lunes, 19 de mayo de 2025

ROSA BLANCA.


José Julián Martí Pérez (La Habana, 28 de enero de 1853 - Dos Ríos, 19 de mayo de 1895).

Hijo de padres españoles, de origen humilde.  

Fue un político, ensayista, periodista y filósofo cubano, fundador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra de Independencia de Cuba, durante la que murió en combate. Se le ha considerado el iniciador del modernismo literario en Hispanoamérica. Estudió bajo el cuidado del poeta Rafael María de Mendive,

A los dieciséis años fue encarcelado por sus ideas revolucionarias y posteriormente indultado y deportado a España. Continuó su educación en la Universidad de Zaragoza donde se licenció en las carreras de Filosofía y Letras y en Derecho, ambas en 1874.

Vivió luego en México y Guatemala, regresando a Cuba de donde fue nuevamente desterrado en 1879.

Durante su exilio en EE.UU. se dedicó al periodismo y fundó el Partido Revolucionario Cubano en 1892.

“Entre 1880 y 1890 Martí alcanzaría renombre en América a través de artículos y crónicas que enviaba desde Nueva York a importantes periódicos: La Opinión Nacional de Caracas, La Nación de Buenos Aires y El Partido Liberal de México. Posteriormente decide buscar mejor acomodo en Venezuela, a donde llega el 20 de enero de 1881. En Caracas fundó la Revista Venezolana, de la que pudo editar solo dos números. En el segundo número, Martí escribe un notable ensayo sobre el destacado intelectual Cecilio Acosta que disgusta al presidente Guzmán Blanco, motivo suficiente para ser expulsado del país. En Nueva York trabajó para la casa editorial Appleton como editor y traductor" (Wikipedia).

Como escritor fue el precursor del modernismo latinoamericano, representado en numerosas obras entre las que se destacan, “Ismaelillo”, “Versos sencillos” y “Versos libres”.

Fallece en combate en 1895 durante su lucha contra las tropas españolas en Dos Ríos, actual provincia de Granma, en el oriente cubano. 

"La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía".

Yo soy un hombre sincero de José Martí.

 


Mis amigos saben cómo se me salieron estos versos del corazón. Fue aquel invierno de angustia, en que por ignorancia, o por fe fanática, o por miedo, o por cortesía, se reunieron en Washington, bajo el águila temible, los pueblos hispanoamericanos. ¿Cuál de nosotros ha olvidado aquel escudo, el escudo en que el águila de Monterrey y de Chapultepec, el águila de López y de Walker, apretaba en sus garras los pabellones todos de la América? Y la agonía en que viví, hasta que pude confirmar la cautela y el brío de nuestros pueblos; y el horror y vergüenza en que me tuvo el temor legítimo de que pudiéramos los cubanos, con manos parricidas, ayudar el plan insensato de apartar a Cuba, para bien único de un nuevo amo disimulado, de la patria que la reclama y en ella se completa, de la patria hispanoamericana, me quitaron las fuerzas mermadas por dolores injustos. Me echó el médico al monte: corrían arroyos, y se cerraban las nubes: escribí versos. A veces ruge el mar, y revienta la ola, en la noche negra, contra las rocas del castillo ensangrentado: a veces susurra la abeja, merodeando entre las flores.

Prólogo de Versos Sencillos, 1891.

Yo soy un hombre sincero.

Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma,
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.
Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.
Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.
Yo he visto en la noche oscura
Llover sobre mi cabeza
Los rayos de lumbre pura
De la divina belleza.
Alas nacer vi en los hombros
De las mujeres hermosas:
Y salir de los escombros,
Volando las mariposas.
He visto vivir a un hombre
Con el puñal al costado,
Sin decir jamás el nombre
De aquella que lo ha matado.
Rápida, como un reflejo,
Dos veces vi el alma, dos:
Cuando murió el pobre viejo,
Cuando ella me dijo adiós.
Temblé una vez —en la reja,
A la entrada de la viña,—
Cuando la bárbara abeja
Picó en la frente a mi niña.
Gocé una vez, de tal suerte
Que gocé cual nunca:—cuando
La sentencia de mi muerte
Leyó el alcalde llorando.
Oigo un suspiro, a través
De las tierras y la mar,
Y no es un suspiro,—es
Que mi hijo va a despertar.
Si dicen que del joyero
Tome la joya mejor,
Tomo a un amigo sincero
Y pongo a un lado el amor.
Yo he visto al águila herida
Volar al azul sereno,
Y morir en su guarida
La víbora del veneno.
Yo sé bien que cuando el mundo
Cede, lívido, al descanso,
Sobre el silencio profundo
Murmura el arroyo manso.
Yo he puesto la mano osada,
De horror y júbilo yerta,
Sobre la estrella apagada
Que cayó frente a mi puerta.
Oculto en mi pecho bravo
La pena que me lo hiere:
El hijo de un pueblo esclavo
Vive por él, calla y muere.
Todo es hermoso y constante,
Todo es música y razón,
Y todo, como el diamante,
Antes que luz es carbón.
Yo sé que el necio se entierra
Con gran lujo y con gran llanto.
Y que no hay fruta en la tierra
Como la del camposanto.
Callo, y entiendo, y me quito
La pompa del rimador:
Cuelgo de un árbol marchito
Mi muceta de doctor.

*** De Versos sencillos.

José Julián Martí Pérez fue un político, ensayista, periodista y filósofo cubano, fundador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra de Independencia de Cuba, durante la que murió en combate. Se le ha considerado el iniciador del modernismo literario en Hispanoamérica. 
Nacimiento: 28 de enero de 1853, La Habana, Cuba.
Fallecimiento: 19 de mayo de 1895, Río Cauto, Cuba.
Datos: Wikipedia.

sábado, 17 de mayo de 2025

Desinformémonos - Mario Benedetti.

Desinformémonos hermanos
tan objetivamente como podamos

desinformémonos con unción
y sobre todo
con disciplina

qué espléndido que tus vastas praderas
patriota del poder
sean efectivamente productivas

desinformémonos
que lindo que tu riqueza no nos empobrezca
y tu dádiva llueva sobre nosotros pecadores
qué bueno que se anuncie tiempo seco

desinformémonos
proclamemos al mundo la mentidad y la verdira

desinformémonos
nuestro salario bandoneón se desarruga
y si se encoge eructa quedamente
como batracio demócrata y saciado

desinformémonos y basta
de pedir pan y techo para el mísero
ya que sabemos que el pan engorda
y que soñando al raso
se entonan los pulmones

desinformémonos y basta
de paros antihigiénicos que provocan
ersipelas y redundancias
en los discursos del mismísimo

basta de huelgas infecto contagiosas
cuya razón es la desidia
tan subversiva como fétida

garanticemos de una vez por todas
que el hijo del patrón gane su pan
con el sudor de nuestra pereza

desinformémonos
pero también desinformemos

verbigracia
tiranos no tembléis
por qué temer al pueblo
si queda a mano el delirium tremens
gustad sin pánico vuestro scotch
y dadnos la cocacola de cada día

desinformémonos
pero también desinformemos

amemos al prójimo oligarca
como a nosotros laburantes

desinformémonos hermanos
hasta que el cuerpo aguante
y cuando ya no aguante
entonces decidámonos
carajo decidámonos
y revolucionémonos.
Mario Benedetti (Paso de los Toros, 14 de septiembre de 1920-Montevideo, 17 de mayo de 2009)​ fue un escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo.

viernes, 16 de mayo de 2025

COSAS DE SOBERÓN por Julio Manuel Narváez.


COSAS DE SOBERÓN por Julio Manuel Narváez.

Era un personaje de la zona, algo excéntrico. Parece ser que sufrió un gran dolor cuando su hermano, a quien hacía muchos años que no veía vino a visitarlo y se ahogó en el río.

En una noche bochornosa de verano se fue a dormir sobre el techo playo de la cabaña; cuando de pronto, lo despertaron las voces de la gente que andaba martineando (cazando martinetas en noche oscura con farol y armados de palos).

Escuchó que decían: "Soberón siempre tiene cosas buenas tanto para comer como para beber, rompamos la cerradura y entremos".

Nunca imaginaron que los estaba oyendo.

Soberón usaba como cobijo un poncho desflecado, se la pasó por la cabeza al tiempo que gritaba "Buau".

Los sorprendidos intrusos se dieron tal susto que emprendieron veloz carrera, se oyeron rodar las piedras acantilado abajo. No se desnucaron de casualidad, fue una buena lección.

Julio Manuel Narváez - Ingeniero Huergo.

Publicado en "Espacio de opinión" de "La Comuna de Villa Regina", miércoles 18 de abril de 2012, página 6.

Publicado en EL REGINENSE. 6 de mayo del 2012.

El Ing. Julio Narváez fue un apasionado, como pocos, por los caballos criollos, los animales silvestres de la Patagonia Argentina y un “historiador-recopilador” de esas tantas historias, anécdotas, relatos orales que unen a las localidades valletanas. También fue un coleccionista morteros, antiquísimas máquinas de coser, puntas de flechas, documentos y fotografías.

El Ing. Julio Manuel Narváez  fue nacido y criado en Ingeniero Huergo en 1929. Se alejó de su terruño natal cuando estudió  de Ingeniero Civil.

Opinaba que la indagación histórica "Es algo que siempre me interesó mucho. Tuve la oportunidad de conocer a viejos pobladores que me brindaron muchos datos interesantes sobre esta ciudad" que fueron llevados en el libro De Tiempos Idos.

Falleció en su Ing. Huergo natal, a los 83 años.

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