

No quiero esas máscaras a medias. Prefiero
las muñecas; por lo menos están llenas.
Voy a soportar al títere con su alambre
y su apariencia de rostro.
Aquí. Estoy delante. Y aunque las lámparas
al final se apaguen, aunque se me diga: 'No hay
nada más', aunque desde el escenario
llegue el vacío del recinto con su ráfaga
de aire gris, y aunque ninguno
de mis antepasados silenciosos me acompañe,
ninguna mujer, ni siquiera el muchacho
cuyos ojos pardos se hacen turbios...
con todo he de quedarme. Siempre hay algo
para ver.

¿Acaso no tengo razón? Padre mío, que por mí
conociste la amargura, al probar la mía;
que, mientras crecía, bebiste una y otra vez
las primeras y ya borrosas infusiones de mi misión,
y preocupado por el resabio de un sino
tan extraño, pusiste a prueba mi mirada
aún velada; que, a pesar de muerto,
te amedrenta la esperanza en mí,
y que por mi destino abandonas la calma
de los muertos, el reino de la serenidad,
¿no me darás la razón? ¿No tengo razón?
Tú me amabas por el pequeño avance
de amor que te brindaba, aunque siempre
volvía a apartarme, porque ese espacio
en tu rostro, al que amaba, se hacía el Espacio
donde tú dejabas de ser. Me he de quedar
frente al teatro de títeres, convertido de lleno
en esta mirada, para que aparezca un ángel
que al transformarse en actor reestablezca
el equilibrio en la escena de juguete.
Ángel y muñeco: por fin hay espectáculo.
Entonces se reconcilia lo que por estar en el mundo
no cesamos de desunir. Sólo entonces
de nuestras estaciones nace el ciclo
de la total transformación. Por encima
nuestro juega el ángel. Los moribundos
sospechan el pretexto en todo
cuanto aquí realizamos. Nada es apenas en sí.
Oh las horas abiertas de la infancia,
cuando detrás de las figuras había algo más
que pasado y no cernía el futuro
porvenir. Crecíamos urgidos, es cierto, por ser
grandes, en parte por amor hacia aquellos
que lo eran y ya no podían sino serlo.
En el camino solitario, sin embargo,
nos henchía el gozo de lo que dura
y en ese intervalo entre el mundo y  el juguete
permanecíamos, en un lugar que fue desde el comienzo
para un suceso puro concertado.

¿Quién mostrará a un a niño tal cual es? ¿Quién
lo situará en la constelación y dará la medida
de la distancia en su mano? ¿Quién dará
la muerte al niño con ese pan gris
que se endurece, o le dejará en la boca
redonda algo como el centro
de una hermosa fruta? ... Fácil es develar
el designio de los asesinos. Pero eso: contener
la muerte, la entera muerte, desde antes
que la vida comience con tanta dulzura
a contenerla, y no ser malo, eso
es infefable.

martes, 24 de abril de 2018

El bazar de los juguetes (tango) letra de Reinaldo Yiso y música de Roberto Rufino.

Patrón cierre la puerta, no me mire asombrado,
le compro los juguetes que tiene en el bazar.
Yo se los compro todos, no importa lo que gasto,
dinero no me falta para poder pagar.
Por una sola noche yo quiero ser rey mago,
para que los purretes de todo el arrabal
mañana al despertarse aprieten en sus manos
el sol de esta alegría que yo les quiero dar.

Al bazar de los juguetes,
cuantas veces de purrete,
me acercaba para ver.
Para ver de allí, de afuera,
desde atrás de esa vidriera
lo que nunca iba a tener.
Si mi vieja era tan pobre
le faltaba siempre un cobre
para comprarnos el pan.
Y hoy que puedo,
que la suerte me sonríe,
yo no quiero que haya un pibe
que no tenga
ni un juguete pa' jugar.

Yo sé lo que es sentirse en una nochebuena,
teniendo por regalo un solo cacho 'e pan,
sabiendo que los otros, cruzando la vereda,
dejaban sus juguetes allí, en medio del zaguán.
Yo sé lo que es sentirse besado tiernamente
por una pobre madre que no me pudo dar
ni el más humilde y pobre de todos los juguetes
por eso se los compro por eso nada más.

ALBERTO PODESTA "El Bazar de los Juguetes".

domingo, 22 de abril de 2018

Solo dormir de María Rosa Giovanazzi.

Apareces en el parpadeo del sueño, te presiento cercano, te desvaneces con la primera luz del día y la soledad en mi habitación me dice que nada es real. El espejo me pregunta cómo logro crear situaciones en las que tu presencia deambula por la casa, si eso es imposible.
Ayer surgiste por la tarde, vestías aquella vieja camisa de color indefinido —nunca supe si era blanca, amarilla o si el sol le había gastado su color—, tu flaca figura se perdía dentro de ella. Fuiste a la cocina, te escuché abrir y cerrar las puertas de la alacena, buscabas algo y no me acerqué a preguntarte qué necesitabas. Te ignoré y vos hiciste lo mismo. Fue la primera vez que te vi preparar un té.
Abrí el refrigerador buscando una cerveza o un vino helado con que calmar mi sed y no había nada más que agua, maldito seas, quiero mis botellas, grité. No respondiste, llevabas la taza a tu boca y mirabas por la ventana el cielo oscuro que amenazaba lluvia.
Durante el día los estados permanentes de sueño caminaban conmigo y me transformaban en un zombi sin voluntad, mis párpados se cerraban y al entrar a mi dormitorio, la cama era el refugio y perdía la noción del tiempo. Por momentos me despertaba el ruido de tus manos torpes, manipulando cacerolas, sartenes y vos tratando de cocinar, ¿quién sabe qué? eras lo suficientemente molesto para arrancarme de mi descanso.
Mi mente se confunde, algo sucede en ella, cabalgan en mi memoria nuestros diálogos, que siempre iban por diferentes caminos y terminaban en discusiones y, en esos momentos, tu voz que siempre fue fría como el hielo, se acaloraba y se volvía violenta. Recuerdo mis temblores y aquella frase de mi madre que siempre rondaba mi cabeza: “Algún día, ese hombre te va a matar;” yo respondía que seguramente sería yo quien te mandaría al infierno.
Creo que descubrí lo que sucedió. Las imágenes de un altercado se presentan y se desvanecen por momentos, no sé cuál fue la causa, seguramente alguna tontería; pero lo suficientemente importante como para hacerte enfurecer y tus gritos: ¡Cómo me trastornaban tus gritos!
Estábamos en la cocina, me había sentado y te observaba dar vueltas y gritar, yo también gritaba. Allí todo se cubre de bruma, debe ser el olvido que me niega la verdad. Mis miembros piden descanso y no quiero obedecerlos, necesito saber, me obligo a volver atrás y entender por qué tu figura me persigue, si estás muerto, qué venganza absurda estás buscando con tu presencia silenciosa y permanente.
Por momentos me falta el aire, debe ser que vivo recluida, que voy de mi cuarto a la cocina y no quiero o no puedo quebrar ese círculo que me encierra.
Volvieron las imágenes de aquel día, son flashes sin color: yo había comenzado con una cerveza y ya iba por la tercera, ese fue el desencadenante de tu furia, ahora lo recuerdo. Alzabas los brazos y dabas vueltas cerca de mí, tu cara se había convertido en una máscara intimidante, estabas alterado y me insultabas. Recuerdo que me puse de pie y abrí el cajón de los cubiertos, agarré la cuchilla y llevándola en alto me lancé contra tu pecho. Tu fuerza era superior a la mía y, ante ella, caí al suelo como una bolsa pesada, y sólo tengo memoria de tu mano empujando mi brazo y el cuchillo penetrando en mi garganta y la vida escapando a borbotones. La niebla se va despejando, debió haber sido el alcohol que nubló mi mente y me hundió en este estado de ceguera con mi realidad y sólo quiero dormir.

miércoles, 18 de abril de 2018

Adentro, más adentro... Gerardo Diego.

Adentro, más adentro...

Adentro, más adentro,
hasta encontrar en mí todas las cosas.
Afuera, más afuera,
hasta llegar a ti en todas las cosas.

secreto panteísmo.
Mi oración es así.
Tú estás en todo
y todo en mí.

lunes, 16 de abril de 2018

MOLINOS DE MALLORCA de Carlos Basabe.

MOLINOS DE MALLORCA
sobre un cielo celeste grisado y mañanero
cuando aún no se sacude el rocío de la noche
comienzan a girar las astas del molino
sembrador de historias campesinas sin reproche
hay un sonido cansino que recoge el tiempo
cuando vierten las aguas cristalinas
hay una historia, Persa que te implica
sobre tu nacimiento de reliquia mallorquina
estás herido entre los campos verdes
testigo presencial de nuestro ayer pasado
el payés se muere con tu muerte
molino de trigo, de sal, de arcilla y de regado
mas la justicia del hombre que no es poca
te está rescatando del olvido
y el turista te mira con asombro
cuando giran tus velas, de enorme poderío
El molinar, Es jonquet, son parte del pasado
y allí estas erguido, energía primaria de los campos
los almendros en flor son custodios silenciosos
de tu arcaico nacimiento centenario
así te conocí y así te quiero
y así te recuerdo en mis memorias
eres el padre, la madre, la familia
eres también un trozo de mi corta historia.

domingo, 15 de abril de 2018

Giralda - Gerardo Diego.

Giralda en prisma puro de Sevilla,
nivelada del plomo y de la estrella,
molde en engaste azul, torre sin mella,
palma de arquitectura sin semilla.

Si su espejo la brisa enfrente brilla,
no te contemples –ay, Narcisa– en ella,
que no se mude esa tu piel doncella,
toda naranja al sol que se te humilla.

Al contraluz de luna limonera,
tu arista es el bisel, hoja barbera
que su más bella vertical depura.

Resbala el tacto su caricia vana.
Yo mudéjar te quiero y no cristiana.
Volumen nada más: base y altura.

“Giralda es el nombre que recibe el campanario de la Catedral de Santa María de la Sede de la ciudad de Sevilla, en Andalucía (España). Los dos tercios inferiores de la torre corresponden al alminar de la antigua mezquita de la ciudad, de finales del siglo XII, en la época almohade, mientras que el tercio superior es una construcción sobrepuesta en época cristiana para albergar las campanas. En su cúspide se halla una bola llamada tinaja sobre la cual se alza el Giraldillo”
“Su arquitectura única y original de formas cuadrangulares exactas, adornada de torrecillas y pináculos, ha servido de inspiración a multitud de torres posteriores en Estados Unidos, Rusia, Polonia y otros países del mundo” (Wikipedia).

Gerardo Diego Cendoya. (Santander, 3 de octubre de 1896-Madrid, 8 de julio de 1987). Poeta español miembro de la Generación del 27.

viernes, 13 de abril de 2018

Soy una mujer sin problemas - Juana Bignozzi (1937- 2015).

Todos lo saben
y entonces buscan compañía para charlar por las noches.
Sin embargo yo conozco a alguien que quiere morir en paz consigo mismo
y me produce estremecimientos, insomnio, soledad,
porque la paz conmigo misma sería una guerra sin fin,
dos o tres asesinatos inevitables y alguna entrega desmedida
que no entra en mis planes.
Sin embargo yo sueño por las noches
con un jardín inmenso donde los muertos se levantan para saludarme;
yo sueño con un hombre que me inquieta y como lo ignora
me habla amigablemente del resto del mundo
y de mis múltiples amores, tan simpáticos,
tan apropiados como tema de conversación.


miércoles, 11 de abril de 2018

¿QUIÉN MENOSCABA MIS BIENES? de Miguel de Cervantes (El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, 1605).

¿Quién menoscaba mis bienes?       
.........Desdenes.
¿Y quién aumenta mis duelos?
.........Los celos.
¿Y quién prueba mi paciencia?
.........Ausencia.
De este modo, en mi dolencia
ningún remedio me alcanza,
pues me mata la esperanza,
desdenes, celos y ausencia.

¿Quién me causa este dolor?
.........Amor.
¿Y quién mi gloria repugna?
.........Fortuna.
¿Y quién consiente en mi duelo?
.........El cielo.
De este modo, yo recelo
morir deste mal extraño,
pues se aumentan en mi daño
amor, fortuna y el cielo.
¿Quién mejorará mi suerte?
.........La muerte.
Y el bien de amor, ¿quién le alcanza?
.........Mudanza.
Y sus males, ¿quién los cura?
.........Locura.
De ese modo, no es cordura
querer curar la pasión,
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura.

lunes, 9 de abril de 2018

Frío frío de Juan Luis Guerra. Inspiración: Balada Interior de Federico García Lorca.

Tu amor está completamente tierno
forjado de recuerdos
y sin saber es cielo en la ventana
que me abre la mañana
Tu amor me parte en dos el occidente
me clava de repente
y me convierte en masa que se amolda
a una ilusión ardiente
Dime si mastico el verde menta de tu voz
o le pego un parcho al alma
átame al pulgar derecho de tu corazón
y dime como está mi amor en tu amor
Frío, frío como el agua del río
o caliente como agua de la fuente
tibio, tibio como un beso que calla
y se enciende si es que acaso le quieres
Ayayayay....
Tu amor despierta y lava su carita
de rosas me salpica
y sin saber es una vía láctea
que gira y me da vida
Tu amor lo guardo dentro de mis ojos
como una lagrimita
y no los lloro para que no salgan
tus besos de mi vista
Dime si mastico el verde menta de tu voz
o le pego un parcho a mi alma
átame al pulgar derecho de tu corazón
y dime como está mi amor en tu amor
Frío, frío como el agua del río
o caliente como agua de la fuente
tibio, tibio como un beso que calla
y se enciende si es que acaso le quieres
Pudiera ser un farolito
y encender tu luz
(para encender mi luz...)
hasta que quieras tú
Frío, frío como el agua del río
o caliente como agua de la fuente
tibio, tibio como un beso que calla
y se enciende si es que acaso le quieres.

sábado, 7 de abril de 2018

ES INFINITA ESTA RIQUEZA ABANDONADA de EDGAR BAYLEY.


ES INFINITA ESTA RIQUEZA ABANDONADA

esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos islas remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es lo mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío
no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada

viernes, 6 de abril de 2018

Todo lo visto y vivido - Edgar Bayley.


Todo lo visto y vivido

todo lo visto y vivido
cabe en muy pocas palabras:
en la luz de una mañana
en un trompo saltarín
en una tarde de sol
en una silla vacía
en cada piedra y la casa

todo lo visto y vivido
fulgura
se va ocultando
tras las hojas
y entre el viento
al borde de la bahía

todo lo visto y vivido
cabe en la sal
y en la mano
de quien saluda
y me lleva 
al caracol y la araña
a la verdad de este día
a mi sendero y mudanza.

jueves, 5 de abril de 2018

Abrir la puerta - Edgar Bayley.

Abrir la puerta.

Me pregunto
y es una pregunta inmoral
si servirá de algo abrir esa puerta
que da al patio
a la tierra
al viento del mundo
a los pasos de la gente
me pregunto
si servirá de algo escribir
a estas horas de la noche
en el silencio de mi habitación
con la puerta cerrada

sería tan sencillo
me digo
abrir por fin la puerta
y asomarme y mirar
dejando que me lleven
los pasos y la sombras del camino
me pregunto si servirá de algo explicar
por qué no explico
cuando tanta palabra y confidencia
intentaron traducirme
y ponerme al descubierto

si servirá de algo abrir la puerta
me pregunto
y andar por el patio
por el mundo entre la gente
abrir de par en par la puerta
para que todo pueda cumplirse
como la hoja de un cuchillo al extremo de un puente
como la red y el roble que salvan la alegría al final del espectáculo
como el canto de las aguas y el susurro de la siesta
como la playa en sombras y el lecho infinito de los amantes reencontrados

para que todo pueda cumplirse
la luz la noche la inocencia
el nombre que pasa entre las ramas
la puerta se abrirá enteramente
se abrirá por fin la puerta
por si alguno
quiere volver a entrar o salir
o curiosear entre mis cosas
o esperarme mientras vuelvo
y si tardo y no regreso
salir al viento
y olvidarme.



Edgar Bayley (Edgar Maldonado Bayley, tal como se llamaba), nacido en Buenos Aires el 15 de diciembre de 1919 - falleció en Buenos Aires, el 12 de agosto de 1990.

Poeta, dramaturgo, ensayista, el creador del "invencionismo" ("Ningún dogma. Lo que alguna vez hemos distinguido con la palabra invencionismo constituye una incitación útil, pero prescindible.”) y del doctor Pi, criatura digna del más elevado humor negro, cuyas aventuras, donosamente escritas antes incluso de ser recopiladas en volúmenes deliciosos (por ejemplo, Vida y memoria del Dr. Pi y otras historias , 1983). Fue uno de los escritores argentinos más originales del período 1945-1970.