martes, 14 de junio de 2022

Diálogo de Silvina Ocampo.

Diálogo
de Silvina Ocampo.

Te hablaba del jarrón azul de loza,
de un libro que me habían regalado,
de las Islas Niponas, de un ahorcado,
te hablaba, qué sé yo, de cualquier cosa.

Me hablabas de los pampas grass con plumas,
de un pueblo donde no quedaba gente,
de las vías cruzadas por un puente,
de la crueldad de los que matan pumas.

Te hablaba de una larga cabalgata,
de los baños de mar, de las alturas,
de alguna flor, de algunas escrituras,
de un ojo en un exvoto de hojalata.

Me hablabas de una fábrica de espejos,
de las calles más íntimas de Almagro,
de muertes, de la muerte de Meleagro.
No sé por qué nos íbamos tan lejos.

Temíamos caer violentamente
en el silencio como en un abismo
y nos mirábamos con laconismo
como armados guerreros frente a frente.

Y mientras proseguían los catálogos
de largas, toscas enumeraciones,
hablábamos con muchas perfecciones
no sé en qué aviesos, simultáneos diálogos.

lunes, 13 de junio de 2022

AMOR ETERNO de LEOPOLDO LUGONES.

AMOR ETERNO
de LEOPOLDO LUGONES.
Deja caer las rosas y los días
una vez más, segura de mi huerto.
Aún hay rosas en él, y ellas, por cierto,
mejor perfuman cuando son tardías.
Al deshojarse en tus melancolías,
cuando parezca más desnudo y yerto,
ha de guardarte bajo su oro muerto
violetas más nobles y sombrías.
No temas al otoño, si ha venido.
Aunque caiga la flor, queda la rama.
La rama queda para hacer el nido.
Y como ahora al florecer se inflama,
leño seco, a tus plantas encendido,
ardientes rosas te echará en la llama.

domingo, 12 de junio de 2022

Castigo de Silvina Ocampo.

Transformará Minerva tus cabellos
en serpientes y un día al contemplarte
como en un templo oscuro, con destellos,
seré de piedra, para amarte.

Silvina Ocampo, Buenos Aires, 1903-1993.

martes, 7 de junio de 2022

Canción con vos de Alejandro Balbis.



El amor es un sitio
Donde tu piel reposa
A medio ser
Apenas del niño
Y de la rosa

El amor va contigo
Cuando tú vas conmigo
Y decimos nosotros
En el mismo sentido

El amor es el cauce
De un río compartido
Cruza muchos paisajes
Pero es el mismo río

El amor nunca olvida
Lo amado y padecido
Y como nunca olvida
No conoce el olvido

Por eso,
Compañera cuando salgo al camino
Y en el trébol del día
Parpadea el rocío

Te pienso largamente,
Te nombro despacito
Y es…
Como si de pronto me nombrara a mí mismo

Por eso,
Compañera cuando salgo al camino
Y en el trébol del día
Parpadea el rocío

Te pienso largamente,
Te nombro despacito
Y es…
Como si de pronto me nombrara a mí mismo.

miércoles, 1 de junio de 2022

CAMINOS de ANTONIO MACHADO.

De la ciudad moruna
tras las murallas viejas, 
yo contemplo la tarde silenciosa, 
a solas con mi sombra y con mi pena. 

El río va corriendo, 
entre sombrías huertas
y grises olivares, 
por los alegres campos de Baeza. 

Tienen las vides pámpanos dorados
sobre las rojas cepas. 
Guadalquivir, como un alfanje roto
y disperso, reluce y espejea. 

Lejos, los montes duermen
envueltos en la niebla, 
niebla de otoño, maternal; descansan
las rudas moles de su ser de piedra
en esta tibia tarde de noviembre, 
tarde piadosa, cárdena y violeta. 

El viento ha sacudido
los mustios olmos de la carretera, 
levantando en rosados torbellinos
el polvo de la tierra. 
La luna está subiendo
amoratada, jadeante y llena. 

Los caminitos blancos
se cruzan y se alejan, 
buscando los dispersos caseríos
del valle y de la sierra. 
Caminos de los campos... 
¡Ay, ya no puedo caminar con ella!