Me gusta la gente simple,
aunque yo soy complicado,
me gusta la gente que suda,
la que rompe sus manos,
la que se juega la vida por el pan de sus hermanos...
me gusta... Me gusta la gente simple
que al vino le llaman vino,
la que al pan le llaman pan
y enemigo al enemigo,
las que se dan por enteros
y no tiene intermediarios,
las que coparten conmigo el respeto a los milagros...
me gusta... me gusta la gente simple que se levanta tempano, porque hay que limpiar la calle, pintar elfrente, ir al mercado, bajar del camion la fruta, servir el afe, pescar, cortar el arbol preciso para que hacer una guitarra, en donde el cantor viajara por la patria, cantando a la gente simple... Me gusta La que rie facilmente,
la que facilmente llora,
la que no inocente confia
en que un dia cambie las cosas...
me gusta la gente simple aunque yo soy complicado
Y la que le gusta la gente simple Libertad en personaje de Quino.
MEZCLA. Primero estaba sólo el indígena aquel Que andaba por la pampa cubierto de piel Revoleando las boleadoras, pateándose la Patagonia Nómade curtiendo tribus, mezclándose y mezclándose. Después apareció el caballero español Trayendo buenos aires de conquistador Se puso a descubrir las Indias y todo el oro de las minas Se puso a dar la buena vida, mezclándose y mezclándose. Mezcla, aquí la gente se mezcla La verdadera onda nuestra Es a partir de la mezcla Porque es nuestra identidad Después trajeron los hombres de color oscuro Del África lejana tocando el tambor Con el candombe y el malambo, la zamba, la milonga, el tango Armaron un lindo quilombo, mezclándose y mezclándose. Y luego vino el italiano del sur A seducir gallegas en su juventud Y el tano era un latin-lover, se apoderó de las mejores Y andaba regalando flores, mezclándose y mezclándose. Así fueron mezclándose leche y café Judíos, japoneses y turcos también Y así los hijos de sus hijos formaron ésta raza tipo Que sólo puede conseguirse mezclándose y mezclándose. Por eso a veces nadie parece saber Por qué la sangre tira al color de la piel Y no hay una piel argentina, sólo hay una tierra querida Y un chico y una chica encima, mezclándose y mezclándose. Mezcla, aquí la gente mezcla y se levanta y se acuesta Sólo pensando en la mezcla porque es nuestra identidad Mezclar, mezclar y mezclar.
MIGUEL CANTILO escribe canciones y dice sus verdades... este tema forma parte del trabajo "CANCIONES PARA UNA DÉCADA INFAME" del 2001. Un trabajo de unos diez años en un país de la caída del gobierno de De La Rúa y crítico del década de Carlos Saúl Menem. Este tema habla de las mezcla en nuestras tierra argentina como forma de identidad nacional o ADN.
Julio Sosa ha quedado como un cantante de tangos pero se conoce muy poco al escritor con alma de poeta... con ese sentido trágico-cómico del tango.
Julio Sosa supo decir: “Poder escribir ha sido siempre una válvula que alivió la tensión de volcánicos o mortales depresiones morales. Cuando mi alma a punto de asfixiarse o mi corazón a punto de estallar, bajo el mandato de la alegría, o el lapidario peso del dolor, necesitó de la sangría que le aliviara, mi pluma obró el milagro de devolverme la paz, me enseñó a enfrentar la vida con valor y a mirar a mis semejantes con ojos más buenos. “Dos horas antes del Alba” (su libro) es solo un puñado de gritos rebeldes o resignados que saltaron de mi garganta a mis manos, para quedar en las tuyas y a favor de tu buena voluntad”.
ESTE ES UNO DE LOS 24 POEMAS QUE CONFORMAN EL LIBRO “DOS HORAS ANTES DEL ALBA” “El Error” (escrito en 1956) El erótico error de mis padres me dio luz, yo me llamo Fracaso es mentira que tengo otro nombre, por más que lo diga, lo grite o lo ladre el severo y absurdo papel de un Juzgado fue un orgasmo fatal del momento fui un instinto morboso y malsano y pasé de mi padre a mi madre por un tubo convulso y enfermo una noche, hace ya treinta años pude estar encerrado en el vidrio de la feria brutal de algún sátiro por error, he nacido y existo sin poder ayudar a la ciencia conservado en el fondo de un frasco pude ser una obra suprema de monstruosa fealdad; una bestia pero tengo un defecto que impide consumar tan macabra belleza y es que en mi, tan deforme y enfermo puso Dios con crueldad manifiesta la espantosa salud de un cerebro.
El poema “Abuelo libanés” del escritor rionegrino radicado en Valcheta, Jorge Castañeda obtuvo el segundo premio en el “27 Certámen Literario Nacional del Inmigrante” que se realiza todos los años en la ciudad de Berisso en adhesión a la fiesta homónima.
El acto de entrega de premios se efectuó el viernes 2 de Diciembre en homenaje a los 200 años del nacimiento de Domingo Faustino Sarmiento y contó con la presencia de varios de los 22 escritores laureados.
Fueron jurados los escritores Beatriz Nuccetelli, Carlos Cazorla y Horacio Urbañski, pertenecientes a la Sociedad de Escritores de la provincia de Buenos Aires.
Castañeda manifestó sentirse emocionado porque uno de los poemas dedicados a su abuelo inmigrante del Líbano y radicado en la Región Sur de Río Negro haya sido premiado en este importante concurso nacional que fue creado justamente para destacar el tesón de tantos emigrantes que eligieron a nuestro país para formar sus familias.
Fuente de información: Diarios patagónicos.
En el día de la independencia del Líbano por Jorge Castañeda. Publicado en ADN Río Negro - domingo 4-XII-2011.
Los taureg supieron trajinar el laberinto del desierto a su antojo. Con sus dromedarios soportaron el sol ardiente y la sed implacable. Dejaron las huellas de sus caballos que el viento y la arena desdibujaban con persistencia y tenacidad.
Solo el verde espejismo de los oasis les permitía descansar del trajín de sus vidas errantes donde los días y las noches se repetían iguales y recurrentes.
Las caravanas, el comercio de animales, la libertad de sus vidas nómades, las noches frías contrastando con el calor opresivo del sol calcinante y ardido, los dátiles, la lecha de cabra, el filo cortante de sus dagas engastados sus mangos de piedras preciosas y sus hojas de fina filigrana.
El desierto fue el protagonista de estos pueblos. Su razón de ser. Su ámbito reservado. Con una cultura tan milenaria que se dice que allí se formó la placenta del mundo.
Pueblos y pueblos pasaron por sus arenas infinitas, señores ya de la guerra o del comercio, protegidos sus rostros y cuerpos por la túnica blanca como las raras nubes que nunca supieron de traer agua.
Solo la sed y la fatiga, la búsqueda del sol a desierto traviesa, la urgencia de vivir sin arraigo. Solo el desierto “inconmensurable y abierto” su lugar en el mundo y el pie en el estribo partiendo siempre de ningún lugar hacia una nada de arena y de sol.
Por eso tal vez la estirpe nueva de esos atrevidos supo elegir después de los barcos un paisaje similar: pero esta vez para echar raíces y formar familias.
Y cambiaron un desierto por otro, este tan nuestro y cercano, que está aquí al alcance de la mano: la Región Sur de Río Negro, en plena Patagonia.
Y como allá también trajinaron el nuestro para ejercer el viejo oficio que traían en su sangre: el comercio.
Con su castellano a destiempo, algunos con el Corán debajo del brazo, con sus comidas típicas, con sus morteros de mármol, con la estilizada figura de sus narguiles, con su persistencia ante los obstáculos, con la obstinada paciencia de saber que todo se puede.
Se llamaron Mortada, Sale, Mussi, Direne. Seleme, Karán, Chible, Zaher, Arden, Abdala, Abrahan, Sede, Matar, Ardín, Saieg, El Hossen, Neman, Kanje y cuantos otros apelativos con fragancia oriental.
Cambiaron un desierto por otro, tuvieron hijos, familias numerosas, y siempre presente el recuerdo de aquel desierto más grande que dejaron en Arabia.
Ese desierto que dejó las cicatrices de su ámbito en el alma de estos inmigrantes y el viento la música permanente que aquí no solo suele levantar la arenisca sino también las piedras cuando sopla fuerte.
Porque el desierto es la circunstancia de esos pueblos: su forma de ser, la matriz que los ha moldeado desde tiempos milenarios.
El desierto acá y el desierto allá. ¿Importa algo?
* Nota: un Amigo está intentando de hacer un poema con palabras esdrújulas y espero que logre esa empresa. Y me acordé de este tema del uruguayo Daniel Viglietti "Esdrújulo" y me dije a realizar la entrada.
Los entendidos en música dicen que el pináculo de la música es Mozart otros situan en esa cumbre a Ludwig van Beethoven. Algunas personas sotienen que la música de Bach al escucharla se siente “nostalgia por le paraíso perdido” para otros Wolfang Amadeus Mozart representa “el paraíso mismo”. El "Concierto para piano Nº 21 en Do Mayor, K 467", compuesto por Wolfgang Amadeus Mozart, en el año 1,785, se compone de tres movimientos; el segundo de ellos, un "Andante en Fa Mayor”
Este "Andante en Fa Mayor" se lo conoce como el "Tema de Elvira Madigan" debido a que fue utilizado como tema central de la banda sonora de la película sueca del año 1.967 titulada "Elvira Madigan" otro tema musical de la misma son las Cuatro estaciones de Vivaldi.
La película "Elvira Madigan" esta basada en la tragedia de la acróbata circense danesa Hedvig Jensen (nacida en 1867), quien trabajaba bajo el nombre artístico de Elvira Madigan en el circo itinerante de su padrastro, quien huye con el desertor sueco, teniente Sixten Sparre (nacido en 1854).
Durante una gira por Suecia, Elvira conoció al conde Sixten Sparre, teniente de la armada sueca, se enamoraron pero su amor resultó imposible debido, en parte, al hecho de que Sparre estaba casado y era padre de dos hijos, además abandonó el ejército contraviniendo todas las normas sociales y éticas de la época. Después de mantener secreto su romance durante tres años huyeron juntos a Dinamarca en julio de 1889, donde pasaron alrededor de dos semanas. Cuando se les acabó el dinero y todos los recursos posibles, tomaron una cesta con algunas provisiones y se internaron en el bosque, tuvieron una última comida y, finalmente, Sparre mató a Jensen y se suicidó utilizando supia arma de servicio. Jensen tenía 21 años. (fuente Internet).
El Premio Cervantes es considerado el galardón más importante de la literatura hispanohablante. Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato, Adolfo Bioy Casares y Juan Gelman fueron los cuatro argentinos que también lo obtuvieron.
El escritor Nicanor Parra de 97 años está considerado como el creador de la denominada antipoesía. Además, es el único superviviente del trío más famoso de poetas chilenos, con Pablo Neruda y Vicente Huidobro.
“Mi poesía puede perfectamente no conducir a ninguna parte”, dice como advertencia a sus lectores Nicanor Parra con sus 97 años a cuestas.
"El autor no responde de las molestias que puedan ocasionar sus escritos: aunque le pese".
Como un meteorito que durante siglos había estado esperando su turno para colisionar, Nicanor Parra apareció en la escena literaria hispanoamericana para resignificar la poesía. Nada menos.
"Durante 50 años la poesía han sido el paraíso del tonto solemne", había escrito don Nicanor. Hasta que llegó él con su puñado de antipoemas, sus irreverencias, sus frases desgarradas, sus dentelladas convertidas en canciones. El escritor ayer galardonado con el premio Cervantes puede decir de sí mismo, sin sonrojarse, sin exagerar que en el universo poético existe un antes y un después de Nicanor Parra.
"Yo quiero hacer un ruido con los pies Y quiero que mi alma encuentre su cuerpo".
Nicanor Parra, como un samurai borracho de su propia iluminación. Como el letrista perfecto de The Clash o The Sex Pistols. Como el amigo optimista de Cioran. Como una versión cínica de Yorick, la calavera de Hamlet. Como la tempestad que deja lugar a la primera flor de la primavera. Su poesía ha trascendido el romance sin perder la inocencia. Se ha vuelto un objeto irónico que entiende lo delicados que son los sentimientos ajenos. Un magma donde se fusionan la carcajada y el recurso de los pensadores místicos griegos.
"Hacer brotar un mundo de la nada pero no por razones de peso por fregar solamente, por joder".
Nicanor Parra parece una excepción a la regla pero no lo es. La irreverencia, en un país donde la formalidad y el pudor constituyen la matriz de todas las conductas públicas, es una tradición que numerosos poetas trasandinos no han dejado morir. Es cierto que Parra llevó las cosas más allá y cuando estaba lejos dobló. Su locura creativa no es comparable pero sí comprensible. Su apetito es voraz cuando se trata de la discordia y la revolución de las palabras. Como cuando escribe y poetiza: "Aló, con la casa de la Cultura? –Sí, conchetumadre".
"¿Qué te parece valdrá a pena matar a dios a ver si se arregla el mundo?".
Desde que sus "Antipoemas" se abrieron un lugar a golpes de puño, su largo y brillante trabajo de desacralización de la poesía no ha cesado. Todavía hoy como ayer Nicanor Parra continúa impactando conciencias. Todavía hoy como ayer los jóvenes se aferran a sus máximas poéticas como a mantras. Leónidas Morales ha dicho de su obra con razón y precisión: "El antipoema es subversivo pero no militante: no toma partido ideológico sino que es más bien un vigilante acusador de las deformaciones de las ideologías".
"In case of fire do not use elevators use stairway unless otherwise instructed".
Don Nicanor, el admirador incondicional de Baudelaire y Rimbaud. Aquel personaje ilustre que vive desde hace años en una bella aunque despojada casa de madera poblada de miles de libros. El célebre y humilde antipoeta laureado que lasembajadas esperan con los brazos abiertos. Ese hombre no es un poeta generacional. Y no será él quien diga la última palabra. Apenas una anotación al margen escrita con un lápiz de un color distinto.
"Apaguemos la luz mejor será
la materia no tiene la culpa de nada
toda la culpa la tiene el espíritu".
Su poesía es el canto del gallo a deshora. Un riff "sin" guitarra eléctrica pero "con" Keith Richard. Un camino que no estaba en los mapas. Una plegaria en el medio de la nada dedicada a nadie y a todos. Una búsqueda infructuosa aunque muy divertida del tesoro pirata. Un cuento de niños traviesos. Un juguete ruso fabricado en ébano y metal pero que lleva un chip adentro. Una ecuación matemática que intenta descifrar la hora exacta en que conviene tomar un té en el desierto. El aire y la lluvia del sur del mundo decodificadas. El cielo tan temido.
Autor: Claudio Andrade (Diario Río Negro, 2-XII-2011).
La historia de este tango inspirado en un cabaret de Milán llamado "Excelsior". Allí estaba Marambio Catán y Horacio Petorossi en una noche de 1930 o 1931, cuando la atmófera decadente del sitio les sugirió el tema. Benito Mussolini, dictador de Italia, entendió que la letra no le era favorable. Se suponía que el fascismo había eliminado las diferencias sociales. Para evitar la propaganda en contra debía aclararse expresamente que era un "Tango Argentino". No obstante consigió estrenarse en la voz del tenor Gino Franci.
Letra de Acquaforte Música: Horacio Pettorossi Letra: Juan Carlos Marambio Catán
Es media noche. El cabaret despierta. Muchas mujeres, flores y champán. Va a comenzar la eterna y triste fiesta de los que viven al ritmo de un gotán. Cuarenta años de vida me encadenan, blanca la testa, viejo el corazón: hoy puedo ya mirar con mucha pena lo que otros tiempos miré con ilusión.
Las pobres milongas, dopadas de besos, me miran extrañas, con curiosidad. Ya no me conocen: estoy solo y viejo, no hay luz en mis ojos... La vida se va...
Un viejo verde que gasta su dinero emborrachando a Lulú con el champán hoy le negó el aumento a un pobre obrero que le pidió un pedazo más de pan. Aquella pobre mujer que vende flores y fue en mi tiempo la reina de Montmartre me ofrece, con sonrisa, unas violetas para que alegren, tal vez, mi soledad.
Y pienso en la vida: las madres que sufren, los hijos que vagan sin techo ni pan, vendiendo "La Prensa", ganando dos guitas... ¡Qué triste es todo esto! ¡Quisiera llorar!
* Pascual Contursi es creador del poema Si supieras o como se lo conoce también La Cumparsita (Si supieras) que formó parte del sainete donde fue estrenado que participara Moroni en el guión del mismo y que reconociera posteriormente que la letra del tango La Cumparsita es de Contursi. Este tema fue popularizado por Carlos Gardel y su letra fue aceptada por el público superando la letra que hiciera Matos Rodríguez y que interpretara el popular tenor Tito Schipa.