sábado, 7 de junio de 2025

BUENO, ¿Y QUÉ? de Baldomero Fernández Moreno.


BUENO, ¿Y QUÉ?

Aunque tuvieras, poeta,
un castillo en una cumbre,
un salón lleno de lumbre
y un gran sillón de vaqueta;
al llegar la noche quieta,
sobre mi hastío de pie,
me diría: bueno, ¿y qué?
y componiéndome el talle
me largaría a la calle,
a la calle y al café.

Baldomero Eugenio Otto Fernández nació en el porteño barrio de San Telmo un 15 de noviembre de 1886, en Buenos Aires, donde fallece el 7 de junio de 1950. 

Tormenta de Baldomero Fernández Moreno.


Cuando el agua esperábamos ansiosos,
una nube de polvo cubrió el cielo.
Fue Inútil cerrar puertas y ventanas:
nos invadió los hondos aposentos,
cubrió maderas, apagó cristales,
cayó sobre mis libros y cuadernos,
fue crujido gris entre los dientes
y ceniza fugaz en los cabellos.
El limpio patio se llenó de tierra,
de hojas, de plumas, de papeles viejos,
cantaron el vuelo unas palomas
y se encrespó ruidoso el gallinero.
¡Qué lástima me dio la madreselva
zarandeada, rota, por el viento,
y mi sillón de voluptuosos mimbres
derribado de bruces en el suelo!
Pero brilló un relámpago de pronto,
estalló un largo trueno,
y veraniegas, numulares gotas
se abrieron paso por el sucio velo.
Y en seguida la lluvia
empezó a resonar sobre los techos.
Fue entonces un cerrar y abrir de puertas,
un respirar con los pulmones plenos,
un poner tinas bajo de los caños
que un chorro daban argentino y trémulo,
sacar las plantas de los corredores,
diosmas, jazmines, tímidos helechos,
y un gozo de cepillos y de escobas
guiando las aguas hacia el sumidero.
Igual cosa que hacían los de al lado,
y los de enfrente, y casi todo el pueblo.

Ahora todo es frescura y poderío,
el mármol brilla, el bronce echa reflejos,
los mosaicos parecen de oro puro,
el paraíso tiene un verde nuevo,
y en el umbral sentado de mi casa
miro sencillamente el universo.

Baldomero Eugenio Otto Fernández Moreno nacido en el barrio de San Telmo, Buenos Aires, Argentina un 15 de noviembre de 1886.
Fue primogénito del comerciante Baldomero Fernández, natural de Bárcena de Cicero, Cantabria, y de Amelia Moreno, de Bocígano, Guadalajara.
En 1892 la familia se trasladó a Bárcena de Cícero, pueblo de su padre. 
Entre 1898 y 1899 vivió en Madrid en casa de unos tíos.
Poeta argentino y médico rural, académico de número de la Academia Argentina de Letras.

Palabras.

Me borré el doctor
hace mucho tiempo.

Borré la inicial
de mi nombre feo.

No quiero ser nada
ni malo ni bueno.

Un pájaro pardo
perdido en el viento.


Entre sus obras figuran Intermedio provinciano (1916), Ciudad (1917), Por el amor y por ella (1918), Campo argentino (1919), Versos de Negrita (1920), Nuevos poemas (1921), Canto de amor, de luz y de agua (1922), Mil novecientos veintidós (1922), El hogar en el campo (1923), Aldea española (1925), El hijo (1926), Décimas (1928), Último cofre de Negrita (1929), Sonetos (1929), Cuadernillos de verano (1931), Dos poemas (1935), Seguidillas (1936), Romances (1936), Continuación (1938), Yo médico, yo catedrático (1941), Buenos Aires (1941), San José de Flores (1943) y La mariposa y la viga (1947).
En 1949 tuvo un accidente cerebrovascular y un segundo el 7 de junio de 1950 que le ocasionó la muerte, en su casa de Francisco Bilbao 2384, barrio de Flores. Fue sepultado en el cementerio de Chascomús.

SETENTA BALCONES Y NINGUNA FLOR.

Setenta balcones hay en esta casa
setenta balcones y ninguna flor
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color?

La piedra desnuda de tristeza agobia,
¡dan una tristeza los negros balcones!
¿No hay en esta casa una niña novia?
¿No hay algún poeta bobo de ilusiones?

¿Ninguno desea ver tras los cristales
una diminuta copia de jardín?
¿En la piedra blanca trepar los rosales,
en los hierros negros abrirse un jazmín?

Si no aman las plantas no amarán el ave
no sabrán de música, de rimas, de amor.
Nunca se oirá un beso, jamás se oirá un clave...
¡Setenta balcones y ninguna flor!

Fallece el 7 de julio de 1950, de un derrame cerebral, a los 63 años.

jueves, 5 de junio de 2025

La casada infiel- Romancero gitano de Federico García Lorca.


La casada infiel- Romancero gitano (1928)

de Federico García Lorca.

 

Y que yo me la llevé al río

creyendo que era mozuela,

pero tenía marido.

Fue la noche de Santiago

y casi por compromiso.

Se apagaron los faroles

y se encendieron los grillos.

En las últimas esquinas

toqué sus pechos dormidos,

y se me abrieron de pronto

como ramos de jacintos.

El almidón de su enagua me

sonaba en el oído,

como una pieza de seda

rasgada por diez cuchillos

Sin luz de plata en sus copas

los árboles han crecido,

y un horizonte de perros

ladra muy lejos del río.

Pasadas las zarzamoras,

los juncos y los espinos,

bajo su mata de pelo

hice un hoyo sobre el limo.

Yo me quité la corbata.

Ella se quitó el vestido.

Yo el cinturón con revólver

Ella sus cuatro corpiños.

Ni nardos ni caracolas

tienen el cutis tan fino,

ni los cristales con luna

relumbran con ese brillo.

Sus muslos se me escapaban

como peces sorprendidos,

la mitad llenos de lumbre,

la mitad llenos de frío.

Aquella noche corrí

el mejor de los caminos,

montado en potra de nácar

sin bridas y sin estribos.

No quiero decir, por hombre,

las cosas que ella me dijo.

La luz del entendimiento

me hace ser muy comedido.

Sucia de besos y arena,

yo me la lleve del río.

Con el aire se batían las

espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.

Como un gitano legítimo.

La regalé un costurero

grande de raso pajizo,

y no quise enamorarme

porque teniendo marido

me dijo que era mozuela

cuando la llevaba al río.

Poema yá publicado.

ROMANCE DE LA LUNA
a Conchita García Lorca.
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.

Federico García Lorca fue un poeta, dramaturgo y prosista español. Adscrito a la generación del 27, fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX y como dramaturgo se le considera una de las cimas del teatro español del siglo XX. Wikipedia.
Nacimiento: 5 de junio de 1898, Fuente Vaqueros, España. Es considerado uno de los grandes poetas del siglo XX, murió asesinado en Granada en 1936.

Carpe diem: puntos de vista Por Fernando Sorrentino.


 En el siglo I (a.C.) el poeta romano Horacio escribió Carpe diem, quam minimum credula postero, lo que significa, en modo lato, algo así como “Aprovecha el día, y no confíes demasiado en el futuro”.

Lo cierto es que el carpe diem se convirtió en un tópico literario que desarrollaron, entre tantos poetas de diversas épocas y culturas, nuestros amigos españoles Garcilaso de la Vega (1501-1536, soneto “En tanto que de rosa y azucena”,) y Luis de Góngora (1561-1627, soneto “Mientras por competir con tu cabello”).

Ambos se dirigen, cada cual a su manera, a una muchacha describiendo sus hermosos atributos físicos actuales: rostro, ojos, cabello, cuello, frente, labios…

Una vez que Garcilaso ha enumerado, con sabia serenidad, los bellos atributos de la mujer, consigna la exhortación a aprovecharlos antes que el paso del tiempo haga estragos en su beldad:

”coged de vuestra alegre primavera

el dulce fruto, antes que el tiempo airado…”

Al mismo procedimiento recurre Góngora, aunque con vena más hiperbólica y tremendista, pues su antes que va más allá de la decadencia física y se extiende hasta la total aniquilación, con el contundente nada que da fin a su soneto:

“en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada”.

Haciendo deliberada abstracción del aciago pronóstico con que Garcilaso y Góngora concluyen sus poemas, podemos decir que, al menos, hay cierta “buena onda” en la actitud de aconsejar a la joven que aproveche el momento presente, antes que…

MIRADA SEVERA Y VATICINIOS TRISTES

En cuatro de sus primeros tangos Enrique Cadícamo (1900-1999) desarrolla una especie de, digamos, anticarpediemismo.

Pues, a diferencia de los dos clásicos españoles, se halla lejos de elogiar el carpe diem adoptado como estilo de vida por cuatro despreocupadas señoritas. Veamos…

Che papusa, oí (1927). Una chica terrible:

“Milonguerita linda, papusa y breva,

con ojos picarescos de pippermint,

de parla afranchutada, pinta maleva

y boca pecadora color carmín,

engrupen tus alhajas en la milonga

con regio faroleo brillanteril

y al bailar esos tangos de meta y ponga

volvés otario al vivo y al rana gil”.

Pero debería pensar en el futuro y no dejarse seducir por el presente, puesto que

“Si entre el lujo del ambiente

hoy te arrastra la corriente,

mañana te quiero ver…”

Esta Callejera (1929) es apostrofada:

“Esos trajes que empilchás

no concuerdan con tu cuna,

pobre mina pelandruna

hecha de seda y percal”.

Y, no conforme con ello, se le pinta un futuro atroz:

“Despilfarrás tentación,

pero también, callejera,

cuando estés vieja y fulera

tendrás muerto el corazón.

Seguí nomás, deslizá

tus abriles por la vida,

fascinada y engrupida

por las luces del Pigall,

que, cuando empiece a tallar

el invierno de tu vida,

notarás arrepentida

que has vivido un carnaval”.

Muñeca brava (1929). Reproches sobre el alegre presente:

“Tenés un camba que te hace gustos

y veinte abriles que son diqueros,

y muy repleto tu monedero

pa’ patinarlo de norte a sud…

Te baten todos ‘Muñeca Brava’

porque a los giles mareás sin grupo.

Y pronóstico sobre el infausto futuro:

“Meta champán, que la vida se te escapa,

Muñeca Brava, flor de pecado…

Cuando llegués

al final de tu carrera,

tus primaveras

verás languidecer”.

Pompas de jabón (1925). El maravilloso hoy:

“Pebeta de mi barrio, papa, papusa,

que andás paseando en auto con un bacán,

que te has cortado el pelo como se usa,

y que te lo has teñido color champán.

Que en los peringundines de frac y fuelle

bailás luciendo cortes de cotillón”.

El funesto porvenir:

“Pensá, pobre pebeta, papa, papusa,

que tu belleza un día se esfumará,

y que, como todas las flores que se marchitan,

tus locas ilusiones se morirán.

El mishé que te mima con sus morlacos

el día menos pensado se aburrirá

y entonces, como tantas flores de fango,

irás por esas calles a mendigar…”

TODO ES SEGUN EL COLOR

Garcilaso y Góngora, en lugar de recriminarles sobre el disfrute de la juventud, exhortan a las muchachas a hacer precisamente lo que están haciendo, ante que…

Por el contrario, Cadícamo opina que, puesto que el futuro será nefasto, las jubilosas damas tendrían el deber de no dejarse seducir por los actuales placeres del carpe diem.

Publicado en LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/Carpe-diem-puntos-de-vista-560411.note.aspx

Si se calla el cantor de Horacio Guarany.



Si se calla el cantor 
de Horacio Guarany.


Si se calla el cantor calla la vida
porque la vida misma es todo un canto.
Si se calla el cantor muere de espanto
la esperanza, la luz y la alegría.

Si se calla el cantor se quedan solos
los humildes gorriones de los diarios.
Los obreros del puerto se persignan,
quien habrá de luchar por sus salarios.

Qué ha de ser de la vida si el que canta,
no levanta su voz en las tribunas,
por el que sufre, por el que no hay ninguna razón
que lo condene a andar sin manta.

Si se calla el cantor muere la rosa,
de qué sirve la rosa sin el canto.
Debe el canto ser luz sobre los campos,
iluminando siempre a los de abajo.

Que no calle el cantor porque el silencio,
cobarde apaña la maldad que oprime.
No saben los cantores de agachadas,
no callarán jamás de frente al crimen.

Que se levanten todas las banderas,
cuando el cantor se plante con su grito,
que mil guitarras desangren en la noche,
una inmortal canción al infinito.
Si se calla el cantor... calla la vida.

Eraclio Catalín Rodríguez Cereijo, más conocido como Horacio Guarany.
Nacimiento: 15 de mayo de 1925,  Las Garzas, Santa Fe, Argentina
Fallecimiento: 13 de enero de 2017, Luján, Buenos Aires, Argentina.

Camilo Blanes Cortés, ​ más conocido por su nombre artístico Camilo Sesto.
Nacimiento: 16 de septiembre de 1946, Alcoy, España.
Fallecimiento: 8 de septiembre de 2019, Madrid, España.
Piero Bruno Hugo Fontana (30 de noviembre de 1912 - 13 de agosto de 1989), más conocido como Hugo del Carril.


HUGO DEL CARRIL CANTA "SI SE CALLA EL CANTOR" DE HORACIO "PUEBLO" GUARANY.
Horacio Guarany siempre me cuenta que fue un orgullo cuando el "maestro" del Carril lo llamó para avisarle que la iba a grabar en la pelicula "Siempre fuimos compañeros" y le pidio permiso para cambiar la frase "los obreros del puerto" por "los obreros del pueblo".. y Guarany le contestó: "...Usted Maestro puede cambiarla toda a la canción si quiere" un gesto de respeto de Hugo del Carril hacia el autor. La letra original dice "Si se calla el cantor se quedan solos/ Los humildes gorriones de los diarios./ Los obreros del puerto se persignan/ quién habrá de luchar por su salario"  HugoDel Carril canta: "Los gorriones de los barrios" y "Los obreros del pueblo se persignan".