miércoles, 30 de abril de 2014

CANCION DE AMOR PARA MI PATRIA - ALBERTO CÓRTEZ.

¿Será porque me dueles?
¿Será porque te quiero?
¿Será porque estoy seguro que puedes
llenarme de palomas el cielo?
¿Será porque quisiera que vueles
que sigue siendo tuyo mi vuelo?
 
¿Será que estás en celo
velando la alborada,
o acaso acumulando desvelos
por dudas largamente acunadas?
Tan sólo se levanta del suelo
el que del todo extiende sus alas.
 
¿Será que ya no quieres
sufrir más desengaños
que vives levantando paredes
por miedo a que la luz te haga daño?
Si ya no vienen llenas tus redes;
tampoco hay mal que dure cien años.
 
Quizás en apariencias
te alejas o me alejo,
el caso es que sufrimos de ausencia
con un dolor ambiguo y parejo.
Amor no significa querencia,
también se puede amar desde lejos.
 
 
Amada mía, querida mía,
Ay, Patria mía.
De tumbo en tumbo,
se pierde el rumbo de la alegría.
¡Vamos arriba!
que no se diga que estás llorando;
que tus heridas
mal avenidas se irán curando.
Defiende tu derecho a la vida
y juntos seguiremos andando.
 



martes, 29 de abril de 2014

CALLEJERO de Alberto Cortez.

Era callejero por derecho propio;
su filosofía de la libertad
fue ganar la suya, sin atar a otros
y sobre los otros no pasar jamás.

Aunque fue de todos, nunca tuvo dueño
que condicionara su razón de ser.
Libre como el viento era nuestro perro,
nuestro y de la calle que lo vio nacer.

Era un callejero con el sol a cuestas,
fiel a su destino y a su parecer;
sin tener horario para hacer la siesta
ni rendirle cuentas al amanecer.

Era nuestro perro y era la ternura,
esa que perdemos cada día más
y era una metáfora de la aventura
que en el diccionario no se puede hallar.

Digo ""nuestro perro"" porque lo que amamos
lo consideramos nuestra propiedad
y era de los niños y del viejo Pablo
a quien rescataba de su soledad.

Era un callejero y era el personaje
de la puerta abierta en cualquier hogar
y era en nuestro barrio como del paisaje,
el sereno, el cura y todos los demás.

Era el callejero de las cosas bellas
y se fue con ellas cuando se marchó;
se bebió de golpe todas las estrellas,
se quedó dormido y ya no despertó.

Nos dejó el espacio como testamento,
lleno de nostalgia, lleno de emoción.
Vaga su recuerdo por los sentimientos
para derramarlos en esta canción.


domingo, 27 de abril de 2014

Romance de la pena negra - Federico García Lorca - Romancero Gitano.

Las piquetas de los gallos
cavan buscando la aurora,
cuando por el monte oscuro
baja Soledad Montoya.

Cobre amarillo, su carne,
huele a caballo y a sombra.
Yunques ahumados sus pechos,
gimen canciones redondas.
Soledad, ¿por quién preguntas
sin compaña y a estas horas?
Pregunte por quien pregunte,
dime: ¿a ti qué se te importa?
Vengo a buscar lo que busco,
mi alegría y mi persona.
Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca,
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas.
No me recuerdes el mar,
que la pena negra, brota
en las sierras de aceituna
bajo el rumor de las hojas.
¡Soledad, qué pena tienes!
¡Qué pena tan lastimosa!
Lloras zumo de limón
agrio de espera y de boca.
¡Qué pena tan grande! Corro
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo,
de la cocina a la alcoba.
¡Qué pena! Me estoy poniendo
de azabache, cama y ropa.
¡Ay mis camisas de hilo!
¡Ay mis muslos de amapola!
Soledad: lava tu cuerpo
con agua de las alondras,
y deja tu corazón
en paz, Soledad Montoya.

Por abajo canta el río:
volante de cielo y hojas.
Con flores de calabaza,
la nueva luz se corona.
¡Oh pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.
¡Oh pena de cauce oculto
y madrugada remota!

sábado, 26 de abril de 2014

"Se dice de mí" - milonga de Francisco Canaro y letra de Ivo Pellay.

“Se dice de mí” es una milonga, con música de Francisco Canaro  y letra de Ivo Pellay. Que la popularizó y “eternizó” la Gran Tita Merello que es la versión femenina más conocida en la película Mercado de Abasto de 1955 dirigida por Lucas de Mare, y musicalizada Lucio de Mare que era hermano de Lucas y amigo de Francisco Canaro. Lucas de Mare era propietario del estudio cinematográfico “Río de la Plata”.
La primera grabación de "Se dice de mí" la realizó Francisco Canaro con la voz de Carlos Roldán de mayo de 1943 con la letra era para que la cantara un hombre. 
Pero la personalidad de Tita Merello "destronó" la versión de Roldán haciendo que esta versión pareciera hecha a la medida de Tita.


Se dice de mí...
se dice de mí...
Se dice que estoy fiero,
que camino a lo malevo
que soy chueco y que me muevo
con un aire compadrón.
Que parezco el negro Acosta
que mi napia es puntiaguda
que la pinta no me ayuda
que mi boca es un buzón.
Si miro a Renée,
a Luisa, a Mimi,
las chicas están
hablando de mí.
Critican si ya
la línea perdí,
se fijan si voy,
si vengo o si fui.
Se dice que estoy fiero,
mas si el pibe no interesa,
¿por qué pierden la cabeza
ocupándose de mí?
Yo se que muchas que desprecian,
comprar quieren
y suspiran
y se mueren
cuando piensan en mi amor.
Y más de una
se derrite si suspiro
y se queda,
si la miro,
resoplando como un Ford.
Si fiero soy,
pongámosle,
que de eso aun
no me enteré.
En el amor,
yo sólo se
que a más de diez
dejé de a pie.
Podrán decir,
podrán hablar
y murmurar
aunque rebuznar,
mas la fealdad
que Dios me dio
mucho Don Juan
me la envidió.
Y no dirán que me engrupí
porque modesto siempre fui.
¡Yo soy así!





Se dice de mí,
Se dice de mí,
Se dice que soy fiera,
que camino a lo malevo,
que soy chueca y que me muevo
con un aire compadron,
que parezco Leguisamo,
mi nariz es puntiaguda,
la figura no me ayuda
y mi boca es un buzon.

Si charlo con Luis, con Pedro o con Juan,
hablando de mi los hombres estan.
Critican si ya, la linea perdi,
se fijan si voy, si vengo o si fui.

Se dicen muchas cosas,
mas si el bulto no interesa,
porque pierden la cabeza
ocupandose de mi.

Yo se que muchos me desprecian compañia
y suspiran y se mueren cuando piensan en mi amor.
Y más de uno se derrite si suspiro
y se quedan si los miro resoplando como un gol.

Si fea soy,
pongamosle,
que de eso aun
no me entere,
en el amor, yo solo se,
que a más de un gil,
deje de a pie.

Podran decir, podran hablar,
y murmurar, y rebuznar,
mas la fealdad que dios me dio,
mucha mujer me la envidio
y no diran que me engrupi
porque modesta siempre fui.
Yo soy asi

Y ocultan de mi,
ocultan que yo tengo,
unos ojos soñadores,
ademas otros primores
que producen sensación.
Si soy fiera se que en cambio,
tengo un cutis de muñeca,
los que dicen que soy chueca,
no me han visto en camisión.
Los hombres de mi, critican la voz,
el modo de andar, la pinta, ehe!, la tos.

Critican si ya la linea perdi,
se fijan si voy, si vengo, o si fui.

Se dicen muchas cosas,
mas si el bulto no interesa,
porque pierden la cabeza
ocupandose de mi.

Yo se que hay muchos me desprecian compañia,
y suspiran y se mueren cuando piensan en mi amor.
Y más de uno se derrite si suspiro
y se quedan si los miro, resoplando como un gol.

Si fea soy, pongamosle,
que de eso aun no me entere,
en el amor, yo solo se,
que a más de un gil, deje de a pie.

Podran decir, podran hablar,
y murmurar, y rebuznar,
mas la fealdad que dios me dio,
mucha mujer me la envidio,
y no diran que me engrupi
porque modesta siempre fui.

Yo soy asi.

miércoles, 23 de abril de 2014

Vencidos - León Felipe.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.

Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá «quedó su ventura»
en la playa de Barcino, frente al mar.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.

¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!

Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo,
y llévame a ser contigo
pastor.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...

VENCIDOS de LEÓN FELIPE en la versión de Joan Manuel Serrat.

CHIMPAY - Hugo Giménez Agüero.



En el murmullo del viento
Chimpay ya nace la flor
Y en el recodo del río
Tu nombre es una canción
Y en el recodo del río Chimpay
Tu nombre es una canción
Chimpay Tu nombre es una canción.

La cruz del sur es tan tuya
Chimpay prepara la voz
Que ya viene Ceferino
Con la palabra de Dios
Que ya viene Ceferino
Suelta los trinos de tu canción
Suelta los trinos de tu canción.

Cantale cantale al indio
Que en estas tierras nació
Santo de la Patagonia
Ay Ceferino de mi nación
Cantale, cantale al indio
Chimpay es tuyo su corazón
Chimpay es tuyo su corazón.

En el valle canta el viento
Chimpay un canto de amor
Promesa del peregrino
que nace del corazón
Promesa del peregrino Chimpay
que nace del corazón
Chimpay que nace del corazón.

Hay un anhelo en mi gente
Ceferino ha de volver
A descansar en la tierra
Que un día lo vio nacer
A descansar en la tierra Chimpay
Que un día lo vio nacer
Chimpay que un día lo vio nacer.

Cantale cantale al indio
Que en estas tierras nació
Santo de la Patagonia
Ay Ceferino de mi nación
Cantale, cantale al indio
Chimpay es tuyo su corazón
Chimpay es tuyo su corazón.

lunes, 21 de abril de 2014

Sin caballo y en Montiel - Atahualpa Yupanqui / Pablo del Cerro.

Pasé de largo por Tala,
detenerme para qué,
de poco vale un paisano
sin caballo y en Montiel.

Crucé por Altamirano,
por Sauce Norte crucé,
barro negro y huellas hondas
como endenantes hallé.

De recuerdos y caminos
un horizonte abarqué,
lejos se fueron mis ojos
como rastreando el ayer.

Climaco Acosta ya ha muerto,
Cipriano Vila también,
dos horcones entrerrianos
de una amistad sin revés.

Por eso pasé de largo,
detenerme para qué,
de poco vale un paisano
sin caballo y en Montiel.

Sin canto pasaba el río,
-para qué lo iba a tener-
ancho camino de fugas
callado tiene que ser.

Con mirada de otros años
y otro tiempo contemplé,
sobre un mangrullo de talas,
el palmeral de Montiel.

La sombra de mi caballo,
como en sueños divisé,
se me arrollaban en l'alma
las leguas que anduve en él.

Por eso pasé de largo,
detenerme para qué,
de poco vale un paisano
sin caballo y en Montiel.

En la orilla montielera
tuve un rancho alguna vez,
¿lo habrá volteado el olvido?
¿será tapera? no sé.

Por eso pasé de largo,
detenerme para qué,
de poco vale un paisano
sin caballo y en Montiel.

Y la versión que me gusta de Don Alfredo Zitarrosa.

tuve un rancho alguna vez,
¿lo habrá volteado el olvido?

domingo, 20 de abril de 2014

Así me lo dijo un paisano – Carlos Di Fulvio.

Carlos Di Fulvio nació en Carrilobo, Provincia de Córdoba,  el 5 de marzo de 1939. Es un hombre de la llamada “pampa gringa”.  
“A los cuatro años se radicó junto a la familia en la ciudad de Córdoba y no descansó hasta que pudo concretar uno de sus más anhelados sueños: conocer la montaña. Su primer encuentro con el nuevo paisaje tuvo lugar a los 13 años y desde ese instante se sintió identificado con esa otra Argentina que se extiende de Córdoba al norte.
Por ese entonces tuvieron lugar sus primeras incursiones en el arte. Mientras integraba el Cuerpo de Danzas Folclóricas del Teatro Rivera Indarte de Córdoba y cursaba estudios de dibujo y pintura en la Escuela Provincial de Bellas Artes “Dr. Figueroa Alcorta”, añadía a su vocación artística la práctica del canto y de la guitarra. Cuando decidió abrazar la guitarra —dice el propio artista— “no fue para hacer cosas mejores o peores o para competir”, lo hizo con la meditación necesaria que debe tener un hombre para definir su vida y elegir su camino” (Wikipedia).
Su primera presentación en público fue en enero de 1953 en el auditorio de LV2, entonces Radio Central, de Córdoba. En 1958 su nombre era conocido en el país llegando a difundir el folclore en LS82 TV Canal 7, LR4 Radio Splendid, RCA Víctor entre otros donde daba a conocer su obra como autor, compositor e intérprete. Su primera zamba "Guitarrero" firmada con el seudónimo “José Piedra Ríos”. 
Guitarrero, con tu cantar
me vas llenando de luz el alma,
porque tu voz temblando está
corazón adentro de la farra.

 Como un puñal, clavado está
el grito arisco de la baguala,
y el eco de tu corazón
bombo se vuelve en las cacharpayas.

 Si alguna vez el tiempo
calla para siempre tu guitarral,
sobre tu sueño irá el viento
quebrando maderas de jacarandá.
Adiós, adiós guitarrero,
¡tu viejo sendero qué rumbo ha ‘i tomar!

 Hijo de aquel viejo cantor,
que se fue al cielo de las vidalas,
por la noche manchadita
con las estrellas de su guitarra.

 No te vayas, guitarrero,
que se me apaga la luz del alma;
quiero volver a amanecer
para morirme en las cacharpayas.




Algunas de sus obras son: Campo Afuera, ¿Se acuerda Doña Maclovia?, Cerro Salamanca y Un paso aquí, un tranco allá, Así me lo dijo un paisano.

Así me lo dijo un paisano – Carlos Di Fulvio.

Yo en la vida tuve suerte,
por que poco he caminado...
Así me dijo un paisano,
He nacido pescador.

Pescador sin tantas vueltas:
Que carnadas, que busquemos...
Así me dijo el moreno:
Ellos van donde estoy yo.

Yo converso con los bichos
Tal si fuéramos hermanos...
Así me dijo el paisano
Tan menta’o de Concepción.

Buenas noche tenga el bagre.
¿Qué le pasa que anda mudo?..
No me diga bigotudo
De que ha visto al surubí, Ah?

Con setenta brazoladas
Mi espinel está tendido.
De amansarse un poco el río,
Capaz que le ponga cien.

No me alcanza para lujos
Lo que en esta vida gano...
Así me dijo el paisano:
A gatas para comer.

Ocupé de mi Argentina
Solamente dos lugares
Así me dijo aquel tape:
Concordia y Concepción.

Yo en la vida tuve suerte
Por que poco he caminado.
Soy de este suelo entrerriano
Y he de morir pescador.

La rá, la rá, la ra rá…

sábado, 19 de abril de 2014

Razón de José Larralde - Disco "Permiso" del año 1968.


No solamente
se vive por el tiempo
No nace el día
tan solo por el sol.



La flor no aroma
los prados ni la brisa
Todo es en vano
si no tienes amor.



La noche azota
y la paloma muere
Sucumbe el beso
y llora el derredor.



La mano tiembla
y la canción se ahoga
Y ha sido en vano
si no tienes amor.



Abre los ojos hombre
siente que sientes dolor,
despierta el alba
y ablanda el pensamiento
todo es motivo
si empuñas la verdad
el tiempo nutre
la luz de su mira
solo en la gloria
de amor y voluntad
el tiempo nutre
a luz de su mira
solo en la gloria
de amor y voluntad...
de amor y voluntad...

viernes, 18 de abril de 2014

MADALENA - Lope de Vega.

Buscaba Madalena pecadora
un hombre, y Dios halló sus pies, y en ellos
perdón, que más la fe que los cabellos
ata sus pies, sus ojos enamora.

De su muerte a su vida se mejora,
efecto en Cristo de sus ojos bellos,
sigue su luz, y al occidente dellos
canta en los cielos y en peñascos llora.

«Si amabas, dijo Cristo, soy tan blando
que con amor a quien amó conquisto,
si amabas, Madalena, vive amando».

Discreta amante, que el peligro visto
súbitamente trasladó llorando
los amores del mundo a los de Cristo.

Como bola sin manija - Poesía de Francisco “Paco” Urondo.


Como bola sin manija


puedo ir para un lado
puedo ir para otro lado
encontrar estuarios pálidos cisnes quietos
buques mansos que como a las nubes
me llevan de un lado para otro lado


puedo dar con lugares apacibles
o sombras excitantes
la primera piel de una mujer
el aroma de una mujer el sonido de una fiesta
puedo beber de cierto cuidado y enfermarme levemente
y sentir en las sábanas el olor del sol


puedo llegar a tener suerte en el juego y en la vida
puedo cambiar de vida y de nombre
puedo peinarme de otra manera
y vestir como nunca lo hice


puedo sorprender
ser irascible o piadoso
comprensivo con las mujeres
o despiadado con sus increíbles sentimientos


puedo como antaño volver a enamorarme
puedo padecer por un vago recuerdo
o tirar todo por la borda
o no soportar la memoria

–hoy te he recordado vagamente–

puedo reír y cantar
divertir a la gente
y esperar a que todos estén completamente locos
y ya no parezca tan divertido


puedo envejecer y enmudecer para siempre
y decir palabras sin mayor fundamento
puedo gozar de placeres fáciles y complicados


–eras alta antes de conocerte
y hoy no he recordado tu nombre
y pienso que otro día podré humillarlo–


puedo tener rasgos bondadosos
arranques de conmovedora caridad
puedo echarme a perder
o tener más hijos como si ofreciera
el más estupendo y bonito de los mundos posibles


puedo ambicionar una amplia fortuna
hasta puedo trabajar o pensar en el as de oro
o seducir a una adolescente frágil-como-un-pétalo-de-agosto


puedo hacer viajes exóticos morder la espesura de un follaje
jugar mi vida por unos diamantes impuros
o por lánguidos ojos saturados de sabiduría


puedo emborracharme aquí o en el extranjero
y caer exhausto en la turgencia de un muslo
o en el filo de una dudosa alcantarilla


puedo investigar o escribir luminosos párrafos
que abrirían por sí el futuro
puedo ser un intelectual responsable o desaprensivo
firmar o no firmar traicionar o jugar a la lealtad


puedo ser adorado
puedo ser odiado
tener amantes
distintas en su belleza singulares en sus caprichos
o no tener a nadie
y no guardar un solo recuerdo


puedo rechazar la ternura
o mendigarla como hace unas horas
puedo vivir alternativas viejas o recientes
fáciles y peligrosas


puedo elegir mi destino
aunque no sepa darle forma adecuada
ni por dónde empezar


puedo imaginar el tiempo que desconozco
luchar por esa o por otra dulce aspiración
puedo olvidar

–hoy no he podido recordar tu nombre–

de la memoria puedo imaginar las interminables apuestas
y sus mañas de vieja tramposa
puedo no pensar en que distribuye los signos
de ese futuro tangible y ajeno.