jueves, 3 de julio de 2025

CANCIÓN DEL BOGA AUSENTE de Candelario Obeso Hernández.


CANCIÓN DEL BOGA AUSENTE.

A los señores Rufino Cuervo y Miguel A. Caro

Qué triste que está la noche,

La noche qué triste está

No hay en el Cielo una estrella…

Remá, remá.

La negra del alma mía,

Mientras yo brego en la mar,

Bañado en sudor por ella,

¿Qué hará, qué hará?

Tal vez por su zambo amado

Doliente suspirará,

O tal vez ni me recuerda…

¡Llorá, llorá!

Las hembras son como todo

Lo de esta tierra desgraciada;

Con arte se saca al pez

¡Del mar, del mar…!

Con arte se ablanda el hierro,

Se doma la mapaná…;

Constantes y firmes las penas;

¡No hay más, no hay más!…

… Qué oscura que está la noche;

La noche qué oscura está;

Así de oscura es la ausencia

Bogá bogá…

Candelario De La Rosa Obeso Hernández  nacido en Colombia en Santa Cruz de Mompox el 12 de enero de 1849, poco antes de que entrara en vigor la ley de abolición de la esclavitud en el país. 

Hijo natural del hacendado Eugenio María Obeso y la criada de raza negra María de la Cruz Hernández.

En su corta vida se caracterizó por desempeñar múltiples oficios. Fue profesor en un colegio de Sucre, jefe de batallón de Cazadores en la guerra de 1876, tesorero municipal de Magangué​ y gracias a su cercana amistad con Tomás Cipriano de Mosquera fue nombrado cónsul de Tours, Francia​ e intérprete nacional en Panamá de 1872 a 1874.

Se lo considera uno de los máximos referentes de la poesía afrocolombiana. Se le conoce como el precursor de la "Poesía Negra y oscura" en Colombia.

Tradujo al español a ShakespeareMussetVíctor Hugo y a Tennyson y traducciones de poesías de Goethe y Jonathan Lawrence.

Fallece en Bogotá3 de julio de 1884.

lunes, 30 de junio de 2025

EL ABUELO. Letra: Alberto Cortez. Música: Alberto Cortez.

 


EL ABUELO. Letra: Alberto Cortez. Música: Alberto Cortez. 

De alguna manera esta canción que viene es una historia de ida y vuelta. ¿Por qué?, pues simplemente porque mi abuelo se fue de emigrante y después de casi una vida yo, su nieto mayor recorrí el camino de regreso, ese camino que él no pudo realizar a lo largo de su larga vida, a pesar de su inmensa nostalgia. Murió a los ochenta y algunos años. Los hermanos Eladio y Germán García era viajantes vendedores de empresas porteñas. Allí en Trenque Lauquen conocieron a las hermanas Laburu, se enamoraron y después de un relativamente corto noviazgo se casaron y se fueron a vivir a Buenos Aires. La Argentina en aquellos años de principio de siglo era una esperanza que ofrecía amplios horizontes para los jóvenes con ganas de trabajar y hacer fortuna. Los hermanos García habían dejado España y especialmente Galicia ya que esta “sua terriña” natal no podía ofrecerles más que una vida azarosa bastante cercana a la miseria. Germán, Eladio y David, los tres hermanos García, se embarcaron en Vigo, como todos los gallegos emigrantes con destino a Buenos Aires. Al llegar se emplearon como viajantes en una empresa de tabacos y “El abuelo” y su hermano Germán en uno de sus viajes de ventas a las poblaciones del interior, conocieron, noviaron y se casaron con dos hermanas de origen vasco, Doña Julia Laburu, mi abuela y Doña Leonor Laburu. Estas hermanas vivían con su familia en Trenque Lauquen, hoy una floreciente ciudad de la provincia de Buenos Aires. Ya casados regresaron a la capital. Como en aquella gran ciudadano se veían las cosas claras como para hacer dinero pronto Eladio, mi abuelo y su joven esposa Julia emprendieron viaje hacia el oeste en busca de organizar un pequeño comercio en algún pueblo de los que se fundaban aprovechando la riada de gente que buscaba trabajo en el ferrocarril en construcción. Recaló primero en General Villegas, ultima población de la provincia de Buenos Aires y allí las cosas no le fueron del todo bien y como consecuencia de aquel fracaso, malas siembras y peores negocios, desalentado, decidió internarse más al oeste.. Pero antes, quiso con ayuda de sus hermanos regresar a Galicia con toda la familia y así lo hizo. Nadie en la familia supo explicarme las razones de ese regreso. Seguramente su exultante juventud de entonces más los fracasos s los que antes hice referencia convocó una tormenta de dudas de que a lo mejor en España podría salir adelante, pero no fue así. Permaneció allí un par de años viviendo a expensas de la familia y en esa breve estancia nació mi padre en Pungín provincia de Orense, una aldea a escasos quince kilómetros de la capital provincial. Al año del nacimiento de mi padre el abuelo su mujer y su prole volvieron a Argentina para no regresar jamás a España. En realidad en la canción yo digo que nunca volvió a España sin embargo como se ve no es totalmente cierto. Claro que este regreso no quise tomarlo en cuenta, porque se produjo a muy poco tiempo de haber emigrado y por circunstancias, por mi desconocidas. Ya de regreso a Argentina retomó su éxodo hacia el oeste hasta llegar a una naciente población (apenas un caserío) que por entonces se llamaba Villa Jardón en honor a la familia que había donado los terrenos para su fundación. Más tarde las tendencias reivindicadoras de la cultura indígena de la zona lograron cambiar el nombre de Villa Jardón por el actual: Rancul. Allí se instaló comprando, siempre con ayuda de sus hermanos una casa en la que muchos años después, el 11 de marzo de 1940 nacería yo. Montó un negocio en donde se vendía de todo para la gente del campo. Como era un nostálgico empedernido a pesar de las distancias y las todavía precarias comunicaciones seguía muy de cerca todo lo que acontecía en España, su patria lejana. Según me contaban mis tías, cuando estalló la guerra civil española estuvo a punto de dejarlo todo otra vez y regresar a alistarse en las fuerzas republicanas, mas su familia, ya numerosa y la negativa de sus hermanos de ayudarle en aquello

EL ABUELO.


"I

 

El abuelo un día

cuando era muy joven

allá en su Galicia,

miró el horizonte

y pensó que otra senda

tal vez existía.

Y al viento del norte

que era un viejo amigo,

le habló de su prisa,

le mostró sus manos

que mansas y fuertes,

estaban vacías,

y el viento le dijo:

""Construye tu vida

detrás de los mares,

allende Galicia"".

 

Y el abuelo un día

en un viejo barco

se marchó de España.

El abuelo un día,

como tantos otros,

con tanta esperanza.

La imagen querida

de su vieja aldea

y de sus montañas

se llevó grabada

muy dentro del alma,

cuando el viejo barco

lo alejó de España.

 

II

 

El abuelo un día

subió a la carreta

de subir la vida.

Empuñó el arado,

abonó la tierra

y el tiempo corría.

Y luchó sereno

por plantar el árbol

que tanto quería.

Y el abuelo un día

lloró bajo el árbol

que al fin florecía,

lloró de alegría

cuando vio sus manos,

que un poco más viejas

no estaban vacías.

 

Y el abuelo entonces,

cuando yo era niño,

me hablaba de España,

del viento del norte,

de la vieja aldea

y de sus montañas.

Le gustaba tanto

recordar las cosas

que llevo grabadas

muy dentro del alma,

que a veces callado,

sin decir palabra,

me hablaba de España.

 

III

 

El abuelo un día,

cuando era muy viejo,

allende Galicia.

Me tomó la mano

y yo me di cuenta

que ya se moría.

Y entonces me dijo,

con muy pocas fuerzas

y con menos prisa,

""prométeme, hijo,

que a la vieja aldea

irás algún día,

y al viento del norte

dirás que su amigo,

a una nueva tierra

le entregó la vida.

 

Y el abuelo un día

se quedó dormido

sin volver a España.

El abuelo un día,

como tantos otros,

con tanta esperanza.

Y al tiempo al abuelo

lo vi en las aldeas,

lo vi en las montañas,

en cada mañana

y en cada leyenda,

por todas las sendas

que anduve de España.

"

Letra: Alberto Cortez. Música: Alberto Cortez.

Pertenece a la Página: http://www.albertocortez.com/



Alberto Cortez. 

Nace en 1940 en la localidad de Rancul, provincia de La Pampa, República Argentina, el 11 de marzo José Alberto García Gallo.

"Rancul es mi pueblo, es decir, allí donde mi madre me trajo al mundo, allí donde pasé mi infancia, feliz por cierto, y si digo feliz, no es porque de niño tuviera muchas licencias o muchos juguetes o mis padres muchas posibilidades de ofrecérmelos, no. Mi infancia fue una infancia feliz porque se desarrolló en un clima familiar armónico, al punto de atreverme a llamarlo amoroso. Armónico porque ni de niño ni de adolescente asistí jamás a una discusión entre mis padres, y no dudo de que como pareja las hayan tenido, pero bien se cuidaron de no discutir delante de sus hijos, es decir, que la armonía fue una constante en la casa familiar. Con nosotros convivían tías, tíos y, por supuesto, el abuelo paterno de origen gallego a modo de patriarca. Mis abuelos maternos, italianos, no vivían en nuestra casa mas sí en el pueblo, que viene a ser más o menos lo mismo, pues la distancia entre ambas casas era mínima. De niño tuve muchos amigos que la vida me ha permitido conservar a través del tiempo, dispersos, pero siempre presentes en mi ánimo y, por supuesto, en mi corazón. Juntos fuimos atravesando la infancia y juntos nos sorprendió la adolescencia y el crecimiento de las alas. Un buen o mal día esas alas levantaron vuelo y a casi todos nos ganó el exilio, el exilio natural de un tiempo que ya nunca más regresa y cuyas coordenadas están escritas y bien definidas en el libro del destino. Flotando en el incontaminado aire de Rancul se quedaron nuestros despertares a la vida, a los sueños, la fantasía, la imaginación y naturalmente las esperanzas. Todos nos fuimos con la promesa de volver algún día al encuentro de las emociones y a descolgar de ese incontaminado aire de nuestra infancia y adolescencia, los recuerdos más urgentes de recuperar" Página de Alberto Cortez.

Era descendiente de españoles por parte de su padre, y de italianos piemonteses por parte de su madre, Ana Magdalena Gallo.

Alberto Cortez  el jueves 4 de abril de 2019 en la ciudad de Móstoles, Comunidad de Madrid, España, a los 79 años.

... ... ...

En la plaza céntrica de Rancul yace el Rinconcito en homenaje al reconocido cantautor Alberto Cortez. Allí en un espacio especialmente cuidado, se observa una placa y un aguaribay que fue plantado en su nombre, la misma especie que lo inspiró en su tema musical "Mi árbol y yo".

Las cenizas del cantautor argentino Alberto Cortez descansan en Rancul, su pueblo natal. Los restos fueron traídos en plena pandemia por su viejo amigo Carlos Corvalán desde Rosario y fueron recibidos por sus dos sobrinas, Jimena y Belén García.

En el 2023 en cumplimiento de los deseos del reconocido cantautor Alberto Cortez, llegaron a Rancul 102 bultos procedentes de Valencia, España. El material está constituido de: documentos, cuadros, objetos, discos, libros y mobiliario. Todo este material quedará a resguardo de familiares hasta tanto se concrete el espacio.

A lo largo de su obra artística, llevó las raíces de La Pampa en todos sus actos. Algunas de sus canciones más conocidas y destacadas son: “Campos pampeanos”, “Volveré a los viejos andenes”, “Distancia”, “La Pampa es un viejo mar”, entre tantas otras.

domingo, 29 de junio de 2025

La ventana de Manuel Altolaguirre.


La ventana separa
al mundo de los trenes,
de los grandes vapores,
de los hombres a pie,
del mundo quieto
de un alma sola.

¡Qué alegría
ver los rosales y los vendedores!

Al ruidoso paisaje
de tráfico y de vida
mi tristeza se asoma.

Mi soledad consciente
mira las hermosuras
inútiles del mundo.

Lo bello y el dolor
es de las almas solas.

Manuel Altolaguirre Bolín (Málaga, 29 de junio de 1905 - Burgos, 26 de julio de 1959).

martes, 24 de junio de 2025

Soledad de Alfredo Le Pera (Tango - Canción).


Yo no quiero que nadie a mí me diga
que de tu dulce vida
vos ya me has arrancado.
Mi corazón una mentira pide
para esperar tu imposible llamado.
Yo no quiero que nadie se imagine
cómo es de amarga y honda mi eterna soledad,
en mi larga noche el minutero muele
la pesadilla de su lento tic-tac.


En la doliente sombra de mi cuarto, al esperar
sus pasos que quizás no volverán,
a veces me parece que ellos detienen su andar
sin atreverse luego a entrar.
Pero no hay nadie y ella no viene,
es un fantasma que crea mi ilusión.
Y que al desvanecerse va dejando su visión,
cenizas en mi corazón.

En la plateada esfera del reloj,
las horas que agonizan se niegan a pasar.
Hay un desfile de extrañas figuras
que me contemplan con burlón mirar.
Es una caravana interminable
que se hunde en el olvido con su mueca espectral,
se va con ella tu boca que era mía,
sólo me queda la angustia de mi mal.

[1934]

Alfredo Le Pera Sorrentino (São Paulo, Brasil, 6 o 7 de junio de 1900 (existen controversias sobre el día) - Medellín, Colombia, 24 de junio de 1935).

viernes, 20 de junio de 2025

"Blasón de Plata", de Ricardo Rojas. Capítulo XXX

"Blasón de plata": Capítulo XXX

En el Día de la Bandera, volvemos al libro "Blasón de Plata", de Ricardo Rojas, al que aludimos en nuestra entrada del 1° de junio y que acompaña las celebraciones del mes de nuestro decimoquinto aniversario. Transcribimos hoy el capítulo XXX de la obra, añadiendo algunas fotos: todas ellas son propias.

Blasón de Plata.

XXX

Nuestra historia de cinco siglos no se hubiera realizado, sin esa tierra legendaria que tentó al conquistador, que asimiló al inmigrante de otras épocas, que caracterizó a su descendiente, que le alió al aborigen en la unidad de un pueblo, y que hizo el alma argentina valiente, generosa, altiva y optimista.


Casa de Ricardo Rojas.

La tierra indiana ha sido nuestra cuna y nuestro Blasón; la tradición argentina encuentra en ella su origen y su continuidad: se bautiza en las aguas natales de nuestro río, se nutre en el limo fecundo de nuestras pampas, se corona de luz en la cima inviolada de sus montañas, se embellece en la fuente de las leyendas territoriales que he narrado, y tomando de la herencia incaica la única parte que le correspondía, finge de azul y sol, bajo los cielos australes, la simbólica gloria de su bandera.

Nuestra bandera simboliza esa tierra.


Planetario de Buenos Aires.

No es la divisa de un gobierno, ni de un partido político, ni de una dinastía reinante, ni de una secta religiosa. No simboliza armas transitorias, parciales u hostiles. Es el emblema de una entidad permanente, absoluta, sagrada: es el misterio mismo de la tierra donde nacemos sin haberla elegido, donde vivimos sin alcanzar la dicha, donde morimos sin revelar su misterio. No hay en las naciones feudales una semejante, porque todas están enrojecidas en la sangre de antiguos crímenes, o ennegrecidas en la sombra de inconfesables horrores, o tatuadas por la heráldica de la violencia, de la ignorancia o el error. No lleva la nuestra sobre su paño las estilizadas lises del privilegio; ni la cándida media luna del fanatismo; ni las monstruosas águilas de la fuerza. Apenas si es azul, junto a la banda blanca donde fulgura en oro el sol de Dios, único emblema de su seda.


Museo Marítimo "Ingeniero Cerviño".

Cuando el día de su juramento, en Jujuy y en el Salado del Norte, la hueste patria la vió ondear al aire por la primera vez, creyóla una flotante nébula nacida de las riberas australes, dorada en medio por un campo de sol, y azulada en los bordes por un reflejo de los cielos. Así fué como, por el alma serena del inventor, la entraña de la patria, idealizándose en el vaho de las aguas epónimas, se convirtió en bandera.

Hálitos de la tierra, cuna y sepulcro del hombre, han formado ese lábaro. Todo es noble y eterno en su símbolo. Nuestro suelo argentino, nuestro suelo de plata, como el blasón congénere, está en el blanco heráldico de su paño el metal que en la ciencia de los armoriales simboliza pureza y paz.


Colegio Guadalupe (Bs. Aires).

Nuestro cielo infinito y nuevo como una esperanza, donde brillan las pléyades germinadoras y la cruz del Sud fraterna, trasúntase en el azul celeste cuyo color es un emblema de eternidad y de amor.

La inteligencia está, por fin, simbolizada en el sol que es su mejor empresa; emblema de tradición incaica, de iniciación apolínea, de renovación universal. Ya veis si ese pabellón puede servir de enseña a todos los hombres y a todos los ideales.


Palacio Municipal de Chivilcoy.

¿A qué prender en su asta heroica y febea el trapo rojo de la reivindicación socialista? No hay justicia democrática que no esté contenida en las posibilidades ideales de nuestra Revolución, formidable tormenta de aquella nube, la blanca nube azul de nuestra bandera. Alzad divisas rojas en Europa, divisas de púrpura igualitaria, de sangre vengadora, de fuego purificador. Alzadlas allí, obreros que no podéis hacer flamear en el asta de vuestras ágoras el trapo negro, o amarillo, o verde de las divisas feudales: la bandera del Sultán, la bandera del Emperador, la bandera del Papa. Esta blanca y azul es la bandera de una Revolución, es la bandera de un pueblo. El trapo rojo, en cambio, ha sido en América la enseña del crimen, del despotismo y de la barbarie. Esa blanca y azul debe ser la de nuestra justicia.


¿A qué elevar tampoco, en abigarrado ornamento, lábaros en otras patrias junto a ella? Hombres de la inmigración que exornáis con la extraña vuestros palacios: ¿No comprendéis que al abandonar vuestras patrias, murieron ellas en vosotros, como el árbol deja de estar en la hoja que cae? ¿No sentís que, como la hoja desprendida abona el suelo donde rueda, vosotros vais a fecundar la tierra que os recibe? ¿No sabéis que cuando la patria deja de estar en la tierra donde hemos nacido, se halla en la tierra donde vamos a morir, porque ésta guarda el reposo, la eternidad, el destino, lo que no hallasteis en vuestra cuna? ¿Por qué rechazar la sombra de esta bandera celeste y blanca, símbolo de la tierra y de la vida? ¿Ignoráis que en su banda de plata, negáis el suelo donde se asienta vuestra casa; y en su banda de azur, el aire donde respira vuestro pecho; y en su sol apolíneo, las armonías de la justicia, de la verdad y del arte?


Apostadero Naval Buenos Aires.

Venid, pues, hacia la columna de los hombres de Mayo; venid hacia la columna de los viejos hombres color de tierra, de madera y de bronce; venid, regocijados, al son del Himno libertador, himno del pueblo como una canción del trabajo; venid, hombres de todas las razas oprimidas y de todos los credos democráticos, a fortalecer con vuestra múltiple voz el canto argentino, a engrandecer la secular columna de hombres libres a cuyo frente flota y va, como una nébula en su turbio río, la bandera de sol, la bandera de plata, la bandera de azul, para que entre el tumulto de los otros pueblos y entre la gloria de las otras banderas, llegue también la nuestra, según el anuncio de su vidente, al pie del trono del Altísimo, como una inmaculada enseña de justicia, de redención y de paz.   


Catedral de La Plata.

https://heraldicaargentina.blogspot.com/2025/06/blason-de-plata-capitulo-xxx.html

Sitio de publicación:

https://heraldicaargentina.blogspot.com/

Publicadas por Alejandro Pomar. 

Texto: Heráldica en la Argentina.

Imágenes: Heráldica en la Argentina.

Viernes, 20 de junio de 2025.

Otra publicación.

"Blasón de plata": Prólogo.

… 

[Este libro] es la obra de un hombre apasionado por el destino de su raza. Es la obra de un poeta inquietado por el misterio de las cosas. Es, acaso, la obra de un místico que confiesa su fe en las ideas y en el oscuro influjo del alma sobre las formas de la vida... He aquí por qué este libro es también un sacrificio y una confesión... 

Ricardo Rojas

Buenos Aires, 1910

https://heraldicaargentina.blogspot.com/2025/06/blason-de-plata-prologo.html

sábado, 14 de junio de 2025

INVOCACIÓN - Manuel José Othón.


No apartes, adorada Musa mía,
tu divino consuelo y tus favores
del alma que, nutrida en los dolores,
abrasa el sol y el desaliento enfría.

Aparece ante mí como aquel día
primero de mis jóvenes amores
y tu falda blanquísima con flores
modestas u olorosas atavía.

¡Oh, tú, que besas mi abrasada frente
en horas de entusiasmo o de tristeza,
que resuene en tu canto inmensamente

tu amor a Dios, tu culto a la Belleza,
alma del Arte, y tu pasión ardiente
a la madre inmortal Naturaleza!

Manuel José Othón (Cerritos, San Luis Potosí, 14 de junio de 1858 – San Luis Potosí, San Luis Potosí, 28 de noviembre de 1906) fue un poeta, dramaturgo mexicano.

viernes, 13 de junio de 2025

El descuido de Martin Buber.


El descuido 
de Martin Buber.
Cuentan:
El rabí Elimelekl estaba cenando con sus discípulos. El criado le trajo un plato de sopa. El rabí lo volvió y la sopa se derramó sobre la mesa. El joven Mendel, que sería rabí de Rimanov, exclamó:
-Rabí, ¿qué has hecho? Nos mandarán a todos a la cárcel.
Los otros discípulos sonrieron y se hubieran reído abiertamente, pero la presencia del maestro los contuvo. Éste, sin embargo, no sonrió. Movió afirmativamente la cabeza y dijo a Mendel:
-No temas, hijo mío.
Algún tiempo después se supo que en aquel día un edicto dirigido contra los judíos de todo el país había sido presentado al emperador para que lo firmara. Repetidas veces el emperador había tomado la pluma, pero algo siempre lo interrumpía. Finalmente firmó. Extendió la mano hacia la arena de secar, pero tomó por error el tintero y lo volcó sobre el papel. Entonces lo rompió y prohibió que se lo trajeran de nuevo.
Publicado en CIUDAD SEVA https://ciudadseva.com/texto/el-descuido/

Martin Buber (Viena, 8 de febrero de 1878 - Jerusalén, 13 de junio de 1965) fue un filósofo y escritor judío austríaco-israelí. Es conocido por su filosofía de diálogo y por sus obras de carácter existencialista. Sionista cultural, anarquista filosófico, existencialista y partidario de "una tierra para dos pueblos" buscando el diálogo entre judíos y árabes en Palestina. (Wikipedia).
“En el pensamiento de Martin Buber influyeron con gran fuerza la obra de Kierkegaard, padre del existencialismo, y el estudio del misticismo judío que floreció en Polonia a mediados del siglo XVIII, conocido con el nombre de jasidismo. Toda su vida de estudioso y su extensa producción de filosofía e historia de la religión tuvieron como objetivo la construcción de un renovado puente cultural entre el judaísmo y el cristianismo. Éste es el motivo de la gran popularidad y el consenso que le acompañaron.” (Biografías y vidas”).

sábado, 7 de junio de 2025

BUENO, ¿Y QUÉ? de Baldomero Fernández Moreno.


BUENO, ¿Y QUÉ?

Aunque tuvieras, poeta,
un castillo en una cumbre,
un salón lleno de lumbre
y un gran sillón de vaqueta;
al llegar la noche quieta,
sobre mi hastío de pie,
me diría: bueno, ¿y qué?
y componiéndome el talle
me largaría a la calle,
a la calle y al café.

Baldomero Eugenio Otto Fernández nació en el porteño barrio de San Telmo un 15 de noviembre de 1886, en Buenos Aires, donde fallece el 7 de junio de 1950. 

Tormenta de Baldomero Fernández Moreno.


Cuando el agua esperábamos ansiosos,
una nube de polvo cubrió el cielo.
Fue Inútil cerrar puertas y ventanas:
nos invadió los hondos aposentos,
cubrió maderas, apagó cristales,
cayó sobre mis libros y cuadernos,
fue crujido gris entre los dientes
y ceniza fugaz en los cabellos.
El limpio patio se llenó de tierra,
de hojas, de plumas, de papeles viejos,
cantaron el vuelo unas palomas
y se encrespó ruidoso el gallinero.
¡Qué lástima me dio la madreselva
zarandeada, rota, por el viento,
y mi sillón de voluptuosos mimbres
derribado de bruces en el suelo!
Pero brilló un relámpago de pronto,
estalló un largo trueno,
y veraniegas, numulares gotas
se abrieron paso por el sucio velo.
Y en seguida la lluvia
empezó a resonar sobre los techos.
Fue entonces un cerrar y abrir de puertas,
un respirar con los pulmones plenos,
un poner tinas bajo de los caños
que un chorro daban argentino y trémulo,
sacar las plantas de los corredores,
diosmas, jazmines, tímidos helechos,
y un gozo de cepillos y de escobas
guiando las aguas hacia el sumidero.
Igual cosa que hacían los de al lado,
y los de enfrente, y casi todo el pueblo.

Ahora todo es frescura y poderío,
el mármol brilla, el bronce echa reflejos,
los mosaicos parecen de oro puro,
el paraíso tiene un verde nuevo,
y en el umbral sentado de mi casa
miro sencillamente el universo.

Baldomero Eugenio Otto Fernández Moreno nacido en el barrio de San Telmo, Buenos Aires, Argentina un 15 de noviembre de 1886.
Fue primogénito del comerciante Baldomero Fernández, natural de Bárcena de Cicero, Cantabria, y de Amelia Moreno, de Bocígano, Guadalajara.
En 1892 la familia se trasladó a Bárcena de Cícero, pueblo de su padre. 
Entre 1898 y 1899 vivió en Madrid en casa de unos tíos.
Poeta argentino y médico rural, académico de número de la Academia Argentina de Letras.

Palabras.

Me borré el doctor
hace mucho tiempo.

Borré la inicial
de mi nombre feo.

No quiero ser nada
ni malo ni bueno.

Un pájaro pardo
perdido en el viento.


Entre sus obras figuran Intermedio provinciano (1916), Ciudad (1917), Por el amor y por ella (1918), Campo argentino (1919), Versos de Negrita (1920), Nuevos poemas (1921), Canto de amor, de luz y de agua (1922), Mil novecientos veintidós (1922), El hogar en el campo (1923), Aldea española (1925), El hijo (1926), Décimas (1928), Último cofre de Negrita (1929), Sonetos (1929), Cuadernillos de verano (1931), Dos poemas (1935), Seguidillas (1936), Romances (1936), Continuación (1938), Yo médico, yo catedrático (1941), Buenos Aires (1941), San José de Flores (1943) y La mariposa y la viga (1947).
En 1949 tuvo un accidente cerebrovascular y un segundo el 7 de junio de 1950 que le ocasionó la muerte, en su casa de Francisco Bilbao 2384, barrio de Flores. Fue sepultado en el cementerio de Chascomús.

SETENTA BALCONES Y NINGUNA FLOR.

Setenta balcones hay en esta casa
setenta balcones y ninguna flor
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color?

La piedra desnuda de tristeza agobia,
¡dan una tristeza los negros balcones!
¿No hay en esta casa una niña novia?
¿No hay algún poeta bobo de ilusiones?

¿Ninguno desea ver tras los cristales
una diminuta copia de jardín?
¿En la piedra blanca trepar los rosales,
en los hierros negros abrirse un jazmín?

Si no aman las plantas no amarán el ave
no sabrán de música, de rimas, de amor.
Nunca se oirá un beso, jamás se oirá un clave...
¡Setenta balcones y ninguna flor!

Fallece el 7 de julio de 1950, de un derrame cerebral, a los 63 años.

jueves, 5 de junio de 2025

La casada infiel- Romancero gitano de Federico García Lorca.


La casada infiel- Romancero gitano (1928)

de Federico García Lorca.

 

Y que yo me la llevé al río

creyendo que era mozuela,

pero tenía marido.

Fue la noche de Santiago

y casi por compromiso.

Se apagaron los faroles

y se encendieron los grillos.

En las últimas esquinas

toqué sus pechos dormidos,

y se me abrieron de pronto

como ramos de jacintos.

El almidón de su enagua me

sonaba en el oído,

como una pieza de seda

rasgada por diez cuchillos

Sin luz de plata en sus copas

los árboles han crecido,

y un horizonte de perros

ladra muy lejos del río.

Pasadas las zarzamoras,

los juncos y los espinos,

bajo su mata de pelo

hice un hoyo sobre el limo.

Yo me quité la corbata.

Ella se quitó el vestido.

Yo el cinturón con revólver

Ella sus cuatro corpiños.

Ni nardos ni caracolas

tienen el cutis tan fino,

ni los cristales con luna

relumbran con ese brillo.

Sus muslos se me escapaban

como peces sorprendidos,

la mitad llenos de lumbre,

la mitad llenos de frío.

Aquella noche corrí

el mejor de los caminos,

montado en potra de nácar

sin bridas y sin estribos.

No quiero decir, por hombre,

las cosas que ella me dijo.

La luz del entendimiento

me hace ser muy comedido.

Sucia de besos y arena,

yo me la lleve del río.

Con el aire se batían las

espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.

Como un gitano legítimo.

La regalé un costurero

grande de raso pajizo,

y no quise enamorarme

porque teniendo marido

me dijo que era mozuela

cuando la llevaba al río.

Poema yá publicado.

ROMANCE DE LA LUNA
a Conchita García Lorca.
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.

Federico García Lorca fue un poeta, dramaturgo y prosista español. Adscrito a la generación del 27, fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX y como dramaturgo se le considera una de las cimas del teatro español del siglo XX. Wikipedia.
Nacimiento: 5 de junio de 1898, Fuente Vaqueros, España. Es considerado uno de los grandes poetas del siglo XX, murió asesinado en Granada en 1936.