domingo, 31 de agosto de 2014

PATENTE DE PIOLA - SIEMPRE SE VUELVE A BUENOS AIRES. de ELADIA BLÁZQUEZ.

Patente de piola.

La gente hace rato
no quiere más lola
con los avivatos
llamados los piolas.
Y ni por asomo
entres en su grey,
porque de los plomos
el piola es el rey.
Cuidado, muchachos,
con tanta ranada,
porque no nos hace
ninguna gauchada.
Y eso que parece
risueño y pueril,
puede ser a veces
patente de gil.

El que nada en la piolada,
vos sabés, se puede ahogar,
en la clásica bobada
de faltar o de sobrar.
Pero pa’l porteño flor
es un loco berretín,
un glorioso antecedente
de ocurrente y de pillín.
En la maratón del piola,
nadie cola quiere ser.
En el ranking del canchero,
él primero y vos después.
Yo no sé quién lo embarcó
en la estupidez genial,
de pensar que es un señor
cuando es un chanta nacional,
que aunque nadie le dé bola
él es piola y nada más.

Qué loca manía
que tiene el porteño,
cuántas fantasías,
qué inútil empeño.
Muestra complacido
en cada ocasión,
que está recibido
de vivo y piolón.
Un candor ingenuo
lo caracteriza,
y aquel que lo juna,
se mata de risa.
Vive pregonando
que raja de más,
y lo ven jadeando
llegar siempre atrás.

Eladia Blázquez con el corazón mirando al sur.

Eladia Blázquez nacida en Gerli, partido de Avellaneda, en el sur del Gran Buenos Aires el  24 de febrero de 1931 en el seno de una humilde familia española hija de madre andaluza y padre de Salamanca.
Ella decía en “Mirando al sur” “Nací un barrio donde el lujo fue un albur por eso tengo el corazón mirando al sur. Mi viejo fue una abeja en la colmena, en esa infancia la templanza me forjo. Después la vida mil caminos me tendio y supe del magnate y del taur por eso tengo el corazón mirando al sur”
Como  “Pichuco” Troilo, de quien era muy amiga y se tenían una admiración mutua, nunca dejó su barrio.
Era una mujer ingeniosa, vivaz, con un finísimo sentido del humor,cálida con ironía en sus letras que describía con su estilo la realidad argentina por ejemplo un fragmento de Primer mundo:
Si parece la utopía de un mamao
Voy a hacértela bien corta
Se afanaron con la torta
El honor y la verdad.
Creció entre mates, las novelas de Stendhal y las poesías del gran poeta español Federico García Lorca que le recitaba su abuela. Fue autodidacta. Sus inicios fueron las canciones españolas que cantaba en las radios porteñas y luego el folclore, luego el tango que le daría fama y también abrevó en las baladas y  el jazz.
El primer tema que compuso fue un blues: “Humo y alcohol”.
Amiga de Astor Piazzolla compartía todos los veranos en Punta del Este, hablando de música, compartiendo sus composiciones.

Honrar la vida...eso era, eso es Eladia Blázquez. 
Falleció el 31 de agosto de 2005 a los 74 años.


SIEMPRE SE VUELVE A BUENOS AIRES.

Esta ciudad está embrujada, sin saber
Por el hechizo cautivante de volver,
No sé si para bien, no sé si para mal
Volver tiene la magia de un ritual.
Yo soy de aquí, de otro lugar no puedo ser,
Me reconozco en la costumbre de volver,
A reencontrarme en mí, a valorar después
Las cosas que perdí, la vida que se fue.

Llegué y casi estoy a punto de partir
Sintiendo que me voy y no me quiero ir,
Doblé la esquina de mí mismo para comprender
Que nadie escapa al fatalismo de su propio ser,
Estoy pisando tus baldosas
Floreciéndome las rosas, por volver.

Esta ciudad, no sé existe, si es así,
O algún poeta la ha inventado para mí,
Es como una mujer, profética y fatal
Pidiendo el sacrificio hasta el final.
Pero también tiene otra voz, tiene otra piel,
El gesto abierto de la mesa de café,
El sentimiento en flor, la mano fraternal
Y el rostro del amor, en cada umbral.

Yo sé que no es casual, haber nacido aquí
Y ser un poco así, tristón, sentimental,
Ya sé que no es casual que un fueye, por los dos,
Nos cante el funeral para decir adiós.
Decirte adiós a vos... ya ves, no puede ser
Si siempre y siempre sos una razón para volver.

Siempre se vuelve a Buenos Aires a buscar
Esa manera melancólica de amar,
Lo sabe sólo aquel que tuvo de vivir
Enfermo de nostalgia, casi a punto de morir.
Autora del poema: Eladia Blázquez y la música es de Ástor Piazzolla.

sábado, 30 de agosto de 2014

PA’ LOS BUITRES de ROBERTO RIMOLDI FRAGA.


PA’ LOS BUITRES
de ROBERTO RIMOLDI FRAGA.




Vayan mis versos marcando
por los senderos de gloria
este sentido homenaje
a quien flota en mi memoria,
a ese que en muchos momentos
le puso gusto a la historia
sin pensar en consecuencias,
aquel que en los entreveros
por defender una causa
se jugaba por entero.
¡Qué lejos está aquel tiempo
en que el hombre se pintaba
por su palabra y su orgullo.
¡Cuántas veces sucedió
que la maldita injusticia
lo obligó al hombre al delito!
Lo decía José Hernández
al mostrarnos Martín Fierro,
y al recordar a Moreira
se nos presenta clarito:
¡El hombre no nace malo, eh!,
sino que lo hace la lucha
contra la gran sociedad.

¿Quién me puede comparar
la libertad de un galope
o tomarse de un respiro
la fragancia que en el campo
brota después de la noche,
agarrar una guitarra,
terciarla por las espaldas
y pegar un alarido
para sentir el coraje
del que lucha convencido?
Lo tildaban de salvaje
porque el gaucho procedía
llevado por un instinto;
asimismo pretendieron
los hombres de la colonia
anular esa figura,
pero todo lo contrario:
Sirvió para que esos “brutos
que no entendían de modales”
limpiaran a nuestra tierra
del montón de gavilanes.

Yo te quiero recordar
como ejemplo de conducta,
y si cabe la consulta
al hombre con experiencia,
quisiera que me respondas:
¿Es que no existe ideal?
¿Se olvidó ya la gauchada?
¿Ya no hay nada que se haga
sin decir “pa’ mí cuánto hay”?
Por eso es que siento ganas
de revolver en la historia
y traer a la memoria
la entereza de aquel hombre
que luchaba fervoroso,
pero pensando también
que quizá sus descendientes
se sentirían orgullosos
al heredar esta Patria,
esta tierra de esperanza,
de trabajo, frustraciones,
pero, pero que se hace querer,
esta tierra que hoy nos grita
como Fierro nos dijera:
“Si peleamos entre hermanos
nos devoran los de ajuera”.

viernes, 29 de agosto de 2014

Si ves un monte de espumas de José Martí.

Si ves un monte de espumas,
es mi verso lo que ves:
mi verso es un monte, y es
un abanico de plumas.

Mi verso al valiente agrada:
mi verso, breve y sincero,
es del vigor del acero
con que se funde la espada.

Duermo en mi cama de roca
mi sueño dulce y profundo:
roza una abeja mi boca
y crece en mi cuerpo el mundo.

Si ves un monte de espumas,
es mi verso lo que ves:
mi verso es un monte, y es
un abanico de plumas.
de Versos sencillos.

martes, 26 de agosto de 2014

EL NIÑO BUENO - POEMA DE JULIO CORTÁZAR.

El niño bueno.

No sabré desatarme los zapatos y dejar que la ciudad me muerda los pies,
no me emborracharé bajo los puentes, no cometeré faltas de estilo.

Acepto este destino de camisas planchadas,
llego a tiempo a los cines, cedo mi asiento a las señoras.
El largo desarreglo de los sentidos me va mal, opto
por el dentífrico y las toallas. Me vacuno.
Mira qué pobre amante, incapaz de meterse en una fuente
para traerte un pescadito rojo
bajo la rabia de gendarmes y niñeras.

Hoy justo hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Julio Cortázar que nació en un suburbio del sur de Bruselas (Bélgica).
“Se lo considera uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general, y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano, rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal. Debido a que los contenidos de su obra transitan en la frontera entre lo real y lo fantástico, suele ser puesto en relación con el realismo mágico e incluso con el surrealismo” –wikipedia-
Hijo de Julio José Cortázar funcionario de la embajada de la Argentina en Bélgica y María Herminia Descotte. Córtazar decía que su nacimiento fue un "producto del turismo y la diplomacia".
Ya a fines de la 1ra. Guerra Mundial, la familia Cortázar pasaron a Suiza valiéndose de la nacionalidad alemana de la abuela materna, y de allí a España viviendo un tiempo en Barcelona.
Luego retornaron a la Argentina. Cortázar pasó el resto de su infancia en Banfield, en el sur del gran Buenos Aires, junto con su madre, una tía y su hermana menor Ofelia.
Julio Cortázar era un pequeño enfermizo que su débil salud lo tuvo mucho tiempo en cama donde la lectura fue su gran compañera donde leía a escritores de la talla de un Julio Verne, Victor Hugo.
Realizó su  estudios primarios en la Escuela Nº 10 de Banfield, se formó como maestro normal (1932) y profesor en Letras (1935) en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta.
Fue maestro dictó clases en Bolívar, Saladillo y Chivilcoy donde Escuela Normal daba clases como profesor de literatura. 
En 1944 se mudó a  la provincia de Mendoza y en Universidad Nacional de Cuyo dictó cursos de literatura francesa donde participó activamente en manifestaciones contra el naciente fenómeno del peronismo. Cuando el general Juan Domingo Perón ganó las elecciones, abandonó el cargo universitario para no ser despedido y volvió a Buenos Aires, donde trabajó en la Cámara Argentina del Libro.
Su primer cuento fue “La Casa Tomada” publicado en 1946 un periódico literario llamado “Anales de Buenos Aires”, por iniciativa de su director responsable Jorge Luis Borges.
En 1951, Cortázar publica su primera gran obra narrativa “Bestiario”.
Poco después de la publicación de Bestiario, descontento con los rumbos del peronismo, abandona la Argentina para radicarse en París. Gracias a una beca del gobierno francés, se instaló en Paris en 1951 donde se desempeñó como traductor para mejorar su situación económica. Se vinculó para la Unesco donde fue traductor hasta su jubilación. 
Cultivó su amistad con escritores como Octavio Paz, Pablo Neruda, Carlos Fuentes y admiración por Juan Rulfo y Juan José Arreola.
Beatriz Sarlo propuso que “Rayuela” una de las obras emblemáticas publicada en 1963  era una “suma y divulgación de lo acumulado por las vanguardias”.
Aunque Cortázar es reconocido principalmente por su narrativa, escribió gran cantidad de poemas en prosa, escribió letras de tangos con el Tata Cedrón.

Murió en París, el 12 de febrero de 1984.

lunes, 25 de agosto de 2014

Mi tierra en invierno de Alfredo Zitarrosa - 1976. Pobre mi tierra querida tan rigoreada en agosto... y porque todas las cosas cambiarán con el verano.

Pobre mi tierra querida
tan rigoreada en invierno
cuando el sol se pone enfermo
y parece que la olvida.
Siembra el paisano la vida
plantando trigos tempranos
y aunque el caballo esté sano
lo cuida de la garganta
que aunque el caballo no canta
lo ha de tener siempre a mano.

Pobre mi tierra querida
parece que en estos años
el invierno hace más daño
que en épocas preteridas;
será exceso de fatigas
serán vientos de frontera
dicen que la Cordillera
deja pasar malos vientos
que un maremoto de intento
le ha bajado la cimera.

Buena mi tierra querida
le hace lugar a cualquiera
del vacuno a la crucera
del trigo limpio a la ortiga
y no hace falta que diga
que, cuando hay inundación
el alacrán, el ratón
–bichos que no lo merecen–
hallan que ella le ofrece
hasta el último albardón.

Sabe mi tierra querida
que no precisa hacer cuentas:
cuando se arma la tormenta
ya la tiene presentida.
Secará al sol las heridas
que hayan podido dolerle
porque llegado setiembre
será tiempo de castrar
de marcar y descolar
se trilla el trigo en diciembre.

Pobre mi tierra querida
tan rigoreada en agosto
pero igual dará calostro
la vaca recién parida
hay que vigilar la hormiga
que hace pirva en campo llano
porque el invierno al secano
lo ha vuelto tierra jugosa
y porque todas las cosas

cambiarán con el verano.

sábado, 23 de agosto de 2014

ROSA DE LOS VIENTOS Poema de Jaime Dávalos. Una Zamba de Eduardo Falú.

ROSA DE LOS VIENTOS.
Siento que se va la vida
y aprieta mi corazón
aquella rosa del viento
que un día se abriera, sangrando el amor.

Rosa del amor en el viento
en silencio llorarás,
goteando lágrimas rojas
adentro de mi alma te deshojarás.

 Puede que un día ya libre
 sientas de nuevo el amor.
 Pero en el viento mi boca
 te besará siempre con esta canción.

Cuando me vaya y te deje
sabrás lo que es soledad.
Como una hiedra el recuerdo
los muros del alma te recubrirán.

La vida es solo un instante
y un beso la eternidad,
por eso dame en tu boca
la rosa caliente de tu mocedad.

viernes, 22 de agosto de 2014

Alma mía de María Grever.


Alma mía sola, siempre sola,
sin que nadie comprenda tu sufrimiento,
tu horrible padecer;
fingiendo una existencia siempre llena
de dicha y de placer,
de dicha y de placer...

Si yo encontrara un alma como la mía,
cuantas cosas secretas le contaría,
un alma que al mirarme sin decir nada
me lo dijese todo con su mirada.

Un alma que embriagase con suave aliento,
que al besarme sintiera lo que yo siento,
y a veces me pregunto que pasaría
si yo encontrara un alma como la mía.


María Joaquina de la Portilla Torres, su nombre de soltera, nació el 14 de septiembre de 1885 en León, Guanajuato. En 1906, conoció a León Grever en la Ciudad de México, con quién contrajo matrimonio un año después. En 1916 se trasladó a Nueva York. Desde 1920 trabajó para la Paramount y para la 20th Century Fox, componiendo los fondos musicales de varias películas. 
Algunos de sus creaciones: Te quiero dijiste (Muñequita linda), Júrame, Ya no me quieres, Por si no te vuelvo a ver, Volveré, Despedida, Alma mía. Murió en Nueva York el 15 de diciembre de 1951.


Ignacio Jacinto Villa Fernández (Guanabacoa, Cuba, 11 de septiembre de 1911 - Ciudad de México, 2 de octubre de 1971), más conocido por su nombre artístico de Bola de Nieve, fue un cantante, compositor y pianista cubano. Los orígenes de su apodo se dividen en dos opiniones. Para muchos, lo ideó Rita Montaner en una noche de espectáculo en el habanero Hotel Sevilla en 1930 o 1931, cuando la acompañaba al piano en "El manisero" y "Siboney". Para otros, como el periodista Fernando Campoamor, fue idea de un médico del barrio, Carlos Guerrero. Los muchachos del barrio, en burla, lo llamaban por los motes de "Bola de Fango" y "Bola de Trapo". No obstante fue realmente Rita Montaner quien hizo popular el apodo, que se vio por primera vez escrito en público en México, cuando la cantante hizo que pusieran en el cartel de presentación: "Rita Montaner y Bola de Nieve". Se trata sin duda de uno de los más geniales músicos que ha dado la isla caribeña y un genuino icono de la idiosincrasia cubana.

Fuente de información: wikipedia.

miércoles, 20 de agosto de 2014

A la voz de Susana Rinaldi por Julio Cortázar.

A la voz de Susana Rinaldi 
por Julio Cortázar.

No sé lo que hay detrás de tu voz.
Nunca te vi, vos sos los discos
Que pueblan por las noches este departamento de París.

Te busqué en Buenos Aires, pero sabés seguro
Cuántos espejos de mentira te hacen pifiar la esquina,
Como después de andar de bache en bache
Acabás con ginebra en un boliche
Murmurando la bronca del despiste.

No sé, ya ves, ni como sos,
Tengo las fotos de tus discos, gente
Que te conoce y te escribe,
Paredes de palabras con glicinas
Y vos detrás, inalcanzable siempre.

(Y esto que digo Susana
es también la Argentina donde todo
puede esconder la estafa si no sabemos ser
como el farol del barrio, o como aquí sus tangos,
vigías de la noche y la esperanza).

lunes, 18 de agosto de 2014

Lluvia en la ventana. Julio Cortázar y mayor obra: “Rayuela” por María Giovanazzi.

Se cumplen cien años del nacimiento de Julio Cortázar y cincuenta de su mayor obra; “Rayuela”.
“Lluvia sobre la ventana” intenta ser un humilde homenaje a su autor y a tan bella obra.

El tiempo ha pasado y de París y de Horacio Oliveira, me ha quedado sólo  el recuerdo de su paso por mi vida, años locos, vividos con intensidad. Lo conocí en una de las tantas reuniones que se realizaban en el bar del griego, un local con intenciones de confitería fina, que nunca llegó a serlo. Se armaban mesas de discusión sobre cualquier tema, la independencia de Argelia era casi un hecho y nosotros  dejábamos caer opiniones con la inconsciencia del que no vive en la opresión y habla por hablar. Sartre era una utopía con sus frases memorables que deshilábamos,  palabra a palabra, letra a letra y entre esa locura, ella, La Maga, estaba siempre presente,  pegada a Oliveira, mirándolo con la adoración de una mujer enamorada.
Algo sucedió entre ellos de lo que no me enteré. Debí viajar a Buenos Aires y al regresar, La Maga ya no estaba con Horacio, había desaparecido de su vida.
Las calles parisinas se convirtieron en una pasión para Horacio, las recorría buscando a su amor, era un loco más en el camino; la felicidad.
Alguna tarde al encontrarlo, sólo hablaba de ella:
” ¿Y por qué no, por qué no voy buscar a la Maga? La lluvia en la ventana parece decir su nombre  con el repiqueteo del agua sobre  el vidrio y entonces me desespero y salgo a recorrer las calles y grito su nombre y sólo escucho la lluvia. Tantas veces me había bastado asomarme  por la rue de Seine y llegar al arco que da al Quai de Conti, para ver  la luz de ceniza y oliva que flota sobre el río, y desde allí la veía llegar,  su silueta delgada se destacaba en el Pont des Arts y nos íbamos por ahí, a la caza de sombras, a comer papas fritas, a besarnos junto a las barcazas del canal Saint-Martin. Con ella yo sentía crecer un aire nuevo, los signos fabulosos del atardecer o esa manera como las cosas se dibujaban cuando ella iluminaba todo con su sonrisa”.

Pero La Maga nunca apareció y  Horacio  se transformó en una sucesión de quimeras rotas e ilusiones pedidas.  Como La Maga, él se perdió de los bares parisinos, quién sabe en qué ruta o tal vez, sin que nosotros lo supiéramos, ellos, sí se encontraron y son seguramente alguna de esas parejas, que eternamente jóvenes pasean todas las tardes a orillas del Sena.

http://mariarosag.blogspot.com.ar/

Regreso de Alicia Abatilli.

Regreso

¿Podemos dejar
día  a día,
que la alegría nos envuelva?
¿Evitar estar andar de engaño,
el hombre desangrando su realidad
sin anticipar esa dulce sensación
de permitir que crezca sobre sus hombros
un bello par de alas doradas?
Observar el cielo, palpitar cada vuelo
y recorrer cada nube hasta reconocerla.
Sería una forma de regreso,
algo así como permitirnos
vivir ese milagro
que alguna vez creímos muerto.

Publicado en EL PAÍS DE ALICIA MARÍA.
http://enelpaisdealiciamaria.blogspot.com.ar/
Imagen: internet.

sábado, 16 de agosto de 2014

La luna con gatillo de Raúl Gonzalez Tuñon.


Es preciso que nos entendamos.
Yo hablo de algo seguro y de algo posible.
Seguro es que todos coman
y vivan dignamente
y es posible saber algún día
muchas cosas que hoy ignoramos.
Entonces, es necesario que esto cambie.

El carpintero ha hecho esta mesa
verdaderamente perfecta
donde se inclina la niña dorada
y el celeste padre rezonga.
Un ebanista, un albañil,
un herrero, un zapatero,
también saben lo suyo.

El minero baja a la mina,
al fondo de la estrella muerta.
El campesino siembra y siega
la estrella ya resucitada.
Todo sería maravilloso
si cada cual viviera dignamente.

Un poema no es una mesa,
ni un pan,
ni un muro,
ni una silla,
ni una bota.
Con una mesa,
con un pan,
con un muro,
con una silla,
con una bota,
no se puede cambiar el mundo.

Con una carabina,
con un libro,
eso es posible.
¿Comprendéis por qué
el poeta y el soldado
pueden ser una misma cosa?

He marchado detrás de los obreros lúcidos
y no me arrepiento.
Ellos saben lo que quieren
y yo quiero lo que ellos quieren:
la libertad, bien entendida.

El poeta es siempre poeta
pero es bueno que al fin comprenda
de una manera alegre y terrible
cuánto mejor sería para todos
que esto cambiara.
Yo los seguí
y ellos me siguieron.

¡Ahí está la cosa!
Cuando haya que lanzar la pólvora
el hombre lanzará la pólvora.
Cuando haya que lanzar el libro
el hombre lanzará el libro.

De la unión de la pólvora y el libro
puede brotar la rosa más pura.
Digo al pequeño cura
y al ateo de rebotica
y al ensayista,
al neutral,
al solemne
y al frívolo,
al notario y a la corista,
al buen enterrador,
al silencioso vecino del tercero,
a mi amiga que toca el acordeón:
-Mirad la mosca aplastada
bajo la campana de vidrio.

No quiero ser la mosca aplastada.
Tampoco tengo nada que ver con el mono.
No quiero ser abeja.
No quiero ser únicamente cigarra.
Tampoco tengo nada que ver con el mono.

Yo soy un hombre o quiero ser un verdadero hombre
y no quiero ser, jamás,
una mosca aplastada bajo la campana de vidrio.
Ni colmena, ni hormiguero,
no comparéis a los hombres
nada más que con los hombres.

Dadle al hombre todo lo que necesite.
Las pesas para pesar,
las medidas para medir,
el pan ganado altivamente,
la flor del aire,
el dolor auténtico,
la alegría sin una mancha.

Tengo derecho al vino,
al aceite, al Museo,
a la Enciclopedia Británica,
a un lugar en el ómnibus,
a un parque abandonado,
a un muelle,
a una azucena,
a salir,
a quedarme,
a bailar sobre la piel
del Último Hombre Antiguo,
con mi esqueleto nuevo,
cubierto con piel nueva
de hombre flamante.

No puedo cruzarme de brazos
e interrogar ahora al vacío.
Me rodean la indignidad
y el desprecio;
me amenazan la cárcel y el hambre.
¡No me dejaré sobornar!
No. No se puede ser libre enteramente
ni estrictamente digno ahora
cuando el chacal está a la puerta
esperando
que nuestra carne caiga, podrida.

Subiré al cielo,
le pondré gatillo a la luna
y desde arriba fusilaré al mundo,
suavemente,
para que esto cambie de una vez.