lunes, 31 de marzo de 2014

COMO SU NOMBRE LO INDICA… por Mariano Giammona.

VA OTRO RELATO AMENO, DIVERTIDO DEL ESCRITOR PATAGÓNICO DON MARIANO GIAMMONA PARA USTEDES. 
¡QUE LO DISFRUTEN!

COMO SU NOMBRE LO INDICA…

Hoy los “pibes” tienen cerca de los cuarenta, en aquellas épocas apenas si tenían nueve o diez años.
Se volvían locos para ir al campo, allí retozaban y  hacían las mil y una travesuras,  hasta hacía poco tiempo. Para ese entonces ya estaban más grandecitos, pero igual cuando les pedí que me acompañaran a General Acha a vender hacienda, les brillaron los ojitos y de mil amores aceptaron, pero enseguida pidieron llevar al aire comprimido.
Claro…seguían siendo pibes…
“Ni lo piensen chicos, vamos a un remate de hacienda, y en el campo pasamos solo  a cargar los  terneros, sacamos guía en el  pueblo y  enseguida salimos para esperar el camión en la feria donde se hace el remate”.
Esa fue la primera cara larga antes de partir. Después vino el sufrimiento porque en  los corrales no iban a poder corretear los animales para embretarlos para no ensuciarse.
Pusieron cara de fastidio!!
El fastidio se transformó en “caras largas”, que les duró casi toda la jornada mientras soportaban mis  charlas con compradores, vendedores y fleteros.
Solo tuvieron un momento de felicidad cuando degustaron el exquisito asado ofrecido por los dueños en el galpón de esquila de la antigua estancia que alojaba a la feriera.
Después,  el aburrimiento fue total y el cansancio producido por caminar  casi tres horas detrás del “carro” del rematador,   hizo estragos en sus cuerpitos.
Me había agarrado una verdadera sensación de culpa… Pobres chicos, pensé….no hay derecho que les haya hecho pasar este día… Con algo los tengo que recompensar….!!!.
“Chicos, resolví,  nos quedamos a dormir en un hotel y además vamos a ir a un restaurante y ustedes van a poder elegir del menú el plato que les gustaría comer y la bebida también”.
Y el postre??? Preguntó Adrian???. Por supuesto, por supuesto…
Dejamos las valijas en un Hotel sobre la Ruta 152, y convenientemente bañados y cambiados desandamos la carretera unas pocas cuadras y doblando a la izquierda y atravesando el Parque, entramos a un restaurante.
El lugar era un comedor modesto que recibía a muchos colectivos con parada programada para almorzar o cenar, y que tenía un lugarcito un poco más paquete al que el dueño intentaba dar más categoría.
Allí nos recibió el  mozo, joven espigado, de bigote finito y  cara de intelectual. El patrón le había hecho poner unos pantalones negros, zapatos puntudos, camisa muy blanca, y chaleco con  moñito, todo al tono resaltando el  negro.
Los chicos embelesados!!!…
Se paró delante de nosotros, muy tieso el hombre, con  una servilleta  colgando de su brazo izquierdo, y la bandeja equilibrada en su mano derecha.
Nos entregó –primero a mi, después a Adrian y por último al Pato,  un menú con tapas de cuero,  diciéndonos a  los tres… ¿“quieren ordenar la bebida los señores???”. Los chicos se sentían importantes…, claro en esas épocas lo normal era que el jefe del grupo, en este caso el papá o el tío, ordenaran todo. Hoy no solo les decían “señores”, sino que los que mandaban eran ellos…
Cuando se acercó con el vino,  no traía la botella tomada del pico, -como lo hacían los mozos del otro sector, que por lo demás estaban vestidos de bombacha y alpargatas-,  sino que la portaba elegantemente sobre su brazo, haciendo tocar su fondo en la curva del  antebrazo.
Los chicos enloquecidos,
Para destaparla, pidió permiso delicadamente diciendo “¿puedo usarles el cuchillo para sacarle el capuchón?”, mientras lo tomaba decididamente sin esperar respuesta.
Con otro pedido de  “permiso”, deja el cuchillo en su lugar y tomando delicadamente al corcho por su lado entre los dedos índice y pulgar, lo  depositó paradito en la punta de la  mesa.
Los chicos, lo miraron con cara de estupefacción, porque notaron que algo no funcionaba como ellos pensaban, otros mozos se llevaban el corcho, no lo dejaban en la mesa. Por lo demás, sabían bien que los cubiertos eran exclusivamente para nuestro uso y que el mozo debía tener sus propios instrumentos para descorchar la botella..
Yo por mi parte pensé “creo que al patrón le quedó por enseñarle la última lección !!”… Vamos a ver como sigue esto… parece que se juntaron el hambre y las ganas de comer –los chicos que nunca ordenaron una comida, y el mozo que no tomó la última lección…- en fin… veremos”
Abrieron el menú como si supieran…,  pasaron de largo los platos comunes como “fiambre de la casa”, “sopa” y “milanesa con puré” y se fueron más adelante donde estaban los mas sofisticados, o por lo menos los de palabras difíciles y más caros.
El mozo, firme como estaca,  los miraba fijamente con su libreta y lapicera en mano esperando el pedido. El Pato, con una sobriedad y seriedad absoluta mirando el menú  y levantando la vista lo mira y  pregunta
¿Cómo es la Suprema  a la Maryland?
Parece que el pibe lo descolocó..., vos crees que el tipo se amilanó, vos crees que se puso colorado…, con una seriedad magistral,  y guardando su compostura lo mira fijo y le contesta:
Señor…, suprema a la Maryland es…, como su nombre lo indica…,una suprema…, a la Maryland!!!!!!


Este relato de Mariano Giammona fue publicado en "El Globo de Villa Regina" el día 25 de marzo de 2014.

Correo electrónico para quienes desean contactarse con el autor:
mgiammona2002@hotmail.com       

domingo, 30 de marzo de 2014

LOS ESTATUTOS DEL HOMBRE - Thiago de Mello (Traducción de Pablo Neruda).


Artículo 1
Queda decretado que ahora vale la vida, que ahora vale la verdad, y que de manos dadas trabajaremos todos por la vida verdadera.

Artículo 2
Queda decretado que todos los días de la semana, inclusive los martes más grises, tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.

Artículo 3
Queda decretado que, a partir de este instante, habrá girasoles en todas las ventanas, que los girasoles tendrán derecho a abrirse dentro de la sombra; y que las ventanas deben permanecer el día entero abiertas para el verde donde crece la esperanza.


Artículo 4
Queda decretado que el hombre no precisará nunca más dudar
del hombre. Que el hombre confiará en el hombre como la palmera confía en el viento, como el viento confía en el aire, como el aire confía en el campo azul del cielo.

Parágrafo:
El hombre confiará en el hombre como un niño confía en otro niño.


Artículo 5
Queda decretado que los hombres están libres del yugo de la mentira.
Nunca más será preciso usar la coraza del silencio ni la armadura de las palabras.
El hombre se sentará a la mesa con la mirada limpia, porque la verdad pasará a ser servida antes del postre.

Artículo 6
Queda establecida, durante diez siglos, la práctica soñada del profeta Isaías,
el lobo y el cordero pastarán juntos y la comida de ambos tendrá el mismo gusto a aurora
.

Artículo 7
Por decreto irrevocable queda establecido el reinado permanente de la justicia y de la claridad. Y la alegría será una bandera generosa para siempre enarbolada en el alma del pueblo.

Artículo 8
Queda decretado que el mayor dolor siempre fue y será siempre no poder dar amor a quien se ama, sabiendo que es el agua quien da a la planta el milagro de la flor.

Artículo 9
Queda permitido que el pan de cada día tenga en el hombre la señal de su sudor. Pero; que sobre todo tenga siempre el caliente sabor de la ternura.

Artículo 10
Queda permitido a cualquier persona a cualquier hora de la vida el uso del traje blanco.

Artículo 11
Queda decretado, por definición, que el hombre es un animal que ama, y que por eso es bello, mucho más bello que la estrella de la mañana.

Artículo 12
Decrétase que nada estará obligado ni prohibido. Todo será permitido. Inclusive jugar con los rinocerontes, y caminar por las tardes con una inmensa begonia en la solapa.

Parágrafo:
Sólo una cosa queda prohibida: amar sin amor.

Artículo 13
Queda decretado que el dinero no podrá nunca más comprar el sol de las mañanas venideras. Expulsado del gran baúl del miedo, el dinero se transformará en una espada fraternal, para defender el derecho de cantar y la fiesta del día que llegó.

Artículo Final
Queda prohibido el uso de la palabra libertad, la cual será suprimida de los diccionarios y del pantano engañoso de las bocas. A partir de este instante, la libertad será algo vivo y transparente, como un fuego o un río, o como la semilla del trigo y su morada será siempre el corazón del hombre.

Amadeu Thiago de Mello nació el 30 de marzo de 1926 en Barreirinha (Manaos), Amazonas, Brasil. Después de estar detenido durante el golpe de Estado en 1964, se exilió en Chile, donde conoció a Pablo Neruda y a la cantora popular Violeta Parra hasta el fin del régimen militar, cuando volvió a Barreirinha, su pueblo natal. 
Referencia informativa: wikipedia.

COMO UN RIO.

Ser, como un río, capaz
de llevar por su cuenta
a la canoa que se cansa
 de servir de camino
 para la esperanza.
Y de lavar al límpido
la pena de la mancha,
como el río que lleva
y lava.
Crecer para entregar
en la distancia callada
un poder de canción,
como el río descifra
el secreto de la tierra.
Sí el tiempo es de descender,
retener el don de la fuerza
sin dejar de seguir.
Desaparecer incluso
para, subterráneo,
 aprender a volver
y cumplir en el trayecto
el oficio de amar.
Como un río aceptar
esas súbitas olas
 hechas de impuras aguas
 que traen a flote la verdad
 oculta en las profundidades.
Como un río, que nace
de otros, saber seguir
siendo junto con otros
y en otros prolongándose
y construir el encuentro
con las grandes aguas
del océano infinito.

Barreirinha, Amazonas, 1978.


Traducción de Adán Méndez

sábado, 29 de marzo de 2014

Esta noche me emborracho - Enrique Santos Discepolo - tango de 1928.


Sola, fané, descangayada,

la vi esta madrugada

salir de un cabaret;

flaca, dos cuartas de cogote

y una percha en el escote
bajo la nuez;
chueca, vestida de pebeta,
teñida y coqueteando
su desnudez...
Parecía un gallo desplumao,
mostrando al compadrear
el cuero picoteao...
Yo que sé cuando no aguanto más
al verla, así, rajé,
pa' no yorar.

¡Y pensar que hace diez años,
fue mi locura!
¡Que llegué hasta la traición
por su hermosura!...
Que esto que hoy es un cascajo
fue la dulce metedura
donde yo perdí el honor;
que chiflao por su belleza
le quité el pan a la vieja,
me hice ruin y pechador...
Que quedé sin un amigo,
que viví de mala fe,
que me tuvo de rodillas,
sin moral, hecho un mendigo,
cuando se fue.

Nunca soñé que la vería
en un "requiscat in pace"
tan cruel como el de hoy.
¡Mire, si no es pa' suicidarse
que por ese cachivache
sea lo que soy!...
Fiera venganza la del tiempo,
que le hace ver deshecho
lo que uno amó...
Este encuentro me ha hecho tanto mal,
que si lo pienso más
termino envenenao.
Esta noche me emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar.

ESTA NOCHE ME EMBORRACHO - HUGO DEL CARRIL.



Sola, fané y descangayada.

Quienes gustan del tango conocen sin duda estos términos integrados, junto con otros de origen gauchesco y criollo, en el “lunfardo” que es la jerga barriobajera que surgió en Buenos Aires en la segunda mitad del siglo diecinueve entre la inmigración básicamente española e italiana. Configurado inicialmente como argot delincuente, como lenguaje gremial que escribió Borges, pronto se incorporó al habla coloquial de las clases rioplatenses más humildes. “Fané” significa ajada, descolorida, estropeada, marchita, venida a menos, mientras que “descangayada” o descangallada, que es palabra española procedente del gallego y del portugués, significa literalmente descoyuntada y también maltrecha, malherida, desvencijada. El tango de Enrique Santos Discépolo que lleva por título “Esta noche me emborracho” añadía en su primera estrofa “sola”, que no necesita aclaración alguna, para referirse a una mujer de la vida que se encuentra al final de su carrera y a la que el cantor amó una vez:

Sola, fané y descangayada
La vi esta madrugada salir del cabaret.
Flaca, dos cuartas de cogote
Y una percha por escote bajo la nuez.

Chueca, vestida de pebeta,
Teñida y coqueteando su desnudez
Parecía un gallo desplumao
Mostrando al compadrear su cuero picoteao.
Yo qué sé, cuando no aguanto más,
Al verla así rajé pa no llorar
http://elblogdejuanmegias.blogspot.com.ar/2012/09/sola-fane-y-descangayada.html

jueves, 27 de marzo de 2014

Soy un arlequín - Enrique Santos Discepolo (1929).

Soy un arlequín
un arlequín que canta y baila
para ocultar
su corazón lleno de pena.
Me clavó en la cruz
tu folletín de Magdalena
porque soñé
que era Jesús y te salvaba.
Me engañó tu voz,
tu llorar de arrepentida sin perdón
Eras mujer... ¡Pensé en mi madre
y me clavé!
Viví en tu amor una esperanza
la inútil ansia de tu salvación.
¡Perdonáme si fui bueno!
Si no sé más que sufrir.
Si he vivido entre las risas
por quererte redimir.
¡Cuánto dolor que hace reír!



miércoles, 26 de marzo de 2014

Cachilo Dormido - Chacarera - Atahualpa Yupanqui.

Cuando pasen por Santiago
caminen sin hacer ruido,
porque en un rincón del pago
está el Cachilo dormido.
Está el Cachilo dormido
con su ponchito de almohada,
quizá, buscando en el sueño
el alma de la vidala.
El alma de la vidala,
florcita salavinera,
llegando los carnavales,
se le ha'i volver chacarera,
(Tarareo...)
llegando los carnavales,
se la ha'i volver chacarera,
Hay un rincón en el cielo
donde moran los quichuistas,
donde cantan chacareras
al llegar la tardecita.
Al llegar la tardecita,
corazón estremecido,
anda el Soco tarareando
para el Cachilo dormido.
Para el Cachilo dormido,
florcita salavinera,
llegando los carnavales,
se le ha'i volver chacarera,
(Tarareo... )
llegando los carnavales,
se le ha'i volver chacarera.


martes, 25 de marzo de 2014

ALBORADA DEL VIENTO - JAIME DÁVALOS.

Al alba te encontré,
y fuimos a ver dónde amanecía;
de tu sonrisa nacía,
adorada niña mía.

Y el viento dice al pasar,
sobre el saucedal su eterno cantar de amor.
El tiempo que se va,
se hace ovillo en la rosa de tu corazón.

Hacia el verano volveré,
porque en tu cuerpo late el sol.
Yo siento arder,
cuando al besar,
quiere tu boca florecer.

El tiempo que se va,
se hace ovillo en la rosa
de tu corazón.

¿A dónde, a dónde irá,
el grito que ayer mi voz te decía?.
Desde mi pecho nacía,
adorada niña mía.

Suspiraba el pajonal,
como al recordar un viejo cantar de amor.
Un sueño puede ser,
nadie sabe mañana si ha de ver el sol.

Hacia el verano volveré,
porque en tu cuerpo late el sol.
Yo siento arder cuando al besar,
quiere tu boca florecer.

Un sueño puede ser,
nadie sabe mañana si ha de ver el sol.

Música: Eduardo Falú / Interpreta: Jorge Cafrune.


lunes, 24 de marzo de 2014

LA LEYENDA DEL COQUENA – JUAN CARLOS DÁVALOS.


LA LEYENDA DEL COQUENA 
JUAN CARLOS DÁVALOS

Cazando vicuñas anduve en los cerros.
Heridas de bala se escaparon dos.
-No caces vicuñas con arma de fuego,
Coquena se enoja - me dijo un pastor.

- ¿Por qué no pillarlas a la usanza vieja,
cercando la hoyada con hilo punzó?
¿Para qué matarlas, si sólo codicias
para tus vestidos el fino vellón?

-No caces vicuñas con arma de fuego,
Coquena las venga, te lo digo yo.
¿No viste en las mansas pupilas oscuras
brillar la serena mirada del dios?

-¿Tú viste a Coquena?
-Yo nunca lo vide,
pero sí mi agüelo - repuso el pastor;-
una vez oíle silbar solamente,
y en unos tolares, como a la oración.

Coquena es enano; de vicuña lleva
sombrero, escarpines, casaca y calzón;
gasta diminutas ojotas de duende,
y diz que es de cholo la cara del dios.

De todo ganado que pace en los cerros,
Coquena es oculto, celoso pastor;
si ves a lo lejos moverse las tropas,
es porque invisible las arrea el dios.

Y es él quien se roba de noche las llamas
cuando con exceso las carga el patrón.

En unos sayales, encima del cerro,
guardando sus cabras andaba el pasto;
zumbaba en los iros el gárrulo viento,
rajaba las piedras la fuerza del sol.

De allende las cumbres de nieves eternas,
venir los nublados miraba el pastor;
después la neblina cubrió todo el valle,
subió por las faldas y el cerro tapó...

Huyó por los filos el hato disperso,
y a gritos, en vano, lo llama el pastor.
La noche le toma sentado en cuclillas,
y un sueño profundo sus ojos cerró.

Cuando el alba tiñe - limpiando los cielos-
de rosa las abras, despierta el pastor.
Junto a él, a trueque del hato perdido,
Coquena, de oro le puso un zurrón.

No más en los cerros guardando sus cabras,
las gentes del valle vieron al pastor;
Coquena dispuso que fuese muy rico.
Tal premia a los buenos pastores el dios.


Juan Carlos Dávalos fue un escritor argentino nacido en provincia de Salta en 1887. Su sangre lo unía a encomenderos y patriotas. A los dieciséis años, junto con David Michel Torino, fundó el periódico "Sancho Panza".  
Falleció el 6 de noviembre de 1959 en la Ciudad de Salta.
El poeta  nacido en Cerrillos (Salta) Manuel J. Castilla le dedicó unos versos: "porque la tierra viva se quedó en las manos/ como una húmeda sombra enamorada/ Yo digo que la tierra lo nombra en la semilla".



EL COQUENA –  Leyenda Salteña.
En las inmensas soledades de la puna, los ganados están protegidos. Un enanito misterioso, un duendecillo, que todo lo ve, es quien defiende sus vidas de las crueldades humanas. Nadie ha visto a Coquena. Es fama que tiene cara de cholo y viste casaca y pantalón de vicuña. Lleva también diminutas ojotas y ancho sombrero de suave pelo. Desde las alturas contempla sus bestias sin ser visto. Sólo se ha escuchado su silbido, que es mágico llamado. Pero es tal la seguridad de su presencia que todos le temen. Por eso no matan vicuñas ni llamas para utilizar su pelo.
Prefieren cortar suavemente el vellón. Tampoco maltratan a las arrias cuando cargadas de sal, bajan de los cerros. Se cuentan historias, en que justiciero, Coquena ha quitado las llamas a quien no sabía valorar ese don; y como ha premiado a los buenos pastores que, en tormentas de nieve, cuando el viento blanco amenazaba cubrirlo todo, salvan con peligro de su vida su hato de cabras en plena borrasca. Y está su persona tan ligada a los hechos que ocurren por estas regiones, que, en Salta, cuando aparece un forastero, para adquirir provisiones y, tocándose con el codo, murmuran: "Es coquena". (http://www.portaldesalta.gov.ar/)

viernes, 21 de marzo de 2014

Escritores Patagónicos: VER PARA CREER DE MARIANO GIAMMONA.

VER PARA CREER.
Hace algunos años atrás, mi oculista detecta en sus exámenes de rutina una incipiente catarata en uno de mis ojos miopes.
Con el correr del tiempo lo incipiente se transformó en algo más definido y el otro ojo comenzó a recorrer el mismo camino.
Mire Mariano, me dijo, hasta que esto no le moleste mucho, yo le recomiendo no operar, con el tiempo si el problema aumenta de tal forma que afecte su calidad de vida, pensaremos en una operación, antes no.
Una o dos veces por año concurría a su consultorio por rutina simplemente. Allí, amenizando,  aprovechábamos para cruzar dos palabras sobre la pasión que tenemos en común, la pesca en el mar, a la que él le pone, decididamente,  más dedicación y empeño que yo.
Así las cosas hasta que dos viajes en los que se hizo de noche en la ruta, me hicieron comprender que no solamente corría peligro mi vida, sino la de mis acompañantes si continuaba manejando viendo por detrás de lo que yo llamaría un parabrisas sucio y además mojado, porque la iluminación de los automóviles que circulaban en sentido contrario se deshacían en muchos haces de luz antes de llegar a mi retina.  Pero no, el parabrisas estaba seco y además limpio y sin embargo no podía delinear esa ruta sin marcar, y prácticamente circulaba a ciegas frente a  los vehículos, cuyos faroles emitían lo que a mi vista era un destello muy brillante que por lo demás formaba una aureola alrededor de las luces que me  dificultaba enormemente la visión.

No es un problema que se soluciona con más o menos aumento en sus lentes, sus dioptrías son las mismas, el tema es que las cataratas han avanzado y son ellas las que le dan esa visión borrosa y poco nítida de la que usted se queja.

Mi confianza en su probidad profesional era absoluta. No dudé un instante y le pedí que me operara después de pasado el verano.

Hace una semana, en un día viernes, estaba yo en la sala contigua a la de cirugía con la bata puesta, una cofia y unos zapatones de tela, listo para que Marcelo me llamara. Yo no me veía, pero si lo vi a él, también enfundado en similar atuendo, con más unos guantes y un  barbijo.

Teníamos bastante confianza y los dos dejamos de lado todo protocolo.
Adelante Mariano, dijo.
Buenas tardes Marcelo,  contesté yo.
Intentando sofocar mi tensión le dije… Ud. disfrazado Doctor,  y eso que ya pasó Carnaval…
Se ve que el notó mi nivel alto de adrenalina, -aunque seguramente debe ser una constante de toda persona que sabe que le van a “meter un dedo en el ojo”-, seguramente intentando potenciar mi endorfina dijo a la asistente que me llevaba a la camilla:     ALTO, ALTO… y desenfundando su celular me enfocó con su cámara diciéndome “usted sí que está bonito… ahí va la foto para el recuerdo”. Todo fue risa, y no solamente me reí yo sino que también lo hizo la asistente y el propio médico. Lo había logrado, el ambiente estaba totalmente distendido.


Todo fue de maravillas, no sabía lo que él  estaba haciendo, porque sentir no sentía nada, ver no veía nada, solo un gran resplandor de las luces del quirófano, Solamente escuchaba sus sobrias y apenas audibles  palabras,… “perfecto”… “vamos excelente”… “nos falta poco” y por último… “bueno, terminamos”  … “todo ok”, todo esto en pocos minutos.

El ojo, lo vamos  a destapar mañana a las 9 cuando venga a control… haga vida normal, menos esfuerzos grandes, haga su vida, dijo despidiéndome afectuosamente.

Miré el reloj con el ojo no operado y vi que se habían hecho las cinco de la tarde.

Mientras Pupy daba marcha al auto, sonó mi celular… era un turista que se quería alojar en el Balneario El Cóndor, donde tenemos un complejo de apartamentos, y sin dudar le dije a mi señora… “Vamos,  no perdamos este alquiler”… “Sos loco me dijo, si estás recién operado…” , “ Dale, si manejas vos y el ojo está tapado”...

Eran las 21 horas cuando volviendo pasamos por delante de la clínica.
“Pará”, dije,  quiero verlo a Marcelo porque tengo una molestia… Claro, pensé… yo fui la ida y la vuelta mirando con un solo ojo, y seguramente en forma inconciente hice fuerza para abrir el “tapado” y quizá despegué alguna tela adhesiva, me dije.

No solamente no se despegó ninguna tela, sino que además esta todo perfecto, a tal punto que como ya  pasaron cuatro horas, y esto está tan bien, el ojo lo vamos a dejar destapado. Duerma tranquilo y mañana después de ponerse las gotas que le indiqué, vengase a eso de las 9 y lo volvemos a controlar. Que duerma bien. Nos estamos viendo, dijo.

“Si no perdemos la vista”, pensé en decirle apelando al humor negro del que suelo hacer gala, pero no,  me contuve, Marcelo es un profesional muy serio y no puedo hacerle gracia este tipo de chistes, pensé.

Me acosté temprano esa noche, no más de las diez. Dormí como un angelito… de un solo tirón hasta las seis de la mañana… No lo podía creer, La penumbra de esa hora hacía que se dibujaran en la habitación algunos muebles, el televisor, la cómoda y el gran espejo colgado sobre ella.... Vamos bien me dije tapándome el ojo operado y divisando nítidamente la clásica luz roja del control remoto. Repetí la operación, esta vez dejando libre el operado y ALERTA!!!!, NO VEÍA NADA, lo hice otra vez y NADA. No pude dormir más, y me quedé quietito en la cama hasta las 8. Te confieso que tenía miedo.
Desayuné y ya algo veía. Me afeité mientras controlaba,  cerrando alternativamente un ojo y el otro. La cosa iba bien.
Se me hicieron las nueve y cuarto, y me dije:… que Pupy siga durmiendo,… si yo veo y puedo manejar, que joder…!
Cada dos cuadras paraba. Miraba un árbol con un ojo y después con el otro, los colores eran distintos!!!. La nitidez del ojo operado subía. Ya en la sala de espera tomé una revista y repetía la operación, la nitidez seguía subiendo… podía leer con los dos ojos, claro no era al cien por cien, pero el médico me lo había anticipado, a medida que pasen los días su ojo se va a estabilizar, decía.

Jesús amonestó a Tomas que necesitó ver para creer. La explicación que me hubiera dado mi médico seguramente hubiera calmado mis miedos cuando abrí los ojos en la madrugada, pero con el paso de las horas el ver por mis propios ojos calmó mis ansiedades y me hizo acordar del Apóstol Tomas, que aún teniendo fe necesitó ver para creer.

Publicado en “El Globo de Villa Regina”, 17/03/2014, página 3.


El Correo electrónico del Sr. Mariano Giammona para quienes desean contactarse es: mgiammona2002@hotmail.com

miércoles, 19 de marzo de 2014

EL ESPANTAPÁJAROS - Gibrán Jalil Gibrán.

EL ESPANTAPÁJAROS.


-Debes de estar cansado de permanecer inmóvil en este solitario campo- dije en día a un espantapájaros.
-La dicha de asustar es profunda y duradera; nunca me cansa- me dijo.
Tras un minuto de reflexión, le dije:
-Es verdad; pues yo también he conocido esa dicha. -Sólo quienes están rellenos de paja pueden conocerla -me dijo.
Entonces, me alejé del espantapájaros, sin saber si me había elogiado o minimizado.
Transcurrió un año, durante el cual el espantapájaros se convirtió en filósofo.
Y cuando volví a pasar junto a él, vi que dos cuervos habían anidado bajo su sombrero.

martes, 18 de marzo de 2014

Aquel viejo, viejo vino - Gibrán Jalil Gibrán.

Hubo una vez un hombre rico muy orgulloso de su bodega y del vino que allí había; y también había una vasija con vino añejo guardada para alguna ocasión sólo conocida por él.
El gobernador del estado llegó a visitarlo, y aquél, luego de pensar, se dijo: "Esa vasija no se abrirá por un simple gobernador".
Y un obispo de la diócesis lo visitó, pero él dijo para sí: "No, no destaparé la vasija. Él no apreciará su valor, ni el aroma regodeará su olfato".
El príncipe del reino llegó y almorzó con él. Mas éste pensó: "Mi vino es demasiado majestuoso para un simple príncipe".
Y aún el día en que su propio sobrino se desposara, se dijo: "No, esa vasija no debe ser traída para estos invitados".
Y los años pasaron, y él murió siendo ya viejo, y fue enterrado como cualquier semilla o bellota.
El día después de su entierro tanto la antigua vasija de vino como las otras fueron repartidas entre los habitantes del vecindario. Y ninguno notó su antigüedad.
Para ellos, todo lo que se vierte en una copa es solamente vino.

lunes, 17 de marzo de 2014

"Chiquillada" de José Carbajal. Versiones de su reador José Carbajal "El Sabalero" y "El Turco" Jorge Cafrune.

"Chiquillada" 
de José Carbajal.
Pantalón cortito,
bolsita de los recuerdos.
Pantalón cortito,
con un solo tirador.

Con cinco medias hicimos la pelota.
y aquella siesta perdimos por un gol,
una perrita que andaba abandonada,
pasó a ser la mascota del cuadro que ganó.

Pantalón cortito,
bolsita de los recuerdos.
Pantalón cortito,
con un solo tirador.

Dice el abuelo que en los días de brisa,
los ángeles chiquitos se vienen desde el sol,
y bailotean prendidos a las cometas,
flores de primer cielo,
caña y papel color.

Medía galleta, rompiendo los bolsillos,
palitos mojarreros, saltitos de gorrión,
los muchachitos de toda la manzana,
cuando el sol pica en pila,
se van pa´l cañadón.

Pantalón cortito,
bolsita de los recuerdos.
Pantalón cortito,
con un solo tirador.

Yo ya no entiendo que quieren los vecinos,
uno nunca hace nada y a cual más rezongón,
la calle es libre si queremos pasarlo,
corriendo tras del aro, llevando el andador.

Bochón de a medio, patrón de la vereda,
te juro no te pago, aunque gane el matón.
Dos dientes ¡¡ leche ¡! me costaste gordito,
la soba de la vieja, pero te tengo yo.

Pantalón cortito,
bolsita de los recuerdos.
Pantalón cortito,
con un solo tirador.

Fiesta en los charcos cuando para la lluvia,
caracoles y ranas y niños a jugar,
el viento empuja botecitos de estraza,
lindo haberlo vivido pa' poderlo cantar.

Pantalón cortito,
bolsita de los recuerdos.
Pantalón cortito,
con un solo tirador.
Chiquillada, chiquillada, chiquillada.

José Carbajal conocido como "El Sabalero", fue un cantante, compositor y guitarrista uruguayo, autor e intérprete de varias canciones exitosas como Chiquillada, A mi gente y La Sencillita.

La versión  de Jorge Cafrune.





Jorge Antonio Cafrune, apodado "el Turco", fue uno de los cantantes folclóricos argentinos más populares de su tiempo, además de un incansable investigador, recopilador y difusor de la cultura nativa.  
Nació un 8 de agosto de 1937  en Sunchal, Departamento de Perico del Carmen  en el seno de una familia argentina jujeña de típicas costumbres gauchescas y antepasados de orígenes árabes, en la que sus abuelos paternos y maternos eran inmigrantes provenientes de Siria y el Líbano.
Por esas cosas de la inmigración en la Argentina le quedó y para siempreel apodo "EL TURCO CAFRUNE"
Una vida intensa de un argentino que falleció a los 40 años cuando marchaba a caballo hacia Yapeyú, el 1° de febrero de 1978, para rendir homenaje a Don José de San Martín, fue atropellado por una camioneta en Benavídez y murió al cabo de unas horas. 
Pocos días antes, en el Festival de Cosquín, interpretó "Zamba de mi esperanza", prohibida por la dictadura militar dicen que también cantó el poema del uruguayo Serafín García que pusieron música en ritmo valseado los uruguayos "Los Olimareños": OREJANO.  
Ante el pedido del público manifestó: “aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar”. Atrás quedaba su familia integrada por su esposa Marcelina A. Gallardo y las cuatro hijas que tuvo con ella: Yamila, Victoria, Zorayda Delfina y Eva Encarnación y la compañera de los últimos años (Lourdes López Garzón - española) y sus hijos (Juan Facundo y Macarena).