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domingo, 13 de octubre de 2024

LA MUCHACHA QUE SIEMPRE ANDA TRISTE de EVARISTO CARRIEGO.

Así anda la pobre, desde la fecha
en que, tan bruscamente, como es sabido,
aquel mozo que fuera su prometido
la abandonó con toda la ropa hecha.

Si bien muchos lo achacan a una locura
del novio, que oponía sobrados peros
todavía se ignoran los verdaderos
motivos admisibles de la ruptura.

Sin embargo, en los chismes, casi obligados,
de los pocos momentos desocupados,
una de las que cosen en el taller

dice y esto lo afirma la propia abuela,
que desde que ella estuvo con la viruela,
él, ni una vez siquiera, la ha vuelto a ver.

Evaristo Carriego fue un poeta argentino nace el 7 de mayo de 1883 en Paraná (provincia de Entre Ríos). Falleció de tuberculosis, a los 29 años de edad, el 13 de octubre de 1912.

sábado, 12 de octubre de 2024

MAMBRÚ SE FUE A LA GUERRA DE EVARISTO CARRIEGO.


«Mambrú se fue a la guerra» ¡Vamos, linda vecina!
¿Con su ronga catonga los chicos de la acera
te harán llorar, ahora? No seas sensiblera
y piensa que esta noche de verano es divina

y hay luna, mucha luna. ¡Todo por esa racha
de recuerdos que llevan sin traer al causante!
¡Todo por el veleta que fue novio o amante
allá, en tus más lejanas locuras de muchacha!

Que nunca en tantos años se te oyera una queja
y te afliges ahora, cuando eres casi vieja,
por quien, al fin y al cabo, ¿Dónde está, si es que está?

Seamos muchachitos Empecemos el canto
sin que te ponga fea, como hace poco, el llanto:
«¡Mambrú se fue a la guerra, Mambrú no volverá!»

martes, 7 de mayo de 2024

«MAMBORETÁ» de Evaristo Carriego.


  «MAMBORETÁ»

                  I

Así la llaman todos los chicos de Palermo.
Es la risa del barrio con su rostro feúcho
y su andar azorado de animalito enfermo.
Tiene apenas diez años, pero ha sufrido mucho

Los domingos temprano, de regreso de misa
la encuentran los muchachos vendedores de diarios,
y enseguida comienza la jarana, la risa,
y las zafadurías de los más perdularios.

Como cuando la gritan su apodo no responde,
la corren, la rodean y: «Mamboretá, ¿En dónde
está Dios?», La preguntan los muchachos traviesos.

Mamboretá suspira, y si es que alguno insiste:
¿Dónde está Dios?, Le mira mansamente con esos
sus ojos pensativos de animalito triste.

                  II

Una viuda sin hijos la sacó de la cuna,
y alguien dice, con mucha razón, que lo hizo adrede,
de bruja, de perversa no más, pues le da una
vida tan arrastrada, que ni contar se puede.

Mamboretá trabaja desde por la mañana,
sin embargo, no faltan quienes la llaman floja,
la viuda, sobre todo, la trata de haragana,
y si está con la luna de cuanto se le antoja:

«La inútil, la abriboca, la horrible, la tolola»
Mamboretá no ha oído todavía una sola
palabra de cariño. ¡Pobre Mamboretá!

Todo el mundo la grita, todos la manosean,
y las mujeres mismas a veces la golpean
¡Ah, cómo se conoce que no tiene mamá!

... ... ...

Evaristo Francisco Estanislao Carriego fue un poeta argentino nace el 7 de mayo de 1883 en Paraná (provincia de Entre Ríos).

Su familia afincada en Entre Ríos, descendientes del sevillano Hernán Mejía de Mirabal (El Bravo), uno de los fundadores de la ciudad de El Barco, que luego derivó en Santiago del Estero.

Vivió desde la niñez en el barrio porteño de Palermo. Tuvo una vida breve.

En su adolescencia se relacionó con publicaciones anarquistas. Colaboró en el diario La Tribuna y en la revista Caras y Caretas.

También fue asiduo de los cafés frecuentados por escritores en la primera década del siglo XX.

Publicó “Misas herejes”,  “El alma del suburbio”, “ La canción del barrio”, “La fonda”, “La bandera celeste”, “Vida del General Lamadrid”, “Vida y muerte en Aragón”, “La muerte del cisne” y “Tu secreto”.

Evaristo Carriego falleció de tuberculosis, a los 29 años de edad, el 13 de octubre de 1912.

viernes, 13 de octubre de 2023

El clavel de Evaristo Carriego.

El clavel
de Evaristo Carriego.


Fue al surgir de una duda insinuativa,
cuando hirió tu severa aristocracia,
como un símbolo rojo de mi audacia,
un clavel que tu mano no cultiva.

Quizás hubo una frase sugestiva,
o viera una intención tu perspicacia,
pues tu serenidad llena de gracia
fingió una rebelión despreciativa...

Y así, en tu vanidad, por la impaciente
condena de un orgullo intransigente,
mi rojo heraldo de amatorios credos

mereció, por su símbolo atrevido,
como un apóstol o como un bandido,
la guillotina de tus nobles dedos.

Evaristo Francisco Estanislao Carriego fue un poeta argentino nace el 7 de mayo de 1883 en Paraná (provincia de Entre Ríos). Fallece el 13 de octubre de 1912 en Buenos Aires a los 29 años.

lunes, 13 de octubre de 2014

Has vuelto de Evaristo Carriego.

Has vuelto de Evaristo Carriego.

Has vuelto, organillo. En la acera
hay risas. Has vuelto llorón y cansado
como antes.
                            El ciego te espera
las más de las noches sentado
a la puerta. Calla y escucha. Borrosas
memorias de cosas lejanas
evoca en silencio, de cosas
de cuando sus ojos tenían mañanas,
de cuando era joven... la novia... ¡quién sabe
Alegrías, penas,
vividas en horas distantes. ¡Qué suave
se le pone el rostro cada vez que suenas
algún aire antiguo! ¡Recuerda y suspiro!
Has vuelto, organillo. La gente
modesta te mira
pasar, melancólicamente.
Pianito que cruzas la calle cansado
moliendo el eterno
familiar motivo que el año pasado
gemía a la luna de invierno:
con tu voz gangosa dirás en la esquina
la canción ingenua, la de siempre, acaso
esa preferida de nuestra vecina
la costurerita que dio aquel mal paso.
Y luego de un valse te irás como una
tristeza que cruza la calle desierta,
y habrá quien se quede mirando la luna
desde alguna puerta.

¡Adiós, alma nuestra! parece
que dicen las gentes en cuanto te alejas.
¡Pianito del dulce motivo que mece
memorias queridas y viejas!
Anoche, después que te fuiste,
cuando todo el barrio volvía al sosiego
-qué triste-
lloraban los ojos del ciego.

viernes, 10 de octubre de 2014

“Caperucita roja” que se nos fue de Evaristo Carriego.

“Caperucita roja” que se nos fue.

¡Ah, si volvieras!... ¡Cómo te extrañan mis hermanos!
La casa es un desquicio: ya no está la hacendosa
muchacha de otros tiempos. ¡Eras la habilidosa
que todo lo sabías hacer con esas manos...!

El menor de los chicos, ¡pobrecito!, te llama
recordándote siempre lo que le prometieras,
para que le des algo... Y a veces -¡si lo oyeras!-
para que como entonces le prepares la cama.

¡Como entonces! ¿Entiendes? ¡Ah, desde que te fuiste,
en la casita nuestra todo el mundo anda triste!
y temo que los viejos enfermen, ¡pobres viejos!

Mi madre disimula, pero a escondidas llora
con el supersticioso temor de verte lejos...
Caperucita roja, ¿dónde estarás ahora?

Evaristo Carriego considerado “el poeta del arrabal” nacido en Paraná, provincia de Entre Ríos, el 7 de mayo de 1883.
Carriego describió a la costurera que dio aquel mal paso,  el ciego que fumaba en el umbral, el organito que recorría las calles. Es que entendió como lo hiciera Homero Manzi que había que al describir el barrio y era como contar lo que pasaba en el mundo.
Luego su familia se trasladaría al barrio de Palermo conocido como “el barrio de compadritos” (calle Honduras entre Bulnes y Mario Bravo).
Toda su vida se constituyó así como su poesía arrabalera, con elementos primarios y simples y fue vida breve: muere el poeta, a los 29 años, el 13 de octubre de 1912.

martes, 7 de octubre de 2014

EL ORGANITO CALLEJERO.


LAS RUEDAS EMBARRADAS, DEL ÚLTIMO ORGANITO/ VENDRÁN DESDE LA TARDE, BUSCANDO EL ARRABAL, Escribió Homero Manzi en el homenaje que hace al "ORGANITO CALLEJERO

Evaristo Carriego le había dedicado unos versos de su poema "Has vuelto" has vuelto organillo.  En la acera/hay risas.  Has vuelto llorón y cansado/ como antes...has vuelto organillo, la gente modesta te mira pasar, melancólicamente. Pianito que cruzas la calle cansado, moliendo el eterno familiar motivo que el año pasado, gemía a la luna de invierno.   EL ORGANITO ES UN INSTRUMENTO MUSICAL QUE FUNCIONA MEDIANTE UN CILINDRO CON PÚAS, QUE AL GIRAR IMPULSADO POR UNA MANIVELA EXTERIOR, HACE SONAR UN CONJUNTO DE LENGÜETAS DE DISTINTOS TAMAÑOS QUE PRODUCEN DISTINTOS SONIDOS. EL DICCIONARIO DE MARÍA MOLINER, LO DEFINE COMO UN "PIANO CON MANUBRIO" Y A PESAR DE QUE SOLO PODÍAN OFRECER UN REPERTORIO MUSICAL ESCASO, FUERON MUY POPULARES EN CIUDADES EUROPEAS (ESPECIALMENTE LAS ESPAÑOLAS).



Fuente de información: 

"A solas con el tango" Una recopilación oral y musical, confiada al comentarista argentino Carlos Basabe. 
http://asolasconeltango.blogspot.com.ar/

lunes, 1 de septiembre de 2014

EL ALMA DEL SUBURBIO y COMO AQUELLA OTRA de EVARISTO CARRIEGO.

COMO AQUELLA OTRA.

Sí, vecina: te puedes dar la mano,
esa mano que un día fuera hermosa,
con aquella otra eterna silenciosa
«que se cansara de aguardar en vano».

Tú también, como ella, acaso fuiste
la bondadosa amante, la primera,
de un estudiante pobre, aquel que era
un poco chacotón y un poco triste.

O no faltó el muchacho periodista
que allá en tus buenos tiempos de modista
en ocios melancólicos te amó

y que una fría noche ya lejana,
te dijo, como siempre: «Hasta mañana...»
pero que no volvió.
Evaristo Carriego considerado “el poeta del arrabal” nacido en Paraná, provincia de Entre Ríos, el 7 de mayo de 1883. Fueron sus padres Nicanor Evaristo Carriego Ramírez y María de los Ángeles Giorello. Su abuelo paterno, José Evaristo Carriego de la Torre, que Carriego recuerda en un relato, Recuerdo de mi tiempo, fue un periodista muy polémico y legislador de orgullosa trayectoria: "Cuando la legislación del Paraná resolvió levantarle a Justo José de Urquiza una estatua en vida, el único diputado que protestó fue el doctor Carriego, en oración hermosa aunque inútil..." (Jorge Luis Borges, Evaristo Carriego. Buenos Aires, 1930).
Luego su familia se trasladaría al barrio de Palermo conocido como “el barrio de compadritos” (calle Honduras entre Bulnes y Mario Bravo).
Publicó su primer libro de poemas “Misas herejes” en 1908, luego vienen “El alma del suburbio” y “La canción del barrio”. Todos ellos publicados póstumamente.
Sus poemas fueron musas inspiradoras para muchas obras tangueras, con él empieza lo que se denomina la poesía urbana. Reflejó las pasiones y las tragedias de los barrios porteños; evoca los hechos cotidianos. Evaristo Carriego no alcanzó a vivir 30 años fallece el 13 de octubre de 1912.

EL ALMA DEL SUBURBIO

El alma del suburbio
La viejecita
El guapo
Detrás del mostrador
El amasijo
En el barrio
De la aldea
Residuo de fábrica
La queja
La guitarra
Los perros del barrio.

jueves, 24 de julio de 2014

Como aquella otra - Evaristo Carriego.


Sí, vecina: te puedes dar la mano,
esa mano que un día fuera hermosa,
con aquella otra eterna silenciosa
«que se cansara de aguardar en vano».

Tú también, como ella, acaso fuiste
la bondadosa amante, la primera,
de un estudiante pobre, aquel que era
un poco chacotón y un poco triste.

O no faltó el muchacho periodista
que allá en tus buenos tiempos de modista
en ocios melancólicos te amó

y que una fría noche ya lejana,
te dijo, como siempre: "Hasta mañana..."
pero que no volvió.

Sus poemas, que él las denominaba "misas", fueron fuentes de inspiración para muchas obras tangueras como ser “De todo te olvidas”, “Quien tuviera dieciocho años”,“Viejo ciego” de Sebastián Piana y Homero Manzi, “El último organito” de Homero y Acho Manzi, entre otras. 
Con Evaristo Carriego comienza lo que se denomina "la poesía urbana" por eso es considerado como "EL POETA DEL ARRABAL" y tendría influencia sus poemas en compositores y poetas de altísimo nivel y de gan vigencia como Enrique Santos Discépolo, un Homero Manzi, un Baldomero Fernández Moreno. 
Evaristo Carriego no alcanzó a vivir 30 años.¡una lastima!  
Evaristo Carriego, nació en Paranáprovincia de Entre Ríos el 7 de mayo de 1883 y falleció en Buenos Aires el 13 de octubre de 1912.

miércoles, 7 de mayo de 2014

El camino de nuestra casa de Evaristo Carriego.

El camino de nuestra casa de Evaristo Carriego.

Nos eres familiar como una cosa
que fuese nuestra, solamente nuestra;
familiar en las calles, en los árboles
que bordean la acera,
en la alegría bulliciosa y loca
de los muchachos, en las caras
de los viejos amigos,
en las historias íntimas que andan
de boca en boca por el barrio
y en la monotonía dolorida
del quejoso organillo
que tanto gusta oír nuestra vecina,
la de los ojos tristes...

Te queremos
con un cariño antiguo y silencioso,
¡caminito de nuestra casa! ¡Vieras
con qué cariño te queremos!
¡Todo
lo que nos haces recordar!
Tus piedras
parece que guardasen en secreto
el rumor de los pasos familiares
que se apagaron hace tiempo... Aquellos
que ya no escucharemos a la hora
habitual del regreso.
Caminito
de nuestra casa, eres
como un rostro querido
que hubiéramos besado muchas veces:
¡tanto te conocemos!

Todas las tardes, por la misma calle,
miramos con mirar sereno,
la misma escena alegre o melancólica,
la misma gente... ¡Y siempre la muchacha
modesta y pensativa que hemos visto
envejecer sin novio... resignada!

De cuando en cuando, caras nuevas,
desconocidas, serias o sonrientes,
que nos miran pasar desde la puerta.
Y aquellas otras que desaparecen
poco a poco, en silencio,
las que se van del barrio o de la vida,
sin despedirse.

¡Oh, los vecinos
que no nos darán más los buenos días!
Pensar que alguna vez nosotros
también por nuestro lado nos iremos,
quién sabe dónde, silenciosamente
como se fueron ellos...

Evaristo Carriego nace en Paraná (provincia de Entre Ríos) un 7 de mayo de  1883. 
Es bisnieto del Coronel  Evaristo Carriego que fuera fundador de la ciudad de Concordia e hijo del abogado y periodista del mismo nombre. 
Su familia se traslada al porteño de Palermo que por aquellos años era un barrio de compadritos. Su primer libro de poemas,“Misas herejes”, en 1908.  
Con la palabra “Misas” era como denominaba a sus poemas. Luego publicó “El alma del suburbio”, “La canción del barrio”. Existe otras publicaciones póstumas. 
Se convirtió en el primer gran poeta del suburbio porteño o el poeta del arrabal su forma de describir influiría en letras de tangos y en autores como Enrique Santos Discepolo y Homero Manzi.

jueves, 7 de febrero de 2013

La costurerita que dio aquel mal paso - EVARISTO CARRIEGO, EL POETA DEL ARRABAL.






La costurerita 
que dio aquel mal paso.


La costurerita que dio aquel mal paso...

-y lo peor de todo, sin necesidad-

con el sinvergüenza que no la hizo caso

después... -según dicen en la vecindad-

se fue hace dos días. Ya no era posible

fingir por más tiempo. Daba compasión

verla aguantar esa maldad insufrible

de las compañeras, ¡tan sin corazón!

Aunque a nada llevan las conversaciones,

en el barrio corren mil suposiciones

y hasta en algo grave se llega a creer.

¡Qué cara tenía la costurerita,

qué ojos más extraños, esa tardecita

que dejó la casa para no volver!...

"Evaristo Carriego fue el primero, el “inventor”, como lo llamara Jorge Luis Borges. Con él comienza la poesía urbana. No nos referimos al Carriego sonoro y “romanticón” de la primera parte de Misas herejes, sino al cantor del barrio; lo fue por antonomasia" (Raúl González Tuñón).
Evaristo Carriego un poeta argentino, calificado como “el poeta del arrabal”, poeta que reflejó las pasiones y las tragedias de los barrios porteños; evoca los hechos cotidianos que abriría puertas a ese poeta y político que fuera Homero Manzi.  Nacido en Paraná, provincia de Entre Ríos en  1883,  fue bisnieto del fundador de la Ciudad de Concordia, aunque desde la niñez vivió en Buenos Aires, en el barrio de Palermo (en ese momento era un barrio de compadritos) donde hoy es la  biblioteca municipal (Honduras 3784).
Sus primeros poemas tienen la influencia de Rubén Darío.
Carriego llamó “Misas” a sus poesías…  que marcaría a un Discépolo, un Homero Manzi, un Baldomero Fernández Moreno.
Se cuenta de su adhesión al socialismo que era repudiado y considerado como diabólico o de ideario anarquista  centrado en sus colaboraciones para la revista La Protesta , cuyo propietario y director, Juan Mas y Pi. Son años de discusiones sobre las ideas importadas.
Le dedicó "A Juan Más y Pi":
"En la gran copa negra de la sombra que avanza / quiero probar del vino propicio a la añoranza / Quiero beber el vino que bebiéramos juntos"
El único libro que publicó en vida, Misas herejes , de 1908, y, póstumos, El alma del suburbio y La canción del barrio. Falleció a los 29 años un 13 de octubre de 1912.
Opina el reginense Carlos Basabe Cerdá desde el espacio A SOLAS CON EL TANGO: Evaristo Carriego fué uno de los primeros mitólogos del Tango y del suburbio. Con esa característica Argentina de convertirlo todo en "mito", escribió este poema que prefigura al compadrito y a su mundo.

   Ya los de la casa se van acercando
    al rincón del patio que adorna la parra
    y el cantor del barrio se sienta, templando
   con mano nerviosa la dulce guitarra
   la misma guitarra, que aún lleva en el cuello
   la marca indeleble, la marca salvaje
   de aquel despechado que soñó el deguello
   del rival dichoso, cortando el cordaje
    ya viene la trova: rimada misiva
    En décimas largas de amante fiereza
     que escucha sensible la despreciativa
     moza, que no quiere salir de la pieza
     la trova que historia sombías pasiones
     de alcohol y de sangre, castigos muy crueles
     agravios mortales de los corazones
     y muertes violentas de chinas infieles
    sobre el rostro adusto, tiene el guitarrero
     viejas cicatrices de cárdeno brillo
     en el pecho un hosco rencor pendenciero
     y en los negros ojos, la luz del cuchillo
     y muestra insolente, que se va exaltando
     su bestial cinismo de alma atravesada
     Palermo lo ha oido, quejarse cantando
     celos que preceden a la puñalada
      y no es para el otro, su constante enojo
      a ese desgraciado que a golpes maneja
      le hace el mismo caso, por bruto y por flojo
      que al pucho que olvida detrás de la oreja
      pues tiene unas ganas, su altivez airada
      de concluir con todas las habladurías
      tan capaz se siente de hacer una hombrada
      de la que hable el barrio, tres o cuatro dias
     y con la rudeza de un gesto rimado
       la canción que dice la pena del mozo
       termina en un ronco lamento angustiado
       como una amenaza que acaba en sollozo.

viernes, 17 de febrero de 2012

EL ÚLTIMO ORGANITO de HOMERO MANZI.


El último organito.
"El último organito" es un tango (¡tangazo! diría...) de 1949 con letra de Homero Manzi con música de su hijo Acho Manzi. Y es el reflejo de una ciudad que ya no exite En 1995 la Municipalidad de Buenos Aires, dejó sin trabajo al último organillero, Manú Balero, quien ofrecia su música y
trabajaba junto con su cotorrita, que por dos pesos, adivinaba el
futuro de la gente sacando con su pico "tarjetitas de la suerte". Al vencer el último no se lo volvieron a otorgar y se perdió en la nada.
Fue uno de los últimos tangos de Homero Manzi grabados por Aníbal "Pichuco" Troilo con la voz de Edmundo Rivero. Manzi fallece en el departamento privado de su conprovinciano, el Ministro de Salud Pública Dr. Ramón Carrillo el 3 de mayo de 1951.

EL ÚLTIMO ORGANITO.
Melancolica imagen del ultimo organito volveras por los antiguos callejones de barro cada vez que los tangos recuerden al arrabal perdido y renascan los hombres y las cosas muertas en el milagro de la evocación.

Las ruedas embarradas del último organito
vendrán desde la tarde buscando el arrabal,
con un caballo flaco y un rengo y un monito
y un coro de muchachas vestidas de percal.


Con pasos apagados elegirá la esquina
donde se mezclan luces de luna y almacén
para que bailen valses detrás de la hornacina
la pálida marquesa y el pálido marqués.


El último organito irá de puerta en puerta
hasta encontrar la casa de la vecina muerta,
de la vecina aquella que se cansó de amar;
y allí molerá tangos para que llore el ciego,
el ciego inconsolable del verso de Carriego,
que fuma, fuma y fuma sentado en el umbral.


Tendrá una caja blanca el último organito
y el asma del otoño sacudirá su son,
y adornarán sus tablas cabezas de angelitos
y el eco de su piano será como un adiós.


Saludarán su ausencia las novias encerradas
abriendo las persianas detrás de su canción,
y el último organito se perderá en la nada
y el alma del suburbio se quedará sin voz.


jueves, 15 de diciembre de 2011

TU SECRETO - EVARISTO CARRIEGO.


Tu secreto 
de EVARISTO CARRIEGO.

¡De todo te olvidas! Anoche dejaste
aquí, sobre el piano que ya jamás tocas,
un poco de tu alma de muchacha enferma:
un libro, vedado, de tiernas memorias.

Íntimas memorias. Yo lo abrí, al descuido,
y supe, sonriendo, tu pena más honda,
el dulce secreto que no diré a nadie:
a nadie interesa saber que me nombras.

...Ven, llévate el libro, distraída, llena
de luz y de ensueño. Romántica loca...
¡Dejar tus amores ahí, sobre el piano!...
De todo te olvidas, ¡cabeza de novia!