miércoles, 31 de agosto de 2016

VOLVER EN VINO de Horacio Guarany.


Si el vino viene, viene la vida 
si el vino viene, viene la vida 
vengo a tu viña tierra querida 
vengo a tu viña tierra querida.

Quiero morirme cantando 
bajo tu parra madura 
y que me entierren al alba 
regao de vino mi tumba 
regao de vino mi tumba.

Si el vino viene, viene la vida 
si el vino viene, viene la vida 
vengo a tu viña tierra querida 
vengo a tu viña tierra querida.

Quisiera dejar mis huesos 
bajo cielo mendocino 
que mi sangre y mis cenizas 
vuelvan camino del vino.

Recitado: 
que triste ha de ser morirse 
y no volver nunca mas 
pero es tan linda la vida 
pero es tan churo el camino 
que si me muero algún día 
entiérrenme en Mendoza 
en San Juan allá en La Rioja 
o en Cafayate la hermosa 
que en vino habré de volver 
y cuando lloren las viñas 
para que rían los hombres 
he de volver en las copas 
y habré de mojar las bocas 
de mis viejos compañeros 
o tal vez de la que quiero 
y no me pudo querer 
y en una noche de farra 
cuando llueven las guitarras 
si ven al vino llorar 
déjenlo llorar su pena 
déjenlo llorar su pena 
que en la lagrima morena 
como nunca he de cantar.

La vida es un vino amargo 
dulce en jarra compartida 
que los que nadan pa dentro 
se ahogan solito en la vida.

Si el vino viene, viene la vida 
si el vino viene, viene la vida 
vengo a tu viña tierra querida 
vengo a tu viña tierra querida. 

martes, 30 de agosto de 2016

RECITAL A LA PAZ de HORACIO GUARANY.

Los tímpanos explotan por la garganta rota de la felicidad,
revienta un alarido para el monte y el río, camino de la paz,
con toda mi alegría, levanto en este día, mi canto por la paz,
la paz en todo el mundo como un mito profundo que traiga la amistad.

Los fabricantes de la muerte han de marcharse
nunca jamás han de volver, nunca jamás.
Los campesinos, los obreros, y estudiantes
se dan las manos para luchar por la paz.

Esa casita blanca, el delantal de un niño, reclaman unidad,
¿de qué sirve el dinero, de qué sirven los bienes, si no tenemos paz?

La paz es un derecho, tenemos que exigirlo, arriba voluntad!
Obreros, campesinos, soldados estudiantes, unidos por la paz.
Los fabricantes de la muerte han de marcharse
nunca jamás han de volver, nunca jamás

Los campesinos, los obreros, y estudiantes
se dan las manos para luchar por la paz
miles de niños con campanas en las manos
traen el grito de la madre universal

Hay que luchar, hay que luchar.
Hay que luchar, hay que luchar.

Por que la muerte ya no vuelva nunca más.
Por que la muerte ya no vuelva nunca más.

lunes, 29 de agosto de 2016

Si mi voz muriera en tierra de Rafael Alberti.


Si mi voz muriera en tierra 
llevadla al nivel del mar 
y dejadla en la ribera.

Llevadla al nivel del mar 
y nombradla capitana 
de un blanco bajel de guerra.

¡Oh mi voz condecorada 
con la insignia marinera: 
sobre el corazón un ancla 
y sobre el ancla una estrella 
y sobre la estrella el viento 
y sobre el viento la vela!

domingo, 28 de agosto de 2016

La cigarra y la hormiga de Félix María Serafín Sánchez de Samaniego Zabala.

La cigarra y la hormiga.

Cantando la Cigarra
pasó el verano entero,
sin hacer provisiones
allá para el invierno;
los fríos la obligaron
a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Viose desproveída
del precioso sustento:
sin mosca, sin gusano,
sin trigo, sin centeno.

Habitaba la Hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones
de atención y respeto
la dijo: «Doña Hormiga,
pues que en vuestro granero
sobran las provisiones
para vuestro alimento,
prestad alguna cosa
con que viva este invierno
esta triste cigarra,
que alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,
nunca supo temerlo.
No dudéis en prestarme;
que fielmente prometo
pagaros con ganancias,
por el nombre que tengo.»

La codiciosa hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
«¡Yo prestar lo que gano
con un trabajo inmenso!
Dime, pues, holgazana,
¿qué has hecho en el buen tiempo?»
«Yo, dijo la Cigarra,
a todo pasajero
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento.»
«¡Hola! ¿conque cantabas
cuando yo andaba al remo?
Pues ahora, que yo como,
baila, pese a tu cuerpo.»
La cigarra y la hormiga es una de las fábulas atribuidas a Esopo y recreada por Jean de la Fontaine y Félix María Samaniego.

sábado, 27 de agosto de 2016

MOMENTO MUSICAL: POLCA DE LAS OREJAS de Jorge Marziali. Canta: Carlos Blagonich.

POLCA DE LAS OREJAS 
de Jorge Marziali.

Tengo una oreja gorda de un lado de la cara,
del otro lado tengo una orejita flaca,
A veces si están sucias, yo mismo me las lavo
con jabón y globitos y un trapito mojado.

Las dos orejas sirven, las dos orejas
para escuchar canciones nuevas y viejas
para escuchar canciones y algunas quejas,
¡por favor no me tiren de las orejas!

Cuando estoy en el campo así nunca me olvido
de escuchar el silencio, que es un hermoso ruido
Hacen ruido los sauces, las avejas las flores.
y cantan los niñitos de los agricultores.

Las dos orejas sirven, las dos orejas
para escuchar canciones nuevas y viejas.
Para escuchar canciones y algunas quejas,
¡por favor no me tiren de las orejas!

Oreja y orejones he visto en la ciudad.
Orejitas lloronas que quieren escuchar
si suena la bocina y el colectivo frena
la oreja flaca llora, la gorda tiene pena.

Las dos orejas sirven, las dos orejas
para escuchar canciones nuevas y viejas.
Para escuchar canciones y algunas quejas,
¡por favor no me tiren de las orejas!

Jorge Marziali nació en el distrito San José de la provincia de Mendoza. Es nieto de inmigrantes italianos y de criollos que por varias generaciones habitaron en Chile y en Cuyo.

Este tema lleno de alegría se hizo popular en Cantaniño 3 (1979) interpretado por Santiago Chacón en ese Cantaniño que participó en niño Reginense Carlitos Blagonich que subió en youtube este tema de Jorge Marziali ese recordado tema que escuchabamos en tocadiscos ese Larga Duración (L.P).
POLCA DE LAS OREJAS  de Jorge Marziali. Canta Carlos Blagonich "Señor Avión" de Villa Regina.


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viernes, 26 de agosto de 2016

Cebollita y Huevo - Polca (Jorge Marziali).

Aguanteme hasta el verano
dijo un viejito cuyano
y en agosto se murió.
Nosotros estamos vivos
después de haber compartido
el olvido y la traición.
Permiso dijo un petiso,
cuidao lo olvidadizos
no se vayan a olvidar
que una cosa es ser humano
y otra es ser marrano
pa’ no recordar.
Vamos a empezar de nuevo,
cebollita y huevo, pan y libertad
que paguen los fracasados
y los humillados que no paguen más.
La gente andaba en lo suyo,
la liebre comiendo yuyos
y la abeja en el panal
cuando llegaron los chanchos
y armaron un zafarrancho
que nadie puede arreglar.
Igual que el bicho insurgente
llevaron los inocentes
todos al mismo corral
algunos no regresaron
y los que quedaron
¡Pa' que vi'a contar!
Vamos a empezar de nuevo…
A ver señora vecina
si se mete en la cocina
Y prepara con amor
Un guisito de esperanza
para calmarle la panza
al que siempre trabajó
Tenga los ojos alerta
bien cerquita de la puerta
no se vayan a colar
los que se comieron todo
con las manos sucias de la indignidad,
Vamos a empezar de nuevo
cebollita y huevo, pan y libertad
que paguen los que han robado
y los humillados y los olvidados
y los engañados …
que no paguen más.

Jorge Marziali interpretando "Cebollita y huevo" de Jorge Marziali y Juan Falú. 

jueves, 25 de agosto de 2016

Zamba del adiós de Daniel Toro.

Zamba del adiós de Daniel Toro.

Se muere el sol, entre sus brazos
se apagan las luces, de la ciudad
y yo ando, gorrión herido
zamba de una zamba sin destino
y siempre, siempre pensando en tu amor
yo no sé por qué, si ya me dijiste adiós
tu amor se fue, como la lluvia
que llega, nos besa, y al fin se va;
cansado, de andar caminos
te acercaste a mi, buscando olvidos
y siempre, siempre pensando en tu amor
yo no sé por qué, si ya me dijiste adiós

Duele pensar que por tu amor
perdí mi corazón
duele pensar que por tu amor
perdí la fe y el sol;
duele pensar, que fuiste vos
esa luz, de mi boca encendida
y duele, saber que extraño tu amor
yo no sé por qué, si ya me dijiste adios.

Y volverá, otro verano
buscando la sombra de mi canción
mi zamba, mi humilde zamba
te dirá lo mucho que he sufrido;
no vuelvas, que aprenderás a sufrir
yo no sé por qué, si ya me dijiste adiós
entonces, si tan solo entonces
camino del tiempo, comprenderás
que es tarde, que ya lo nuestro
solo es un manojo de recuerdos;
no vuelvas, que aprenderás a sufrir
yo no sé por qué, pero volverás a mi.

Daniel Toro nacido el 3 de enero de 1941, es un cantante y cantautor, originario de Salta, La Linda, la  Argentina; cuyo verdadero nombre es Casimiro Cobos.
Daniel Toro es un compositor que ha compuesto muchas clásicas del cancionero folclórico argentino como “Cuando Tenga La Tierra” (un tema que le generó problemas) que compuso con Ariel Petrocelli (durante la dictadura militar implantada en 1976 Daniel Toro integró las listas negras y sus canciones fueron prohibidas como esta), la entrañable “Zamba Para Olvidar” (con letra de Julio Fontana), “Este Cristo Americano”, Nostalgia Mía, Pastorcita Perdida, Zamba De Tu Presencia, El Antigal (con Lito Nieva y Ariel Petrocelli), Mi Principito (con Néstor César Miguens).
Inició su carrera con "Los Viñateros" con los que tuvo la oportunidad de actuar en Buenos Aires en el año 1959.
“Desde ese país, indio y moreno, quiero lanzar el torrente de mi hurgar en todos los cancioneros sin desprestigio para mi condición de artista nativo” opinaba Daniel Toro.
En 1967 obtuvo un impresionante éxito en el Festival de Cosquín, donde recibió el premio Consagración por mejor Folklore de ese año.


miércoles, 24 de agosto de 2016

Los Borges - Jorge Luis Borges.


Nada o muy poco sé de mis mayores

portugueses, los Borges: vaga gente
que prosigue en mi carne, oscuramente,
sus hábitos, rigores y temores.

Tenues como si nunca hubieran sido
y ajenos a los trámites del arte,
indescifrablemente forman parte
del tiempo, de la tierra y del olvido.

Mejor así. Cumplida la faena,
son Portugal, son la famosa gente
que forzó las murallas del Oriente

y se dio al mar y al otro mar de arena.
Son el rey que en el místico desierto
se perdió y el que jura que no ha muerto.

martes, 23 de agosto de 2016

El rancho de Alberto Merlo.


Tengo un rancho de totoras
ataperao´ por el tiempo,

tirao´ a un lao´ de la güeya
que lleva a Carmen de Areco.

De adobe son las paredes,

de adobe son los cimientos,
de tala son los horcones
y las cumbreras del techo.

Como no tuve paja...

pa' terminar el alero
me faltó entre otras cosas
las ganas de hacerlo y tiempo.

Cazé un puñao de ilusiones

me agencié de algunos sueños
los mesturé con suspiros
y se lo puse de alero.

Y pa que no me lo arranque,

el viento de los recuerdos,
lo afirmé con cuatro cifras
con estilos y con cielos.

Ansí levante mi rancho,

ansí lo puse derecho
a un costao de la güeya
que lleva a Carmen de Areco.

En él no me sobra nada

pero no me falta un cuero.
Tengo güen horno, fogón,
catre, pa dos tengo hecho.

Porque nunca me ha faltao

a quien arrimar los güesos.
Privilegio de los zonzos
que somos cortos de genio.

Varias cabezas de vaca

tengo pa hacerme de asiento
y en las paredes: cencerro,
bolas, lazos, cabrestos,
encimeras y peguales
forman tuito el ornamento.

Y en un rincón, dormida

hasta que no la despierto,
tengo una gaucha guitarra
que es pavada de estrumento.

No bien le pego un rasguido

parece que tiene dentro:
cien zorzales encerraos
que se dispiertan riyendo
y que juyen por sus notas
cara al sol y pecho al viento.

De cuando en cuando uno de ellos

se para en el clavijero
pa leer la cinta bordada
que una morocha le ha puesto
y dice "Dolores Funes"
¡Ajaja!...quien me ha robao el sueño.

Todo eso tengo en mi rancho

y algo más ¡qué ni me acuerdo!
En él son bien recibidos
amigos y forasteros.

Los primeros por ser tales,

los segundos por aquello
de que en el rancho de un criollo
a naides le falta un cuero
ande tirarse una noche,
un pedazo de asao tierno
o un goyete a que prenderse
si no mezquina el garguero.

Si pasa por él mi amigo

ahah apeesé sin recelos
va a entra al rancho de un criollo
más servicial que un yesquero.

Es un rancho pobretón

pero adentro hay un entero.
Lo hallarán al lao de la güeya
que lleva a Carmen de Areco.

lunes, 22 de agosto de 2016

MOMENTO MUSICAL: Todo se transforma - Jorge Drexler.

Tu beso se hizo calor,
luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor
que se hizo vapor, luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.
          
Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias.

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino, en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.

Zapato que en unas horas
buscaré bajo tu cama             
con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez
en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor
que hoy yo te devolvería...

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

domingo, 21 de agosto de 2016

Fragmento del Martín Fierro de José Hernández.


Tiemblan las carnes al verlo
volando al viento la cerda,
la rienda en la mano izquierda
y la lanza en la derecha;
ande enderiesa abre brecha
pues no hay lanzaso que pierda.

Hace trotiadas tremendas
dende el fondo del desierto;
ansí llega medio muerto
de hambre, de sé y de fatiga;
pero el indio es una hormiga
que día y noche está despierto.

Sabe manejar las bolas
como naides las maneja
cuanto el contrario se aleja
manda una bola perdida
y si lo alcanza, sin vida
es siguro que lo deja.

Y el indio es como tortuga
de duro para espichar;
si lo llega a destripar
ni siquiera se le encoge;
luego sus tripas recoge
y se agacha a disparar.
Hacían el robo a su gusto
y después se iban de arriba,
se llevaban las cautivas
y nos contaban que a veces
les descarnaban los pieses
a las pobrecitas, vivas.

¡Ah, si partía el corazón
ver tantos males, canejo!
Los perseguíamos de lejos
sin poder ni galopiar.
¡Y qué habíamos de alcanzar
en unos bichocos viejos!

Fragmento del Martín Fierro de José Hernández.
“Por asimilación, sino por la cuna, soy hijo de gaucho, hermano de gaucho, y he sido gaucho. He vivido años en campamentos, en los desiertos y en los bosques, viéndolos padecer, pelear y morir; abnegados, sufridos, humildes, desinteresados y heroicos”
José Hernández, 1881.

José Rafael Hernández y Pueyrredón el autor de la obra cumbre de la litaratura argentina “El gaucho Martín Fierro” fue poeta, empleado de comercio, rematador, contador, taquígrafo, político, periodista, militar ,se enroló en las milicias del Estado de Buenos Aires poco después de la Batalla de Caseros. Bajo el mando de Pedro Rosas y Belgrano y Faustino Velazco secretario, Ministro de Hacienda de Corrientes, revolucionario, Diputado y Senador de la provincia de Buenos Aires, miembro del Concejo Nacional de Educación, director de bancos, protector de industrias criollas y de gauchos, estanciero y orador. Participó en una de las últimas rebeliones federales, dirigida por Ricardo López Jordán, cuyo primer intento de acción finalizó en 1871 con la derrota de los gauchos y el exilio de Hernández en el Brasil.