viernes, 31 de marzo de 2017

Es la sombra del agua... de Jaime Sabines.


Es la sombra del agua...
de Jaime Sabines.


Es la sombra del agua
y el eco de un suspiro,
rastro de una mirada,
memoria de una ausencia,
desnudo de mujer detrás de un vidrio.

Está encerrada, muerta -dedo
del corazón, ella es tu anillo-,
distante del misterio,
fácil como un niño.

Gotas de luz llenaron
ojos vacíos,
y un cuerpo de hojas y alas
se fue al rocío.

Tómala con los ojos,
llénala ahora, amor mío.
Es tuya como de nadie,
tuya como el suicidio.

Piedras que hundí en el aire,
maderas que ahogué en el río,
ved mi corazón flotando
sobre su cuerpo sencillo.

jueves, 30 de marzo de 2017

RAPSODIA BOHEMIA es una canción de la banda británica de rock, Queen. Fue escrita por Freddie Mercury para su álbum de 1975 "Una noche en la opera" - Interpretada por OORS - ORQUESTA OCASIONAL DE ROCK SINFÓNICO.





El sábado 25 de marzo a las 21:30hs, la OORS (Orquesta Ocasional de Rock Sinfónico) se presentó en el Teatro del Círculo Italiano de Villa Regina a beneficio de Bomberos Voluntarios.
La OORS fusiona sonidos de una banda de rock con los de una poderosa orquesta sinfónica y un numeroso coro, pocas veces visto en la región. El repertorio incluye clásicos del rock nacional e internacional de bandas como Queen, The Who, The Beatles, Pink Floyd, Aerosmith, Serú Girán y Cerati.

martes, 28 de marzo de 2017

Rimas rebeldes de Belisario Roldán.

¡César manda! Y a su acervo
poco ha restado la Ley...
¿Tú gobiernas? ¡Eres Rey!
¿Te gobiernan? ¡Eres siervo!

Y no se invoque la acción
de los sonados progresos...
¡Códigos, Dumas, Congresos,
son garras del mismo león,

y bien sabe el alma triste
del paria yerto de pena,
que han dorado la cadena
pero la cadena existe!

Otro aspecto el barro toma
porque a tal se presta el barro;
pero César va en su carro
por las Vías de su Roma,

y pues Roma se ha agrandado
hasta llenar todo el orbe,
porque el abismo no estorbe
César se ha multiplicado...

¿Qué importa que cambie el modo
si perdura el hecho igual,
ni qué vale que al dogal
mentemos por un apodo,

si el dogal está en la tierra
y apenas un César manda
va la turba miseranda
a suicidarse en la guerra?

¿Qué importa que cambie el nombre
del servilismo de antaño,
si es cada núcleo un rebaño
manejado por un hombre?

Mirad hacia el torvo drama
en que hoy se desangra el mundo,
todo enfermo de un profundo
afán de arder en la llama...

¿Acaso quieren la guerra
los pobres pueblos opresos?
¡No por Dios! ¡La quieren esos
que mandan sobre la tierra

y ante cuyo solio gimen
muchedumbres ancestrales
echadas como animales
al Coliseo del crimen!

Ellos miran de sus puestos
- donde el peligro no alcanza -
sucumbir en la matanza
a los mancebos enhiestos;

Y arde el Circo de emoción...;
y en la arena se dilata
un resplandor escarlata
del más puro bermellón;

y mientras el sordo grito
agoniza, disminuye,
se desvanece y concluye,
ven con asombro infinito

que están los caudales rojos
mermados por un desfalco...
¡y César sigue en su palco
con la esmeralda en los ojos!

domingo, 26 de marzo de 2017

Cuentos cortos: Las leyes - Gibrán Jalil Gibrán.

Años atrás existía un poderoso rey muy sabio que deseaba redactar un conjunto de leyes para sus súbditos. Convocó a mil sabios pertenecientes a mil tribus diferentes y los hizo venir a su castillo para redactar las leyes. Y ellos cumplieron con su trabajo.

Pero cuando las mil leyes escritas sobre pergamino fueron entregadas al rey, y luego de éste haberlas leído, su alma lloró amargamente, pues ignoraba que hubiera mil formas de crimen en su reino.

Entonces llamó al escriba, y con una sonrisa en los labios, él mismo dictó sus leyes. Y éstas no fueron más que siete.

Y los mil hombres sabios se retiraron enojados y regresaron a sus tribus con las leyes -que habían redactado. Y cada tribu obedeció las leyes de sus hombres sabios.


Por ello es que poseen mil leyes aún en nuestros días. Es un gran país, pero tiene mil cárceles y las prisiones están llenas de mujeres y hombres, infractores de mil leyes. Es realmente un gran país, pero ese pueblo desciende de mil legisladores y de un solo rey sabio.

viernes, 24 de marzo de 2017

La compra de la República - Giovanni Papini.

En este mes he comprado una República. Capricho costoso que no tendrá continuaciones. Era un deseo que tenía desde hace mucho tiempo y del que he querido librarme. Me imaginaba que eso de ser el amo de un país daba más gusto.
La ocasión era buena y el negocio quedó concluido en pocos días. Al presidente le llegaba el agua hasta el cuello: su ministerio, compuesto por paniaguados1 suyos, estaba en peligro. Las arcas de la República estaban vacías; imponer nuevos impuestos hubiera sido la señal para el derrocamiento de todo el clan que asumía el poder, tal vez de una revolución. Ya había un general que armaba bandas de rebeldes y prometía cargos y empleos al primero que llegaba.
Un agente norteamericano que estaba allí me advirtió. El ministro de Hacienda corrió a Nueva York: en cuatro días nos pusimos de acuerdo. Anticipé algunos millones de dólares a la República y además asigné al presidente, a todos los ministros y a sus secretarios unos estipendios dobles que los que recibían del Estado. Me han dado en prenda -sin que lo sepa el pueblo- las aduanas y los monopolios. Además, el presidente y los ministros han firmado un convenio secreto que, prácticamente, me da el control sobre toda la vida de la República. Aunque yo parezca, cuando voy allí, un simple huésped de paso, soy, en realidad, el amo casi absoluto del país. En estos días he tenido que dar una nueva subvención, bastante fuerte, para la renovación del material del ejército y me he asegurado, a cambio de ello, nuevos privilegios.
El espectáculo, para mí, es bastante divertido. Las cámaras continúan legislando, en apariencia libremente; los ciudadanos siguen imaginándose que la República es autónoma e independiente y que de su voluntad depende el curso de los acontecimientos. No saben que todo lo que ellos creen poseer -vida, bienes, derechos civiles- penden, en última instancia, de un extranjero desconocido para ellos, es decir, de mí.
Mañana puedo ordenar la clausura del Parlamento, una reforma de la Constitución, el aumento de las tarifas de aduanas, la expulsión de los inmigrantes. Podría, si quisiese, revelar los acuerdos secretos de la camarilla ahora dominante y derribar con ello al Gobierno, desde el presidente hasta el último secretario. No me sería imposible empujar al país que tengo en mis manos a declarar la guerra a una de las repúblicas limítrofes.
Este poder oculto, pero ilimitado, me ha hecho pasar algunas horas agradables. Sufrir todas las molestias y servidumbre de la comedia política es una fatiga tremenda; pero ser el titiritero que, tras el telón, puede solazarse tirando de los hilos de los fantoches obedientes a sus movimientos es un oficio voluptuoso. Mi desprecio por los hombres encuentra aquí un sabroso alimento y miles de confirmaciones.
Yo no soy más que el rey de incógnito de una pequeña República en desorden, pero la facilidad con que he conseguido adueñármela y el evidente interés de todos los enterados en conservar el secreto, me hace pensar que otras naciones, y bastante más grandes e importantes que mi República, viven, sin darse cuenta, bajo una análoga dependencia de misteriosos soberanos extranjeros. Siendo necesario mucho más dinero para su adquisición, se tratará, en vez de un solo dueño, como en mi caso, de un trust, de un sindicato de negocios, de un grupo restringido de capitalistas o de banqueros.
Pero tengo fundadas sospechas de que otros países son efectivamente gobernados por pequeños comités de reyes invisibles, conocidos solamente por sus hombres de confianza, que continúan representando con naturalidad el papel de jefes legítimos.

martes, 21 de marzo de 2017

Canto de otoño - José Martí - Versos Libres.

Bien: ya lo sé! La Muerte está sentada
A mis umbrales: cautelosa viene,
Porque sus llantos y su amor no apronten
En mi defensa, cuando lejos viven
Padres e hijo. Al retornar ceñudo
De mi estéril labor, triste y oscura,
Con que a mi casa de invierno abrigo,
De pie sobre las hojas amarillas,
En la mano fatal la flor del sueño,
La negra toca en alas rematada,
Ávido el rostro, trémulo la miro
Cada tarde aguardándome a mi puerta.
En mi hijo pienso, y de la dama oscura
Huyo sin fuerzas, devorado el pecho
De un frenético amor! Mujer más bella
No hay que la Muerte! Por un beso suyo
Bosques espesos de laureles varios,
Y las adelfas del amor, y el gozo
De remembrarme mis niñeces diera!
...Pienso en aquel a quien mi amor culpable
Trajo a vivir, y, sollozando, esquivo
De mi amada los brazos; mas ya gozo
De la aurora perenne el bien seguro.
Oh, vida, adiós! Quien va a morir, va muerto.

sábado, 18 de marzo de 2017

Dulcinea del Toboso - Marco Denevi.

Vivía en El Toboso una moza llamada Aldonza Lorenzo, hija de Lorenzo Corchuelo y de Francisca Nogales. Como hubiese leído novelas de caballería, porque era muy alfabeta, acabó perdiendo la razón. Se hacía llamar Dulcinea del Toboso, mandaba que en su presencia las gentes se arrodillasen y le besaran la mano, se creía joven y hermosa pero tenía treinta años y pozos de viruelas en la cara. Se inventó un galán a quien dio el nombre de don Quijote de la Mancha. Decía que don Quijote había partido hacia lejanos reinos en busca de lances y aventuras, al modo de Amadís de Gaula y de Tirante el Blanco, para hacer méritos antes de casarse con ella. Se pasaba todo el día asomada a la ventana aguardando el regreso de su enamorado. Un hidalgo de los alrededores, un tal Alonso Quijano, que a pesar de las viruelas estaba prendado de Aldonza, ideó hacerse pasar por don Quijote. Vistió una vieja armadura, montó en su rocín y salió a los caminos a repetir las hazañas del imaginario don Quijote. Cuando, confiando en su ardid, fue al Toboso y se presentó delante de Dulcinea, Aldonza Lorenzo había muerto.

MOMENTO MUSICAL: VIVE CANTA SERGIO DENIS.




Del álbum Sergio Denis - 1974.
Sergio Denis- Rolando Henández- Gregorio Freitas.




Nace, el hombre nace
porque es un niño,
y al despertar
cree, que ha despertado el mundo
y comienza a andar.

Ríe, cuando descubre que no esta solo
que la amistad
tiene siempre el color del agua
y el gusto del pan.

Si en cada cosa
en cada amigo hay,
una razón para vivir...

Vive, aunque no entiendas
que de la noche nace la luz
vive, porque al nacer un fruto
se pierde una flor.

Vive, hay una casa
una mañana, una mujer
vive, hay un lugar, un cielo
hay en que creer.

Si en cada cosa
en cada amigo hay,
una razón para vivir...

Vive, hay una casa
una mañana, una mujer
vive, hay un lugar, un cielo
hay en que creer.

Vive, hay una casa
una mañana, una mujer
vive, hay un lugar, un cielo
hay en que creer.

viernes, 17 de marzo de 2017

Cuento corto: Realismo femenino - Marco Denevi.

Teresa Panza, la mujer de Sancho Panza, estaba convencida de que su marido era un botarate porque abandonaba hogar y familia para correr locas aventuras en compañía de otro aún más chiflado que él. Pero cuando a Sancho lo hicieron (en broma, según después se supo) gobernador de Barataria, Teresa Panza infló el buche y exclamó: ¡Honor al mérito!

jueves, 16 de marzo de 2017

A mi buitre - Miguel De Unamuno.

Este buitre voraz de ceño torvo
que me devora las entrañas fiero
y es mi único constante compañero
labra mis penas con su pico corvo.

El día en que le toque el postrer sorbo
apurar de mi negra sangre, quiero
que me dejéis con él solo y señero
un momento, sin nadie como estorbo.

Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía
mientras él mi último despojo traga,
sorprender en sus ojos la sombría

mirada al ver la suerte que le amaga
sin esta presa en que satisfacía
el hambre atroz que nunca se le apaga.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Sueña el rey que es rey - Pedro Calderón de la Barca.


Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

  Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

  Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida?  Un frenesí.
¿Qué es la vida?  Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

martes, 14 de marzo de 2017

Himno a Los Restauradores de José Rivera Indarte -1835-

Coro
Alza ¡oh, Patria!, tu frente abatida,
De esperanza la aurora lució;
Tu adalid valeroso ha jurado
Restaurarte a tu antiguo esplendor.

¡Oh, gran Rosas! tu pueblo quisiera
Mil laureles poner a tus pies;
Mas el gozo no puede avenirse
Con el luto y tristeza que ves.
¡Aguilar y Latorre no existen!
Villafañe, el invicto, murió;
Y a tu vida tal vez amenaza
De un malvado el cuchillo feroz.

Coro
Alza ¡oh, Patria!, tu frente abatida,
De esperanza la aurora lució;
Tu adalid valeroso ha jurado
Restaurarte a tu antiguo esplendor.

De discordia la llama espantosa
Al país amenaza abrasar,
Y al audaz demagogo se mira
La orgullosa cerviz levantar.
¿No los véis, como ledos conspiran?
¿Cual aguzan su oculto puñal?
¿Cual meditan la ruina y escarnio
Del intrépido y buen federal?

Coro
Alza ¡oh, Patria!, tu frente abatida,
De esperanza la aurora lució;
Tu adalid valeroso ha jurado
Restaurarte a tu antiguo esplendor.

Esa hora de infames ¿qué quiere?
Sangre y luto pretende: ¡qué horror!
Empañar nuestras nobles hazañas
Y cubrirnos de eterno baldón.
¡Ah, coberdes!, temblad, es en vano
Agotéis vuestra saña y rencor,
Que el gran Rosas preside a su pueblo,
Y el destino obedece a su voz.

Coro
Alza ¡oh, Patria!, tu frente abatida,
De esperanza la aurora lució;
Tu adalid valeroso ha jurado
Restaurarte a tu antiguo esplendor.

¡Asesinos de Ortiz y Quiroga!
De los hombres vergüenza y borrón,
A la tumba bajad presurosos
De los libres temed el furor.
Esos mismos que en Márquez vencieron,
En San Luis, Tucumán y Chacón,
Con la sangre traidora han jurado
De venganza incribir el padrón.

Coro
Alza ¡oh, Patria!, tu frente abatida,
De esperanza la aurora lució;
Tu adalid valeroso ha jurado
Restaurarte a tu antiguo esplendor.

Del poder la Gran Suma revistes,
A la patria tú debes salvar;
¡Que a tu vida respire el honrrado
Y al perverso se mire temblar!
La ignorancia persigue inflexible,
Al talento procura animar
¡Y ojalá que tu nombre en la historia
Una página ocupe inmortal!


Juan Manuel de Rosas nacido el 30 de marzo de 1793 en Buenos Aires, Virreinato del Río de la Plata (hoy la República Argentina). Tradicionalismo y catolicidad marcaron desde la cuna la existencia de Rosas, acostumbrado a vivir alternativamente en el campo y la ciudad, domador de potros chúcaros.
El 12 de agosto de 1806 estuvo Juan Manuel entre "los voluntarios que formaron el ejército que reconquistó Buenos Aires", según le recordara a su yerno Máximo Terrero en 1861.
Fue un estanciero, militar y político argentino. Cambió y simplificó el nombre de Juan Manuel José Domingo Ortiz de Rozas (este linaje tiene origen, en el pueblo de Rozas, Valle de Soba, Cantabria, España) por el de Juan Manuel de Rosas.
Fue administrador de los campos de sus primos Anchorena, y fundó un saladero en sociedad con Luis Dorrego, hermano del coronel Manuel Dorrego donde la carne salada y los cueros eran casi la única exportación de la Confederación Argentina.
En 1820, se casó con Encarnación de Ezcurra y Arguibel.
Entre 1821 y 1824 compró varios campos más, especialmente la estancia que había sido del virrey Joaquín del Pino y Rozas (conocida como Estancia del Pino, en el partido de La Matanza), a la que llamó San Martín en honor del general José de San Martín. También aprovechó la ley de enfiteusis promovida por el ministro Bernardino Rivadavia para aumentar sus campos.
Escribió sus conocidas "Instrucciones a los mayordomos de estancias", en la que detallaba con precisión las responsabilidades de cada uno de los administradores, capataces y peones de las estancias.
Rosas gozaba de un gran predicamento entre sectores populares de Buenos Aires.
En 1829, tras derrotar al general Juan Lavalle, accedió al gobierno de la provincia de Buenos Aires. Logró constituirse en el principal dirigente de la denominada Confederación Argentina.
Pactó con los Pampas y se enfrentó con los ranqueles y la Confederación liderada por Juan Manuel Calfucurá y el saldo de su campaña  fue de 3200 indios muertos, 1200 prisioneros y se rescataron 1000 cautivos blancos.
El General San Martín en su testamento escribió: "El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la independencia de la América del Sur le será entregado al general Juan Manuel de Rosas, como prueba de la satisfacción que, como argentino, he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla”.
En 1851, Justo José de Urquiza de Entre Ríos, uno de los generales más importantes de Rosas, anunció su intención de derrocar a Rosas; las fuerzas de Rosas fueron vencidas en la Batalla de Caseros: el 3 de febrero de 1852.
Juan Manuel de Rosas, con su familia, se refugió en el consulado británico protegido por el cónsul británico Robert Gore, partió hacia Inglaterra en el buque de guerra británico Conflict. Se estableció en un pequeño pueblo de Inglaterra (Swarkling) cerca de Southamptom, donde vivió durante veinticinco años. Falleció el 14 de marzo de 1877 en Southampton, Inglaterra, Reino Unido.
La casona de Rosas “San Benito de Palermo” quedó abandonada con su exilio, y fue una ruina durante la siguiente década. Luego fue utilizada por el Gobierno Nacional con varios fines: Colegio Militar, Escuela Naval, etc. Domingo Faustino Sarmiento impulsó la transformación de los terrenos de estancia en un espacio público, el Parque 3 de Febrero, llamado en honor a la batalla de Caseros. El edificio siguió en pie hasta el 3 de febrero de 1899, cuando el Intendente Adolfo Bullrich ejecutó su implosión, con muy poca oposición social.
En el año 1938 se organiza en el restaurante “Edelweiss” de la Capital Federal el “Instituto Juan Manuel de Rosas” con la presencia del General Iturbide, el historiador Irazusta, José María Rosa y Manuel de Anchorena entre otros, y con la misión de organizar la repatriación de los restos de Brig Gral Juan Manuel de Rosas.
Manuel de Anchorena en 1989 presentó ante el gobierno británico el pedido final de la repatriación de los restos de Rosas, que por fin vio coronado con el éxito, e integró la comisión que trajo al Restaurador a su Patria.
El 30 de setiembre de 1989, luego de 137 años de exilio, llegaron al país sus despojos mortales. Todas las agrupaciones de gauchos y de criollos, agrupados en los Centros Tradicionalistas, concurrieron de todos los rincones del país.

lunes, 13 de marzo de 2017

Canción de los vendimiadores - MIGUEL HERNÁNDEZ.

Si vas a la vendimia,
mi niña, sola,
volverás con la saya
de cualquier forma.
Y a pocos meses
te rondarán el talle
sandías verdes.

De la vendimia vengo
sola, mi niño,
con la saya ordenada
y talle fino.
De la vendimia
vuelve revuelto el talle
que se malicia.

A la vendimia, niñas
vendimiadoras.
A la vendimia, niña,
que ya es la hora.

¡Si vendimiara
el ramo de tu pecho
y el de tu cara!

A la vendimia, niños
vendimiadores.
A la vendimia, niño,
van mis amores.
Mas con el cuido
de no perder las hojas
ni los racimos.

Enriquezco tu mano
cortando uvas
cubiertas por los soles
y por las lunas.
¡Ay si quisieras
que cortara tus besos
con mis tijeras!

Cuando pisa racimos
tu abarca verde,
tu pie se vuelve sangre,
mi sangre nieve.
Pisa las uvas,
que como mis amores
ya están maduras.

sábado, 11 de marzo de 2017

COMO DE COSTUMBRE de ALBERTO CORTEZ.

Despertó a la ocho, como de costumbre,
se metió en la ducha, se lavó los dientes
y en su viejo traje, como de costumbre
Empujó en el Metro, como de costumbre;
salió de su casa a las ocho y veinte. unos van arriba y otros por debajo
dio los ""buenos días"" y entró a su trabajo.
y a las nueve en punto, como de costumbre, La oficina fría, como de costumbre,
con el mismo horario y los mismos temas.
los mismos papeles, los mismos problemas, los mismos colegas, como de costumbre, Todo es de rutina, como de costumbre,
Regresó a su casa, como de costumbre.
todo es una larga planilla de hastío, se estiran las horas, como de costumbre, habitando todas un reloj vacío. Encendió la tele y esperó la cena.
y se quedó sólo, viendo un melodrama,
Se comió en silencio, como de costumbre, en la noche mala y en la noche buena. Despidió a los niños, como de costumbre, ella ya dormía, como de costumbre,
abrazó la almohada y se quedó dormida.
cuando finalmente se metió en la cama. La tocó en el hombro, como de costumbre y ella resignada se entregó enseguida, luego dio la espalda, como de costumbre,
todos los domingos de su calendario
Todo es de rutina, como de costumbre, todo es una larga cadena de hastíos, se estiran las ansias, como de costumbre, habitando todas un mundo vacío. Despertó a las nueve, como de costumbre,
se sumó al regreso de los domingueros.
y se fue de campo, como de costumbre, él con la familia en el utilitario. Siempre al mismo sitio, como de costumbre, almorzó barato en un merendero y a eso de las cinco, como de costumbre,
se sumo al regreso de los domingueros

se estiran los días, como de costumbre,
Uno atrás del otro, como de costumbre... Uno atrás del otro en la caravana a vuelta de rueda, como de costumbre, repetida historia de cada semana. Todo es de rutina, como de costumbre. Todo es una larga cadena de hastío,
salió de su casa a las ocho y....siempre.
habitando todos un mundo vacío. Despertó a las ocho, como de costumbre, se metió en la ducha, se lavó los dientes
y en su viejo cuerpo, como de costumbre
salió de su casa a las ocho y siempre...
José Alberto García Gallo nació en Rancul,  provincia de La Pampa el 11 de marzo de 1940 más conocido como Alberto Cortez.

martes, 7 de marzo de 2017

Los ojos de mi moza (Jota) Letra: Alfredo Le Pera - Música: Carlos Gardel.

Son los ojos de mi moza
como el filo de un puñal,
son los ojos de mi moza
y yo no vivo sin ellos,
Virgencita del Pilar,
sin los ojos de mi moza,
Virgencita del Pilar.

Arroyito de mi aldea,
a ti te puedo contar,
arroyito de mi aldea
que por mi amor hoy la vieron
una lágrima derramar,
una lágrima derramar,
arroyito de mi aldea.

domingo, 5 de marzo de 2017

AUTO DE FÉ - RAFAEL DE LEÓN.

AUTO DE FÉ - RAFAEL DE LEÓN.

Esta noche de agosto he quemado tus cartas.
¡Ocho años de agosto de vida apasionada!
Mi corazón ardía en medio de las llamas,
rodeado de fechas, ¡cenizas de mi alma!
Los abrazos crujían, los besos se quejaban,
y los dulces “¡te quiero!” de tinta y de esperanza,
en una pirueta de fuego, se rizaban.

Como una serpentina, tu nombre se alargaba,
y era un puente la firma sobre un río de brasas que,
silenciosamente, sin voz, se desplomaba.

Esta noche de agosto he quemado tus cartas.

¡Ocho años de vida apasionada!

Rafael de León, es el nombre artístico que tuvo Rafael de León y Arias de Saavedra.
Nació un jueves 6 de febrero de 1908 en Sevilla (España), , en el seno de una aristocrática familia de terratenientes andaluces. Fue el primogénito de José de León y Manjón, VII marqués del Valle de la Reina, y de María Justa Arias de Saavedra y Pérez de Vargas, VI marquesa del Moscoso y VII condesa de Gómara.
En 1916 ingresó en el internado del colegio jesuita "San Luis Gonzaga", del Puerto de Santa María, donde coincidió con Rafael Alberti, y en el que años antes estudió Juan Ramón Jiménez.
Al producirse la Guerra Civil Española Rafael de León se encontraba en Barcelona y allí es encarcelado por parte de las autoridades republicanas debido a su origen aristocrático.
En la cárcel declarará tener una buena amistad con destacados poetas republicanos como León Felipe, Federico García Lorca y Antonio Machado.
De ningún poeta español de este siglo que acaba, han sido tan recitadas sus poesías y tan cantadas las letras de sus canciones. Fue el letrista de algunas de las más célebres canciones populares españolas del siglo XX, como Tatuaje, Ojos verdes, A ciegas, A la lima y al limón ¡Ay pena, penita, pena!, María de la O, Con divisa verde y oro.
Hacia el final de su dilatada carrera de letrista, escribió para los cantantes Nino Bravo, Raphael, Rocío Dúrcal, Rocío Jurado o Isabel Pantoja; canciones escritas por él fueron presentadas en el afamado Festival de la Canción de Benidorm.
Falleció en 1982, con 74 años, en su piso madrileño situado frente al Retiro.


Coplas del querer (Rafael de León - Manuel Quiroga - Juan Solano - Basilio García Cabello - Ricardo Freire).

Dime que me quieres, dímelo por Dios,
aunque no lo sientas,
aunque sea mentira,
pero dímelo.
Dímelo bajito,
se te hará más fácil decírmelo así,
y el "te quiero" tuyo será "pa" mis penas
lo mismo que lluvia de mayo y abril.
Ten misericordia de mi corazón.
Dime que me quieres, dímelo por Dios.

Te quiero más que a mi "vía".
Te quiero más que a mis ojos.
Más que al aire que respiro
y más que a la "mare" mía.
Que se me paren los pulsos si te dejo de querer,
que las campanas me doblen si te falto alguna vez.
Eres mi "vía" y mi muerte.
¡Te lo juro compañero!
No debía de quererte y sin embargo te quiero.

Vino amargo que no da alegría,
aunque me emborrache no la puedo olvidar,
porque la recuerdo dame vino amargo,
que amargue, que amargue,
"pa" quererla más.

Esta pena mía
me está apuñalando de noche y de día.
Esta pena mía
si me encuentro solo me da compañía.
Si ve que estoy triste se vuelve alegría.
Si ve que me pierdo me sirve de guía.
Se que me atormenta y es una agonía,
pero estoy contento con la pena mía.