miércoles, 30 de noviembre de 2022

El destino en la literatura por Néstor Tkaczek.-

El destino en la literatura 
por Néstor Tkaczek.


La vida como un tren que se mantiene firme en unos rieles ya predeterminados y de los cuales es imposible salirse es una metáfora muy usada para visualizar la idea de destino como una mano férrea que nos transporta a donde ella quiere, independiente de nuestra voluntad.
En la obra del gran intelectual iraní Omar Khayyam (siglos XI y XII) el destino es ni más ni menos que la voluntad de Alá. Él, sospecho, es el creador de la metáfora de la vida como un juego de ajedrez. “Todo es un tablero de ajedrez de noches y días, donde el destino, con hombres como piezas, juega: Acá y acullá mueve, y da jaque mate y mata, y uno por uno, vuelve a ponerlos en la caja”. En otros textos el destino aparece con nombre propio: “He aquí la única verdad. Somos los peones de la misteriosa partida de ajedrez que juega Alá. Él nos mueve, nos detiene, vuelve a empujarnos, y al final nos arroja, uno a uno, a la caja de la nada”. Muchos siglos después, y ya no en farsi, sino en castellano y en Buenos Aires, Borges retoma esta idea en algunos sonetos: (se refiere a las piezas de ajedrez)…”No saben que la mano señalada/ del jugador gobierna su destino,/ no saben que un rigor adamantino/ sujeta su albedrío y su jornada.// También el jugador es prisionero/ (la sentencia es de Omar) de otro tablero/ de negras noches y de blancos días”. 
En Borges el destino tiene algunas variantes, aunque perdura la idea de la inevitabilidad, de la sucesión de causas y efectos que desembocan en un efecto final ya prefijado. En el “Poema conjetural” Laprida, antes de morir, se da cuenta de esto: “A esta ruinosa tarde me llevaba/el laberinto múltiple de pasos/ que mis días tejieron desde un día/ de la niñez. Al fin he descubierto/ la recóndita clave de mis años,/ la suerte de Francisco de Laprida,/la letra que faltaba, la perfecta/forma que supo Dios desde el principio”. 


Publicado en Diario "Río Negro", domingo 16 de Junio de 2019.-

sábado, 26 de noviembre de 2022

Palimpsestos: Equilibrios por Néstor Tkaczek.

Una frontera es en el fondo un límite, una división natural o artificial en el espacio; pero también una frontera es un surco imaginario que marca tiempos diferentes. Borges construyó en la Buenos Aires de las primeras décadas del siglo pasado una literatura adornada de guapos y zaguanes, de cuchillos vibrantes y naipes marcados en ese lugar indeciso en que el campo se tiñe de urbanidad y la ciudad se disuelve en el campo. Las orillas y el Oliverio son el cronotopo de ese primer Borges que busca rescatar un tiempo ya inevitablemente perdido.
En esa novela casi perfecta de Dino Buzzati, llamada “El desierto de los tártaros”, Giovanni Drogo pasó treinta años en la fortaleza Bastiani, último mojón antes del desierto interminable, esperando el ataque. La fortaleza es una frontera, un lugar construido para evitar que los enemigos ingresen, pero también ese lugar es simbólico, marca una diferencia, establece las líneas demarcatorias en la que algo termina (en este caso la patria) y comienza lo otro (en este caso lo diferente).
“Soy un ejemplar de frontera”, así se define mi admirado Héctor Tizón, y esa situación geográfica ha sido central en la obra del escritor jujeño. Los personajes, los paisajes, el lenguaje, todo remite a un orbe autónomo ubicado en los confines de nuestro país.
También soy un ejemplar de frontera. He pasado la mayor parte de mi vida en sitios de frontera. Nací en los márgenes dubitativos de las viñas y el campo agreste, desde chico presencié la dura lucha para impedir que el monte se adueñara del surco.
Pasados los años viví en las orillas de una ciudad fronteriza, lejos de todo y con la intemperie rozando los tejados. Otra vez, miraba, cómo el desierto avanzaba hacia mi ventana y una vaga inquietud, cierta angustia ante la vastedad se ha vuelto constitutiva en mí.
Una frontera, imaginaria o no, es un lugar difuso, una hesitación continua entre lo que es y lo que ha sido, lo que es y lo que no es. Quienes caminamos por esa cornisa estamos siempre construyéndonos, haciéndonos a cada rato, extraños a los conceptos de identidad y seguridad. Vivimos en la zozobra.

Publicado en Diario "Río Negro", domingo 9 de diciembre de 2018.-

viernes, 25 de noviembre de 2022

Palimpsestos: Renacimiento y escritoras por Néstor Tkaczek.

Al modo de Hipatia, es en el otoño de la Edad Media (frase inigualable de Huizinga) cuando aparece la primera gran intelectual de Occidente, e incluso se habla de la primera escritora feminista, me refiero a Cristina de Piza (s. XIV-XV). Hija del médico de Carlos V, poseía una cultura extensa que abarcaba no solo las artes sino también las ciencias. Viuda muy joven y en bancarrota, Cristina comenzó a ganarse la vida con las letras, ya que componía baladas que exaltaban los amores de algunos nobles que querían ver y escuchar sus propias conquistas y para eso le pagaban. Dado su prestigio participó de varias polémicas con hombres acerca del papel de la mujer en la sociedad y del uso, muchas veces denigratorio, que hacía de la figura femenina la literatura de su tiempo. Desde comienzos del siglo XV, dedicó todos sus esfuerzos a escribir y reivindicar a su género. Uno de sus libros comienza: “Ha llegado el momento de que las severas leyes de los hombres dejen de impedirles a las mujeres el estudio de las ciencias y otras disciplinas”. Ya muy grande culminó su trabajo intelectual con una monumental biografía de Juana de Arco en la que sostiene que fue su condición de mujer la que inclinó el fiel para su condena a muerte.
Eso que llamamos Renacimiento, cuya fecha de inicio es tan controvertida y aleatoria según los países, supone algunos cambios en la consideración de la mujer, sobre todo en el arte. Por un lado, se libera aparentemente a la mujer de algunas ideas tradicionales, se devela el cuerpo femenino (recurriendo a personajes mitológicos, claro está) como la “Venus” de Botticelli o bien se enfatiza la inocencia, la virginidad y el rostro angelical que corresponde a cierto ideal de mujer en muchos de los pintores de la época.
Ese ideal de mujer se traslada a la literatura y por influencias diversas la mujer queda convertida en la verdadera razón de vivir del poeta, la “donna angelicata”. Así con su mirada lo eleva al cielo y con el desdén lo desbarranca al infierno. Todo gira en torno de la amada, podés recordar también a Laura, a Beatrice, a Elisa, a Galatea...

Publicado en Diario "Río Negro", domingo 2 de diciembre de 2018.-

miércoles, 23 de noviembre de 2022

La Edad Media y las escritoras por NÉSTOR TKACZEK.

La Edad Media y las escritoras 
por NÉSTOR TKACZEK.
A medida que avanza la Edad Media lentamente aparecen escrituras femeninas. Es cierto que esta escritura de mujeres es acotada, también es cierto que se ha perdido y mucho de lo que otras mujeres escribieron; pero lo que nos queda es de extrema brillantez.
Hay una historia singular, terrible, –si se quiere– protagonizada por uno de los más brillantes filósofos de la Alta Edad Media, se llamaba Abelardo y era temido por sus colegas y amado por sus alumnos gracias a una inteligencia demoledora. Ese hombre se enamora de una alumna suya, un joven bellísima llamada Eloísa. En su autobiografía Abelardo recuerda ese tiempo: “...Los libros permanecían abiertos, pero el amor más que la lectura era el tema de nuestros diálogos, intercambiábamos más besos que ideas sabias. Mis manos se dirigían con más frecuencia a sus senos que a los libros...”. La historia dice que Eloísa quedó embarazada y que su tutor (un tío obsesionado por la deshonra) irrumpió junto a otros parientes en la casa de Abelardo y lo castraron. Por indicación de éste, Eloísa ingresó en un convento y él se ordenó monje. Desde ese momento y hasta la muerte de Abelardo, ella le enviará una serie de cartas apasionadas en las que habla del papel de la mujer en el mundo, de su dualidad, ya que como monja se sometía a Dios, pero como mujer -y pese a todos los contratiempos-pertenecía a Abelardo. Es curioso, la docta obra del filósofo es hoy menos popular que las cartas de aquella mujer que clamó siempre por el amor de ese hombre.
Los amantes están en un sepulcro doble en el cementerio parisino de Pére Lachaise.
Ahora recuerdo a Hidelgarda de Bingen, otra de las grandes figuras femeninas de la Edad Media, que destacó como escritora mística y religiosa, poeta, escritora científica (libros de medicina), música, y artista plástica. Afortunadamente debido a su condición religiosa su obra se ha conservado y muestra la diversidad y profundidad del pensamiento de esta monja germana. Pero pese a que el mismo papa Eugenio III se manifiesta sorprendido por sus escritos y la insta a que siga produciendo, Hidelgarda no puede cumplir su sueño de enseñar en la universidad porque era mujer.
Publicado en Diario "Río Negro", 25 de noviembre de 2018.-

martes, 22 de noviembre de 2022

La Edad Media y las escritoras por NÉSTOR TKACZEK.

La Edad Media y las escritoras por NÉSTOR TKACZEK.
Hago una concesión, acuerdo con los humanistas al llamar desde un particular punto de vista “edad oscura” a la Edad Media, pero la llamo por razones muy diferentes de estos, entre ellas es posible que el rótulo sea pertinente cuando hablamos de la mujer en este periodo. Claro, si Agustín de Hipona, que es uno de los grandes intelectuales del mundo medieval y representante de la institución más poderosa de este mundo sostiene: “Las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas en forma alguna. De hecho, deberían ser segregadas, ya que son causa de insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones”. Estas ideas cruzaban por la mente no sólo de sacerdotes y monjes sino de otros estamentos de la sociedad medieval con mayor o menor adhesión.
Lentamente y a medida que avanza la Edad Media esta virulencia se va atenuando, incluso en la misma iglesia con el nuevo lugar que se le da en el dogma a María, la madre de Jesús. La devoción mariana (alrededor del siglo IX) convierte a la mujer en abnegada servidora del varón, en la “santa” de la casa puertas adentro. También la literatura caballeresca erige un ideal de dama (en la clase noble) que va a ser la depositaria del amor del trovador o del caballero y tendrá virtudes inigualables; pero todo esto, claro está, es meramente literario o un juego cortesano, la realidad social de la mujer era bien diferente de este modelo. Cuanto más lejos de la cultura y del saber escrito estuviera la mujer más virtuosa la consideraban.
Pero siempre hay excepciones. La historia ha conservado algunos nombres que atravesaron la férrea malla de machismo medieval. Una de ellas es Dhuoda de Gascuña, duquesa en la corte de Carlomagno, escribió en latín, para su hijo Guillermo, el primer manual pedagógico del Medioevo, el “Liber Manualis”, del que te dejo unas líneas. “Tu Dhuoda te ayudará siempre, hijo, y si te faltare algún día, lo que sucederá, tendrás este pequeño libro de moral, como imagen en un espejo, para que puedas verme siempre al leer con los ojos de la mente y del cuerpo”.

Publicado en Diario "Río Negro", domingo 18/11/2018.

SOBRE EL PAYADOR.



EL PAYADOR.
Al lado de la poesía tradicional que sobrevive a sus cantores, suele reconocerse la existencia de una poesía efímera, puramente oral e improvisada, esa es la payadoresca. Antes de la llegada del tango como símbolo auténtico de la canción Rioplatense, compartido entre las dos orillas del Plata (Buenos Aires y Montevideo), habían otras expresiones musicales menos elaborada musicalmente pero que son parte de la historia grande de los gauchos Rioplatenses. El “Payador” es un artista netamente distinto del cantor común de bailes y canciones sencillas. Posee una escuela superior y como tal es capaz de improvisar, glosar o desarrollar un tema, usando por lo general difíciles artificios formales. “Payada de contrapunto”; una especie de torneo en el que ambos contendientes se plantean cuestiones profundas o simples en versos improvisados que se extingue con el cantor ya que es la obra del momento mismo, sin pasar a otra boca ni quedar escrita.


Acompañándose en un rasgueo de milonga octosílaba, va inventando la letra que canta con maestría dentro de un tono menor o mayor según el convite del adversario.

* Autor: Carlos Basabe.

Publicado en A SOLAS CON EL TANGO.

http://asolasconeltango.blogspot.com/

viernes, 18 de noviembre de 2022

SOÑÉ QUE TÚ ME LLEVABAS de ANTONIO MACHADO.



Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda, 
en medio del campo verde, 
hacia el azul de las sierras, 
hacia los montes azules, 
una mañana serena. 
Sentí tu mano en la mía, 
tu mano de compañera, 
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva, 
como una campana virgen
de un alba de primavera. 
¡Eran tu voz y tu mano, 
en sueños, tan verdaderas!... 
Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo que se traga la tierra! 

jueves, 17 de noviembre de 2022

El mono exterior de Roberto Bolaño.


El mono exterior.


¿Te acuerdas del Triunfo de Alejandro Magno, de Gustave Moreau?

La belleza y el terror, el instante de cristal en que se corta
la respiración. Pero tú no te detuviste bajo esa cúpula
en penumbras, bajo esa cúpula iluminada por los feroces
rayos de armonía. Ni se te cortó la respiración.
Caminaste como un mono infatigable entre los dioses
pues sabías -o tal vez no- que el Triunfo desplegaba
sus armas bajo la caverna de Platón: imágenes,
sombras sin sustancia, soberanía del vacío. Tú querías
alcanzar el árbol y el pájaro, los restos
de una pobre fiesta al aire libre, la tierra yerma
regada con sangre, el escenario del crimen donde pacen
las estatuas de los fotógrafos y de los policías, y la pugnaz  vida
a la intemperie. ¡Ah, la pugnaz vida a la intemperie!

Roberto Bolaño (nació en Santiago de Chile, 1953-Barcelona, España, 2003).

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Lo incompatible de Alberto Girri.

Tan detrás,
como tras un telón,


                    el de ti mismo,
observando mientras haces
de la vida remedos,
                    superfluos y mal
ordenados cambias, disfrazar voces,
desfigurar tu vista,


                  el de ti mismo,
como un lugar, borde de ti,
para cuando es
noche cerrada,

                          en la luz de candil,
amarillenta, amarilla luz de lémures,
y oírlo resonar:
                 "Te tocó, igual que a todos,
sentirte separado de lo que eres,
vivir inconexo":


                           ese yo,
no indulgente, tampoco censor,
tampoco dispuesto a arroparte
cuando el candil agotose,
                          y del que queda
sólo la palabra: Yo,
y tu conformidad, paria
aguardando hasta que los elementos
de su cuerpo se disocien,
                         y no más alucinaciones,
no más lo incompatible.

martes, 15 de noviembre de 2022

Soneto de Baldomero Fernández Moreno.



Soneto a tus vísceras.

Harto ya de alabar tu piel dorada,
tus externas y muchas perfecciones,
canto al jardín azul de tus pulmones
y a tu tráquea elegante y anillada.

Canto a tu masa intestinal rosada,
al bazo, al páncreas, a los epiplones,
al doble filtro gris de tus riñones
y a tu matriz profunda y renovada.

Canto al tuétano dulce de tus huesos,
a la linfa que embebe tus tejidos,
al acre olor orgánico que exhalas.

Quiero gastar tus vísceras a besos,
vivir dentro de ti con mis sentidos...
Yo soy un sapo negro con dos alas.

domingo, 13 de noviembre de 2022

LOS RECUERDOS de JOAN MANUEL SERRAT.-

Los recuerdos suelen
contarte mentiras
Se amoldan al viento,
amañan la historia;
por aquí se encogen,
por allá se estiran,
se tiñen de gloria,
se bañan en lodo,
se endulzan, se amargan
a nuestro acomodo,
según nos convenga;
porque antes que nada
y a pesar de todo
hay que sobrevivir

Recuerdos que volaron lejos
o que los armarios encierran;
cuando está por cambiar el tiempo,
como las heridas de guerra,
vuelven a dolernos de nuevo

Los recuerdos tienen
un perfume frágil
que les acompaña
por toda la vida
y tatuado a fuego
llevan en la frente
un día cualquiera,
un nombre corriente
con el que caminan 
con paso doliente,
arriba y abajo,
húmedas aceras
canturreando siempre
la misma canción

Y por más que tiempos felices
saquen a pasear de la mano,
los recuerdos suelen ser tristes
hijos, como son, del pasado,
de aquello que fue y ya no existe

Pero los recuerdos
desnudos de adornos,
limpios de nostalgias,
cuando sólo queda 
la memoria pura,
el olor sin rostro,
el color sin nombre,
sin encarnadura,
son el esqueleto
sobre el que construimos
todo lo que somos,
aquello que fuimos
y lo que quisimos
y no pudo ser

Después, inflexible, el olvido
irá carcomiendo la historia;
y aquellos que nos han querido
restaurarán nuestra memoria
a su gusto y a su medida
con recuerdos
de sus vidas.

sábado, 12 de noviembre de 2022

Amante dulce del alma - Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, más conocida como sor Juana Inés de la Cruz.


Amante dulce del alma, 
bien soberano a que aspiro, 
tú que sabes las ofensas 
castigar a beneficios; 
Divino imán en que adoro: 
hoy que tan propicio os miro, 
que me mimáis la osadía 
de poder llamaros mío: 
hoy que en unión amorosa, 
pareció a vuestro cariño, 
que si no estabais en mí, 
era poco estar conmigo; 
hoy que para examinar 
el afecto con que os sirvo, 
al corazón en persona 
habéis entrado vos mismo, 
pregunto: ¿es amor o celos 
tan cuidadoso escrutinio? 
Que quien lo registra todo 
da de sospechar indicios. 
Mas ¡ay, bárbara ignorante, 
y qué de errores he dicho, 
como si el estorbo humano 
obstara al lince divino! 
Para ver los corazones 
no es menester asistirlos, 
que para vos son patentes 
las entrañas del abismo. 
Con una intuición presente 
tenéis en vuestro registro 
el infinito pasado 
hasta el presente finito. 
Luego no necesitabais 
para ver el pecho mío, 
si lo estáis mirando sabio, 
entrar a mirarlo fino. 
Luego es amor, no celos, 
lo que en vos miro.

viernes, 11 de noviembre de 2022

La tarde de Juana de Ibarbourou.

La tarde de Juana 
de Ibarbourou.
He bebido del chorro cándido de la fuente.
Traigo los labios frescos y la cara mojada.
Mi boca hoy tiene toda la estupenda dulzura
de una rosa jugosa, nueva y recién cortada.
El cielo ostenta una limpidez de diamante.
Estoy ebria de tarde, de viento y primavera.
¿No sientes en mis trenzas olor a trigo ondeante?
¿No me hallas hoy flexible como una enredadera?
Elástica de gozo como un gamo he corrido
por todos los ceñudos senderos de la sierra.
Y el galgo cazador que es mI guía, rendido,
se ha acostado a mis pies, largo a largo, en la tierra.
¡Ah, qué inmensa fatiga me derriba en la grama
Y abate en tus rodillas mi cabeza morena,
mientras que de una iglesia campesina y lejana
nos llega un lento y grave llamado de novena!.

lunes, 7 de noviembre de 2022

Masa de César Vallejo.

Masa de César Vallejo.

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...

domingo, 6 de noviembre de 2022

Los detectives de Roberto Bolaño.

Soñé con detectives perdidos en la ciudad oscura.
Oí sus gemidos, sus náuseas, la delicadeza
De sus fugas.
Soñé con dos pintores que aún no tenían
40 años cuando Colón
Descubrió América.
(Uno clásico, intemporal, el otro
Moderno siempre,
Como la mierda.)
Soñé con una huella luminosa,
La senda de las serpientes
Recorrida una y otra vez
Por detectives
Absolutamente desesperados.
Soñé con un caso difícil,
Vi los pasillos llenos de policías,
Vi los cuestionarios que nadie resuelve,
Los archivos ignominiosos,
Y luego vi al detective
Volver al lugar del crimen
Solo y tranquilo
Como en las peores pesadillas,
Lo vi sentarse en el suelo y fumar
En un dormitorio con sangre seca
Mientras las agujas del reloj
Viajaban encogidas por la noche
Interminable.

viernes, 4 de noviembre de 2022

Romance de una gentil dama y un rústico pastor - Anónimo (Siglo XV).


Estase la gentil dama 
paseando en su vergel, 
los pies tenía descalzos
que era maravilla ver. 
Hablábame desde lejos, 
no le quise responder;
respondile con gran saña: 
–¿Qué mandáis, gentil mujer? 
Con una voz amorosa 
comenzó de responder: 
–Ven acá tú, el pastorcico, 
si quieres tomar placer; 
siesta es de mediodía 
y ya es hora de comer; 
si quieres tomar posada 
todo es a tu placer. 
– No era tiempo, señora, 
que me haya de detener, 
que tengo mujer e hijos 
y casa de mantener, 
y mi ganado en la sierra 
que se me iba a perder, 
y aquellos que me lo guardan 
no tenían qué comer. 
–Vete con Dios, pastorcillo, 
no te sabes entender. 
Hermosuras de mi cuerpo 
yo te las hiciera ver: 
delgadita en la cintura, 
blanca soy como el papel, 
la color tengo mezclada, 
como rosa en el rosel; 
las teticas agudicas, 
que el brial quieren hender;
el cuello tengo de garza, 
los ojos de un esparver;  
pues lo que tengo encubierto 
maravilla es de lo ver. 
–Ni aunque más tengáis, señora, 
no me puedo detener. 

jueves, 3 de noviembre de 2022

Canción de un peso de Armando Tejada Gómez.


Hoy, al salir de casa,

me encontré una moneda.
Un peso. Un sol
mondo y lirondo de metal.
Bueno, yo sé que nada
se compra con un peso:
ni un fósforo
ni un barco
ni una espiga
ni un pan,
pero dije: es mi día
de suerte. ¡Hermoso día!
y con el sol delante
me puse a caminar...
Llamé a todas las puertas
y no encontré trabajo
ni un fósforo
ni un barco
ni una espiga
ni un pan;
el día, como siempre,
retiraba sus redes
y, con la tarde a cuestas,
tuve que regresar.
La gente de mi pueblo
apenas gana un peso.
Un peso. Un sol
mondo y lirondo de metal.
Sabe que poco y nada
puede comprar con eso:
ni un fósforo
ni un barco
ni una espiga
ni un pan.
Sin embargo mi gente,
la gente de mi pueblo,
con todo el sol delante
¡se ha puesto a caminar...!

Armando Tejada Gómez (Mendoza, 21 de abril de 1929-Buenos Aires, 3 de noviembre de 1992).

Tu nombre ya me lo han dicho de Josefina de la Torre.


Tu nombre ya me lo han dicho
pero yo no te conozco,
no te vi nunca la cara
ni sé el color de tus ojos.
Pero tu nombre ¡qué claro
lo voy diciendo en el fondo,
con sus siete letras firmes
de tres sílabas, sonoro!
Enamorada ya estoy
aunque yo no te conozco,
ni te vi nunca la cara,
ni sé el color de tus ojos. 

      Tu nombre ya me lo han dicho
con siete letras en corro.

miércoles, 2 de noviembre de 2022

DOS DE NOVIEMBRE de Stella Díaz Varín.


DOS DE NOVIEMBRE
de Stella Díaz Varín.

No quiero
Que mis muertos descansen en paz
Tienen la obligación
De estar presentes
Vivientes en cada flor que me robo
A escondidas
Al filo de la medianoche
Cuando los vivos al borde del insomnio
Juegan a los dados
Y enhebran su amargura.

Los conmino a estar presentes
En cada pensamiento que desvelo

No quiero que los míos
Se me olviden bajo tierra
Los que allí los acostaron
No resolvieron la eternidad

No quiero
Que mis muertos me los hundan
Me los ignoren
Me los hagan olvidar
Aquí o allá
En cualquier hemisferio

Los obligo a mis muertos
En su día
Los descubro, los trasplanto
Los desnudo
Los llevo a la superficie
A flor de tierra
Donde está esperándolos
El nido de la acústica.