domingo, 25 de febrero de 2024

EL PEZ de Chantal Maillard.

Volver a las palabras.
Creer en ellas. Poco. Sólo
un poco. Lo bastante
como para salir a flote y coger aire
y asi poder aguantar, luego,
en el fondo.

Volver a las palabras. Con
voluntad de sentido.
Boqueando. Pez en la orilla
común de los creyentes.

Volver. Decir superficie. Escribirla.

No, lector, no deslices
tan rápido tus ojos por la página,
nada te obliga a terminar
de leer este texto. Puedes
dejarlo. Muchos lo habrán hecho
antes de haber llegado a estas líneas.
He dicho superficie. Vuelve atrás.
Detente. Piénsalo. Piénsatelo. He
escrito la palabra palabra y
estoy tratando de decirte algo
que no acierta a decirse. Entonces
digo impotencia. Tú sabes lo que es
la impotencia, a buen seguro
alguna vez la habrás sentido. Ahora
te pido que despojes la impotencia
de la palabra que la nombra
y te quedes sintiéndola tan sólo.
¿Lo consigues?
Tal vez no sea para ti,
ahora, tiempo de impotencia.

Se deslizan tus ojos por
los caracteres impresos y sientes
cierto placer en esta redundancia
de lo escrito. Los óvalos te tientan.
Aproxímate, lector, mira por
ese pequeño orificio. Adéntrate.
Hay abismo –¿abismo?– hay vértigo.

Repite, entonces, conmigo Infinito.
Di Infinito. Repítelo. No dejes
de decirlo, hasta que pierda
sentido la palabra infinito y
te encuentres en el vértigo,
desprovisto de pértiga.

Entonces di Infinito. Pronúncialo.
Pronúncialo de nuevo,
despacio, con voluntad de sentido.
Como al principio del mundo o
del poema.
Para volver. En superficie
por un tiempo.
Para hacer el tiempo
brevemente.

Chantal Maillard (Bruselas, 1951), es una poeta y filósofa española nacida en Bélgica. 
Es Premio Nacional de Poesía.

jueves, 22 de febrero de 2024

Colinas plateadas de Antonio Machado.

¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, obscuros encinares,
ariscos pedregales, calvas sierras,
caminos blancos y álamos del río,
tardes de Soria, mística y guerrera,
hoy siento por vosotros, en el fondo
del corazón, tristeza,
tristeza que es amor! ¡Campos de Soria
donde parece que las rocas sueñan,
conmigo vais! ¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas!...


Antonio Cipriano José María Machado Ruiz. (Sevilla, 26 de julio de 1875 - Coillure, Francia, 22 de febrero de 1939). Poeta, dramaturgo y narrador español.

miércoles, 21 de febrero de 2024

CANCIÓN PARA EL NIÑO QUE NACIÓ EN EL MAR - Gregorio Castañeda Aragón.

 


No cierren la puerta,

que abierta ha de estar.

Dejen que entre el aire,

déjenlo pasar.

Dejen que entre el agua,

déjenla llegar.

Te daré una estrella,

la estrella polar.

Y nieve de espuma

con sol y con sal.

Con sal de las olas,

con sol de la mar.

 

Cuando iba el velero

mar adentro allá...

entre cielo y agua

te parió mamá.

Se puso en las cuerdas

el viento a cantar.

 

Tu padre en las redes

te meció al pescar.

Grumete, primero,

luego capitán,

tendrás un balandro

para ir por la mar.

 

Quiero que te duermas,

que hay que madrugar

a ver las gaviotas

volando volar.

A darles su almuerzo

de migas de pan.

Rosa de los vientos,

oro de fanal,

buen marinerito,

lobezno de mar,

que comes arenques

y atún sin ahumar.

 

Cuando grande seas,

que un día serás,

te irás —¡quién lo duda!—

solito a viajar,

y mamá la vieja

se pondrá a cantar,

a cantar canciones

que tú ya no oirás,

con nieve de espuma,

con sol y con sal,

con sal de las olas,

con sol de la mar...

Gregorio Castañeda Aragón, poeta, periodista, funcionario público y diplomático colombiano, reconocido como el Poeta del Mar, nació en Santa Marta el 21 de febrero de 1884 y falleció en Barranquilla el 11 de agosto de 1960.

domingo, 18 de febrero de 2024

A UNA MUJER ESCUÁLIDA de Baltasar del Alcázar (1530–1606).

Yace en esta losa dura
una mujer tan delgada
que en la vaina de una espada
se trajo a la sepultura.
Aquí el huésped notifique
dura punta o polvo leve,
que al pasar no se la lleve,
o al pisarla, no se pique.

miércoles, 14 de febrero de 2024

Los amantes se despiden de Carlos Eduardo Jaramillo.-

Los amantes se dejan
y no es el fin del mundo
descuidan aun la formalidad
   de la tristeza
   de las lágrimas
cada quien tiene prisa por volver a su vida
como si fuera asunto de reloj.
Es cierto amantes
todas las despedidas son así
se olvidan pronto o no se olvidan nunca
/ojalá no seas un zahir
ojalá no te me hagas inolvidable/
y el momento preciso ya no duele
como si un reflejo de la divinidad
nos tocara en sus cóncavos espejos
como un relámpago
   /Nadie soportaría la mirada
        del tiempo simultáneo
    de su propia existencia
    en los espejos de la eternidad/
Id en la gracia, amantes, id
en la ignorancia, id
en el olvido
Pero no pretendáis ya
   con arrogancia
ser felices.