sábado, 13 de junio de 2015

Cada loco con su tema - Joan Manuel Serrat (1983). "Prefiero los caminos a las fronteras y una mariposa al Rockefeller Center".


Cada loco con su tema,
contra gustos no hay disputas:
artefactos, bestias, hombres y mujeres,
cada uno es como es,
cada quién es cada cual
y baja las escaleras como quiere.

Pero, puestos a escoger, soy partidario
de las voces de la calle
más que del diccionario,
me privan más los barrios
que el centro de la ciudad
y los artesanos más que la factoría,
la razón que la fuerza,
el instinto que la urbanidad
y un siux más que el Séptimo de Caballería.

Prefiero los caminos a las fronteras
y una mariposa al Rockefeller Center
y el farero de Capdepera
al vigía de Occidente.

Prefiero querer a poder,
palpar a pisar,
ganar a perder,
besar a reñir,
bailar a desfilar
y disfrutar a medir.

Prefiero volar a correr,
hacer a pensar,
amar a querer,
tomar a pedir.
Antes que nada soy
partidario de vivir.

Cada loco con su tema,
contra gustos no hay disputas:
artefactos, bestias, hombres y mujeres,
cada uno es como es,
cada quién es cada cual
y baja las escaleras como quiere.

Pero, puestos a escoger, prefiero
un buen polvo a un rapapolvo
y un bombero a un bombardero,
crecer a sentar cabeza, prefiero
la carne al metal
y las ventanas a las ventanillas,
el lunar de tu cara
a la Pinacoteca Nacional
y la revolución a las pesadillas.

Prefiero, el tiempo al oro,
la vida al sueño,
el perro al collar,
las nueces al ruido
y al sabio por conocer
que a los locos conocidos.

Prefiero, querer a poder,
palpar a pisar,
ganar a perder,
besar a reñir,
bailar a desfilar
y disfrutar a medir.

Prefiero volar a correr,
hacer a pensar,
amar a querer,
tomar a pedir.
Antes que nada soy
partidario de vivir.

Cada loco con su tema,
contra gustos no hay disputas:
artefactos, bestias, hombres y mujeres,
cada uno es como es,
cada quién es cada cual
y baja las escaleras como quiere.

Pero, puestos a escoger, soy partidario
de las voces de la calle
más que del diccionario,
me privan más los barrios
que el centro de la ciudad
y los artesanos más que la factoría,
la razón que la fuerza,
el instinto que la urbanidad
y un siux más que el Séptimo de Caballería.

Prefiero los caminos a las fronteras
y una mariposa al Rockefeller Center
y el farero de Capdepera
al vigía de Occidente.

Prefiero querer a poder,
palpar a pisar,
ganar a perder,
besar a reñir,
bailar a desfilar
y disfrutar a medir.

Prefiero volar a correr,
hacer a pensar,
amar a querer,
tomar a pedir.
Antes que nada soy
partidario de vivir.

Cada loco con su tema,
contra gustos no hay disputas:
artefactos, bestias, hombres y mujeres,
cada uno es como es,
cada quién es cada cual
y baja las escaleras como quiere.

Pero, puestos a escoger, prefiero
un buen polvo a un rapapolvo
y un bombero a un bombardero,
crecer a sentar cabeza, prefiero
la carne al metal
y las ventanas a las ventanillas,
el lunar de tu cara
a la Pinacoteca Nacional
y la revolución a las pesadillas.

Prefiero, el tiempo al oro,
la vida al sueño,
el perro al collar,
las nueces al ruido
y al sabio por conocer
que a los locos conocidos.

Prefiero, querer a poder,
palpar a pisar,
ganar a perder,
besar a reñir,
bailar a desfilar
y disfrutar a medir.

Prefiero volar a correr,
hacer a pensar,
amar a querer,
tomar a pedir.
Antes que nada soy
partidario de vivir.


martes, 9 de junio de 2015

Canción del sainete póstumo - Rubén Martínez Villena.

Canción del sainete póstumo.
 
Yo moriré prosaicamente, de cualquier cosa
(¿el estómago, el hígado, la garganta, ¡el pulmón!?),
y como buen cadáver descenderé a la fosa
envuelto en un sudario santo de compasión.
 
Aunque la muerte es algo que diariamente pasa,
un muerto inspira siempre cierta curiosidad;
así, llena de extraños, abejeará la casa
y estudiará mi rostro toda la vecindad.
 
Luego será el velorio: desconocida gente,
ante mis familiares inertes de llorar
con el recelo propio del que sabe que miente
recitará las frases del pésame vulgar.
 
Tal vez una beata, neblinosa de sueño,
mascullará el rosario mirándose los pies;
y acaso los más viejos me fruncirán el ceño
al calcular su turno más próximo después.
 
Brotará la hilarante virtud del disparate
o la ingeniosa anécdota llena de perversión,
y las apetecidas tazas de chocolate
serán sabrosas pautas en la conversación.
 
Los amigos de ahora -para entonces dispersos-
reunidos junto al resto de lo que fue mi "yo",
constatarán la escena que prevén estos versos
y dirán en voz baja: -¡Todo lo presintió!
 
Y ya en la madrugada, sobre la concurrencia
gravitará el concepto solemne del "jamás";
vendrá luego el consuelo de seguir la existencia...
Y vendrá la mañana... pero tú, ¡no vendrás!...
 
Allá donde vegete felizmente tu olvido
-felicidad bien lejos de la que pudo ser-,
bajo tres letras fúnebres mi nombre y mi apellido,
dentro de un marco negro, te harán palidecer.
 
Y te dirán: -¿Qué tienes?... Y tú dirás que nada;
mas, te irás a la alcoba para disimular,
me llorarás a solas, con la cara en la almohada,
¡y esa noche tu esposo no te podrá besar!...
Fuente: http://www.cubaliteraria.cu/


Rubén Martínez Villena  fue un poeta cubano que nace en 1899 y fallece muy joven en 1934.
Comenzó a escribir sus primeros versos a los 11 años pero su labor poética comenzó en el transcurso de su carrera universitaria, siendo ya, a los 21 años un poeta conocido.
Más tarde ingresa en el Instituto No.1 de La Habana y allí cursa el bachillerato en Letras y Ciencias graduándose en 1916, y en septiembre del mismo año matricula en la Escuela de Derecho de la Universidad de La Habana hasta graduarse en el año 1922 con el título de se graduó en 1922 de Doctor en Derecho Civil y Público.

Lideró la Protesta de los Trece y fue fundador del Grupo Minorista; estuvo vinculado al Movimiento de Veteranos y Patriotas contra el gobierno de Alfredo Zayas.
El 1° de abril de 1923 participa en la fundación de la Falange de Acción Cubana. Se enfrentó abiertamente al gobierno del general  Gerardo Machado y marchó a los Estados Unidos para prepararse en su lucha contra la dictadura.
Regresó a Cuba en 1927, y en ese mismo año entró a formar parte de las filas del Partido Comunista de Cuba, hecho que lo hizo renunciar a la poesía para dedicarse completamente a la labor política. Posteriormente pasó al exilio viajando nuevamente a los Estados Unidos y a la URSS Como dirigente del Partido Comunista de Cuba trabajó en Moscú en la Sección Latinoamericana de la KOMITERN. En la URSS ingresa en el sanatorio por tuberculosis donde recibe la noticia, por medio de los médicos, en 1932, que no sanará, decidiendo regresar a Cuba nuevamente. Nace su hija Rusela.
Llega a Santiago de Cuba en 1933, y parte hacia la capital, donde tiene que permanecer escondido. Dirigió la huelga general que derrocó al gobierno de Gerardo Machado. Posteriormente ingresa en el sanatorio La Esperanza y muere el 16 de enero de 1934 debido a la tuberculosis. 

sábado, 6 de junio de 2015

De árbol a árbol de Mario Benedetti.

Seguro que los diarios
no lo preguntarán
¿los árboles serán
acaso solidarios?

¿Digamos el olivo de Jaén
con el terco quebracho de Entre Ríos?
¿O el triste sauce de Tacuarembó
con el castaño de Campos Elíseos?

¿Qué se revelarán de árbol a árbol?
¿Desde Westfalia avisará la encina
al demacrado alerce del Tirol
que administre mejor su trementina?

Seguro que los diarios
no lo preguntarán
¿los árboles serán
acaso solidarios?

¿Se sentirá el ombú en su pampa húmeda
un hermano de la ceiba antillana?
¿Los de ese bosque y los de aquel jardín
permutarán insectos y hojarasca?

¿Se dirán copa a copa que aquel muérdago
otrora tan sagrado entre los galos
usaba chupadores de corteza
como el menos cordial de los parásitos?

¿Sabrán por fin los cedros libaneses
que su voraz y sádico enemigo
no es el ébano gris de Camerún
ni el arrayán bastardo ni el morisco

ni la palma lineal de Camagüey
sino las hachas de los leñadores
la sierra de las grandes madereras
el rayo como látigo en la noche?

Este poema del uruguayo Mario Benedetti le puso música Joan Manuel Serrat y forma parte del álbum "El sur también existe".


martes, 2 de junio de 2015

"El día es undudoso laberinto". Jorge Luis BORGES.

"El día es undudoso laberinto".  Jorge Luis BORGES.

Los dos reyes y los dos laberintos de Jorge Luis Borges.
Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó a construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad de su huésped) lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia tenía otro laberinto y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día. Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y sus alcaides y estragó los reinos de Babilonia con tan venturosa fortuna que derribo sus castillos, rompió sus gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró encima de un camello veloz y lo llevó al desierto. Cabalgaron tres días, y le dijo: "Oh, rey del tiempo y substancia y cifra del siglo!, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que veden el paso." Luego le desató las ligaduras y lo abandonó en la mitad del desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con aquel que no muere.

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/borges/los_dos_reyes_y_los_dos_laberintos.htm

lunes, 1 de junio de 2015

Hombrada de Serafín José García.

Hombrada de Serafín José García.

¡Mándense mudar tuítos a la puta!
¡No quiero sabandijas en mi rancho!
Pa’ aguantarle los ecos a las penas
no precisa ’e culeros el que es macho.

¡Vamos, fuera de aquí, manga ’e trompetas!
¡No esperen que los saque a rebencazos!
¡A mentir a otro lao!, a mí esas lástimas
solo consiguen enllenarme de asco.

Si mi hija jue pa’ ustedes una pluma.
Si ustedes jueron los que la mataron
a juerza ’e picotiar en su conduta
como en l’oveja caida, los caranchos.

Dispués que ya la pobre tuvo el hijo,
como a perra sarnosa la cuerpiaron,
jue una broza, nomás, una largada,
solo sirvió pa’ risa y estropajo.

Ninguno se acordó que ella era güena,
un alma ’e Dios, que a naides hizo daño
y aguantó, la infeliz, como una marca
el disprecio zafao de tuíto el pago.

Su nombre recorrió las pulperías,
manosiao y babiao por los borrachos,
jue la farra ’e las chinas en los bailes
y en la rueda de mate de los ranchos.

Y ahora que ya murió la pobrecita,
cansada de vivir, hecha un pingajo,
¡tienen coraje pa’ venir, tuavía,
a lechuciar ande la estoy velando!

¡Mándense mudar tuítos, machos y hembras,
aquí ya no hacen falta los caranchos!
¡A campiar a otro lao, carniza fresca!,
ande se puedan empachar pulpeando.

¡Juera de aquí!, ¿no me han oido?
¿Tan esperando que los curta a lazos?
Aquí ya está de más la chimichunga,
ya no hay a quién sangrar en este rancho.

¡Juera de aquí!, si pa’ velar su cuerpo
y darle sepultura, yo me basto.
Si no precisa de agalla emprestada,
pa’ apechugar la penas, el que es macho.

LOS OLIMAREÑOS.


Serafín  José García nació el 5 de junio de 1905 en Cañada Grande, Treinta y Tres (Uruguay).
Hijo de Serafín García y doña Sofía Correa, treintaytresina, integrante de una familia de viejo arraigo en aquel departamento uruguayo.
Su formación cultural fue autodidacta y opinaba: "Yo soy un escritor que escribo en función de hombre y no de literato. Por lo que el hombre me duele dentro y por lo que de él espero y creo, procedo de tal modo. Me expreso así por un imperativo natural, como otros se expresan abriendo un surco en la tierra o un rumbo en el océano. Y no podría cambiar, aunque quisiera, pues no se modifica lo entrañable".
Se dice que su madre lo nombró José porque ella era devota del santo del mismo nombre.
De familia de pocos recursos ejerció diversos oficios como empleado de farmacia, aprendiz de tipógrafo, ayudante de rematador público. Poco después de cumplir los veinte años se radicó en la ciudad de Treinta y Tres, donde ingresó a la Policía como telefonista y encargado del archivo de la jefatura olimareña.
En 1936 se publica su primer obra denominada “Tacuruses” y a pedido del Presidente Terra se adquieren 300 ejemplares para repartir en todas las dependencias del país a modo de reconocer el esfuerzo de García. Pasó a desempeñarse como subcomisario de la 8va. Sección (Santa Clara de Olimar).
A través de Tacuruses rescata el ámbito rural del país, jerarquizando las costumbres y tradiciones del hombre de campo.
En 1940 se radica en Montevideo luego de su retiro del cuerpo policial y se dedica a la literatura. Integran el acervo bibliográfico de este escritor poemas, romances, cuentos, fábulas, estampas, ensayos y crónicas. Entre su vasta producción literaria se destacan las obras En carne viva (1937), Tierra Amarga (1938), Burbujas (1940), Barro y Sol (1941), Asfalto (1944), Raíz y Ala (1949), Romance de Dionisio Díaz (1949), Las Aventuras de Juan el Zorro (1950), Agua Mansa (1952), Flechillas (1957), El totoral (1966), Piquín y Chispita (1968, galardón en el concurso de Literatura Infantil Universal “Christian Andersen” bienio 1967 - 1968), Leyendas y supersticiones (1968), Blanquita (1969), Cuentos y crónicas (1970), La vuelta al camino ( 1970), y Estampas uruguayas (1971).
encuentra la muerte en el año 1985.
Orejano o El orejano como se llama es un poema escrito por  el uruguayo Serafín José García e integra el libro “Tacuruses”.
Este poema le pusieron un ritmo valseado “Los Olimareños” y la cantó (pereciera escrita por Él)... Don Jorge Cafrune, chucaro y libre.

Serafín J. García  es considerado uno de los máximos representantes de la literatura gauchesca, y es uno de los autores más leídos del Uruguay.