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jueves, 26 de septiembre de 2024

Solo un amor de Alejandra Pizarnik.-

Mi amor se amplía.
Es un paracaídas perfecto.
Es un clic que se exhala y
......su pecho se hace inmenso.
Mi amor no ruge
..............no clama
..............no ruega
..............no ríe.
Su cuerpo es un ojo.
Su piel un mapamundi.
Mis palabras perforan la
.....última señal de su nombre.
Mis besos son anguilas que él
.....se ufana en dejar resbalar.
Mis caricias un chorro reminiscente de
...música sobre fuentes de Roma.
Nadie pudo huir aún de su territorio
.....anímico.
No hay rutas ni pliegues ni insectos. 
Todo es tan terso que mis lágrimas se
.....sublevan.
Mi creación es una mojigatería junto a
.....su rubio carromato.
En estos momentos el tintero alza vuelo y
.....enfila hacia linderos inacabables de
.....mosquitos haciendo el amor.
Suena el fatídico sonido. Ya no vuelo.
Es mi amor que se amplía.

miércoles, 25 de septiembre de 2024

DÍAS CONTRA EL ENSUEÑO DE ALEJANDRA PIZARNIK.



DÍAS CONTRA EL ENSUEÑO.

No querer blancos rodando
en planta movible.
No querer voces robando
semillosas arqueada aéreas.
No querer vivir mil oxígenos
nimias cruzadas al cielo.
No querer trasladar mi curva
sin encerar la hoja actual.
No querer vencer al imán
la alpargata se deshilacha.
No querer tocar abstractos
llegar a mi último pelo marrón.
No querer vencer colas blandas
los árboles sitúan las hojas.
No querer traer sin caos
portátiles vocablos.


Flora Alejandra Pizarnik nace en Avellaneda el 29 de abril de 1936 en el seno de una familia de inmigrantes rusos que perdió su apellido original al instalarse en Argentina: antes de ser argentinos, los Pizarnik eran los Pozharnik. Estudió en a la Escuela Normal Mixta de Avellaneda y se recibió en 1953.
Obtuvo su título en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires y posteriormente viajó a Paris hasta 1964 donde estudió Literatura Francesa en La Sorbona y trabajó en el campo literario colaborando en varios diarios y revistas con sus poemas y traducciones de Artaud y Cesairé, entre otros.
Su obra poética está representada en las siguientes obras: «La tierra más ajena» en 1955, "La última inocencia" en 1956, "Las aventuras perdidas" en 1958, "Árbol de diana" en 1962, "Los trabajos y las noches" en 1965,"Extracción de la piedra de locura" en 1968, "El infierno musical" en 1971 y "Textos de sombra y últimos poemas" que es una publicación póstuma editada en el año 1982.
"El 25 de septiembre de 1972, a los 36 años, se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de Seconal durante un fin de semana en el cual había salido con permiso del hospital psiquiátrico de Buenos Aires; hospital donde se hallaba internada a consecuencia de su cuadro depresivo y tras dos intentos de suicidio. El día siguiente, “martes 26, el velorio (velatorio) sumamente triste en la nueva sede de la Sociedad Argentina de Escritores que, prácticamente, se inauguró para velarla”. En el pizarrón de su recámara se encontraron los últimos versos de la poeta: no quiero ir nada más que hasta el fondo. (Wikipedia).

Despedida.

Mata su luz un fuego abandonado.
Sube su canto un pájaro enamorado.
Tantas criaturas ávidas en mi silencio
y esta pequeña lluvia que me acompaña

domingo, 25 de septiembre de 2022

Cenizas de Pizarnik.


Cenizas.

La noche se astilló de estrellas
mirándome alucinada
el aire arroja odio
embellecido su rostro
con música.

Pronto nos iremos

Arcano sueño
antepasado de mi sonrisa
el mundo está demacrado
y hay candado pero no llaves
y hay pavor pero no lágrimas.

¿Qué haré conmigo?

Porque a Ti te debo lo que soy

Pero no tengo mañana

Porque a Ti te…

La noche sufre.
“ Y yo caminaría por todos los desiertos de este mundo, y aún muerta te seguiría buscando, a ti, que fuiste el lugar del amor ”. Alejandra Pizarnik  de sus diarios (1962).

Flora Alejandra Pizarnik (Avellaneda, 29 de abril de 1936-Buenos Aires, 25 de septiembre de 1972) fue una poeta y traductora argentina.
Despedida.

Mata su luz un fuego abandonado.
Sube su canto un pájaro enamorado.
Tantas criaturas ávidas en mi silencio
y esta pequeña lluvia que me acompaña.

jueves, 24 de septiembre de 2020

Sentido de su ausencia de Alejandra Pizarnik.


       
Sentido de su ausencia
de Alejandra Pizarnik.

    Si yo me atrevo
          a mirar y a decir
          es por su sombra
          unida tan suave
          a mi nombre
          allá lejos
          en la lluvia
          en mi memoria
          por su rostro
          que ardiendo en mi poema
          dispersa hermosamente
          un perfume
          a amado rostro desaparecido.

martes, 24 de septiembre de 2019

MUCHO MÁS ALLÁ de Alejandra Pizarnik.-

¿Y qué si nos vamos anticipando
 de sonrisa en sonrisa
 hasta la última esperanza?

¿Y qué?
 ¿Y qué me da a mí,
 a mí que he perdido mi nombre,
 el nombre que me era dulce sustancia
 en épocas remotas, cuando yo no era yo
 sino una niña engañada por su sangre?
  

¿A qué, a qué
 este deshacerme, este desangrarme,
 este desplumarme, este desequilibrarme
 si mi realidad retrocede
 como empujada por una ametralladora
 y de pronto se lanza a correr,
 aunque igual la alcanzan,
 hasta que cae a mis pies como un ave muerta?

Quisiera hablar de la vida.
 Pues esto es la vida,
 Este aullido, este clavarse las uñas
 en el pecho, este arrancarse
 la cabellera a puñados, este escupirse
 a los propios ojos, sólo por decir,
 sólo por ver si se puede decir:
 «¿es que yo soy? ¿verdad que sí?
 ¿no es verdad que yo existo
 y no soy la pesadilla de una bestia?».
  

Y con las manos embarradas
 golpeamos a las puertas del amor.
 Y con la conciencia cubierta
 de sucios y hermosos velos,
 pedimos por Dios.

Y con las sienes restallantes
 de imbécil soberbia
 tomamos de la cintura a la vida
 y pateamos de soslayo a la muerte. 


Pues eso es lo que hacemos.
 Nos anticipamos de sonrisa en sonrisa
 hasta la última esperanza.


Flora Alejandra Pizarnik (Avellaneda, 29 de abril de 1936 - Buenos Aires, 25 de septiembre de 1972) fue una poeta y traductora argentina.

miércoles, 11 de julio de 2018

Pavana del hoy para una infanta difunta que amo y lloro - OLGA OROZCO.

Pavana del hoy para una infanta difunta que amo y lloro.

                                                              A Alejandra Pizarnik

Pequeña centinela,
caes una vez más por la ranura de la noche
sin más armas que los ojos abiertos y el terror
contra los invasores insolubles en el papel en blanco.
Ellos eran legión.
Legión encarnizada era su nombre
y se multiplicaban a medida que tú te destejías hasta el último hilván,
arrinconándote contra las telarañas voraces de la nada.
El que cierra los ojos se convierte en morada de todo el universo.
El que los abre traza las fronteras y permanece a la intemperie.
El que pisa la raya no encuentra su lugar.
Insomnios como túneles para probar la inconsistencia de toda realidad;
noches y noches perforadas por una sola bala que te incrusta en lo oscuro,
y el mismo ensayo de reconocerte al despertar en la memoria de la muerte:
esa perversa tentación,
ese ángel adorable con hocico de cerdo.
¿Quién habló de conjuros para contrarrestar la herida del propio nacimiento?
¿Quién habló de sobornos para los emisarios del propio porvenir?
Sólo había un jardín: en el fondo de todo hay un jardín
donde se abre la flor azul del sueño de Novalis.
Flor cruel, flor vampira,
más alevosa que la trampa oculta en la felpa del muro
y que jamás se alcanza sin dejar la cabeza o el resto de la sangre en el umbral.
Pero tú te inclinabas igual para cortarla donde no hacías pie,
abismos hacia adentro.
Intentabas trocarla por la criatura hambrienta que te deshabitaba.
Erigías pequeños castillos devoradores en su honor;
te vestías de plumas desprendidas de la hoguera de todo posible paraíso;
amaestrabas animalitos peligrosos para roer los puentes de la salvación;
te perdías igual que la mendiga en el delirio de los lobos;
te probabas lenguajes como ácidos, como tentáculos,
como lazos en manos del estrangulador.
¡Ah los estragos de la poesía cortándote las venas con el filo del alba,
y esos labios exangües sorbiendo los venenos de la inanidad de la palabra!
Y de pronto no hay más.
Se rompieron los frascos.
Se astillaron las luces y los lápices.
Se degarró el papel con la desgarradura que te desliza en otro
laberinto.
Todas las puertas son para salir.
Ya todo es el revés de los espejos.
Pequeña pasajera,
sola con tu alcancía de visiones
y el mismo insoportable desamparo debajo de los pies:
sin duda estás clamando por pasar con tus voces de ahogada,
sin duda te detiene tu propia inmensa sombra que aún te sobrevuela en busca de otra,
o tiemblas frente a un insecto que cubre con sus membranas todo el caos,
o te amedrenta el mar que cabe desde tu lado en esta lágrima.
Pero otra vez te digo,
ahora que el silencio te envuelve por dos veces en sus alas como un manto:
en el fondo de todo jardín hay un jardín.
Ahí está tu jardín,
Talita cumi.

OLGA OROZCO fue una Poetisa  argentina nacida en Toay, a escasos 11km. de Santa Rosa, ciudad capital de La Pampa, el 17 de marzo de 1920.
“mi casa, la única sobreviviente familiar que me queda. Cuando me fui de Toay, la encontré en cada casa donde viví. (...) Dije “cuando me fui de Toay” ¿Me fui del todo alguna vez?. Toay es una puerta que se quedó abierta para siempre en mi memoria y por la que podía entrar a mi antojo para encontrar la fiesta o el sosiego” - Olga Orozco en Libro de Oro del Centenario.
Hija de Carmelo Gugliotta siciliano de Capo d' Orlando, y de la argentina Cecilia Orozco.
Su infancia transcurrió en Bahía Blanca hasta los dieciséis años, cuando se trasladó con sus padres a Buenos Aires donde inició su carrera literaria.
Muy joven fue una de las integrantes del grupo literario surrealista Tercera Vanguardia, al cual pertenecían a su vez, entre otros, Oliverio Girondo.
Su obra ha sido traducida a varios idiomas y distinguida con los siguientes premios: «Primer Premio Municipal de Poesía»,  «Premio de Honor de la Fundación Argentina» 1971, «Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes», «Premio Esteban Echeverría», «Gran Premio de Honor» de la SADE, entre otros.
En los años sesenta fue redactora en la revista Claudia y organizó el horóscopo del diario Clarín durante los años 1968 y 1974.
Falleció de un paro cardíaco a los 79 años en el sanatorio Anchorena, Buenos Aires, en 1999. Desde 1994 funciona en Toay (provincia de La Pampa) la “Casa Museo Olga Orozco” en la que se desarrollan diferentes actividades culturales.

ALEJANDRA PIZARNIK poetisa argentina nacida en Avellaneda el 29 de abril de 1936.
Hija del matrimonio formado por Elías Pizarnik y Rejzla (Rosa) Bromiquier, ambos inmigrantes judíos de origen ruso y eslovaco, que se dedicaban al comercio de joyería.
Obtuvo su título en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires.
El 25 de septiembre de 1972, a los 36 años, se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de un barbitúrico (Seconal) durante un fin de semana en el que había salido con permiso del hospital psiquiátrico de Buenos Aires, donde se hallaba internada a consecuencia de su cuadro depresivo y tras dos intentos de suicidio.

jueves, 10 de noviembre de 2016

La carencia - POETISA ALEJANDRA PIZARNIK.

LA CARENCIA 
de ALEJANDRA PIZARNIK.

Yo no sé de pájaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.

“Las aventuras perdidas” -1958- de Alejandra Pizarnik.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Hija del viento de Alejandra Pizarnik.


Hija del viento.


Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.

Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.

Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.

Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.

viernes, 25 de marzo de 2011

FORMAS - POETISA ALEJANDRA PIZARNIK.

ALEJANDRA PIZARNIK.

FORMAS
no sé si pájaro o jaula
mano asesina
o joven muerta entre cirios
o amazona jadeando en la gran garganta oscura
o silenciosa
pero tal vez oral como una fuente
tal vez juglar
o princesa en la torre más alta.

ALEJANDRA PIZARNIK, de Los trabajos y las noches, 1965.



Alejandra PIZARNIK. Breve biografía:
Nació el 29 de abril de 1936.
Hija de Elías Pizarnik y de Rejzla (Rosa) Bromiker, ambos inmigrantes judíos rusos. Creció en un barrio de Avellaneda.
Lectora profunda de muchos y grandes autores durante su corta vida, intentó ahondar en los temas de sus lecturas y aprender de lo que otros habían escrito. Así se motivó tempranamente por la literatura y por el inconsciente, lo que a su vez hizo que se interesara por el psicoanálisis.
Para contrarrestar los efectos de las anfetaminas, consumía con frecuencia fármacos para dormir. A los 36 años se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de un barbitúrico (Seconal) durante un fin de semana en el que había salido con permiso del hospital psiquiátrico "Pirovano" de Buenos Aires, donde se hallaba internada a consecuencia de su cuadro depresivo y tras dos intentos de suicidio. Falleció un 25 de septiembre de 1972.
Fuente de información de esta vida llena de drama, tragedia y compleja  de una poetisa con profundidad al escribir poemas http://es.wikipedia.org/wiki/Alejandra_Pizarnik
Imagen, poema e información: internet.