martes, 25 de diciembre de 2018

"Zamba del nuevo día" de Armando Tejada Gómez.



"Zamba del nuevo día"


de Armando Tejada Gómez.
Subió el alba con un pañuelo

del amanecer

Y en la zamba del tiempo nuevo

comenzó a crecer.
  

Madrugada en la luz un rostro

claro y labrador,

y era patria en lo azul del cielo

de un tiempo mejor.


Es hermoso de ver

cómo crece el trigal

ondulando en la inmensidad

limpio y alto como un pañuelo

de amor y de paz.


Un aroma de tierra arada

por el aire va.

Y un caliente rumor de fragua

canta en el metal.


Viene Oeste el color del vino,

Sur el manzanar,

dulce caña en el aire el Norte

verde el Litoral.


Armando Tejada Gómez nació en Mendoza, a orillas del zanjón de Guaymallén, en el seno de una familia de descendientes de huarpes, de una familia numerosa de trabajadores rurales de muy escasos recursos el  21 de abril de 1929.
Falleció el 3 de noviembre de 1992, en Buenos Aires.

lunes, 24 de diciembre de 2018

QUE SE VAYAN -TANGO ARGENTINO, 1929- Letra: Enrique Dizeo y música: Francisco Canosa.

Que se vaya con él cuando quiera,
con ese amigazo fayuto y sin fe;
que se vayan, que Dios los ayude,
que tarde o temprano los encontraré.
Que se lleve los besos que, un día,
juró que eran míos, con todo su amor;
que esta mala jugada que me hace
le va a costar caro, tendrá su dolor.

Si los dos tienen la culpa
de todo lo que me pasa,
ella porque nunca, nunca,
tan mala la imaginé.
Y el otro por sinvergüenza,
porque lo tuve en mi casa
y abusó de la confianza
que siempre le dispensé.

Pero no es nada, compadre,
a ver, mozo, más escabio,
que esta noche es Nochebuena
y mañana es Navidad.
Déjeme, tomo de rabia,
déjeme mojar los labios
para festejar la fiesta,
la fiesta y mi soledad.

Si la vida no vale ni medio,
no sirve pa' nada; repita, patrón.
Hago mal en decirlo, que un día
robé pa' vestirla, llegué a ser ladrón.
Todo el tiempo que estuvo a mi lado,
ni un beso, ni un mango le supe negar;
y si no, que lo diga ella misma,
si no soy derecho, si me se portar.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Dios y el diablo en el taller de Adrián Abonizio.

Dios y el diablo en el taller
de Adrián Abonizio.


Dios y el diablo van susurrando cosas a mi espalda
la virgen en camisón se pasea y del lado de la fábrica suena un motor.

Sus bicicletas húmedas descansan en el pasillo
el invierno vino colorado pero esta vez no hay vino
para los dos.

Son dos desocupados mas
lo justo se hizo moda
y el verso casi un verso de verdad
y el trabajo una zona que no está

Aburridos jugadores con los naipes marcados
siempre en el siete
la radio que habla sola
y que trasmite el empate de Ferro y de Platense
cero a cero.

Se prohíbe hablar del mundo en esas salas
Dios y el Diablo van remendando madrugadas
y no entiendo nada.

La virgen como mujer los engaña, los consuela
y les dice que a la vuelta siempre hay que pagar
Muchachos, hay que comer
salgan para el taller.

El diablo que se aburre, que hace sebo,
que va al baño y fuma un caño
Dios, buen operario, cuida el puesto
y entre dientes silba un tango
que habla de.

"Vamos donde hay sol"
El Diablo que conoce mil lugares
donde hay minas
Y algo como amor
Dios dice "Hay que aguantar"
ami con la hora extra
ya me alcanza para hacerme
un viaje a pie a Lujan

Y cerca de las seis
el pito que resuena en el tinglado
entristece mucho mas
La virgen ...

lunes, 17 de diciembre de 2018

Felices los normales - Roberto Fernández Retamar Poeta cubano.

Felices los normales.


Felices los normales, esos seres extraños,
los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
los que no han sido calcinados por un amor devorante,
los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
los satisfechos, los gordos, los lindos,
los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
los flautistas acompañados por ratones,
los vendedores y sus compradores,
los caballeros ligeramente sobrehumanos,
los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
los delicados, los sensatos, los finos,
los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.

Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
que sus padres y más delincuentes que sus hijos
y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.

sábado, 15 de diciembre de 2018

EL OCASO DEL SIGLO - Wislawa Szymborska.

Nuestro siglo XX iba a ser mejor que los anteriores.
Ya no podrá demostrarlo,
tiene los años contados,
titubeante el paso,
fatigada la respiración.

Ya han sucedido demasiadas cosas
que no debían haber pasado
y lo que tenía que pasar
no pasó.

Teníamos que avanzar, por ejemplo,
hacia la primavera y la felicidad.

El miedo tenía que dejar las montañas y los valles.
La verdad tenía que llegar a la meta
antes que la mentira.

Ciertas desgracias no iban
a suceder más:
por ejemplo, la guerra
y el hambre, y tantas otras.

Se iba a valorar
la indefensión de los indefensos,
la confianza y ese tipo de cuestiones.

Quien quería alegrarse del mundo
se encuentra ahora
ante una misión imposible.

La estupidez no es graciosa.
La sabiduría no es alegre.

La esperanza ya no es, por desgracia,
esa muchacha joven.

Dios iba al fin a creer en un hombre
bueno y fuerte,
pero el bueno y el fuerte
siguen siendo dos hombres diferentes.

Cómo vivir, me preguntó en una carta alguien
a quien yo pensaba formular
la misma pregunta.

Una vez más y como siempre,
según lo dicho anteriormente,
no hay preguntas más urgentes
que las preguntas ingenuas.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Visto desde arriba - Wislawa Szymborska.

Visto desde arriba
de  Wislawa Szymborska.
Sobre un sendero yace un escarabajo muerto.
Ha doblado con cuidado sus tres pares de patitas sobre el vientre.
En lugar del caos de la muerte –orden y esmero.
El horror de esta imagen es moderado,
el alcance estrictamente local, entre la grama y la menta.
La tristeza no contamina.
El cielo es azul.

Para nuestra tranquilidad su muerte es más superficial,
los animales no fallecen, simplemente, se mueren
perdiendo –queremos creerlo—menos sentimiento y menos mundo,
al abandonar –pensamos—un escenario menos trágico.
Sus ánimas sumisas no nos asustan de noche,
respetan la distancia, saben qué es el rigor.

Y aquí está sobre el sendero el escarabajo muerto,
en un estado no lamentable brilla el sol.
Da lo mismo pensar en él o mirarle:
no parece que le haya pasado nada importante.
Lo importante, dicen, sólo está unido a nosotros.
Sólo a nuestra vida, sólo a nuestra muerte,
la muerte que se regocija de su forzada primacía.

Wisława Szymborska poetisa, ensayista y traductora polaca, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996. Nació en Prowent, localidad que fue absorbida por Bnin, la que a su vez hoy forma parte de Kórnik, cerca de la ciudad de Poznań. Su familia se trasladó en 1931 a Cracovia y vivirá en esta Ciudad hasta su muerte ocurrida el 1º de febrero de 2012.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Las tres palabras más extrañas de Wislawa Szymborska.

Las tres palabras más extrañas
de Wislawa Szymborska. 

Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.

viernes, 7 de diciembre de 2018

MOMENTO MUSICAL: RÍO Y MAR de LEÓN GIECO.

A veces me siento grande como el mar,
a veces un corto tiempo del río que va.
Soy un horizonte que te da las tormentas
y a veces soy un sauce que pide al viento dejar de llorar.
Río y mar, tal para cual.

A veces soy un milagro que empieza,
a veces una esperanza que pasó.
Soy una puerta del alba que se cierra
y a veces soy un caminante que te ruega por entrar.
Río y mar, tal para cual.

A veces soy el altar de la luna,
a veces arena pobre con sombras.
Soy un fantasma salvaje que no vuelve
y a veces soy un pájaro que por vos quiere regresar.
Río y mar, tal para cual.


Raúl Alberto Antonio Gieco más conocido popularmente como León Gieco nacido en la localidad de Cañada Rosquín, provincia de Santa Fe el 20 de noviembre de 1951.
“Su apodo se debe a un episodio sucedido cuando recién comenzaba a dar sus primeros pasos en la música y en una ocasión en la que preparaban los instrumentos para una prueba de sonido, junto a los integrantes del primer conjunto que formó parte, que se denominaba "Los Moscos". Al realizar la conexión e instalación de unos aparatos de amplificación, lo hizo en forma incorrecta por lo cual el equipo resultó dañado y se quemó. Al suceder esto uno de los integrantes del conjunto lo increpó diciéndole "Qué hacés, este sí que es rey de las bestias" por lo cual años más tarde decidió adoptar el sobrenombre de León "el rey de las bestias".”(Wikipedia).
León Gieco es el autor de la letra de esta canción “Río y mar” con música de Luis Gurevich que han interpretado numerosos artistas y que fue incluida en el trabajo “Mensajes del alma”, EMI, 1992 de León Gieco.  
En esta versión de Cristóbal Repetto interpreta con León Gieco y Gustavo Santaolalla.

martes, 4 de diciembre de 2018

Primera fotografía de Hitler de Wislawa Szymborska.

Primera fotografía de Hitler

de Wislawa Szymborska.

¿Y QUIÉN ES ESTE NIÑO con su camisita?
Pero ¡si es Adolfito, el hijo de los Hitler!
¿Tal vez llegue a ser un doctor en leyes?
¿O quizá tenor en la ópera de Viena?
¿De quién es esta manita, de quién la orejita, el ojito, la naricita?
¿De quién la barriguita llena de leche? ¿No se sabe todavía?
¿De un impresor, de un médico, de un comerciante, de un cura?
¿A dónde irán estos graciosos piecitos, a dónde?
¿A la huerta, a la escuela, a la oficina, a la boda
tal vez con la hija del alcalde?

Cielito, angelito, corazoncito, amorcito,
cuando hace un año vino al mundo,
no faltaron señales en cielo y en la tierra:
un sol de primavera, geranios en las ventanas,
música de organillo en el patio,
u presagio favorable envuelto en un fino papel de color rosa.
Antes del parto, su madre tuvo un sueño profético:
ver una paloma en sueños, será una buena noticia;
capturarla, llegará un visitante largamente esperado.
Toc, toc, quién es, así late el corazón de Adolfito.

Chupete, pañal , babero, sonaja,
el niño, gracias a Dios, está sano, toquemos madera,
se parece a los padres, al gatito en el cesto,
a los niños de todos los demás álbumes de familia.
Ah, no nos pondremos a llorar ahora, ¿verdad?,
mira, mira, el pajarito, ahora mismo lo suelta el fotógrafo.

Atelier Klinger, Grabenstrasse, Braunen,
y Braunen no es una muy grande, pero es una digna ciudad,
sólidas empresas, amistosos vecinos,
olor a pastel de levadura y a jabón de lavar.

No se oye el aullido de los perros, ni los pasos del destino.
El maestro de la historia se afloja el cuello
y bosteza encima de los cuadernos.

sábado, 1 de diciembre de 2018

HIJOS DE LA ÉPOCA por Wisława Szymborska.-

HIJOS DE LA ÉPOCA.
Somos hijos de nuestra época
y nuestra época es política.
Todos tus, mis, nuestros, vuestros
problemas diurnos, y los nocturnos,
son problemas políticos.
Quieras o no,
tus genes tienen un pasado político,
tu piel un matiz político
y tus ojos una visión política.
Cuanto dices produce una resonancia,
cuanto callas implica una elocuencia
inevitablemente política.
Incluso al caminar por bosques y praderas
das pasos políticos
en terreno político.
Adquirir significado político
ni siquiera requiere ser humano.
Basta ser petróleo,
pienso compuesto o materia reciclada.
Los poemas apolíticos son también políticos,
y en lo alto resplandece la luna,
un cuerpo ya no lunar.
Ser o no ser, ésta es la cuestión.
¿Qué cuestión?, adivina corazón:
una cuestión política.

Wisława Szymborska poetisa, ensayista y traductora polaca, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996. Szymborska publicó el que sería su último libro en vida: Aquí (2009).
Nació en Prowent, localidad que fue absorbida por Bnin, la que a su vez hoy forma parte de Kórnik, cerca de la ciudad de Poznań. Su familia se trasladó en 1931 a Cracovia, cuando ella tenía 8 años, y a partir de entonces esta va a ser su ciudad donde cursará sus estudios y vivirá hasta su muerte ocurrida el 1º de febrero de 2012.
Fue miembro del comunista Partido Obrero Unificado Polaco, del que con el tiempo se iría distanciando hasta adoptar una postura crítica (en 1957 ya comienza a tener contacto con disidentes, entabla amistad con Jerzy Giedroyc y colabora en su revista Kultura que se publica en París).

jueves, 29 de noviembre de 2018

NIEVA EN MALLORCA de Carlos Basabe.

NIEVA EN MALLORCA
de Carlos Basabe.
Anoche nevó en la Isla
amaneció todo frío y en silencio
se apagó el cantar del bicherío
penetrando la nieve hasta los huesos
la corona del "PUIG" estaba blanca
como un velo de novia jubilosa
seguían cayendo lentamente
los copos de nieve entre las rocas

¡Llegó el invierno!, me dije para adentro
¿cuántos inviernos tiene la mañana?
tal vez los mismos que tienen esas nubes
que visitan la sierra "Tramuntana"
o la cadena de cumbres imponentes
que cambian el paisaje en primavera
con su vestido rojo de amapolas
bordadas sobre el manto y la ladera

Sigue nevando en un silencio sosegado
los copos se siguen agrandando
a veces forman caprichosos remolinos
y yo extasiado, los sigo contemplando
un "pardillo común" salió del nido
anda buscando un poco de comida
habilidoso, salta entre las matas
de un encinar que duerme todavía

Tendremos un invierno suave y fresco
a esta Isla, Dios la proteje cada día
nieva porque es parte del programa
que la naturaleza nos consigna
llegará la primavera y el otoño
y también el verano con sus risas
vendrán gentes de otros lados del planeta
mientras seguimos creciendo como Isla.


Estoy repartiendo mis sentimientos entre Argentina y España, ¡solo hay que mirar alrededor para poder ser un poeta! Esta Isla multiplica la belleza.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

EL JUANQUI por Carlos Basabe.

EL JUANQUI 
por Carlos Basabe.
Lo vi pasar al JUANQUI caminando
serian las diez menos cuarto en la mañana
traía un carrito de dos ruedas y amarrados
el sonido, un atril, una banqueta y la guitarra

Iba despacio, como pensando cosas
o recordando alguna letra de canción
se paró junto al kiosco de la ONCE
contempló su escenario y se instaló

Allí en la Plaza España cada dia
el JUANQUI es un cantor de calle como yo
que viene a recaudar una jornada 
de trabajo honrado con su voz

Los parroquianos y turistas de los bares
le prestan atención a ese cantor
que hace más placentera la mañana
sembrando melodías del corazón

Cada año se repite la rutina
de cambiar repertorio y !a la calle!
verás pintores, artesanos, retratistas
son todos obreros con mensajes.

sábado, 24 de noviembre de 2018

"Ensueño" (Montserrat Caballe/Mercury/Mike Moran).


Ensueño.
En mi sueño te vi
Tu luz llegaba de tan lejos

Tu voz penetra en mi
Vibra en ti
Vibra en mi

Suavemente me llevaba a ti
Oí el sonido

Tu voz dulcemente
Me decía: "Ven"
"Ven junto a mi"

Volver a vivir
Saber que mi sueño no está solo. Alienta en ti
Tú y yo cantando los dos

Yo soñaba en ser tu mismo mar, tu mar,
Es puente de unión
De nuestras almas

Vuelan, nos llaman
Al son de eternidad.

Barcelona es el segundo álbum de estudio del líder de Queen, Freddie Mercury, en colaboración con la soprano española Montserrat Caballé.
Ensueño es una canción incluida en el álbum "Barcelona", el segundo de la carrera de de Freddie fuera del grupo Queen que grabó con Montserrat Caballé entre los años 1987 y 1988.
Compuesta por Freddie Mercury y por Mike Moran.
Es la única canción de Mercury en la que canta íntegramente en idioma castellano.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Historia de mi muerte - Leopoldo Lugones.


Soñé la muerte y era muy sencillo;
una hebra de seda me envolvía,
y a cada beso tuyo,
con una vuelta menos me ceñía
y cada beso tuyo
era un día;
y el tiempo que mediaba entre dos besos
una noche. La muerte era muy sencilla.
Y poco a poco fue desenvolviéndose
la hebra fatal. Ya no la retenía
sino por solo un cabo entre los dedos...
Cuando de pronto te pusiste fría
y ya no me besaste...
y solté el cabo, y se me fue la vida.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Los Recuerdos de María Rosa Giovanazzi.

Una enfermera abrió la puerta y lo miró interrogándolo con la mirada,  él dijo simplemente. “Antonio Carbonato”. La joven sonrió y lo hizo pasar.
La casa de descanso daba  la apariencia de ser un lugar acogedor. Un amplio parque con pinos y jazmineros que  daban frescor y  perfumaban a los abuelos, algunos tomaban sol recostados en sillones, otros descansaban en las galerías. Recorrieron un  pasillo y llegaron a un  salón, la enfermera le pidió que esperara. Minutos después regresó acompañada de don Antonio, hacía varios años que no lo veía y se sorprendió al verlo tan cambiado, había envejecido y mucho. La piel de la cara era una suma de líneas, un mapa de vida e historia.
Se sentaron  cerca de un ventanal. El viejo lo miraba con  ojos curiosos, comprendió, que él tampoco lo había reconocido. Entró otra mujer de uniforme azul, les  acercó una mesita y dejó en ella dos tazas  y un termo con té.
—Don Antonio ya casi no habla —le dijo— pero usted converse, que le hace bien escuchar.
Mientras servía el té, preguntó:
—¿Cómo se siente Antonio?
El viejo no respondió. Ignoró su silencio y siguió  hablando.
—Estuve de visita en Porto Recanati, su pueblo, ¿lo recuerda…?
—Italia —dijo con voz ronca.
—Sí, Italia y le traje una foto de allí.
La  dejó en la mesa, el viejo se inclinó para mirarla y la fue acariciando; su mano huesuda temblaba, mientras  su dedo índice recorría lentamente los detalles.
—Recanati —dijo— tengo muchos amigos acá —y marcó una calle.
Pedro asintió con  la cabeza y dejó que siguiera hablando.
 —Yo iba a misa todos los días —quedó con la mirada prendida en el color beige de la cortina, luego volvió a la foto.
De un rincón de su memoria, escapó aquel chiquilín de pantalones cortos que corría por las angostas veredas.
—La mama me levantaba antes que el sol  se asomara por mi ventana y yo iba a la iglesia, recorría  la calle solitaria donde  había un solo farol y mucho silencio, todos dormían en el pueblo, —volvió a observar la imagen y a encontrarse quién sabe con qué recuerdo, continuó— despertaba al padre Giuseppe y luego subía la escalera oscura y yo no tenía miedo, en el campanario hacía volar  y cantar a las campanas que despertaban al pueblo —quedó en silencio, evocando sus recuerdos—.La Nona Elvira me esperaba en el primer asiento de la nave principal, juntos escuchamos la misa…
Antonio estaba viviendo en sus nueve años, ovillaba las nostalgias y  caminaba de la mano de la nona.
La enfermera lo regresó a la realidad.
—Antonio tiene que tomar una pastilla.
Obediente la llevó a su boca y la bajó con un sorbo de té.
—Estoy admirada Antonio, qué conversador está hoy —le dijo  la joven.
Él la miró y dibujó una sonrisa.
Volvió  a acariciar la foto, su nostalgia caminaba  por las veredas del pasado…
—¿Qué recuerda Antonio?
—La nona —y la niebla del pasado se aclaró en su recuerdo.
Cierra los ojos y se recuesta en el respaldo del sillón. Pedro le cuenta los cambios en el pueblo y Antonio escucha y sonríe con los ojos cerrados.
Se acerca la enfermera y le dice que es hora de dormir su siesta. El viejo se pone de pie se toma del brazo de la joven y le pregunta:
—¿Vamos a misa? —ella sonrió, sin entender.
Pedro los miró alejarse y vio la foto que había quedado olvidada sobre la mesa; la calle, la Iglesia y su torre, el campanario.
Escuchó  campanas, sabía que era  producto de su imaginación. Le entregó la foto a la mujer del uniforme azul  y le pidió que la dejara en el cuarto de Antonio.
Algo sucedió en su pecho  y mientras se alejaba, tuvo ganas de llorar, sabía el motivo.

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