domingo, 19 de agosto de 2012

LA MUJER MARAVILLA.

 
LA MUJER MARAVILLA por Maria Rosa Giovanazzi.
—¿Vos sos la mujer maravilla?
La pregunta de Martina me sorprendió.
—No mi amor. Pero me guastaría ser como ella.
Y me quedé pensando. ¿Y por qué no serlo?
La mujer maravilla es la protagonista de un comic, un ser irreal. Vuela, es valiente y desparrama piñas con gracia fina. Maneja el lazo con un arte envidiable y puede controlar con el, a un malvado a varios metros. Será por eso que me gustaría ser como ella. Pero creo que nunca lo voy a conseguir, ni en mis sueños más locos, ni con la ayuda de Hudini, regresando del más allá y blandiendo en el aire su varita mágica. Aunque tal vez, Harry Potter, tenga algún truco nuevo, lo ensaye conmigo y logre el milagro.
La maravillosa mujer es joven, bella, alta, elegante, hasta aquí, ya fracasé, imposible de imitar. Ella es un modelo de mina, trajecito sastre y tacos altos, pero cuando la necesita la justicia, gira, gira y se convierte en la mujer que combate el mal. Ante la violencia, hace relucir sus pulseras y las balas rebotan en ellas, terminada su tarea de defensora del bien, regresa a su oficina convertida en la señorita Diana, sin haberse despeinado, con su ropa en perfecto orden, igual que su maquillaje. Toda una dama.
Me pregunto cómo hará Diana para mantener su departamento limpio, su ropa siempre impecable y su peinado tan tirante y en perfecto orden. ¿Utilizará sus poderes?
¿Se levantará alguna vez con dolor de cabeza? Seguro que no, a una perfecta amazona como ella, jamás la molestarían los dolores, ni siquiera cuando gira como un trompo y luego sin marearse, sale corriendo a defender la justicia.
Cuánto más lo pienso más difícil se me hace intentar imitarla. Pero podría invitarla a un cambio y verla a ella en mi lugar.
¿Sabrá secar lágrimas, curar un raspón o sacar de un tirón un diente de leche? ¿Y jugar a los palitos chinos? ¿Y a la escondida? Y qué tal si la ponemos en la cocina a preparar unas simples milanesas ¿o un postre? La verdad que no la veo en semejantes situaciones, va a ser muy difícil, intentar cambiarla a ella o a mí. Lo mejor será, que ella se quedé en su lugar y yo en el mío.
Publicado en Calle de Tierra.
 
 
 

2 comentarios:

mariarosa dijo...

Gracias Guillermo, un abrazo.

mariarosa

soylauraO dijo...

APLAUSOS, todos con Mayúsculas.
http://enfugayremolino.blogspot.com.ar/